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Blog de José Luis Correa

Los lectores opinan...

 

Queda abierta la veda para la crítica...

480 comentarios

monica moore -

Mi nombre es Anna lucas y solo quiero compartir mi experiencia con todo el mundo. He estado escuchando acerca de esta tarjeta de cajero automático en blanco por un tiempo y nunca realmente pagó ningún interés a ella debido a mis dudas. Hasta que un día descubrí a un tipo de hacking llamado Donard. Él es realmente bueno en lo que está haciendo. De vuelta al punto, me preguntó acerca de la tarjeta de cajero automático en blanco. Si funciona o incluso existe. Me dijeron que sí y que su una tarjeta programada para dinero aleatorio retira sin ser notado y también se puede utilizar para compras en línea gratis de cualquier tipo. Esto fue impactante y todavía tenía mis dudas. Entonces lo intenté y pedimos la tarjeta y accedimos a sus términos y condiciones. Esperando y rezando no era una estafa. 3 días más tarde recibí mi tarjeta y probé con el cajero automático más cercano cerca de mí, funcionó como magia. Yo era capaz de retirar hasta $ 3000 diarios. Esto fue increíble y el día más feliz de mi vida. Hasta ahora he sido capaz de retirar hasta $ 28000 sin ningún estrés de ser atrapado. No sé por qué estoy publicando esto aquí, sólo sentí que esto podría ayudar a aquellos de nosotros en la necesidad de estabilidad financiera. En blanco Atm realmente ha cambiado mi vida. Si desea contactar con ellos, aquí está la dirección de correo electrónico donardmorrisworld27@gmail.com Y creo que también cambiará su vida. Correo electrónico: donardmorrisworld27@gmail.com

Miguel Angel -

Hola:
Soy un fanático de la novela de detectives y es particular de la española, me encanta Ricardo Blanco y Colacho Arteaga, aunque en el volumen que estoy la cosa pinta bastante mal para el abuelo y Ricardo me está contagiando la aungustia de verse solo...espero que su relación con Inés avance, como ves estoy enganchado, muchas gracias por hacer que disfrutemos tanto con las vidas que imaginas,
un saludo

José Luis -

Muchas gracias, Andoni. Me gusta leer eso. Que los lectores se hagan amigos de Ricardo Blanco forma parte del milagro de la literatura...

Andoni Goikoa -

Me hablaron bien de tus novelas y me lance apor la primera , la de 15 días de noviembre creo, y me encanto. Ahora estoy con muerte en abril.
Te puedo asegurar que ha sido un descubrimiento, tu inteligente prosa, tu coñá, tu buen humor, el sabio abuelo y las chicas. Creo que vas por un camino inmejorable ya que la lectura de tus novelas no solo se disfruta, sino se vive y al regarla con tu sentido del humor le das un toque fantástico, creo que tengo kl correa para rato. Gracias por el regalo que nos haces a tus lectores.

José Luis -

Muchísimas gracias, Carmen. Estaremos muy atentos a ese blog. Saludos, JL

Carmen -

Incluiré Blue Christmas en la 3ª Semana de Novela Negra que va a empezar en el blog,.dedicada esta Semana a autores españoles. Qué buen rato estoy pasando con la novela. ¡¡Muchas gracias!!

http://carmenyamigos.blogspot.com.es

José Luis -

Muchas Gracias a ambas. Ya pensaba yo que había perdido la magia. Me gusta que les guste Ricardo Blanco. Ahora acabo de terminar su quinta "aventura" y sí, cada vez es más de la familia.
Creo, Isabel, que las novelas anteriores están en varias librerías. Pero en cualquier caso las pueden pedir porque la distribuidora las tiene...
Un abrazo,
JL

PD.: No sé si les conté que hay un grupo en FB que se llama "A mí también me gusta Ricardo Blanco". Están todos(as) invitados.

Isabel -

Hola, buenas noches Jóse Luis

Hace un par de meses me picó la curiosidad y quise leer algo de lo que has escrito. Y he de decir, que me ha sorprendido muy gratamente, porque nunca me había fijado en la novela negra. Concretamente, leí "Un rastro de sirena" y me quedé absolutamente enganchada con la historia. La forma de en que relatas y tus expresiones me parecen fabulosas, los personajes que utilizas, entre ellos, Ricardo y Colacho son de mis preferidos, se hacen querer. Luego, he querido buscar los anteriores para poder leerlos pero no los encontré, al menos en la biblioteca de mi zona. Ah, también me gustó muchísimo el relato sobre Fabio, creo que es buenísimo y refleja tantas realidades... por momentos me lo podía imaginar en aquella terraza.

Bueno te animo a que sigas haciendo cosas tan buenas para poder disfrutarlas.

Saludos y feliz verano

Isabel.

J L -

Después de algún tiempo, regreso sólo para hacerle saber que su último libro volvió a provocarme el mismo entusiasmo que las viejas historias de Ricardo. Una vez más, ¡felicidades!

José Luis -

Más versos para despedir a la primavera

No puede ser que yo

Piscis noctámbulo

A un parto apenas de la cincuentena

Adorador de Baco pero sólo los viernes

Y de Venus el resto de los días...



No puede ser que yo

Padre baboso

Escritor de terraza

Poeta de higos a brevas

Profesor de didáctica...



No puede ser yo

Adicto a los sudokus del periódico

A sucesos y a esquelas truculentas

Como la que rezaba “A Manolo:

A pesar de todo te queríamos”…



No puede ser que yo

Que corrí el San Fermín en el noventa y nueve

Dos semanas después de que hubiera acabado

Que me bebí un tequila en Veracruz

A la orilla del mar junto a un obispo

Que invité a chispetrén a media Habana

Que me perdí en Lisboa

Y casi me detienen en Boston

Por fumar puros en un banco del parque



No puede ser que yo

coño, carajo,

Aún no sepa quién soy…



José Luis -

Y aprovecho para disculparme por tener este blog tan desatendido. Me han tirado de las orejas ya pero soy un verdadero trasto (los que me conocen usarían otra expresión menos liviana) y no me pongo a ello. Pero prometo enmendarme en esto y en otras tantas cosas...
Les dejo un poema que me suele acompañar desde hace muchos años y viene bien para tomar perspectiva.
Es de Borges y se titula "La lluvia"

Saludos,
JL

Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto

Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.


José Luis -

Gracias, María, por tus saludos. Lo de Vicedecano pasó a la historia. Ahora lo que soy es Secretario de mi Departamento. El caso es que siempre paso por allí cuando van a elegir algo y me cogen de pardillo, ja.
Un beso,
JL

María -

Muchas felicidades por tu nombramiento como Vicedecano, a ver si esta nueva trayectoria sea fuente de inspiración para una buena obra. Saludos teacher y un cálido abrazo, una ex-alumna on-line

coach bags -

Gracias por compartir esos artículo! Será útil.*

José luis -

No molestas en absoluto, Esther. El personaje de Casandra es de la buena amiga de este blog Elena Villares. Creo que ella tiene el suyo propio donde da buena cuenta de la protagonista de sus novelas. Temo que en esto no puedo ayudarte mucho.
Saludos,
JL

Esther -

Buenos días señor Correa. Sin ánimo de molestarle, me gustaría saber si el personaje de Casandra va a seguir apareciendo para seguir leyendo sus aventuras. Me tiene enganchada.

Gracias. Un saludo

José Luis -

Cuánto tiempo, Mirna. Me alegra leerte de nuevo. Veo que has venido con fuerza. Menuda lista que te has agenciado. Sí. La novela americana da mucho juego. Y mira qué casualidad: tengo sobre la mesilla un libro de cuentos de Truman Capote. Para sobrevivir al Mundial, ja.
Saludos,JL

Mirna Loy -

Saludos a tod@s, espero que este verano dé como siempre para dedicarnos a esas lecturas que aparcamos durante el resto del año, yo me dedicaré a releer a algunos autores de lo que se ha dado por llamar "la novela americana" y a descubrir otros que me han recomendado o que "me suenan", vaya uno a saber porqué me suenan...
John Updike
Norman Mailler
Don Delillo
David Foster Wallace
Philip Roth
Joyce Carol Oates
Truman Capote
Jack Kerouac. (existen más letras además de "en el camino")
Vladimir Nabokov (por supuesto que existe algo más que su “lolita”)
Faulkner

ISA -

Bueno hombre, yo no creo que sea tímidida sino algo discreta por lo de la cercanía que compartimos durante un tiempo. Ah! en breve me pondré al día con sus libros. Siempre consiguen mi sonrisa y que vuele por esos mundos de Dios. Posiblemente, la semana que viene, mi cabeza coga algo más de tino y pueda leerle. Entre eso y un pizco de deporte pos que a otra cosa mariposa, no? Me alegra muchísimo saber de usted.

josé luis -

Muchas gracias, Isa. Y bienvenida a esta nuestra página. Esta llena de gente curiosa, interesante aunque algo tímida a la hora de escribir, je.

Saludos,
JL

isa -

Hola, hace mucho que no sabía de usted, pero me alegra haberlo encontrado en el ciberespacio y saber de sus éxitos literarios. Es todo un orgullo, enhorabuena.

José Luis -

Muchas gracias, Rocío. Yo también disfruté muchísimo de la velada literaria de hoy.

Saludos,
JL

Rocío -

Buenas tardes. Me llamo Rocío y soy de la Minilla, el instituto que usted acaba de visitar hoy. Quería darle miles de enhorabuenas por su presentación.¡Fue increíble!, su ligereza, extravagancia... Déselas de gran persona, usted ha logrado que gran cantidad de personas se quedaran escuchándole, cuando la mayoría huye de estas "charlas". También, opinar de su libro; escogió una buena opción con la novela policiaca. ¡Se le da estupendo!.
En la presentación, cada palabra que decía, eran palabras hacia la esperanza. Abre el entusiasmo por la lectura y habla de su "hobbie" como algo accesible, algo que cualquier persona puede probar. Pués lo dicho, mis enhorabuenas y espero verle paseando por Magisterio y en la clase que imparte cuando entre en la carrera ¡jajaja! Un saludo.

José Luis -

Gracias, Jero, por tu indicación. Voy a consultarlo con el "webmaster" a ver qué puede hacerse. El sombrero era prestado pero la próxima vez que vaya a Barcelona me haré esa foto.

Saludos,
JL

Pd.: Aprovecho para invitarlos(as) a la Feria del Libro de Las Palmas. El sábado, 24 de abril re-presento "Un rastro de sirena" en la carpa central de 13.30 a 14.00. Media horita breve pero espero que intensa. Nos vemos allí.

Jero -

Hola José Luis, curioso el cambio de imagén, parece que eres de la mafia.
¿Tiene tu webmaster alguna posibilidad de hacer que los últimos mensajes salgan al principio de la página?
Sería interesante y más rápido para acceder a Los lectores opinan. Es solo una sugerencia.
Pd: Una foto en blanco y negro con sombrero y el puro en la boca te quedaría genial.

Jose Diepa -

Muchas gracias por tus recomendaciones.

El Hereje no lo he leído, y ahora es una buena oportunidad.

Un fuerte abrazo.

Por cierto, que me encanta tu web ;-)

José Luis -

Caramba, Diepa. Me encanta tenerte por aquí. Bienvenido.

Yo no recomiendo "5 horas con Mario" y "Los santos inocentes" porque creo que ya lo habrán leído casi todos(as)... Me sabe a redundancia.

Pero sí te (les) diré que dos de las novelas que más me han conmovido en los últimos tiempos han sido "Señora de rojo sobre fondo gris" (de una tristeza bellísima) y "El hereje" (simplemente genial)...

Dicho queda.
Un abrazo,
JL

Pd.: Ni se te ocurra entrar en detalles del viaje a Oporto, que por aquí tengo una reputación que mantener, jajaja.

Jose Diepa -

Estimadísimo José Luis,

¿Qué obra de Delibes nos recomendarías releer para recordarle? ¿Ciprés, Camino, Mario, Señora, Inocentes?

Un abrazo de un compañero de vivencias en Oporto.

José Luis -

Cuánta razón, Pilar. Me pilló la muerte de Delibes en Oporto y la sentí dos veces. Por la ausencia y por la lejanía.


Creo que un buen homenaje sería releer alguna de sus obras.

Saludos,
JL

Pilar -

Hoy otro de los grandes se nos fue. Menudos meses llevamos. Desde mi rincón mando un abrazo de despedida a Miguel Delibes y a su rural sencillez.

José Luis -

Queridos(as):

Parece que el recién nacido va creciendo bien. Me dicen en las librerías que se vende bastante y los amigos me cuentan que lo han visto bien colocados en las estanterías. Esto, que parece una zarandaja, es importante. Ya quisiera ver yo a Stieg Larson al lado del baño como a veces nos colocan a los escritores canarios, jeje.
Quería tan sólo compartir la dicha con ustedes.

Saludos,
JL

Pd.: No sólo mis novelas, ¿eh?, las de los amigos también están cuajando. Ojo a Santiago Gil, Ángeles Jurado, Alexis Ravelo, Alexis Díaz Pimienta, Raúl Argemí... Ya tenemos quorum pa una buena farra...

Elena -

Vaya sorpresa Ojos de Gata. Gracias por tus palabras. Tengo que confesarte que me emocioné.

Gracias José Luis por tu discreción.


Mi dirección:
http://elenavillares.blogspot.com
Te remito a ella donde te regalo unos fragmentos de la novela y las aventuras de nuestra querida Casandra...

Saludos,

Elena

Anónimo -

Espero que la presentación barcelonesa saliese a pedir de boca y que te sintieses contentísimo entre tanto catalán y algún que otro fan canario (imagino). Ese sábado a esa hora te deseé lo mejor.

Abrazo azul

José Luis -

Bueno, Ojos de gata. Creo que Elena tiene un blog por alguna parte donde nos regala con fragmentos de la novela que escribe... Pero no me atrevo a dártelo sin su permiso. Mejor que ella te lo de cuando vuelva a visitarnos...

Saludos,
JL

Ojos de Gata -

Hola Sr. Correa, sé que es su página web, pero quería saber si la comparte con Elena, una escritora que cuelga por aquí parte de su maravillosa obra. Si no es así me gustaría saber si posee página personal para continuar enfrascándome con Cassandra.

Un beso de canela en rama y espuma de limón.

José Luis -

Te agradezco, Andrés, el cumplido. Me alegra (mi ego anda ahora como una sopladera de hinchado) leer eso. Y, qué voy a decirte yo, pero no me parece que seas un ignorante literario, je.

Además, esto es más fácil de lo que dicen por ahí. Se trata de disfrutar, de emocionarte, de vivir, de sentir una hitoria página a página. Si lo consigues con un libro, que nadie te convenza de que es malo. Si no lo consigues, que nadie te venda la moto esa de "la mejor novela después de Galdós".

Un abrazo,
JL

andres -

buenas tardes. don jose luis, me estoy leyendo su ultima novela y me parece magnifica, como todas las suyas. no se si sera porque soy un ignorante literario, pero sus libros me parecen francamente excelentes. es uno de mis escritores preferidos. saludos.

José Luis -

Bueno, al fin bautizamos a la niña nueva. Se llamará, como saben, "Un rastro de sirena". La madrina es Alba Editorial y le haremos dos bautizos al que están todas(os) invitadas(os).


El 6 de febrero será en Barcelona, en la Biblioteca Barceloneta, C/ Comte de Sta Clara. A las 11 de la mañana.

En Las Palmas, el jueves, 18 de febrero, a las 20 hs. en el Club de Prensa Canaria (mi templo de siempre).

La de Las Palmas coincidirá felizmente con la semana de Carnaval. Digo felizmente porque justo en esa semana transcurre la historia de la novela. ¿Conexión estelar? ¿Azar?

Pues eso. Los espero allí.

Saludos,
JL

José Luis -

Hemos sobrevivido a la navidad, que no es poco...

Feliz año a todos(as). Este 2010 parece que empieza bien a pesar de (¿o será gracias a?) las nieves. Por lo pronto tenemos nueva novela en ciernes. La tienen ya en la página junto con sus hermanas mayores y me dicen que en las librerías estará para el día 20 de enero o así. La presentaremos en Barcelona el 6 de febrero y, a la vuelta, aún no sé cuándo ni dónde, en Las Palmas. Espero que puedan asistir. Pero sobre todo que puedan y quieran leerla y les guste, claro, que si no no tiene gracia...

Saludos posnavideños,
JL

José Luis -

Quiero aprovechar que andamos todos en un reflexivo silencio para desearles una feliz navidad y que el año 2010 sea el más venturoso para ustedes y quienes los rodean.

Yo lo empiezo con novela nueva, como ya les dije. Y con propósito, además de bajar unos kilos y hacer más deporte y dejar el vicio, de acabar la que tengo entre manos. Cuando pasen las fiestas les mandaré un fragmento...

Un abrazo sincero,
JL

Elena -

...
Me suicidé hace dieciséis años. En un tiempo más que suficiente para que usted me haya olvidado, Delmar, o al menos para que se hubiera desdibujado en parte la nitidez de mi recuerdo....

Así comienza esta inclasificable novela, que relata la sofisticada venganza tramada por un criminal contra el policía que lo encerró.

¿Es posible dirigir una vida ajena hacia el fracaso y el desastre emocional a través de un plan minuciosamente ejecutado durante años?

La venganza más terrible es la que nos persigue después de la muerte.

Su título "Esta noche moriré" y su autor, mi buen amigo Fernando Marías, que en ciento cuarenta y dos páginas, teje minuciosamente toda la trama...

Ha sido reeditada y se las recomiendo vivamente.


Y un evento especial.
El próximo jueves 10 de diciembre a las ocho de la tarde, mi amiga y mejor escritora Marisol Llano, presentará en la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, su libro de relatos "Palabras para un asesino".


Saludos muy literarios,

Elena

Elena -


Hola, les voy a regalar a los lectores de este blog, el comienzo de la novela que estoy escribiendo. Se desarrolla íntegramente en Alemania.

Es de género negro, aunque el principio no lo parezca.

...

Alejandro y yo terminamos pronto y decidimos darnos un respiro. Las últimas jornadas en el Congreso sobre Derecho Penal, que habían organizado conjuntamente la Universidad de Colonia con diversas Universidades Europeas, entre las que se encontraba la de Las Palmas de Gran Canaria, habían sido bastantes espesas. Tanto Código Penal Alemán, que por cierto era el padrenuestro del Código Penal Español y de eso sabemos un rato los abogados, tenía que confesar que ya estaba aburrida. Sin embargo, cuando mi amigo el juez me ofreció asistir como ponente para impartir unas charlas a los estudiantes de esta universidad alemana, al principio me emocioné porque daba un salto en mi carrera como abogada, porque participaría con los alumnos mis experiencias en la “Violencia de género”, que ese era el tema de mis conferencias y porque además, compartiría con Alejandro una experiencia inolvidable.

Pero todavía no había movimiento. No, el juez se hacía de rogar y comenzaba a dudar si realmente él tenía algún interés en mí. Desde el pasado mes de octubre, cuando me encontraba en Santiago de Compostela terminando de investigar el caso de la muerte del director de la Agencia de Medio Ambiente, hasta este mes mayo, sólo habíamos compartido bastantes desayunos, alguna que otra cena muy aislada, me había dicho escasas palabras bonitas y cariñosas, robado, eso sí, algunos besos, pero no habíamos compartido ni cama ni sexo y ya era preocupante. Y recordé una frase que él me había dicho en una de nuestras citas y que me tenía totalmente obsesionada: Te prometo una noche por la que valdrá la pena esperar.

Mi ausencia en estos pensamientos se vio interrumpida cuando Alejandro y yo tuvimos que despedirnos de los demás colegas, procedentes de diferentes ciudades de Europa: París, Londres, Ámsterdam, Madrid, Barcelona, Roma, Berlín y nos emplazamos para el día siguiente.

Llegamos al hotel y quedamos para cenar: “No tardes Casandra, que siempre tengo que esperar por ti”, dijo Alejandro. El DORINT AN DER MESSE KÖLN era un hotel embriagador. Estaba muy cerca del recinto ferial de Colonia y de toda la zona de copas. Días atrás, en una tarde que acabó el congreso más temprano que de costumbre, tuve la ocasión de dar un garbeo por los alrededores de la Catedral. Mi amigo y yo nos adentramos en la jungla de la ciudad. Colonia tenía vida, mucha vida. Lo primero que hicimos fue visitar la famosa Catedral, Patrimonio de la Humanidad. Cuando entré, el corazón me dio un vuelco. Era impresionante. Cogí de la mano a Alejandro, no se asustó, raro en él y nos dirigimos hacia el fondo. Nos habían dicho que en dicha Catedral se guardaban las cenizas de los famosos tres Reyes Magos y quisimos ver, de primera mano, el cofre dorado.

Bajé al comedor y cuando llegué ya el juez me esperaba. Como un resorte se levantó de la silla, eso sí, era demasiado cortés y esos detalles me encantaban pero, a veces, sobre todo en la intimidad debía ser más lanzado. “Ya, imagino que más de un lector se preguntará por qué no lo hacía yo, ya que la timidez de él no lo dejaba actuar y les respondo diciendo que no lo había hecho porque la paciencia es la mejor sabiduría y siempre te da la información en el tiempo justo y porque además, necesitaba saber si realmente Alejandro me daba el valor que yo tenía como persona y como mujer”

Atracción si sentía y mucha, ese detalle no se me había escapado, creo que una mujer sabe esas cosas, pero, sí, le faltaba sangre en las venas. A veces pensaba que su profesión de ser demasiado cauto, no lo dejaba actuar libremente en su vida privada.

Me senté y el juez enseguida me sirvió el vino. Pidió, para la ocasión, el típico blanco de las riberas del Rhin. Estaba buenísimo con ese sabor afrutado, me deleité y me recordó a un Albariño. El vino alemán no tenía nada que envidiar al gallego, sencillamente, eran semejantes en el gusto, un regusto a uva.

Alejandro no me quitaba ojo de encima. Mi sugerente vestido de gasa negro, dejando entrever muy sutilmente mis curvas, fue el reclamo perfecto para que su vista y su ser me desearan. Y me encantaba, sí me ponía, saber que con sólo su mirada me sentía acariciada.

—Que…, que guapa estás Casandra —dijo, titubeando.
—Gracias Alejandro, lo intento —mi amigo se ponía nervioso ante mi presencia. Nunca me había pasado con otro hombre.
—¿Pe, pedimos la cena?

Me callé. No quise decirle nada de su tartamudeo para no ponerlo más nervioso, ni tampoco para no dejarlo en ridículo.

—Perfecto, me gustan las verduras que nos sirvieron hace días. Por favor, podemos pedirlas y el segundo plato elije tú.

Mientras esperábamos que nos sirvieran, observé que Alejandro no me quitaba ojo. Esas niñas en el centro del iris color avellana querían salírsele de las cuencas a través de los cristales de sus gafas. Por un momento lo miré fijamente y entonces le escuché decirme.

—Mi amor, ¿quieres más vino?
Uh!, me dije. Me llamó amor. Su coqueteo era demasiado sutil, menos mal que yo me daba cuenta de ese detalle. Ante esa insinuación quise corresponderle. Acerqué mi mano a su cara e hice como que tenía un trozo de pan en sus labios.

—¿Qué tengo? —preguntó preocupado.
—Nada Alejandro, sólo quería tocarte.

Al escuchar esas palabras, cogió mi mano y me la acarició. Por unos breves instantes me sentí halagada, pero duró poco. Cuando se dio cuenta de que se estaba dejando llevar por su corazón, me soltó la mano y sólo dijo “Vamos a cenar”.

¡No es para ponerse de los nervios!, pensé. Pero para mi pesar no podía escapar del calor de sus ojos que me miraban con deseo a través de sus gafas.

Terminamos la cena y nos fuimos a uno de los bares que se encontraban en el hotel. No salimos a recorrer la noche en esta ciudad alemana, preferimos quedarnos para hablar tranquilamente compartiendo, cómo no, una cerveza.


El teléfono de la habitación me sonó a la hora convenida. Me levanté y me duché. Tenía el tiempo justo para bajar a desayunar con Alejandro. Mientras bajaba en el ascensor, me acordé de la sobrina del juez, Sofía. La había conocido en las jornadas pasadas porque ella había asistido a las conferencias que yo había impartido sobre la Violencia de género. Se veía una muchacha vivaracha, inteligente, simpática y muy atractiva. Se encontraba en Colonia estudiando derecho y, ya a sus veinte años, cursaba el tercer año de la carrera. “Si es lo que yo digo, hay muchísimas mujeres independientes capaces de no depender de un hombre para nada”. Sofía se interesó, precisamente por las jornadas sobre la violencia de género, porque ella quería dedicarse, cuando terminara sus estudios en llevar casos sobre este tema. Y yo aposté, desde que la vi, que sería una buena defensora de ellas, su fuerza, pasión y energía eran palpables y me recordó a mí misma. “¡Ja, ja! ¿Dónde estarán esos años? El tiempo pasa muy rápido y me había amansado, aunque siempre me dije que ejercería la abogacía hasta que me muriera”

Para no perder la costumbre, cuando llegué al comedor, Alejandro y los demás colegas del congreso estaban, prácticamente terminando de desayunar. Me preparé, muy rápidamente, el yogur de fresa mezclado con los cereales y un café solo. Terminamos y fuimos hasta la universidad.

—Casandra —dijo el juez—, esta tarde cuando termine la jornada quedé con mi sobrina para cenar. No te olvides.

Alejandro era un controlador nato. Y a veces me molestaba que me dijera las cosas como si yo fuera una niña, pero no se lo tomé en cuenta.

—Muy bien, no me olvidaré. ¿A las ocho? —pregunté.
—Por supuesto, sabes que aquí en Alemania se cena temprano y luego podemos ir a…
—A bailar…—sugerí.
—¿A bailar? —preguntó él.
—Sí Alejandro, tienes que…—me callé no fuera que lo tomara a mal.
—Está bien, lo que tú digas Casandra, iremos a mover el esqueleto.

¡Yupi!, exclamé para mí como si fuera una muchacha jovencita. No es que me viera una vieja, ¡Qué va! tampoco muy joven, estaba en mis mejores años y es que las que tenemos cuarenta y tantos, todavía conservamos nuestra juventud y la vivimos con más intensidad y con una cosa a nuestro favor: la experiencia vivida.

El día pasó lento, lentísimo, quizás demasiado. Me sentía oprimida y ya notaba que necesitaba cambiar de escenario. La rutina me mataba y no era buena consejera para nadie porque te lleva por los caminos del aburrimiento.

Después de ducharme y prepararme para la cena, bajé al hall del hotel, “los demás colegas de congreso seguro que estarán esperándome” Y no me equivoqué, fui la última en llegar. Ante los aplausos y silbidos de los abogados, me sonreí y busqué con la mirada a los ojos tímidos de Alejandro a través de los cristales de sus gafas.

Siempre nombraba para mí el detalle de que tenía gafas porque lo hacía mucho más atractivo para mis ojos. Me imaginé ciertas escenas y esbocé una sonrisa socarrona. Mi diablillo malo estaba haciendo de las suyas en mi mente y yo, de vez en cuando, me dejaba llevar por esas conjeturas.

Sofía también se encontraba entre todos los ponentes. Su tío la había invitado y ella accedió. Siempre no se tiene la oportunidad de cenar entre tanto letrado junto y de diferentes países. Por fortuna me senté junto al abogado penalista berlinés. El alemán Jörg Müller vino al Congreso en representación de la Universidad Libre de Berlín, Freie Universität Berlín, una de las antiguas y genuinas del país. Me acordé de las pocas palabras que aprendí en alemán y me presenté.

—Guten abend. Mein Name ist Casandra. Wie heissen sie?
—Jörg y soy encantado de habrar españoy…

Para mi sorpresa el colega conocía y hablaba algo en castellano, aunque poco fluido. Pero lo iba a intentar porque la que no sabía, prácticamente nada hablar alemán, era yo.

—Encantada Jörg. Así que conoces mi idioma.
—Algo. Trabajé Canarias, pero fueron escasos pocos meses.
—No importa, ahora si quieres lo podemos practicar —me ofrecí.

El alemán, tengo que reconocer, era bastante atractivo. Un hombre alto y delgado, pelo rubio cubierto de canas por algunas zonas, y unos ojos muy expresivos. Siempre es lo primero que me atrae en una persona: su mirada. Y la de Jörg era limpia como el mar y azul como el cielo. Me gustó su semblante y me perdí por su océano.

—Gracias Casandra. Gusta tu nombre, tiene fuerza.
—Muchas gracias pero es un nombre cualquiera. Entonces, trabajaste en mi tierra y… ¿dónde?
—Gran Canaria.

Al oír el nombre de mi isla, el corazón me dio un brinco, debe ser que la echaba de menos.
—¡Bonita tierra! —exclamé con alegría. Pero…¿en qué parte de la isla?
—Maspalomas.

La verdad que Jörg era bastante escueto en sus respuestas. Tuve que animarlo a que hablara más. Para ello le serví más vino afrutado de las riberas del Rhin, ¡cuánto me gustaba!, para que la conversación fluyera.

—Entonces trabajaste en el sur, en Maspalomas. ¿Ejerciste la abogacía? —pregunté con extrañeza.
—No, no poder ejercerla. Fueron unos meses que trabajé relaciones públicas en hotel junto amigo.
—¡Qué interesante!

De pronto, sentí una mirada que me observaba. Era Alejandro, que desde que me senté con Jörg, no dejaba de estar pendiente de mí. El juez era muy controlador y a veces me asfixiaba. Pero seguí la conversación con el interesante colega alemán.

—Sabes —dije para cambiar de tema—, me gusta muchísimo lo poco que he visto de tu país.
—Cuando quieras ofrezco de guía. Tu poder quedarte unos días para visitar Berlín.
La proposición me gustó, sobre todo para poder conocer a la capital alemana y de paso, al atractivo alemán. ¡Sí, estaba coqueteando! Pero es que Alejandro era lento, lentísimo. A lo mejor sus gafas necesitaban estar mejor graduadas.

Cuando terminamos la cena, decidimos ir a la zona de copas, necesitaba bailar, porque el vino hacía estragos dentro de mí y porque quería liberar estrés acumulado de las jornadas pasadas. Fuimos los dos colegas que vinieron de la Universidad de Londres, Nadia y Erik; los catalanes de la Universitat Barcelona, Felicitat y Jaume; los madrileños procedentes de la Complutense, Pilar y Javier; el berlinés Jörg, él vino solo de la Universidad Libre de Berlín y los canarios, Alejandro y yo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Sofía también nos acompañó.

Entramos en el local y creo que los alemanes se percataron de que éramos abogados. Debe ser que desprendemos la ley por los poros, y en este caso, la Ley Penal, que da más respeto. Buscamos una gran mesa. La música no era muy buena pero la compañía sí. Alejandro me seguía con la mirada todos mis movimientos. Yo actuaba con normalidad, sin embargo Jörg se sentó a mi vera y debía ser educada con el colega alemán. Conocía de sobra el tópico de que los alemanes eran muy cabezotas y lo estaba comprobando porque Jörg no se separó de mí en toda la noche.

....

Danke, por leerme...

Herzliche Grüße

Elena

José Luis -

Como llevamos tiempo sin leernos, les mando un fragmentito de "La gitanilla de Ankara":

[...]
El cibercafé de su barrio se convirtió en refugio. En paraíso, infierno y purgatorio todo en uno. Después de las dos primeras visitas (una para saber qué había sido de Miguel Palmero y otra para enviarle el correo electrónico inicial), el dueño del negocio le cogió cariño a la gitanilla. Se acostumbró a verla aparecer por allí, casi siempre con una bolsa de la compra no sabía si para aprovechar el viaje a la caverna o para disimular su presencia. La remitía a un ordenador libre, casi siempre el número trece, el último del fondo. Y le llevaba a su escritorio una bebida, casi siempre un té moruno con esencia de hierbas que a Nejla le agradaba beber a sorbos breves.
No se quedaba mucho. Lo justo para abrir la página de Hotmail, introducir su alias (perhaps_Nejla) y su clave española (gitana) y rezar para que hubiese algún mensaje, aunque fuera lacónico, del hombre que adoraba. Cuando esto ocurría, la cara de la muchacha iluminaba aquel antro de máquinas como un rayo de sol. Cuando no, se tomaba su té moro en silencio mirando parpadear la pantalla, los hombros derrotados, la sonrisa ausente.
La primera respuesta fue prometedora. Treinta líneas desde el saludo a la coda en las que Palmero le narraba, en un inglés inseguro, su odisea para regresar a casa. Hablaba del cansancio y la tristeza que había paseado por tres aeropuertos. De la sensación inasible de haber dejado atrás a little piece of soul, un pedacito de su alma. Del horror de encontrarse de nuevo con un trabajo que ya no le satisfacía. Por fortuna, las heridas de guerra, al menos las de afuera, cicatrizaban bien, Miguel quiso tranquilizarla. Y vino a despedirse con un kisses que a Neja le duró tres días en la boca. Que le hizo recordar el sabor a ternura del español, su pasión alocada, su lengua libando en la de ella igual que una abeja en un patio de flores.
Al día siguiente a esa primera carta, Nejla tenía una cena con amigas y se la pasó con la sonrisa tonta y el pensamiento extraviado. Hasta tal punto que Olenka, una inmigrante rusa propensa a enamorarse de quien no debía y a quien había conocido en uno de sus trabajos de camarera, se enojó con ella por su desinterés, Yo contándote mis problemas con Karl y tú mirándome como las vacas al tren.
La gitana reconoció que estaba distraída. Que ya no era la misma desde la última vez que se reunieron. Tal vez fuera el cansancio, la falta de sueño, los viajes en tren, la soledad. ¿La soledad?
Sí, ¿por qué había de extrañarse Olenka? A veces Nejla también se sentía sola. Cleopatra no podía cubrir todos sus huecos. Y el baile, con todo lo que le apasionaba, nada más servía para pagar el alquiler. Para eso y llenar la despensa. El alma, en cambio, no se contentaba con verduras y carne de cordero.
Olenka y Sonja, una albanesa pequeña y pizpireta que había llegado a Bremen el invierno anterior huyendo de la guerra, se quedaron perplejas ante aquella confesión. Jamás hubieran creído que Nejla necesitara más para vivir que su baile y su gata. La habían visto tantas veces rechazar a hombres de todas las raleas (incluido alguno que podía haberla retirado de los escenarios, alguno que besaba por donde ella posaba sus zapatos de baile, alguno que podría ser la panacea de todas las penurias de una inmigrante) que creían que Nejla era feminista o lesbiana o ambas cosas a un tiempo. ¿Feminista? ¿Lesbiana?
¿Sólo porque se resistía a depender de un hombre, a venderse al mejor postor? Eso era una estupidez como un caballo. Y le ofendía que sus amigas hubieran pensado algo así ni siquiera por un instante. Ocurría que había salido a escape de una aldea y de un mundo donde la mujer estaba apenas un peldaño por encima de una mula de carga, en algunos lugares se dolían más por la muerte de la bestia que de la esposa. Ocurría que tenía apego a la libertad. Ocurría que detestaba el mercadeo sentimental que había visto en tantas ocasiones con compañeras de destierro. Pero eso no implicaba que no creyera en el amor. ¿El amor?
Por supuesto que el amor. Pero no uno de esos amores baratos y babosos que muestran en el cine. Hablaba de un amor sin simulacros, sin bastardeos, sin condiciones. Entre dos personas distintas pero iguales. Soñaba con entregarse por entero a un hombre bueno, a un hombre legal. Le importaba bien poco que fuese alto o bajo, rubio o moreno, músico o tratante de cuero. Y aún menos que viviera en un palacio o no tuviera donde caerse muerto. No le importaría trabajar por los dos si hiciera falta. Pero tenía que ser alguien que la tratara como a un ser humano, no como a una mula de carga. Alguien que la mirara siempre como si fuera la primera vez y, por qué no, la besara como un acto de fe. ¿No existían hombres así?
Ella conocía a uno.
Para ser fieles a la realidad, conocía una parte de uno que le brindaba todas esas atenciones, aunque era cierto que había sido tan sólo una semana y que las circunstancias habían resultado excepcionales. ¿Qué significaba excepcionales?
Significaba que el hombre llegó a estar más cerca de la muerte que de cualquier otro lugar durante cuarenta y ocho horas. Que ella permaneció a su lado haciendo todo lo que estuvo en su mano (el recuerdo de la felación, el del sabor acre del semen de Miguel, hizo que su ánimo se alborotara). Y que aquello le confería un matiz especial al resto de la semana. Nejla era capaz de comprenderlo. Había sido, sin duda, una relación insólita, límite, pero nadie antes (y podía arriesgarse a augurar que tampoco después) la había tratado con tanta gentileza. ¿Por qué creía que no era todo un truco para llevarla a la cama?
Porque quería creerlo con todas sus fuerzas. Había pensado en ello muchas veces durante los últimos días. Había repasado como para un examen todos y cada uno de los momentos que vivió con él. Desde la primera noche, la noche española, en la que el tipo se iba a marchar antes de tiempo y se quedó petrificado en mitad de la sala nada más verla aparecer a ella. El muy bobo no supo cómo reaccionar. Quiso disimular su nerviosismo ocultándose en las sombras. Pero ella lo puso a prueba. Deliberadamente se salió de su campo de visión, mientras bailaba. Estuvo un rato jugando con él al escondite. Mantuvo su taconeo en el ángulo muerto hasta ver cuánto le duraba a Miguel su paciencia. Se dijo, Si antes de que llegue a diez el hombre reaparece será buena señal. Y estaba justo en el nueve cuando Palmero salió de su rincón con los ojos desesperados.
Entonces supo que no era como los otros. Y cuando pasearon por el frío de Bremen agarrados del brazo como los novios de antes. Y cuando la acompañó a su casa para que se duchara y ella le lanzó un beso en su terraza. Tenían que haber visto sus amigas la cara de desconcierto de Miguel. La miró con ojos de cordero degollado. A los ojos. Y, cuando ya no pudo más, cuando bajó la vista hacia el escote de su albornoz, se puso nervioso y se ruborizó. Luego, además, estaba el asunto de la cafetería, cuando las malditas camareras la maltrataron y él estuvo a pique de agarrarlas por los pelos y llevarlas al director del hotel. No. Miguel no era como los otros. Sí. Era verdad que le había propuesto que volvieran a verse la noche siguiente pero fue ella la que insistió en que viniera a casa, ella la que dio el primer paso para el romance. No él. ¿Y dónde la llevaba aquella historia?
A eso no podía responder. Era la primera vez que experimentaba una sensación así. No conseguía olvidar el miedo que sintió cuando creyó que Miguel se le moría en el zaguán de su casa. O el sentimiento de soledad que le dejó la despedida en la puerta del taxi. O la zozobra que le producía cada minuto de ausencia. ¿Y no sería, quizás, esa ausencia la verdadera dimensión de lo que ella llamaba amor?
No. Si Sonja y Olenka pretendían dar a entender que Nejla sería incapaz de mantener su amor a diario estaban muy equivocadas. Sería muy capaz. Estaba segura de que su emoción, la de ambos, era honda. Nadie la había obligado a cuidar de él mientras agonizaba. Ni a él le habían puesto una pistola en el pecho para quedarse más tiempo del debido en su apartamento. No. No tenía nada que ver con la convalecencia. Al principio tal vez fuese eso, pero Miguel Palmero pudo haber regresado a su vida a los dos días y, sin embargo, se quedó casi una semana. Y luego estaba lo del Apsati. Después de la celebración, sobre todo tras descubrir en aquel cobertizo a quienes lo habían apaleado, él pudo haberse vuelto a su hotel, tuvo motivos para haberlos denunciado, para haber pedido amparo a la policía. Y, sin embargo, no hizo nada de eso. Se quedó con ella unos días más, hizo el amor con ella como si fuese a morir al día siguiente y mintió por ella en el interrogatorio con la policía. ¿Por gratitud, quizás?
Quizás. Nejla Kulaber no era adivina, a pesar de la fama que muchos le dan a las gitanas. No era adivina. No sabría vaticinar si lo de Miguel era amor o gratitud, bastante tenía con sus propias emociones. Allí no estaban hablando de los sentimientos de Palmero sino de los de ella. Y, si lo suyo no era amor, entonces es que el amor merece poca confianza.

[...]


Saludos,
JL


Pd.: ¿Les conté que en enero regresa Ricardo Blanco? Sí El Hada ALBA ha obrado de nuevo el milagro. Posiblemente la presentemos a finales de mes. Ya les avisaré dónde y cuándo...

Elena -

Bill Evans, imprescindible, increible e inigualable...

Una vez más, el sonido ronco y sensual del saxofón hizo vibrar la sala del CICCA el pasado jueves...
Y una vez más, me enamoró...

"El hombre inquieto" me tiene inquieta, aunque "debo" alternar la lectura de la última novela de Mankell con el estudio del Código Penal...
No es lo mismo, sin embargo el color que tienen en común es el negro...

Saludos,

Elena

José Luis -

Mankell es siempre Mankell... Tengo al hombre inquieto sobre mi mesilla de noche. Cuando acabe con Black (no será pronto porque lo estoy apurando con mimo) me veré con él...

Gracias por el recordatorio de Bill Evans. Imprescindible...

Saludos,
JL

Elena -

Y... ¿qué te parece "El hombre inquieto"
??
para recomendarlo claro. Yo empecé con él y promete...
Como dice el experto de Henning Mankell.

Y ahora música. ¿A quién le gusta el saxofón?
Pues Bill Evans tocará en el CICCA...para los amantes del jazz...

Saludos,

Elena

José Luis -

Libro del mes para los(as) indecisos(as): "El otro nombre de Laura", de Benjamin Black (el otro nombre de John Banville, je). Anda al carajo los nuevos suecos (excepto, of course, Henning Mankell)...

Saludos reivindicativos,
JL

Elena -

Es verdad que el cielo está lleno de diamantes, pero en la tierra siguen brillando los que quedan...

A veces las lágrimas y las tristezas, traen esperanzas renovadas...

Siempre, después de la tempestad, se disipan las nubes y luce el sol...

Un abrazo,

Elena

Recomiendo un libro que me tiene subyugada:

Se titula "El arte de perder". Premio Azorín, 2009. Su autora una buena escritora y mejor amiga, para más señas gallega: Lola Beccaria...

José Luis -

Se nos fue Benedetti. Se nos fue el último gran Millares. Se nos fue Arozarena. Y ahora Mercedes Sosa. Se nos está llenando el cielo de diamantes. Y la tierra de lágrimas sin consuelo.

Vaya año de tristezas, mis amigas

Saludos,
JL

José Luis -

Se hace saber que el otoño es mes propicio para la confidencia... Ya sé que andan deprimidos y nostálgicos recordando las vacaciones que se fueron para no volver (al menos este año) pero hay que sobreponerse, ¿vale? Los quiero ver por aquí prontito...

Yo estoy contento. Me ha nacido estos días un personaje que me está subyugando. Se llama Isabela di Lorenzo. Y se las voy a presentar.

Saludos,
Jl

[...]

Le gustó la ironía de la anciana. Y su habitación. Comparada con la suya, la estancia de Isabela podría considerarse un palacete. No sólo por lo espaciosa sino por la decoración: muebles de época, alfombras persas, lámparas de lágrimas y cortinas de encaje ricamente bordado. Tal vez demasiado recargada para su gusto pero bonita. No se veía la cama por ninguna parte por lo que Miguel dedujo que la señora tenía una habitación doble. Al fondo, al lado de una lámpara de pie con tulipa francesa había una puerta cerrada, lo que vino a corroborar esa primera impresión.
Isabela di Lorenzo se manejaba mejor en su silla de ruedas que muchas mujeres capacitadas que Miguel había conocido en su vida. Se movía con esbeltez. Cada movimiento, lejos de resultar patético o doloroso, simulaba una danza cadenciosa. Sirvió dos medidas de Oporto en sendas copas de hermoso vidrio labrado. El color del vino se entreveraba con el cristal y le daba al bodegón un aire melancólico de pintura flamenca, de abadía. Miguel hizo amago de ayudarla pero la anciana se lo impidió con suave firmeza, Es usted mi invitado y en mi casa los invitados sólo se sientan y comen. La mujer, de pronto, se dirigió al otro lado del cuarto, a un bargueño de caoba fina con abrazaderas de marfil y sacó un plato antiguo de los de puente y paloma donde disponer los bombones. Dispuso un paño de tela fina encima. Colocó los dulces con delicadeza hasta cubrir el centro de la bandeja. Y con el primer brindis de la noche, Por una próspera vecindad, quiso saber qué cielo se había roto para que un hombre como Miguel Palmero acabase en una vieja pensión de Las Palmas.
Después de haber sufrido un interrogatorio en Bremen y la arenga paternalista de don Pedro en la oficina, la pregunta de Isabela no le resultó incómoda. La mujer, más que preguntar, afirmaba en abanico, dejando abierta la puerta a una espontánea confesión.
Miguel no sintió pudor para ponerla en antecedentes. Le reveló sus dudas en un matrimonio que hasta entonces parecía sólido y sin resquicios. Era la primera vez que Ana Belén y él habían reñido (si a lo suyo se podía llamar riña) y necesitaban aclarar sus emociones. Isabela escuchaba como nadie en el mundo. No había asomo de prejuicio en su rostro. Se limitaba a prestar atención a lo que Miguel contaba sin mover un músculo, tal que si su cara se hubiera contagiado del letargo de sus piernas, con una expresión serena y cálida a la vez. Sólo en una ocasión Palmero creyó entender una sombra en su mirada azul. Fue cuando le habló de un viaje a Bremen que lo había cambiado todo. No le hizo falta mencionar la existencia de otra mujer para que la anciana entendiera de dónde le venían las vacilaciones.
Isabela saboreó un bombón de naranja antes de interrumpirlo con un razonamiento escueto pero lúcido sobre la edad y la dicha, Es mejor darse cuenta de que uno se ha equivocado cuando aún hay tiempo de volver a ser feliz. Miguel intuyó que en aquella sentencia había un halo de lamento. Como si la mujer conociera por experiencia de lo que hablaba. Como si le hubiera ocurrido a ella lo mismo pero tarde, muy tarde, cuando ya no había modo de rectificar. Detuvo su relato ahí, en el plato de bombones, para darle a su anfitriona la oportunidad de ponerse también al día.
Y ella cogió el guante con ánimo.
Venía de una familia aristocrática italiana (su padre era descendiente directo del último Conde de Collesano, Francesco de Ventimiglia), que tuvo que exiliarse con el triunfo del fascismo. Luego de un largo y desalentador periplo por media Europa (Isabela se saltó los preliminares por no extenuar a su invitado con exceso de detalles), los di Lorenzo recalaron en la Isla con una mano delante y otra atrás como quien dice. Lo habían perdido todo.
Suele creerse que los fascistas respetan y aun se compinchan con la nobleza para mantenerse en el poder. Mentira podrida. A los fascistas sólo les interesa mandar. Hacer y deshacer a su antojo. Ni siquiera la ideología es importante si ella no reporta beneficios. De hecho, el padre de Isabela, Luca di Lorenzo, no había visto con malos ojos el resurgimiento de Benito Mussolini. Pobre iluso. Al final Il Duce acabó por matar sus esperanzas. ¿Cómo?
El sátrapa se enamoró de su villa en Trento. Igual que Franco hiciera con el Pazo de Meirás, se la apropió. Peor. Al menos Franco disimuló la rapiña con el alegato de que fue un regalo de su pueblo amado. Il Duce no amaba a su pueblo. Le importaba una higa lo que pudiera ocurrirle. Todo lo que se le antojaba lo tomaba. Y resultó que se le antojó la casa y las tierras colindantes de los di Lorenzo y se quedó con todo. Entonces, Luca se rebeló contra la usurpación. Y eso le costó el exilio.
En ese momento la mujer cerró los ojos tal que si el último pensamiento le hubiese traído un recuerdo ácido. Luego los abrió de nuevo y, sin perder la compostura, su mirada se perdió detrás de la ventana que daba a Buenos Aires. Desde allí sólo podía verse el alfeizar de las ventanas de la casa de enfrente, otro balcón y otra piedra parecidos al de la pensión. Sin embargo, Isabela estaba mucho más allá de esa imagen. Miguel no quiso interrumpir un instante a todas luces penoso y se mantuvo en silencio. Le dio por pensar en Román Argullol, otro buen tipo al que una dictadura cabrona le había jeringado la vida. Las dos historias se parecían hasta un punto que, de no haber sido tan descreído, Palmero hubiera pensado que eran una señal de algo. Se preguntó la cantidad de gente que había tenido que vivir la tragedia de ese desarraigo y se sintió afortunado. ¿Dónde se habían quedado?
Ah, sí. En la llegada a Gran Canaria de los di Lorenzo. Exacto. Ahí estaban. En el Puerto de Las Palmas, una noche de primavera de mil novecientos cuarenta y nueve. Sí, señor. El cuarenta y nueve. Eso explicaba por qué la anciana había perdido todo vestigio de su acento trentino. Llevaba sesenta años fuera de Italia, qué acento aguanta tan tremendo exilio. Isabela recordaba aquella noche como si fuera el mediodía anterior. Hacía calor. Había calima. La ciudad apenas se veía entre una nube de polvo rojizo y asfixiante. En la cubierta del barco su padre se cubría la cara con un pañuelo de seda azul celeste. Seguramente, agarró la calima de excusa para ocultar su llanto de emoción. Su hermano Antonio, que apenas llegaba a la barandilla, preguntó con su ingenuidad intacta si se iban a quedar a vivir en el desierto. Pero cuando el barco tocó tierra y vieron que, detrás de la polvareda, había una ciudad diferente y gente afable y hasta una fábrica de hielo, los tres comprendieron que estaban llegando a la que sería su patria y su hogar a partir de entonces.
[...]

José Luis -

Lo del título, Cristina, es complicado porque ahora toca negociarlo con la editorial. Es una trama de mafia rusa y crímenes. El título original era "Un rastro de sirena" pero no sé yo si al final quedará.

Saludos,
JL

Cristina -

¿Y el título se puede saber? Por ir abriendo boca lo digo.
O al menos alguna pistilla asi, en primicia :)

José Luis -

Feliz vuelta al cole a todo el mundo. Espero que hayan disfrutado del verano como se merece. No se apuren por los tres kilos que hemos cogido y por habernos desperrado sin saber cómo (mala época para ahorrar y adelgazar, ya saben). Pronto habremos recuperado la forma.

Les adelanto una noticia. Acabo de hablar con mi editora y la cuarta entrega de Ricardo Blanco ya está en marcha. En enero sale. Ya les iré informando.

Saludos,
JL

José Luis -

Cómo se nota el bochorno y el sopor agosteño. Anda todo el mundo ligeramente apapayado (es igual que aplatanado pero en versión tropical, je). Hasta las noticias que dan los periódicos tienen un ligero tufo a no-sé-qué-escribir-pero-no-me-queda-otro-remedio-si-no-me-echan-de-este-puñetero-trabajo.

Espero que, al menos, la playa esté rica, el gin-tonic sea de marca y el libro en la hamaca (del hamaquero no hablo, que luego me toman por la palabra y la tenemos liada) valga la pena. Yo he vuelto a mis terrazas y mis paseos por LP, que ahora parece una prisionera de guerra con tanto socavón (socabrón, que diría mi abuelo Elías) que le han hecho. Si son capaces de salvar los baches, anímense a pasear, que las noches están frescas.

Saludos,
JL

Elena -

Hola a todos y a todas.

Parece que se asoman emociones y eso me gusta. Les voy a confesar una.

Hace unos días, después de compartir una tarde literaria muy linda con Casandra, (Casandra es una abogada penalista protagonista de la novela que ahora estoy escribiendo), decidí, a eso de las cuatro de la tarde, meterme en el cine Monopol para ver “El vuelo del Guirre”. Sencillamente me encantó. Me encontré en casa porque la película está hecha, a caballo, entre Tenerife y Gran Canaria…

Me emocioné mucho y dejé escapar a mis lágrimas traviesas. La intimidad, estaba sola y prácticamente no había nadie en la sala, fueron un escenario muy propicio.

Cuando salí y pensé en lo ocurrido, me alegré porque descubrí que mi corazón no está congelado.


Saludos,

Elena

Cristina -

Te entiendo perfectamente, me pasó lo mismo cuando fuimos a ver Wall-e. Aún no he logrado entender como el dibujo de un robot me pudo parecer la cosa mas bonita y dulce del mundo durante la hora y pico que dura la película.
Confieso que aún lo miro con cariño cuando me lo encuentro en las tiendas... pero solo cuando nadie me ve.... por supuesto.

José Luis -

No hay por qué darlas... Para eso está este blog, para compartir letras y emociones.

Una emoción que quiero compartir. El viernes fui a ver UP con mi hijo Carlos. A él no sé aún si le gustó pero las lágrimas me las bebí yo, ja. Aún tengo que decidir si es una peli para niños pero se las recomiendo para una tarde en blanco. Tiene su aquel.

Saludos,
JL

Cristina -

Gracias :)

Anónimo -

¡Chaf!
No estoy en una terraza leyendo y me cae un chaparrón...pues vaya verano,...
Bueno, así ahora en casa paseo por este blog ...me gustan todos los comentarios,..espero que esta tarde se hayan secado las sillas y vuelva a leer al fresco...

José Luis -

No lo dejaré. En lugar de eso, voy a presentarles un poco más a la gitanilla de Ankara para que se hagan una composición de lugar...


[...]

Esa noche le costó dormir. Echaba de menos el cuerpo del español a su lado. Acariciaba las sábanas en el lugar donde se habían querido y hallaba sólo un vacío helado que la acongojaba. ¿Qué estaría haciendo Miguel ahora? ¿Dormiría, feliz, junto a su esposa? ¿La abrazaría? ¿Se acurrucaría contra el pecho de esa mujer sin rostro como había hecho con Nejla? No estaba segura de que tuviera sentido averiguar la dirección de Palmero. Ignoraba a dónde la llevaría esa deriva loca y cuánto dolor le causaría.
Porque, desde el principio, Nejla fue consciente de que era la otra. Si no lo hubiera descubierto durante sus noches febriles, lo habría sabido por el anillo en el anular. Por la forma tímida en que la miraba. Por la delicadeza, casi el pudor con la que la trató siempre. Estaba casado. La excusa de que tal vez no fuera feliz no le servía de mucho. Por supuesto que no lo era. De haberlo sido, jamás se hubiera arrojado en los brazos de Nejla con aquella pasión. Le había dado la sensación, también, de que Miguel se entregaba a ella con toda su alma. De que le hacía el amor sin ataduras, de una manera en que no podía o no sabía hacérselo a su mujer. A la madre de sus hijos era incapaz de amarla con esa fiereza de animal en celo.
El viernes llovió. Como un mal augurio, amaneció un cielo plomizo y un aire gélido. Pero eso no impidió a Nejla acudir al encuentro del traductor. Si lo demoraba hasta la semana siguiente quizás se arrepintiera. Tenía que ser entonces o nunca. Y la lluvia, qué demonios, sólo era agua. A pesar del tiempo prefirió caminar, así podría ir pensando lo que le iba a decir a Argullol, cómo afrontaría la conversación, qué palabras usaría para que no la traicionaran las emociones. El trayecto a Domsheide le iba a tomar una hora lo hiciera en metro, en tranvía o andando, pero Nejla pensaba mejor a pie. Si hubiera podido ir bailando habría alcanzado el cielo pero no era cuestión con aquella lluvia chinchosa y el empedrado resbaladizo. El sonido de sus pasos sobre los adoquines le serviría de bálsamo, de temporizador, como el metrónomo de un pianista novato.
Anduvo despacio, atenta a dónde pisaba y a dónde apuntaba con el paraguas. Nunca se había acostumbrado a caminar en días como aquel. Envidiaba la soltura con la que los alemanes manejaban el paraguas y la lluvia. Eso sí que era una coreografía, una danza ensamblada y armoniosa en la que se cruzaban por la calle las telas oscuras y las varillas metálicas, como en un musical. Ella, en cambio, tenía que bajarse de la acera o subirse al escalón de un portal más de una vez a fin de no dejar tuerto a otro peregrino. En los días de lluvia prefería los parques y las avenidas desiertas.
Tardó algo más de una hora en llegar a Schnoor y otra media en encontrar el restaurante del que había hablado Brinkmann. Casa Varela era un localito penumbroso con paredes alicatadas hasta el techo sobre las que podían verse las lágrimas de aceite rancio que el tiempo había ido macerando. Tenía una puerta de madera con una campanilla chivata y veinte mesas pequeñas, cubiertas con manteles de tela azul y blanco, tan juntas que era imposible mantener una conversación privada. Lo regentaba un matrimonio chileno (ella, en los fogones; él, en la barra) y su hijo mayor. A esa hora estaba medio vacío: un hombre y una mujer compartían recuerdos con dos adolescentes; dos obreros de una fábrica cercana, sus monos de trabajo tintados de polvo y grasa, hablaban de fútbol con el dueño del restaurante; una muchacha con cara de lástima no sabía dónde mirar para que no se le delatara la soledad; un viejo que sorbía la sopa de verduras hojeaba el periódico de la mañana.
Sólo los obreros se fijaron en Nejla cuando entró. El más joven le hizo una seña a su compañero y éste se dio la vuelta, descarado. Más que mirarla, la radiografió. La gitana no se dio por aludida, acostumbrada ya a aquel tipo de recibimientos. Buscó una mesa libre junto a la entrada. Se sentó. Y esperó a que un camarero canoso y parlanchín le cantara el menú. No tenía hambre pero tampoco podía pedir sólo un café sin despertar recelos. Con la ensalada verde y en el entrecot sin guarnición iría de sobra. De beber, una copa de vino.
Comió con parsimonia, masticando sin prisa cada bocado y cada pensamiento. La campanilla de la puerta sonó hasta cuatro veces en lo que ella almorzaba. Vio llegar a una pareja de sesentones del brazo. A un grupo de chicas que parecían escapadas de un futbolín (chiquitas, las piernas robustas, el mismo corte de pelo, un uniforme verde que daba grima). A una mujer mayor que se ayudaba al andar de un bastón de palo rojo. Y, por último, a un padre con su hijo de no más de cuatro años al que llamaba Carlos y no paraba de trastear entre sus piernas. A la hora del postre ya estaba Nejla tan desanimada que calibraba la opción de tirar la toalla, pedir la cuenta y olvidarse de todo. Pero en ese instante el camarero canoso y el hijo de los Varela (se parecía al hombre de la barra en los labios pulposos, la nariz aguileña y un mechón rebelde y negro sobre la frente) se dirigieron a la pareja de sesentones con bulliciosa marcialidad y una bandeja con una botella y dos copas de champán. Por lo que la gitana pudo entender, estaban celebrando su décimo aniversario. El resto de los comensales aplaudió el cortejo solemne y brindó con los esposos por su dicha.
El marido agradeció los aplausos igual que un actor de vodevil: se levantó, hizo una reverencia exagerada, besó la mano a su esposa y alzó la copa para dirigir unas palabras a unos parroquianos con los que llevaba casi tanto como con su mujer. El discurso fue breve, emotivo y en dos idiomas salteados con igual soltura. Agradeció, en alemán, a su esposa Maritta esos maravillosos años que habían compartido, no siempre de rosas. Y, en español, a la ciudad de Bremen por haberlo acogido con tanto cariño. Al acabar, regresaron los aplausos y el anciano que poco antes leía el periódico le gritó, Bravo, Román. Y Nejla estuvo a punto de atragantarse con el café.
No se atrevió a abordarlos en la fiesta. Le pareció indecoroso irrumpir en su celebración. Los dejó almorzar tranquilos, recibir los parabienes de sus cofrades, dejarse convidar por los Varela a esa comida, No faltaba más; después de tanto tiempo entre nosotros, ustedes ya son de la familia. Pagó la cuenta, se despidió de los camareros y del dueño y se marchó. Frente al restaurante había una parada de tranvía con un banquillo de metal y una marquesina acogedora en tardes como aquella. Nejla decidió sentarse a esperar a que el intérprete y su mujer terminaran.
En el entreacto dejó de llover.
Román y Maritta salieron de Casa Varela exaltados, felices, cogidos de la mano. La gitana no pudo evitar un resquemor de envidia al recordar sus días de dicha con Miguel Palmero. Enfilaron hacia el sur con decisión. Durante unos minutos Nejla los siguió diez metros por detrás en puro fingimiento: se detenía ante los escaparates cuando ellos ralentizaban el paso; se agachaba y fingía anudarse los cordones de las botas cuando los Argullol paraban en alguna tienda. Era la primera vez que oficiaba de espía y no se sentía cómoda. Le remordía la conciencia. No podía continuar con aquella farsa mucho más tiempo. Por suerte, en la siguiente manzana la pareja se separó. Supo después que la mujer tenía que regresar a la clínica, sólo le habían dado dos horas para celebrar su aniversario, tampoco era para tanto diez años de matrimonio. Maritta torció entonces a la derecha al llegar a una plazuela y Román siguió de largo y la cruzó. Era el momento que estaba buscando.
El porteño no se sorprendió cuando Nejla le hizo una seña. Tal vez la confundiera con una compatriota a quien en otro tiempo le había servido de intérprete. No era infrecuente que lo reconocieran por la calle. Había perdido la cuenta de los detenidos a quienes había asistido en comisaría y Nejla, con ese pelo negro y crespo, ese alemán desgarbado, esa espontaneidad, podía pasar por cualquiera de las cincuenta o sesenta inmigrantes latinas que había conocido en su trabajo. Sin embargo, su insistencia en que se sentaran en un banco y el hecho de que no cambiara al español enseguida lo hicieron titubear. ¿Qué podía querer de él una muchacha como ésa?
─Quiero hacerle una pregunta.
─Bueno. Si es sólo una y sé la respuesta…
─Primero, deje que me presente. Mi nombre es Nejla.
─El mío Román.
─Lo sé. Compartimos un… amigo común.
─¿De verdad?
─Sí. Miguel Palmero.
─Ah, carajo. Usted debe de ser su pasión turca.
─Pasión no sé, pero turca sí que soy.
A Román Argullol se le olvidó la prisa. Pudo más la curiosidad de conocer la otra mitad de aquella historia de amor que cualquier otra cosa que tuviera que hacer esa tarde. Maritta le había confiado la cena, cierto, pero ella llegaba a las nueve y media a casa y la ensalada de arroz se hacía en un santiamén.
Le cayó en gracia la muchacha. Y por el mismo precio se sintió culpable de haberle inoculado el virus de la duda a Palmero cuando le habló de las gitanas interesadas y traicioneras. Ella no era nada de eso. Argullol se preciaba de conocer bien a la gente. Llevaba muchos años tratando con todo tipo de personas. En la cárcel y fuera de la cárcel. En su país y en el extranjero. A solas y en manada. Sabía cómo se comportaban en situaciones límite, luego de perderlo todo, cuando la esperanza era sólo una palabra hueca. Conocía bien la naturaleza humana de tanto leer en los labios, de tanto llenar vacíos en mitad de palabras que quemaban, de tanto traducir emociones y rabias a otra lengua.
A Nejla no la movía el interés, sobre eso ponía la mano en el fuego. No iba detrás del dinero ni de la posición de Miguel. Se veía preocupada por el español. Necesitaba saber qué había sido de él, cómo lo había tratado la policía, qué soluciones le había ofrecido el consulado y si había podido retornar a su patria (lo de la patria lo dijo con tristeza; le dolía no pertenecer a ese mundo) sin más contrariedades. Lo quería. Eso no lo confesó, por supuesto, pero se le notaba en cada gesto. Lo quería y quería que fuese feliz allá donde estuviese. Había soñado con él hacía dos noches. En su sueño, Miguel estaba en apuros. Oía su voz, llamándola, en una ciudad extraña, llena de gente que hablaba otro idioma, por calles que jamás había visto. Oía su voz pero por más que corría entre desconocidos, por más que giraba esquinas y rodeaba plazas y cruzaba puentes, no lograba encontrarlo. Por eso estaba allí, sentada en aquel banco con Román Argullol, haciéndole perder su tiempo, molestándolo quizás.
No. Molestándolo nunca. Para él era un placer hablar con Nejla. Por su tiempo no debía preocuparse. Tenía para dar y regalar. Ocupaba sus días esperando una llamada para asistir a algún interrogatorio y eso solía ocurrir tres o cuatro veces a la semana. El resto de su vida se la pasaba cuidando de Maritta y de la casa. A cualquier otro le hubiese resultado insoportable e, incluso, innoble. A él, en cambio, le gustaba. Sí. Como lo oía. Ya había demostrado todo lo que debía demostrar como para andar con zarandajas de hombría mal entendida. Le gustaba cuidar de su mujer. Hacer la compra y la comida. Tener la mesa puesta cuando ella regresaba de trabajar. El tiempo, pues, no era un problema para Román Argullol. Hasta había empezado a escribir una novela, una especie de memorias. No para editarlas, sino para su hija. ¿Sabía Nejla Kulaber que Román tenía una hija?
Claro que no, cómo iba a saberlo. Pues la tenía. Se llamaba Laura. No la veía desde hacía veinte años, debía de ser toda una mujer ya. Pero pensaba en ella mucho, últimamente más: sería que se estaba volviendo viejo. Para esa hija que apenas conocía estaba escribiendo sus memorias. Era su legado. Ya sabía que no significaba mucho, que menuda porquería de herencia, que Laura hubiera preferido tenerlo todo ese tiempo a él y no su birria de libro. Pero allí le explicaba las razones de su huída, su historia sin mentiras ni caretas, una historia tan sincera y cruda que dolía, de ahí que lo escribiese tan poco a poco. Así que Nejla no debía preocuparse por su tiempo. ¿Y Miguel?
Ah, caramba, qué gil. Ella no estaba interesada en las miserias de un viejo porteño. Debía de perdonarlo. Era la emoción. Que no creyera Nejla Kulaber que el argentino le contaba su vida a la primera desconocida que lo abordaba en plena calle. No. Pero ocurría que él no la miraba como a una desconocida. Ocurría, ya lo había dicho, que se hacía viejo. Que estaba emocionado. Que la turca le caía bien. Que, a veces, sentía la necesidad de explicarse, de justificarse más bien ante sí mismo, por los errores del pasado. Nejla tenía la edad de su hija y le gustaría contarle tantas cosas. Debía de perdonarle esa bulimia loca de emociones. Pero de lo que ella quería hablar era de su hombre.
Y su hombre estaba bien, todo lo bien que podía esperarse de quien había vivido la experiencia de rozar el cielo para luego regresar a la tierra, así, de narices y a pelo. Había vuelto a casa con su… familia (Argullol evitó hablar de una esposa; le pareció una redundancia cruel), a su trabajo y a su vida anterior. El español le había escrito un correo electrónico hacía dos días. No decía mucho. Sólo que en el trabajo lo estaban puteando, le estaban haciendo pagar cara su semana de ausencia. Su jefe, por lo leído en el e-mail, era un perfecto cabrón. De hecho, Miguel estaba meditando seriamente cambiar de aires. No. No sabía qué significaba eso pero así lo había escrito él, Román, ando tan jodido que estoy meditando seriamente cambiar de aires. ¿Podía hacerle llegar una nota de Nejla?
Podía. Pero no lo iba a hacer. ¿Por qué?
Porque ya era tarde para ejercer de celestina. Eso lo hubiera hecho hacía dos semanas si ellos no se hubieran conocido antes. Lo hubiera hecho, además, con gusto: aquí Nejla, la gitanilla de Ankara; aquí, Miguel, caballero español, el último romántico; y que viva el amor libre y sin banderas. Pero ahora no tenía mucho sentido. Así que nada de notas. Le iba a dar a Nejla la dirección de Palmero y ella ya sabría qué hacer. ¿Y si a Miguel no le parecía bien?
Eso no ocurriría. Argullol no era adivino, pero había visto la cara del español cuando hablaba de su pasión gitana. Y, lo que es más importante en esos casos, había distinguido las líneas del afecto en sus silencios. A él le parecería muy bien. Se volvería loco cuando le llegara un correo de Nejla. Ya lo estaba viendo: emocionado; nervioso; con los dedos torpes para responderle. Tenía que escribirle y, si le permitía un consejo de viejo, contarle lo que sentía. Una confidencia sincera valía un Perú en tiempos de distancia. Significaba algo que ganaba batallas, algo por lo que valía la pena pelear, algo con lo que comenzaban las revoluciones: significaba que no estaban solos. Nejla no compartía del todo su optimismo.

[...]



Saludos veraniegos,
JL

Cristina -

Solo he dicho que es de los que duelen...
No lo dejes por fa... me es familiar...
Esta bien... no lo dejes...
por fa...
Ha sido buena idea.

José Luis -

Mujer, Cristina. Dicho así me están entrando ganas de dejar la novela para otra ocasión. Aunque muy imperfecto (como su autor), qué quieres: yo le había cogido cariño al hombre. Se trataba de contar la historia de una pasión (turca, pero no a lo Gala) capaz de despelusarle las ideas a un tipo azul oscuro, casi gris...

Me apetecía cambiar de registro. Cambiar el negro por el rojo pasión. Pero no sé si ha sido bueno idea, je.

Saludos,
JL

Cristina -

Vaya peligro la gente como Miguel Palmero. De esos que parecen el tipo de hombres en los que puedes confiar. Sencillo y sin grandes expectaciones que se deja anclar por su propio miedo en una vida vacía. La gitana es tan solo una excusa buscada silenciosamente desde hace décadas (siglos... milenios..). Un subidón hormonal como excusa para un cambio de vida. Vaya peligro de persona, de ser humano... este es de los que duelen...

José Luis -

Pues bienvenido también tú, Héctor. Parece que este verano estamos repescando lectores perdidos. Me alegro tantísimo. Lo de Carla (como lo de los demás títulos) es una lucha constante con distribuidores y libreros. Pero confío en que pueda resolverse algún día y que a los escritores canarios nos traten como a los demás.
Siento la reivindicación extemporánea. Estoy muy feliz de tenerlos(as) aquí este verano.
Saludos,
JL

Héctor -

Yo también quiero unirme a María y a Cristina. Hacía tiempo que no leía un Correa y ha sido una experiencia magnífica. Estoy persiguiendo ahora "Una canción para Carla" y se me resiste en las librerías.

Agur,
Héctor

María -

Gracias por compartir todo arte. No hay palabras para describir lo que siento cuando leo algo tuyo... gracias de nuevo por dejarte encontrar.
Maripuri

José Luis -

Les dejo un fragmentito de mi gitana. Espero que les sirva pa entibiar las noches de verano...

[...]
Palmero no entendía mucho de vinos pero el que le dieron a probar en Da Rocco sabía muy bien. Era un lugar acogedor y silencioso, con música de jazz de fondo y las luces atenuadas como en una abadía románica. Román insistió en sentarse de espalda a la pared, una manía nacida en los años duros de la disidencia: siempre había que estar alerta a cualquier rostro sospechoso, hasta las estatuas eran delatores. No quiso, fuera de esa confidencia, hablar de aquellos tiempos tan putos y jodedores. Prefirió narrar la etapa europea, las tribulaciones de un gaucho fuera de la Pampa, buscando siempre lugares con puerto en los que oler el mar. Se había casado con una alemana veinte años más joven. Por la foto que le mostró parecían felices. Maritta tenía cara de niña y sonrisa ingenua. Argullol se notaba orgulloso de ella, la miraba con embeleso. Llevaban juntos nueve años y Maritta había conseguido que las pesadillas de los otros nueve, los oscuros de la prisión, desaparecieran casi por completo. Era enfermera. Esa noche trabajaba, por eso se le había ocurrido invitarlo a cenar. A él también se le hacía grande la casa sin ella dentro.
Miguel tuvo el impulso de hablarle de Nejla pero se contuvo. Su refrenamiento no tenía que ver con la desconfianza (Román le parecía un tipo honesto) sino con el pudor. Quería guardarse para sí su amor gitano. Era su secreto. No todo el mundo entendería sus emociones. Se inclinó, pues, por hablarles de sus hijos y de Ana Belén, de su trabajo gris pero seguro, de su casa en San José, uno de los barrios con más solera de la ciudad, de su vida ordenada a golpe de reloj y sedentaria, de los escasos amigos que tenía, de ese viaje a Bremen que nadie de su oficina quiso hacer y que casi le cuesta la vida. Ya. Ya sabía que, al lado de lo que había padecido Román, la paliza era una bobería, pero el porteño debía de comprender que para él había sido una experiencia brutal. Durante algunas horas se creyó muerto y, si no llega a ser por los turcos, que Alá los lleve en brazos a donde sea que vayan los musulmanes cuando mueren, no lo hubiera contado. Argullol puso cara de circunstancias. ¿Entonces era cierto que no se había ido de putas?
Qué más hubiese querido Miguel Palmero. Pero no. La paliza fue tal y como se lo había contado al policía. Y la convalecencia también. Con Dios no llegó a hablar pero la luz famosa del final del túnel sí que la vio. Su mujer estaría en un sin vivir, ¿no era cierto?
Sí que lo era. Ana Belén se había puesto en lo peor. Sin rastro de él ni de nadie que diese razón de su paradero o pidiese un rescate (el secuestro fue la primera opción que barajó la policía) comenzó a hacerse cuenta de que cabía la posibilidad de no volver a ver a su marido. Era la primera vez que se separaban tanto tiempo ellos dos. ¿Cómo la conoció?
Bueno, eso era como contarle su vida entera. Porque Miguel conservaba pocos recuerdos que no tuvieran que ver con Ana Belén. Parecían estar predestinados a estar juntos antes de nacer, como una maldición. Palmero pudo elegir otro término pero eligió ése: maldición. Y al porteño, perro viejo y olfateador, no se le escapó el detalle. Con la claridad que le daban una vida aperreada y un segundo coñac le preguntó lo que él llevaba días preguntándose, Eso está muy bien, canario, pero ¿vos la amás?
Miguel dio un sorbo largo a su copa de vino y se quedo paladeando la respuesta en la boca. Amar. Se suponía que era diferente a querer. Uno quiere con facilidad, casi forma parte de un intercambio de afectos: quiere a un hermano, a un amigo, a una mascota. Pero amar es otra cosa, ahí te puedes ver en un camino de una sola dirección. Ahí no hay peros que valgan: amar viene asociado a sin condiciones, a para siempre, a contra viento y marea. Román vino a rescatarlo del lío en que lo había metido con la pregunta, Hablo de amor, amigo, pero de algo más simple; de no entender la vida sin ella; de dolerte el estómago cuando llevas más de veinticuatro horas sin oír su voz; de buscar su olor, como un perro de presa buscaría un rastro, en cada esquina; de deseo puro y duro hablo; mirá vos, mi abuelo allá en la Patagonia solía darnos una receta para saber si estábamos enamorados de verdad; decía el viejo que había que imaginarse a la mujer en brazos de otro, besada, acariciada, follada por otro; el resto era, como te digo, una simpleza: si deseabas morirte o matar a alguien, eso era amor; si no, mero capricho.
Miguel mezcló los ingredientes y hubo de reconocer que quien le dolía no era Ana Belén. Era Nejla. Pero no tuvo claro que el abuelo Argullol estuviese en lo cierto. Quizá en la Patagonia, donde podías mirar al horizonte y no ver más que tierra y sequedad, podía valer ese principio. Pero en Las Palmas, en Bremen, en Pekín la vida bullía tan cerca de uno que era fácil confundir los celos con una indigestión. Pensar en Ana Belén en la cama de otro hombre no surtía ningún efecto porque era incapaz de suponer tal cosa: ella había estado tanto tiempo a su lado que ni para amantes le daba. Sobre la gitana, sin embargo, apenas sabía de la misa la media.
─Pero te jode imaginarla así.
─¿Perdón?
─Estás pensando en otra mujer. Quieres saber lo que sentirías y resulta que te jode, como un fierro candente, que coja con otro.
─No. Lo que me jode es no sentir lo mismo por Ana Belén. Eso es reconocer que la mía ha sido un puñetero sucedáneo de vida.
Hablaron de otras cosas. De fútbol, cómo no. De Gardel, el porteño se conocía todos sus tangos. De ciudades, Argullol quiso saber cómo era Las Palmas, si se parecía a La Habana con treinta años de por medio como había leído en algún sitio. De patria, porque un argentino se la lleva prendida del ojal allá donde vaya. De todo eso hablaron y a Miguel le vino de miedo tener la cabeza en esos asuntos, alejarse del dilema que se lo comía por las patas desde que conoció a la gitanilla de Ankara.
A veces, eso sí, regresaba a su melancolía pero Román no lo dejaba solo. Cada vez que notaba que Palmero podía hundirse en la nostalgia le echaba un cabo en forma de vieja leyenda familiar. Venía de una familia grande y llena de vicios. Para cada pecado capital, para cada día de la semana, para cada temor tenía una anécdota: un tío que se ganaba la vida cubriendo vacas con un semental cojo por media Pampa; otro que había compartido habitación en la pensión El Turco de Berisso con un inmigrante yugoslavo que, con el tiempo, se convertiría en el Mariscal Tito; otro que murió de malaria en 1934, mientras luchaba en la Guerra del Chaco, a la que se había apuntado por una apuesta. Argullol lo narraba con tanta pasión que parecía haber estado en todos esos lugares, Eso es porque la maleta de un inmigrante está llena de atardeceres, de hambrunas, de amigos salidos de debajo de las piedras que te echan una mano cuando ya nada esperás. ¿Cómo él estaba haciendo ahora con Miguel?
Eso eran macanas. No había mérito. Ya había dicho que estaba solo esa noche, que Maritta andaba laburando, que le había gustado la manera que tuvo el canario de enfrentarse al pendejo de Müller. La cosa era celebrarlo, qué más daba quién pagara la cena. Además, hacía tiempo que no hablaba en cristiano de algo que no fueran delitos o faltas, que ya se había hecho experto en leyes de inmigración. El alemán no le disgustaba porque era la lengua con la que se comunicaba con su mujer, pero tenía que reconocer que extrañaba su propio acento. Y lástima que Miguel se fuera al día siguiente, de lo contrario lo invitaría a un asado como mandan los cánones en el huerto que tenía plantado en su quintita. Palmero se lo agradeció en el alma pero ya no le quedaban disculpas para no regresar a casa. ¿Necesitaba una disculpa?
No. O quizás sí. Estaba confundido. Por un lado deseaba abrazar a sus hijos. Por otro tenía miedo de enfrentarse a la vida de antes. Le daba la impresión de que llevaba un año fuera. De que, cuando volviera, le costaría reconocer a los niños. De que ya no sabría hacer su trabajo, eso si no lo habían despedido ya por tomarse una semana de vacaciones fuera de temporada. ¿Le gustaba su trabajo?
Sí. O quizás no. Hasta entonces se creía incapaz de otro oficio que no fuera vender pólizas de seguro. Jamás se había planteado algo distinto pero, quién sabía, a lo mejor era momento de repensarlo bien. Sospechaba que su existencia ya no sería la misma. Que debería enfrentarse al espejo de adentro. Tal vez buscaría un apartamento para irse a vivir solo por un tiempo hasta que se aclararan las ideas. Ya había estado pensado en ello. Un apartamento no muy lejos de donde vivía ahora para estar cerca de sus hijos. No muy grande para no sentir demasiado el vacío. No muy oscuro para que no lo atrapara la tristeza. Cerca del mar para poder pasear de noche por la orilla y recordar. ¿A quién?
Miguel creyó el momento de confesarse al porteño. Sin nombres ni referencias que pudieran perjudicar a Nejla, se atrevió a hablarle de esa mujer por la que valía la pena mandarlo todo al garete. De una semana de gloria entre sus brazos. De la culpa y el remordimiento que lo atenazaban. De lo preciosa que era la muchacha. De su contagiosa vitalidad. De sus ojos que inspiraban confianza. De su manera de moverse por el mundo. Y otra vez del remordimiento y la culpa.
Argullol ya no pudo callarse ante la insistencia, ¿Qué carajo de culpa es ésa?; ¿de dónde viene?; de curas y meapilas que te tienen agarrado por la bolas desde chico; un asunto muy español; mirá, si no, los cubanos, que andán cogiendo todos contra todos sin importarles una vaina que el mundo se vaya a acabar, y ¿por qué?; porque el loco de Fidel lo primero que hizo cuando bajó de Sierra Maestra fue botar a los curas a la marea y resultó que ni los tiburones los querían, así que los devolvió a España a que siguieran dando lecciones morales allí; no, canario, no; no merece la pena sentir remordimiento; vos no habés matado a nadie, no habés apuñalado por la espalda a tu mujer, sólo te habés enamorado de otra o simplemente te habés encoñado de ella pero tenés todo el derecho; incluso te diría que tenés la obligación: si no lo hacés estarás traicionándote a ti mismo; ¿qué vida te darías y le darías a Ana Belén allí en tu tierra si no parás de pensar en la mujer de aquí?; eso, una vida de mierda; entonces sí que será, ¿cómo dijiste antes?, eso, un sucedáneo, un puto simulacro; llorá lo que querás pero no te sientas culpable de sentir lo que sientes. [...]

Saludos,
JL

José Luis -

Gracias a ti, Cristina, por decidirte a acompañarnos. Me alegra leer que te gustó nuestro Fabio Méndez. Espero que te animes a participar en el foro este verano, que andamos todos acalorados.

Saludos,
JL

Cristina -

Hola a todos. Me llamo Cristina, fui alumna de José Luis hace un tiempo y me acabo de leer Escena de terraza con un suicida. Gracias por ponerla en la web José Luis. Me ha gustado mucho. Con ese sabor medio tristón-melancólico que suele dejar tu obra, pero muy golosa (empiezas y no encuentras donde pararte)(tampoco ayuda la ausencia de puntos y aparte)(es broma)(bueno medio broma). De un modo u otro me encanta el transporte rápido, eficaz y silencioso que consigo siempre con tus libros,un regalo, especialmente para los que vivimos fuera. Así que, pues eso ... que muchas gracias.

María -

Hay muchos placeres que salen gratis... y te lo dice un pija teresiana. De todas formas seguiré los consejos de un "viejito" como tú y leeré (que hasta septiembre no empieza el cole)
1beso.
Maripuri

José Luis -

Gracias, María, por descubrirnos. Nunca es tarde si la dicha llega. Y las terrazas son mágicas. Sobre todo ahora que el verano en Las Palmas se hace amigo del alma.

Espero que lo pasen muy bien. Que olviden los problemas por un tiempito. Y que lean, cónchale, que sale más barato que cualquier otro placer.

Saludos.

JL

María -

Qué grata sorpresa descubrir esta web! Llevaba casi 5 años sin leer nada tuyo... parece que no es tan fácil "desenganchase" de la buenas novelas. Ya tengo lectura para superar la panzadeburro de esta ciudad.
Gracias.
Ya nos veremos (por alguna extraña razón siempre te busco en las terrazas).
Un beso

José Luis -

Gracias, Mirna, por la larga y cuidada nómina de lecturas. Ahora llega el buen tiempo de terrazas y libros. Nos encontraremos en ambos este verano.

Y no hay que olvidar el Festival de Teatro que organiza el buen amigo Antonio Lozano en Agüimes. Empieza el viernes, no se despisten...

Saludos,
JL

Mina Loy -

¡Y los tuyos coño!

Saludos, nos vemos en los bares...que tengan terraza, claro.

Mirna Loy -

ORSON SCOTT CARD "La sombra de Ender".

ALEXANDER MCCALL SMITH "La primera detective de Botsuana".

LUÍS SEPÚLVEDA "Las rosas de Atacama".

PAUL AUSTER "La noche del oráculo".

STHENDAL "Rojo y negro".

V. WOLF "Orlando".

A. CARPENTIER "Los pasos perdidos".

A. OJEDA "Flint. Crónicas de Villapalmera".

H. HESSE "El lobo estepario".

JOSÉ DONOSO "Casa de campo".

JOSÉ LEZAMA LIMA "Paradiso".
...hay taaaaaanto que leer...

José Luis -

Les propongo lectura para este verano que amenza bochornoso:

"La elegancia del erizo" de Muriel Barbery

"La hermandad de la uva" de Joe Fante

"Las cenizas de Bagdad" de Antonio Lozano


Saludos,
JL

Mirna Loy -

Llega el verano. El sol apenas le permite abrir los ojos y escudriña de este modo la ciudad. Suda por los cuatro costado y alguno más con el que no contaba. Desea llegar al bar de siempre. Hoy le parece que está más lejos que nunca, pues la avenida se alarga hasta el infinito con el calor que sale del asfalto, se refleja en las aceras y provoca ese efecto de espejismo en el horizonte.
Para colmo, este verano las calles están más desiertas, provocando el efecto de andar en el desierto, un desierto urbano. No hay tanto trajín de las salidas de trabajo, no hay tanto trabajo ya. Las terrazas no están tan llenas, no hay tanto dinero que gastar.
Lleva más de 15 minutos caminando bajo este sol que le pega la camisa al cuerpo y le abrasa la piel expuesta, y el bar no se acerca. Él tampoco parece acercarse a el.
El sudor le cae sobre los ojos cegándole aun más y empapándole el pelo y la nuca, haciéndole sentir más calor aun si cabe.
Pronto, según el reloj, siglos más tarde según su cuerpo, llega al bar.Dobla la esquina hacia la zona de terraza que queda a la sombra y ve, sobre la barandilla de la avenida, la playa. Ahí están. Toda la ciudad deLas Palmas bajo el, la sombrilla, con el bocadillo de calamares, el bronceador, en el agua, ...el ruido llega a se rensordecedor, un murmullo tántrico que lleva al éxtasis a todo aquel o aquella que pisa sobre la arena. A lo lejos para ello´, él, que siente derretirse la suela de sus zapatos a pesar de haber dejado de pisar el asfalto. Llego el verano.

José Luis -

Andamos todos(as) acabando el trabajo y calladitos. Espero que estén bien y que sigan leyendo este verano que amanece azul y luminoso...

Ya les conté que he colgado la famosa novela de la terraza. Está en otras obras con una foto un poco cutre que me robaron en Baeza. Por si no tienen libro en papel, uno virtual quizás les acompañe...

Un besos a todos(as)
JL

José Luis -

Muchas gracias, David. Por acompañarnos en el blog y por habernos presentado tu ciudad a los 7 magníficos.

Me alegra leer que disfrutaste con "Quince días..." y haberte ganado para la causa de Ricardo Blanco. Ya sabes dónde tienes tu casa.

Estaría bien lo del rincón del jazz en Arucas. Y seguro que con lo animosos y dispuestos que andan en el Ayuntamiento con las cosas culturales en algo podremos pensar.

Saludos,
JL

David -

Hola José Luis, soy David Cabrera. Tuve la suerte de acompañar a los 7 magníficos en su visita a Arucas y contarles algunos de los secretos que encierra mi ciudad. Acabo de leer "quince días de noviembre" (creo que es la primera vez que me leo un libro en menos de doce horas, contando pausas para comer, ir al baño e incluso echarme una siesta). Me ha gustado mucho, tanto que el lunes no se si ir a por más aventuras de Blanco o ver si todavía existe la casita de la fiesta de los pijos en Arucas. Podríamos usarla como garito, donde pasaran fragmentos de películas en blanco y negro de detectives, sonara música jazz en vivo, o boleros cantados von voz suave por alguien detrás de una guitarra y un buen puro. No sé, lo dejo de tu mano.
Bueno José Luis, te prometo que te seguiré leyendo, te deseo mucha suerte y poder verte de nuevo por Arucas.

Un saludo

Elena -


Y quiero añadir este trozo que está recién sacado del horno...

...
Al día siguiente me levanté más tarde que de costumbre. Me salté el ejercicio mañanero por la playa, necesitaba ser perezosa por un día. Además, antes de ir al bufete, tenía que entrevistarme en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria con el profesor de química, José Martínez.
Atravesé la universidad desde la facultad de Ciencias Jurídicas hasta llegar a la de Química. Aparqué y me dirigí al despacho del profesor. Toqué y allí me estaba esperando. Tenía cara de bonachón, el pelo y la barba blanca, me hizo recordar a Santa Klaus.
—Pues ya dirá usted señora en que puedo ayudarla.
—Don José, antes de comenzar, quiero darle las gracias por recibirme con tanta rapidez. Sé que está muy ocupado con las clases, seminarios, cursos y demás.
—No se preocupe, para eso estamos
—Verá, el tema es que, como sabrá por la prensa, que hace semanas apareció muerto en su despacho de la Agencia, el director don Juan Carlos Fuentes. Por lo visto, según fuentes policiales, murió envenenado por una sustancia, la taxina, que procede del árbol del tejo. ¿Me podría hablar sobre esta planta?
—¿Sobre el Taxus Baccata? —preguntó con asombro.
—¿…?
—Perdóneme, pero es que me he sorprendido porque este árbol es sumamente tóxico y muy peligroso. Como ya le dije, su nombre técnico es Taxus Baccata y hay que tener mucho cuidado cuando se manipula porque…
—Me imagino —corté con precaución—, que quién lo maneje debe de conocerlo bien…
—Sí señora. La persona que empleó esta planta para envenenar al malogrado director, sabía perfectamente de las consecuencias mortales que produce su ingestión.
—¿Y dónde se puede cultivar?
—Pues es un árbol que se puede plantar en un jardín para formar setos. Su hábitat por excelencia es Cantabria, Asturias y Galicia. Fue venerado por estos pueblos en la antigüedad y formó parte de algunos de sus rituales.
—Y una pregunta que me está rondando la cabeza ¿Se podría dar en Gran Canaria?
El doctor en química y profesor se quedó meditando por unos segundos. Luego entró en su ordenador y buscó algo que le sirviera para responderme. Me miró a los ojos y por su expresión, deduje que era posible.
—Señora Casandra, el árbol del tejo es una planta que necesita una zona fresca para que se dé.
—Perfecto, pocos lugares existen en la isla con un clima así.

Agradecí la información que me había facilitado y salí del despacho. En mi mente se coló Bruno y pensé que no sabía nada de él y, qué tenía información que proporcionarle.

Al llegar a casa y cansada de tanta investigación, decidí llamarlo para verlo. Nos citamos para cenar y a mí se me apeteció vestirme muy coqueta. Llegamos al restaurante que estaba cerca de mi casa. Bruno se mostró muy atento y cariñoso y yo, al principio me hice la interesante. Siempre me había encantado sentirme cortejada y Bruno era un experto en estos menesteres. Pedimos un buen rioja, el vino me despertó instintos, que había guardado por unos días en mi famosa caja roja. El calor se apoderó de mí y, sin dejar de coquetear con él, me quité con suma delicadeza el fino pañuelo que llevaba enrollado en mi cuello. Lo dejé desnudo y noté cómo los ojos vivos de Bruno, se fijaron en mi sugerente escote. Al halago de su mirada, le correspondí con un guiño de ojos.
Nuestro juego se vio interrumpido por el camarero, que por un instante, fue testigo de todo lo que estaba aconteciendo. El resto de la velada transcurrió muy plácidamente y yo, poco a poco, me fui entregando a una aventura que necesitaba vivirla, una vez más.
Después del postre y del café, me sentía deseada por un hombre que, cada vez que me miraba, me despertaba al deseo de besarlo con pasión. Y, como mujer que siente que la sangre corre muy deprisa por sus venas, me abandoné a la pasión contenida.
Salimos del restaurante y la noche se mostraba perfecta: ninguna nube y una luna cómplice de nuestra pasión. Quizás ella jugó un papel importante porque al rato de estar paseando por el paseo, decidimos acercarnos al agua. Me descalcé y cogiendo a Bruno por la mano llegamos hasta la orilla. Dejé que el mar acariciara mis pies. El contacto con la calidez del agua, me hizo cerrar los ojos. Bruno me abrazó por detrás y me susurró palabras tiernas al oído. Poco a poco, me acomodé entre sus brazos y disfrute de ese momento mágico. Enseguida mi acompañante, sí, el hombre varonil y apasionado que vivía dentro de Bruno, salió de su escondite. Sentí sus besos abrasadores por un lateral de mi cuello. Lentos y expertos, apasionados. Mi suerte estaba echada y esa noche, para mi fortuna, gané el gordo.
Me di la vuelta, la playa estaba desierta. A lo lejos pude divisar la columna de luces bordeando y dibujando la silueta del paseo. La suave música del ir y venir del mar, me arrojó a un océano de besos y caricias compartidas. La pasión comenzó a adueñarse de mi cuerpo. No era consciente de lo que hacía, y si lo era, me importaba un pimiento demostrar lo que estaba viviendo.
De pronto, paré, lo cogí de la mano y le señalé mi casa. No hizo falta añadir nada más. Sólo nos quedaba la última carta: el as de corazones.

Entramos en mi apartamento, abrí el balcón para que entrara la brisa fresca de la noche. Puse música y sonó una canción ligeramente romántica de 2Pac “Can U Get Away”. Luego, miré a Bruno y le cogí la cara entre mis manos. Me entretuve en besarlo hasta llevarlo a la locura. Sus manos expertas acariciaban mi espalda. Me acoplé a su cuerpo ardiente. En el juego de la pasión estábamos hechos el uno para el otro y los dos lo sabíamos.
Enredados y sin dejar de meternos mano, fuimos hasta la habitación. Sólo la luz lunar inundaba la estancia. La velada no podía ser más propicia. Nuestras miradas se cruzaban una y otra vez, los ojos vivos de Bruno no dejaban de invitarme al mar desatado. Sus manos expertas me quitaron el vestido y el sujetador. Sentí el contacto de sus dedos y me estremecí. Su cara se acercó a mis pechos y su lengua se entretuvo en llevarme al cielo.
Pero Bruno siguió dándome placer. Y exploró mi más preciado secreto. Cerré los ojos y me entregué a sus caricias, a sus besos, a su sutileza. Le correspondí y nos entregamos al más enriquecedor juego que pueden hacer un hombre y una mujer.

...

Saludos,

Elena

Elena -

Hola a todos y a todas...Espero que estén bien...

Les voy a regalar con varios trozos de la novela que estoy ahora escribiendo...Cómo no, negra y llena de pasión...

...Salí del despacho y me fui a casa. Me preparé algo ligero para comer. Las nubes se habían disipado y la tarde invitaba a un baño en la playa. Me asomé al balcón y desde mi terraza pude contemplar que estaba repleta. Decidí, antes de descansar algo, bajar hasta la orilla y pasear un rato. Bajé hasta el paseo y me acerqué a saludar a Migdalia, la simpática quiosquera que trabajaba en el estanco Bruno de la plaza de Saulo Torón.
La cubana me saludó muy amablemente. Llevaba en la isla tres años y tanto ella como su familia, estaban trabajando muy duramente para reunir el dinero suficiente y poder algún día viajar y retornar, pero no a La Habana, eso era imposible, su destino era Miami, allí tenía a sus padres que la esperaban. Yo me había ofrecido en ayudarla en lo que fuera necesario.
—Señorita Casandra, ¿Qué tal está?
—Bien Migdalia y… ¿tú? ¿Parece que hoy tienes mucho trabajo, la playa está hasta los topes…?
—Y gracias a eso señorita. Mi jefe estará contento… ¿Necesita algo?
—Sí Migdalia. Dame una botella pequeña de agua sin gas.
—Tenga, ¿Va a dar un paseíto?
—Por supuesto, necesito caminar un poco que si no se me asoma la tripa…
—Señorita, no sea exagerada, usted no tiene tripa, está muy bien…
—Anda, anda Migdalia, tú siempre adulándome.
—Pero si es verdad. Aunque más lindas son las cubanas…—me dijo sonriéndose.
—Ya veo, barriendo para casa. Y hablando de todo un poco, ¿Cómo van tus papeles?
—De momento bien, creo que pronto los tendremos...Le voy a echar de menos señorita —me dijo la quiosquera poniéndose melancólica.
—Tú no te preocupes por mí y quién sabe si algún día te haré una visita por Miami…
—Estaría encantada de recibirla, faltaría más.
—Migdalia me voy —concluí— seguimos hablando en otra ocasión y acuérdate de que si me necesitas para lo que sea, ya sabes dónde vivo…
—Gracias señorita, que dios le pague con un buen novio…
—Deja a los novios en paz, Migdalia, que eso no está hecho para mí...

Y con un gesto me despedí de ella, ya que la conversación se estaba poniendo seria. Caminé hasta la orilla del mar. Me quité las cholas y puse rumbo hacía la Cicer. Al fondo observé con detenimiento El Auditorio Alfredo Kraus. Durante todo el camino me olvidé del mundo. Necesitaba estar a solas conmigo. Escondida tras las gafas de sol sólo oía de fondo el ir y venir de las olas. Aquel murmullo me daba tranquilidad. Paseé durante una hora. Llegué hasta la playa chica y luego volví tras mis pasos. Entonces, pensé en el funcionario que apareció muerto. ¿Quién querría mandarlo al otro barrio? Y lo más importante ¿Qué era tan importante que tenía Bruno para mí?


A eso de las seis de la tarde me sonó el despertador. Había descansado lo suficiente. Me desperecé y me levanté. Puse música y sin querer, sonó un bolero de Luis Miguel. Quise quitarlo para no ponerme melancólica, pero al final lo dejé sonar. Cerré los ojos y me abandoné. Volé y recordé a un Bruno lleno de vida, entusiasta y alegre. Evoqué aquellos primeros besos robados, sutiles, suaves pero llenos de sentimiento. De repente, abrí mis ojos y de ellos rodaron unas lágrimas. Aparté de mi pensamiento ese pasado y de un golpe volví a cerrar la puerta y a congelar mi corazón. “No, mi corazón no debe sentir” —me dije.
Con la mente en blanco fui hasta el baño y me duché. Al salir cambié de música. Esta vez puse algo de rock, así frenaba los sentires. Me vestí muy coqueta, ya que la ocasión lo requería. En esa época del año lucía un ligero bronceado y aproveché para sacarle partido con un escote sugerente y zapatos de tacón alto. Nada de joyas, me gustaba ser sencilla.
Al poco tiempo me sonó el timbre del telefonillo de casa. Era Bruno. Su hotel estaba a escasos cincuenta metros de mi apartamento. Bajé y anduvimos hasta el restaurante elegido, puesto que estaba muy cerca. La especialidad de El Molinet era la carne. Se nos acercó el camarero y sutilmente nos la recomendó. Le hicimos caso y la carne la acompañamos con un buen vino tinto. Al principio la conversación era fría hasta que se caldeó el ambiente. Tuve que ser yo quién rompió el silencio en relación al misterioso asunto que lo había traído a Las Palmas.
—Y dime Bruno, ¿Qué intriga tienes entre manos?
—Será una bomba Cas, y a ti, te hará famosa…
—Ya será para menos. No seas tan fantasioso, escupe que me tienes en ascuas…
—Verás Cas. Hace unos días cuando estaba tranquilamente terminando un informe de Medio Ambiente en mi oficina, me visitó una señora que al principio me resultó inquietante.
—¿Por qué? ¿Quién era…?
—Ni te lo imaginas. Aquella señora, con un talante tranquilo, preguntó directamente por mí al entrar en el periódico. La hice sentar y la atendí, aunque tengo que reconocer que andaba bastante liado y al principio no le presté atención, hasta que pronunció la ciudad de Las Palmas.
—Vaya y te acordaste de mí —afirmé con orgullo.
—Cas, no me interrumpas que se me va el hilo. Pues, como te estaba diciendo, al nombrar a esta ciudad abrí los ojos y afiné el oído. Me preguntó si me había enterado de que aquí había fallecido un alto cargo de Medio Ambiente. Le respondí que sí, ya que, era una noticia que tenía entre manos. De pronto, sacó de una maleta una gran bolsa que me entregó. Con cuidado la abrí, por si se trataba de una bomba…
—¡Joder Bruno!, una señora así darte un proyectil…
—Cas no tienes ni idea de la imaginación que tienen los terroristas, pero prosigamos, no nos desviemos de la conversación. Lo que contenía la bolsa me puso los pelos de punta. Era un gran libro gordo, un expediente. Leí en la portada: Informe emitido por el Director Ejecutivo de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, D. Juan Carlos Fuentes. La miré con cara de asombro. Aquel detalle puso alerta a mi visitante porque acto seguido me dijo quién era…
—Y dime ¿Quién era?...
—No seas impaciente Cas, pues, era ni más ni menos que doña Isabel Sánchez, su esposa…
Tragué de golpe todo el vino que tenía en la copa, necesitaba tranquilizarme.
—¿Su esposa?
—Sí, la misma y me dijo que confiaba en mí y por eso, me entregaba una copia del informe, que de alguna manera, había sido el detonante para que mataran a su marido.
Por un instante me quedé pensando en las palabras que me había dicho Bruno. Y me saltó una duda.
—Y… ¿cómo es que se dirigió directamente a ti? —pregunté recelosa.
—Yo también me hice la misma pregunta, pero ella me sacó de dudas enseguida. Resulta que su hija Raquel está haciendo prácticas en el periódico, precisamente en el departamento que yo dirijo, ya que acaba de terminar la carrera de Periodismo y sabiendo que yo viví aquí durante un tiempo y que me encanta investigar y que además, ahora estaba con un tema de Medio Ambiente, pues, no dudaron en confiar en mí.
—Entonces, ese Informe es vital para la investigación, ¿Es eso lo que me quieres decir?
—Sí Cas, así es…
De repente, Bruno se calló. No siguió explicándome. Deduje que tenía que ser bastante gordo. Entonces sugerí terminar de cenar e ir hasta su hotel para terminar con la conversación. Allí podríamos hablar más tranquilos. Así hicimos. Recorrimos el pequeño trozo que separaba el restaurante del hotel. Bruno pidió la llave en recepción y subimos. La habitación era pequeña pero coqueta. Su equipaje todavía lo tenía sin desempacar. “Ven siéntate aquí” y me señaló la cama. Luego me mostró el Informe. Yo lo hojeé por encima. La verdad es que era bastante voluminoso.
—Prosigue Bruno con tu relato…—le dije.
—Cas, este Informe es la prueba de que al funcionario lo han asesinado…
—Pues nada, si tú crees que es así, se lo entregamos a la policía y asunto concluido…
—No puedo Cas, lo prometí. Prometí que llegaría hasta el fondo de la cuestión. Además, la esposa me dijo que la policía está investigando, pero ella no se fía…
—¿De qué o de quién no se fía?
—De la poli —me contestó Bruno.
Reí a carcajada limpia pero Bruno me tapó la boca con su mano.
—Casandra no es broma. Puede haber intereses ocultos que desconocemos…
Bruno me había llamado Casandra y eso indicaba que la cosa era muy seria.
—Está bien Bruno. Mañana visitaré a mi amigo el inspector a ver qué información puedo sacarle.
—Perfecto Cas ¡esta es mi chica, eres un cielo…!
Y diciendo esto, él intentó robarme un beso, “Quieto Bruno” —le dije posando mi mano en sus labios— “Me voy a casa…..sola” —añadí.....

....A la mañana siguiente me desperté temprano. Abrí las cortinas y dejé que entrara la poca luz solar. Preparé la cafetera y mientras se hacía el café, me duché para terminar de desperezarme. Sentada en el comedor apunté en mi agenda lo que iba a hacer aquel primer día en mi investigación:”Primero iré a visitar a Tomás a ver qué me puede decir del caso del funcionario. Luego, pasaré por mi despacho y haré un par de llamadas al juzgado…”
Levanté la mirada y observé el horizonte. La playa estaba desierta a esa hora. Las barquichuelas varadas en la orilla eran las únicas protagonistas. El vaivén del mar me hizo pensar en Bruno: “Seguro que se quedará el tiempo necesario para aclarar este embrollo”. Desperté de mi letargo, me tomé mi café mañanero y me terminé de vestir. Bajé hasta el garaje y cogí el todo terreno. Conduje hasta la Comisaría en la avenida Marítima. “Espero encontrármelo”— me dije.
Después de encontrar, con mucha suerte, aparcamiento muy cerca fui hasta su despacho. “Hola Berta, buenos días. ¿Está Tomás?” —me dirigí a su secretaria— “Hola señorita Casandra, todavía no ha llegado pero me acaba de llamar y me dijo que está de camino”. “Gracias, le esperaré”.
Tomás Gómez era uno de mis mejores amigos. Cuando terminé la carrera de derecho y mientras hacía la pasantía, completé mis estudios haciendo criminología. Visité mucho la Comisaría y conocí a muchos policías, pero sin lugar a dudas, Tomás era el mejor. Él siempre me apoyó en mi comienzo. “Ya verás que serás una buena abogada” —me repetía siempre. Tanto me lo dijo, que no tuve otra opción que empeñarme en serlo.
Aunque Tomás tenía muy mal carácter, quizás agriado por todo lo que había vivido en su profesión, su corazón estaba hecho de oro. Por otro lado, vivía una vida matrimonial aburrida y se había volcado totalmente en su trabajo. Continuamente me decía y repetía: “Es que mi mujer no me quiere…”. Y tenía razón porque ella seguía con él por el dinero y lo peor de todo, es que él lo sabía. Pero mi amigo era incapaz de tomar una decisión. “No te preocupes por el abogado que yo te defiendo gratis” —le decía una y otra vez, pero él no me hacía caso.
Llegó, como siempre, de mal humor. Ni siquiera se percató de que yo lo estaba esperando.
—Buenos días Tomás” —le dije al mismo tiempo que me planté delante de él.
—¡Hola Cas! No te había visto ¿cómo estás?
—Yo bien y tú veo que algo despistado para no perder la costumbre…—le dije con un toque de humor.
—Pero mujer,…ya sabes…
—Ya, ya lo sé, pero ahora no te voy a sermonear. Verás ¿Tienes un momento?
—Para ti mi querida Casandra tengo todos los momentos que quieras, pero pasemos al despacho. ¿Te apetece algo, un café, una infusión, agua…? Porque yo si lo necesito —me indicó aburrido.
—No nada, gracias Tomás —le respondí.
Y dirigiéndose a su secretaria “Berta por favor, ya sabe, mi medicina de esta hora de la mañana…”
Me senté enfrente de él y con mucha curiosidad le pregunté.
—¿Estás enfermo?
—No mujer, lo que pasa es que el médico me ha dicho que tome el café descafeinado, ya sabes, por la tensión, y yo a eso lo llamo un agilipollado porque la verdad no sabe a nada, pero claro, delante de Berta no me gusta hablar así…
—Ya, ya sé que es bastante corta la mujer…
—Cas, qué es mi secretaria…Pero bueno, ¿Qué te trae por aquí?
Cuando me disponía a hablar, la puerta se abrió y entró Berta con el café para mi amigo. Esperé a que ella abandonara el despacho.
—Verás Tomás, necesito que me informes todo lo que sepas de la muerte de don Juan Carlos Fuentes…
Tomás me miró con cara de asombro. Noté, en su mirada fría, un resquemor, pero contuve mi mirada firme.
—Sí hombre —proseguí, sin dejarme intimidar— el funcionario de Medio Ambiente que apareció muerto en su despacho, o qué se murió así de repente…—añadí dubitativa.
—Cas, —dijo él asomando una sonrisa socarrona— nadie se muere así de repente, siempre es por algo. A ver déjame pensar… ¿Y qué quieres saber? —preguntó Tomás intrigado.
—Pues verás, me gustaría tener una copia de la autopsia…—solté la frase entera.
—¿Una copia de la autopsia? ¿Y por qué?
Tomás era perro viejo y además, me conocía muy bien.
—De momento no puedo decirte nada, pero prometo hacerlo cuando tenga algo más concreto. ¿Podrás conseguírmela?
—Casandra, lo que me pides es algo que —dijo negando con la cabeza— tú sabes que no puedo, no debo, pero —añadió— tratándose de ti, espera, haré unas llamadas…
Tomás descolgó el teléfono y marcó un número. Supuse que llamó al encargado de ese caso “Si oye soy Gómez, ¿quién practicó la autopsia del funcionario? .Gracias, nos vemos” —se despidió. Volvió a marcar. Yo estaba en silencio, no quería interrumpirle. “Pepe ¿Tú eres el forense que practicó la autopsia a don Juan Carlos Fuentes, el funcionario de Medio Ambiente? Necesito una copia. Bien lo entiendo, gracias de todas maneras”
—Lo siento Cas no puedo ayudarte…
—¿Y eso por qué?
—Porque se ha abierto una investigación y la autopsia es parte del secreto de sumario.
—Eso significa que ha sido asesinado ¿No?
Tomás me miró fijamente, comprendí que así era.
—Cas, tú que eres muy inteligente no hace falta que yo te lo ratifique…
—Entiendo y… ese Pepe ¿Es Pepe Santana el que yo conozco? —pregunté, aunque conocía la respuesta.
—El mismo —me respondió Tomás.
La contestación me abrió las puertas del cielo y me dije que hacía muchísimo tiempo que no me tomaba un café con Pepe “Creo que ha llegado el momento de hacerlo” —pensé.
¿Y no me vas a decir el por qué estás interesada en el tema? —insistió Tomás.
Obvié la pregunta y salí de su despacho. Tomás me llamó, entonces me di la vuelta y simplemente le dije “Cuando sepa algo más, cuenta con ello”....

...Llegué puntual a la terraza del Hotel Madrid. Pepe me esperaba sentado y tomándose su solitario café. Quise disimular pero enseguida me conoció, el pelo rubio no lo despistó. Y es que él era así de observador.
Cuando estuve a su vera, se levantó y me dio dos besos.
—¿Qué tal estás Casandra? —preguntó con sonrisa grande—. Hacía tiempo que no nos veíamos.
—Es verdad Pepe, tanto trabajo y apenas tenemos tiempo para ver a los amigos. Bien y ¿Y tú?
—Todo bien.
La camarera se nos acercó y pedí un cortado leche y leche. Cuando nos dejó a solas, el forense y yo, nos miramos tímidamente. Entonces, un flash se coló en mi mente y recordé nuestra primera cita. Entre nosotros, desde el principio, hubo mucha química, pero yo era muy joven, estaba haciendo prácticas en el bufete y en la policía y no era buena idea que me liara con el atractivo forense. Tímido hasta la saciedad, creo firmemente que eso era lo que más me atrajo de él. El atractivo de Pepe no residía en su aspecto físico, aunque no estaba mal, anidaba en su forma de moverse por la vida.
—¿Y ahora en que lio estás? —preguntó con curiosidad.
—Verás Pepe, a ti te lo puedo decir —dije con tranquilidad porque sabía de sobra que podía confiar en él—, estoy investigando sobre la muerte inesperada de don Juan Carlos Fuentes.
—Algo me comentó Tomás. ¿Y qué necesitas saber?
Pepe también confiaba en mí.
—¿Puedes decirme algo sobre la autopsia?
—Intentaré contártelo con palabras no muy técnicas, recuerdo que cuando trabajabas en la policía siempre me lo pedías así.
—¿Lo recuerdas? —le pregunté guiñándole un ojo.
—Sí, te recuerdo vivaracha y queriendo comerte el mundo. Y sigues igual, por eso me gustas tanto.
Le miré y le acaricié su mano. Era delgada y fina. Me gustaban. Y tengo que confesar que, todavía y a pesar del tiempo transcurrido, me sentía muy atraída por él.
—Pepe, —rompí la magia— ¿De qué murió?, ¿Cómo se encontró el cuerpo? Y lo más importante ¿Quién?
—Casandra, son muchas preguntas a la vez…pero…Bueno, en primer lugar te diré que el malogrado Juan Carlos Fuentes murió envenenado…
—¿Envenenado? La prensa dijo que fue por una parada cardiorrespiratoria.
—Sí Casandra, efectivamente eso es correcto, porque el veneno que lo mató, le produjo esa parada. A raíz de la toma de varias infusiones, que presumiblemente alguien se las suministró a propósito, le sobrevino un rosario de síntomas que la víctima padeció antes del infeliz desenlace.
—¿Qué síntomas? ¿Puedes darme alguna pista? —sonreí coquetamente.
—En algunos casos Casandra, el fallecimiento tras tomar una preparación medicinal elaborada con hojas del tejo sobreviene enseguida, ya que las toxinas se absorben muy rápidamente y no se produce ningún síntoma. Pero en el caso que nos ocupa, la víctima sufrió durante horas: náuseas, vómitos, vértigos, taquicardia y la parada cardiorrespiratoria.
—Vaya Pepe, con premeditación y alevosía…
—Sí, Casandra, así es…
—¿Y cómo sabes que fue envenenado por el tejo?
—Porque en la escena del crimen se encontraron restos de esta sustancia y además, en la ropa del director habían gotas sospechosas, que cuando se analizaron, se comprobó que contenían taxina. En la autopsia que se le practicó, se encontró en el hígado y en la sangre este componente. Además, le proporcionaron varias infusiones hechas con hojas del árbol del tejo y de té negro, para disimular el gusto.
Miré mi cortado y me pregunté que ya no se puede uno fiar de nadie. Pepe se dio cuenta de mi desconcierto y me animó.
—Tranquila Casandra. Seguro que a este hombre lo asesinaron por algo gordo, y en eso está la policía, averiguando el móvil.
—Pepe, —dije de repente mirándolo a los ojos— ¿Quién fue la persona que se lo encontró? ¿Fue realmente la señora de la limpieza?
—Tengo entendido que sí, pero sobre ese dato te sacará de dudas el inspector Tomás.
—Entonces Pepe, ahora ya sé por dónde comenzar con la investigación —sentencié convencida de lo que debía hacer.
—¿Y eso? Explícamelo, ¿Acaso sabes algo que desconozco?
—Sí, tengo en mi poder una copia fiel de un Informe que elaboró el director y creo que la clave está en él.

Nos terminamos los cafés y prolongamos la sobremesa con dos cervezas. Poco a poco, detrás de la tarde sobrevino la noche y empatamos con una tranquila cena. Mi amigo Pepe siempre era el cómplice perfecto para una cita llena de magia.
...


Saludos,
Elena


José Luis -

Ante tanto silencio, les hago un anuncio parroquial: en breve habrá una nueva pestaña informativa para dar cuenta del entrañable encuentro en "Arucas en negro" con los 7 magníficos.

Y ahora un fragmentito más de "La gitanilla de Ankara". Espero que lo disfruten:


[...]
La casa que Nejla Kulaber compartía con Cleopatra, una gata de angora elegante y altiva, estaba a veinte minutos a pie del restaurante. A Miguel Palmero le pareció, no obstante, que quizás fueran más pero la noche estaba fría y el relente los apremió. La gitana andaba igual que bailaba, con desenvoltura y brío, haciendo sonar su taconeo por el pavés como si la ciudad fuera un tablado inmenso que le pertenecía. Se agarró al brazo de Miguel a la manera antigua y allí fueron los dos tal que una pareja de enamorados (¿tendrían razón, al final, las miradas de los músicos?) que regresan del teatro.
Era un ático pequeño y coqueto con todo a mano, un breve pasillo a la izquierda y tres cuartos, uno tras otro, a la derecha: la cocina, primero, con una barra americana que daba a una solanita donde la gitana oreaba su ropa limpia; después, el baño, con un lavamanos de porcelana antigua y un plato de ducha diminuto; por último, la habitación de Nejla, con una gran cama que apenas dejaba hueco para andar y mesillas de noche de mampostería colgadas de la pared. Hasta ahí, a Miguel le pareció un apartamento como tantos otros en los que la economía de espacio obligaba a derrochar imaginación. No esperaba hallar más. Acaso un balconcito interior o una buhardilla de techo inclinado y ventanuco. Sin embargo, lo que lo esperaba al final del pasillo coronó el hechizo de gitana: un olor a lavanda y a canela, un salón anchuroso decorado al estilo cíngaro y una hermosa terraza abierta a la noche de Bremen, llena de rododendros y rosales. No se había repuesto de la impresión, cuando una sombra se removió en el sofá. Allí estaba Cleopatra, contemplándolos con indiferencia. Nejla dejó el abrigo en un gancho de metal colgado a la pared y corrió a abrazarla con regocijo. Por primera vez en su vida, Miguel Palmero sintió celos de un animal.
Hizo las presentaciones agarrando a la gata por debajo y alzándole la cabeza para que Miguel viera sus ojos azules tan preciosos. En verdad que eran lindos. Más que lindos, enigmáticos. De esos ojos que esconden las verdaderas intenciones de sus propietarios. Cuando la volvió a dejar en el sofá, Cleopatra se desperezó indolente y se marchó, sin prisa, meneando la cola, en busca de la intimidad que le negaban. Nejla se disculpó por el animal, No le hagas caso, ella es así, a veces pienso que si me muriera mañana no me echaría de menos hasta que le entrara el hambre. Y Miguel aceptó la disculpa. Pensó en sus hijos, tan zalameros e interesados como Cleopatra, aguardando su regreso, preocupados por los regalos que acostumbraba a llevarles después de cada viaje. Pensó en ellos y sintió un estremecimiento que la gitana pilló al vuelo, aunque sin descifrar de dónde le venía. Por si fuera del frío, Nejla se levantó hasta un pequeño samovar y sacó de él una botella de vidrio labrado medio llena con un licor transparente. Luego sacó un vaso de cristal verde aceituna y lo llenó hasta arriba, Esto te vendrá bien para entrar en calor, es parecido al vodka pero más fuerte, un ojuro, ¿perdón?, eso, un orujo que hacen los gitanos para la estación de las nieves; ahora voy a la ducha, no tardo nada, ya habrás visto lo muy pequeña que es mi bañera, jaja.
Se despidió de él con un beso, leve, casi imperceptible en los labios que lo dejó, sobre confuso, con querencia de Nejla el resto de la noche. Probó el licor. La muchacha se había quedado corta: estaba más que fuerte. Se le revolvió en la boca como un perro rabioso antes de precipitarse al vacío de su estómago. Mientras oía caer el agua del baño, Miguel se dedicó a observar el salón de la gitanilla. Había un cuadro enorme en mitad de la pared principal. Dos caballos, uno negro y otro argento, tiraban de una carreta de traperos. Llevaban adornos luminosos en la frente, unos rosetones de flores bordeados por un cordón de pedrería. A Miguel le llamó la atención los ojos de tristeza de las bestias. Intuyó que para un caballo gitano, acostumbrado a la libertad y mal amañado a tirar de nada que no fuera su propio instinto, andar arrastrando un carromato era un tormento. El resto de las paredes estaba cubierto con un espejo grande de marco avejentado y unas estanterías de madera oscura sobre las que apenas había libros. Todo eran figurillas y objetos de decoración que parecían añejos: cajas de distintos tamaños, candelabros, muñecas rusas pintadas a mano, un cofrecito de bronce. También una veintena de fotos de familia en las que descollaba siempre la sonrisa de Nejla.
Era un salón con vida. Todos los elementos palpitaban en una cadenciosa coreografía. Poco que ver con esas estancias vetustas llenas de muebles muertos que se van apiñando sin que nadie recuerde de dónde han salido, muebles en los que nadie se sienta, sobre los cuales nadie osa poner una taza no sea que deje cercos sobre la madera, muebles tristes. Para subrayar el calor de la sala, en el suelo, una alfombra persa combinaba los tonos rojos y los dorados con figuras geométricas. Miguel se llevó la copa verde de orujo a la terraza. Se sentó en una silla de mimbre cara a los ventanales. Dobló una pierna sobre la rodilla de la otra. Y respiró hondo. A su lado, descansaba un perchero de hierro forjado del que colgaban no menos de diez pañuelos y chales bellísimos como el que Nejla había lucido en su actuación. Miguel acarició la tela de una pashmina. Era sedosa y delicada. Igual que una extensión de la piel de la gitana. Se la acercó a la cara. La olió. La acarició con celo, como a un objeto religioso. Se avergonzó de su arrebato. Se sintió ridículo. Devolvió la pashmina a su lugar, sobre un brazo del perchero. Y se asomó al balcón, a la noche de otoño.
No la sintió llegar, tan absorto estaba en la contemplación de los tejados y las torres de Bremen, en el cielo tupido sin estrellas, en las luces de lo que parecía ser una feria al otro lado de la ciudad. No la sintió llegar pero de pronto un olor a perfume de rosas inundó el mirador. La muchacha llevaba puesta una bata tan solo y Miguel supo que tan solo cuando Nejla se agachó a coger el vaso y probar el licor gitano y su bata se abrió, dejando libre la llanura de un escote con olor a rosas, unos pezones negros, un vientre liso y moreno. La muchacha se encogió de hombros (¿fue rubor aquel gesto?) y se acomodó en el brazo de la silla, Acabas de descubrir mi tesoro más íntimo, y no hablo de mis tetas, jaja, que no son para tanto (rubor no, picardía). Miguel se disculpó con la mirada, ¿Tu tesoro? Y Nejla le perdonó con la sonrisa, Sí, mi tesoro, este sitio donde estás ahora, este rincón del mundo junto a mis rosas y mis pañuelos; a veces me acompaña Cleopatra, viene y se coloca sobre mí, ¿cómo dicen a esto?, ¿ragazo?, eso, regazo, se coloca en mi regazo, así, como adormida; y aquí pasamos mucho tiempo: pensando, recordando, soñando. Miguel se sintió a gusto, allí, al lado de la mujer más hermosa que había conocido jamás. Y se sintió con valor para cogerle la mano, para decirle despacito, apretando las palabras una a una, No me extraña que sea tu tesoro, tiene una vista magnífica y huele como debió de oler el paraíso, un lugar ideal para vivir; mira que has dicho pensar, recordar y soñar, eso es todo un tratado de filosofía: presente, pasado y futuro todo en uno...




Saludos,
JL

Mirna Loy -

´¡Uf, cómo estoy!
De anónimo nada que soy yo,...

Anónimo -

¿Cnoceon ese ecfeto que se poudrce al leer un txeto ddnoe las lratres de las prbalaas eastn dneodsrdeaas eptexco la pemrira y la úmtlia y sin egrmarbo lo etnednies?

Pues me ha pasado algo parecido con el texto de Elena, donde pone Ignacio Blázquez he leido Ricardo Blanco,...curioso, no es el mismo efecto, tampoco es la sonoridad, aunque hay cierta similitud, será la combinación de ambas, da igual, lo que importa es el efecto...

Hola después de tanto tiempo, por cierto, ...es que como están tan de moda estas sandalias con plataformas imposibles, he tardado "un poco" en lograr bajarme de ellas, ¡uf!

Pero bueno, ya estamos por aquí algun@s más.

Por cierto que lo de magua lo oí también en Portugal y muuuchas veces. Así que supongo que nos contaminamos (en el más lindo estilo Pedro Guerra) de los lusos cuando se rozaban por aquí. También escuché pachorra - no sé cómo lo escriben- y casi me derrito,...

José Luis -

Aquí les va una segunda entrega de mis amantes de Bremen.

Saludos,
JL



[...]

Nejla Kulaber simplemente se limitó a verlo llegar y a sonreírle. Ése era su nombre: Nejla Kulaber. Había nacido en Ankara el día de año nuevo del setenta y nueve. La tercera hija de un modesto comerciante de alfombras, hambrienta de destino como pocas, dotada para la danza como nadie, se había abierto camino en los bares del bulevar Ataturk hasta que le llegó el momento de abandonar su casa y buscarse la vida en el primer mundo. Al principio la cosa no pareció progresar, a peor la mejoría: anduvo deambulando en garitos de mala muerte donde la miraban todos por encima del hombro, los hombres la trataban como si fuera un trapo y las mujeres la odiaban por su descaro. Hasta que Jürgen Wiese, el fundador y el alma de Sangre y Arena, la vio actuar y la contrató para un único concierto en el Instituto Cervantes. La muchacha lo bordó. Lo hizo tan bien, tanto gustó su arrojo y su soberbia en las tablas que, a partir de entonces, ya no pudieron prescindir de la gitanilla de Ankara.
El camerino era diminuto.
El olor de Nejla se había instalado en él para quedarse. La gitana estaba secándose el sudor con una toallita color beige mientras daba caladas a un puro renegrido y sin anilla. Hablaba un castellano de indio sioux, el de las viejas películas del oeste dobladas en Panamá o en Puerto Rico, plagado de infinitivos y cambado. Y, aunque Nejla no hubiera sabido decir más que olé y mi arma, Miguel la hubiera adorado del mismo modo. No como a una diosa sino como a la mujer de carne y hueso que tenía delante. Porque no era su voz abisal de montaña afgana lo que lo cautivaba, sino sus gestos de arena movediza. Con un guiño instintivo, tal que si aquel cubículo fuera su salón, la cíngara lo convidó a sentarse. Aún jadeante por el esfuerzo de la actuación, le sirvió un té de menta y unas galletas secas y manidas, sabía dios desde cuándo estarían en aquella lata.
Miguel no tenía hambre pero las aceptó. El té estaba amargo y las galletas sosas, no obstante él estaba en la puerta del cielo y le supieron a gloria. Nejla no lo acompañó: se entregaba con tal pasión al baile que acababa exhausta, y necesitaba su tiempo para recobrar el resuello. No lo acompañó pero jugó a perfecta anfitriona y cruzó las manos sobre el regazo, mientras su invitado daba cuenta del tentempié a deshoras. De vez en vez la chica le sonreía y se excusaba por no tener nada más que ofrecerle. Al poco rato, uno de los guitarristas se asomó en el umbral de la puerta, hizo amago de decir algo pero se arrepintió y desapareció de nuevo por aquel laberinto de pasillos y cuartos. Quién sabía cuántas veces habría vivido una situación igual: la gitana agasajando, después de una actuación, a un espectador embelecado. Quién sabe si tendrían un código secreto para momentos así, una señal con la que comunicarse. Palmero se percató del gesto, leyó entre líneas y, sin embargo, lo pasó por alto: era consciente de que nada lograría cambiar lo que estaba experimentando. Cabía, incluso, la posibilidad de que el guitarrista fuera el amante de Nejla, su marido consentidor, impasible a los desaires de la gitana. Antes de que esos pensamientos calaran en su ánimo, la muchacha lo atrajo hacía sí y le tomó la mano, Tienes dedos de músico. Miguel sonrió, Qué va, en mi vida he sacado sonido ni a una lata de galletas como ésa, mi madre dice que nací con un oído enfrente del otro. En verdad, quien lo solía decir era Ana Belén, pero le pareció de mal gusto nombrar a su mujer a las primeras de cambio.
Si Nejla se dio cuenta de la trola no lo hizo notar. Continuó con su tarea de hacerlo sentir como en casa. Esperó a que acabara su té y siguió, con un gesto mimoso que le erizó la piel de la nuca, interpretándole la raya del amor, la de la vida, la de la fortuna. Era pura pose: la gitana sabía bien que el amor, la vida y la fortuna de Miguel Palmero se encontraban, y nunca mejor dicho, en sus manos. Sabía bien que, a partir de esa noche, podría disponer de ellos a su antojo. No supo si por lástima o por dejar que el español disfrutara de sus últimos momentos en libertad, lo dejó hablar sobre lo que lo había llevado a Bremen. Sobre su trabajo, corriente y rutinario, en la aseguradora, desde luego que era un oficio en el que se ocupaba de la salud de los demás pero no había en ello un motivo altruista o filantrópico, sino puro interés comercial: allí desconfiaban de todo; cada enfermedad, cada accidente, cada convalecencia la miraban con lupa, siempre con la idea del fraude como telón de fondo. El sueldo no daba para mucho: tal y como andaba el patio un trabajo era un trabajo, pero que no creyera Nejla que Miguel era un braguetazo. La gitana arqueó las cejas al escuchar aquella palabra y el hombre optó por traducirla, por suavizarla, no fuera que la turca la malinterpretara: el suyo, entonces, era un simple sueldito de agente de seguros.
La mujer torció el gesto. Miguel Palmero sólo sabía aún de la belleza de sus ojos, por eso no alcanzó a comprender el fondo de su mirada. A Nejla no le gustaba hablar de dinero. La habían intentado comprar tantas veces y de maneras tan deshonestas que, para ella, el dinero venía siempre asociado a un mal recuerdo. Por si fuera poco a su mejor amiga, Beria, la había vendido su padre en el mercado de Aksaray cuando sólo tenía siete años. A uno de tantos viejos asquerosos y desdentados que había visto babear de lujuria en los alrededores de las escuelas. La niña Nejla no entendió, entonces, lo terrible y repugnante de la venta pero lloró amargamente cuando a su amiguita se la llevaron lejos un viernes por la tarde y jamás regresó. Luego, con el paso del tiempo, descifró el enigma de aquel fin de semana y volvió a llorar, esta vez de pura rabia. O tal vez fuese de la vergüenza, del remordimiento de haber llevado una vida libre y, a su manera, cómoda frente a la desgraciada existencia que hubo de soportar Beria.
Miguel, aun ignorante de la tristeza que había provocado en el alma de la gitana, se excusó como pudo. No había sido su intención disgustarla, era la costumbre cuando hablaban de trabajo, siempre pensando en asientos y ganancias. Ella no respondió. No tenía ánimos para volver a su vieja culpa. Le guiñó un ojo en ademán muy claro de Te lo perdono ahora, pero no sigas por ahí si no quieres que me decepcione tan pronto. Y siguió con su puro y su toalla. El mismo tipo de antes regresó y, en un idioma que Palmero fue incapaz de reconocer, le advirtió algo a Nejla. Ella miró a Miguel y respondió con alguna broma porque el hombre les lanzó una media carcajada, se puso la chaqueta y se despidió, esta vez, en un castellano más que notable, Hasta la vista, amigo. Entonces, el resto de la tropa fue desfilando por delante del camerino de la gitanilla y saludando a los enamorados. No fue esa la palabra que emplearon pero llevaban cara de estar paladeándola, lo que a Miguel Palmero le produjo una sensación entre el orgullo y el desasosiego, ¿Se estaría metiendo en la boca del lobo?
La sonrisa de Nejla, su mirada sedante lo tranquilizó a medias. Él dejó la taza sobre la mesilla y se limpió la boca con una servilleta, ¿Y ahora qué?
─Ahora me vas a acompañar a casa, a que me dé una ducha y me cambie de ropa.
─Me parece justo. ¿Y luego?
─Luego te acompaño yo a que conozcas la noche de Bremen.
─¿Tienen noche en Bremen?
─…
─Nos dijeron que en Alemania se iban todos a dormir a las diez.
─No todo el mundo. Bremen tiene su noche, igual que todas las ciudades, supongo. Sólo hay que saber dónde buscarla.

José Luis -

Cuánto me alegra leer eso, Pilar. Anímate (anímense) a llevar algo mañana para leer, así compartimos lectura y la copa de lo que sea que nos inviten los jefes.

Saludos,
JL

Pilar -

Acabo de terminar la verdadera historia de Helena-con-hache. Preciosa.

Mil gracias por tu regalo

José Luis -

Bienvenida, Pilar. Gracias por tu presencia y tu poema. Es una noticia luminosa en una época triste. Nos hemos quedado huérfanos de poeta. Para quienes nos hicimos mayorers leyendo a Benedetti, para quienes nos enamoramos, enamoramos, reímos y lloramos, nos concienciamos, le encontramos sentido a la vida con sus versos hoy es tiempo de orfandad. Así que déjenme que comparta con ustedes esa melancolía. Esta semana pienso hacerle un homenaje con mis estudiantes. No está bien que crezcan (más) sin haber leído "Hombre preso que mira a su hijo".

Esta semana, además, hay un par de noticias mejores: el miércoles en el Rectorado de la ULPGC nos encontraremos para leer cuentos o poemas en un día de la letras especial. Anímense si están. Es abierto y pueden llevar textos propios para leer. Será a las 20.30 y, dicen, nos pondrán una copa, así brindamos juntos.

Y este fin de semana viene a "Cuasquias" el mejor guitarrista canario del momento, Yul Ballesteros. Viernes y Sábado noche, después de la hora bruja. Ya saben mi querencia por él. No es que sea mi sobrino, mi ahijado, mi amigo. Es que el cabrón es muy bueno. Si no me creen, échenle un vistazo a su página www.yulballesteros.com.

Pues eso, que nos vemos pronto.

Saludos,
JL

Pilar -

Qué duro para Ana,qué duro para Miguel...,qué horrores tan placenteros pueden ocurrir en Bremen, bueno y en cualquier ciudad como Las Palmas.


Y para y por el uruguayo que anoche, como Miguel Palmero, no intuía que le quedaban tan sólo unas pocas horas de vida conocida:


ESTA CIUDAD ES DE MENTIRA

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
No puede ser que las palmeras se doblen
a acariciar la crin de los caballos
y los ojos de las putas sean tiernos
como los de una Venus de Lucas Cranach
no puede ser que el viento levante las polleras
y que todas las piernas sean lindas
y que los consejales vayan en bicicleta
del otoño al verano y viceversa.

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
No puede ser que nadie sienta rubor de mi pereza
y los suspiros me entusiasmen tanto como los hurras
y pueda escupir con inocencia y alegría
no ya en el retrato sino en un señor
no puede ser que cada azotea con antenas
encuentre al fin su rayo justiciero y puntual
y los suicidas miren el abismo y se arrojen
como desde un recuerdo a una piscina.

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
No puede ser que las brujas sonrían a quemarropa
y que mi insomnio cruja como un hueso
y el subjefe y el jefe de policía lloren
como un sauce y un cocodrilo respectivamente
no puede ser que yo esté corrigiendo las pruebas
de mi propio elogiosísimo obituario
y la ambulancia avance sin hacerse notar
y las campanas suenen sólo como campanas.

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
O es de verdad
y entonces
está bien
que me encierren.



Un abrazo. Pilar

José Luis -

Como lo prometido es deuda, aquí les mando las primeras páginas de "La gitanilla de Ankara", para que quede constancia:



Si de algo se habría de arrepentir Miguel Palmero en aquel otoño crudo y sorprendente en que cambió su vida por unos ojos negros fue de no haberse despedido de sus hijos como Dios manda. Lo demás (el trabajo, la casa de la playa, Ana Belén) lo dio siempre por bien perdido. Y es que nunca los sintió del todo suyos. No le estorbaban pero convivió con ellos sin demasiado afán, sin hacerse quizás las preguntas adecuadas. Óscar y Sara, no obstante, eran su adoración, su vida. Tal vez por eso nadie supo entender su locura a destiempo, su arrebato, su atrevimiento. Ni siquiera tenía que haber estado en la convención de Bremen. No en vano, Miguel era un don nadie en la empresa, un simple empleado, una sombra. Pero tanto don Pedro como Lorenzo Noda se hicieron los suecos cuando se decidió quién iba. Y, mientras el director y el gerente miraban a otro lado, el otro lado (o sea, los demás colegas) lo miraron a él. Se compincharon para dejarle el muerto. Y, durante las largas noches alemanas, cuando le daba por pensar en todo lo ocurrido, se preguntaría, con dolor pero sin arrepentimiento, si estaba predestinado a abismarse de aquella forma ácida en el fondo de la gitana más apasionada del mundo. Si era eso, así, sin más: el destino fatal del condenado.
Fue sin querer, es caprichoso el azar.
La cosa es que, cuando el avión a Madrid se retrasó, se revolvieron en la memoria las imágenes del accidente aéreo del verano y Miguel estuvo a punto de renunciar al viaje. Entonces entendió por qué sus compañeros de trabajo se habían rajado como putas: si algún desastre había de ocurrirle a alguien, que fuera a Palmero. Y tuvo miedo. Y llamó a Ana Belén para que, como había hecho desde que se conocieron, le mostrara el camino. Y ella lo convenció de que eran aprensiones sin fundamento. ¿No llevaba esperando Miguel desde hacía tiempo la oportunidad de demostrar su valía? Pues se lo habían puesto a huevo. ¿No era cierto que se producía un accidente aéreo cada cuarto de siglo? Pues ya no tocaba hasta 2030 año arriba año abajo. ¿No decía él que necesitaba un cambio? Pues toma cambio y medio. Los dos regresaron a esa conversación meses más tarde, cuando la tragedia se cernió sobre ellos. Pero cada uno la leyó a su modo: Miguel le agradeció a su esposa haberlo animado a hacer el viaje; ella se maldijo mil veces por idiota y por crédula. El caso fue que cogió aquel vuelo. Los muchos vuelos que lo llevarían a la ruina: a Madrid, a Francfurt, a Bremen. Un día entero malgastado en aeropuertos y aviones. Para perderse luego, sin remisión, en un laberinto de pasiones turcas.
Llegó a Bremen de noche cerrada.
No hacía tanto frío como esperaba, pero tenía el cuerpo cortado como si fuera a agarrar una gripe a las que tan propenso era. En el taxi que lo llevó al Hotel Ramada, por si acaso, abrió el maletín de mano que llevaba con la ponencia que iba a presentar y sacó un bote de Ibuprofeno. Sacó una pastilla y se la tragó en seco, sin agua con la que bajarla. Santo remedio el Ibuprofeno. Lo había descubierto gracias a sus hijos. Igual que tantas otras cosas. Cada vez que la fiebre les subía a los niños, el médico les recomendaba que le dieran Dalsy, un jarabe que parecía y olía y sabía a naranja concentrada. A la media hora estaban los dos como nuevos, brincando por la casa en pijama. Ante semejante prodigio, en la siguiente ocasión que se puso malo él, se llegó a una farmacia y le preguntó a la farmacéutica si no había Dalsy para adultos. La mujer sonrió y le respondió, entre la burla y la ternura, que sí. Y así fue que se le reveló el milagro del Ibuprofeno. Miguel rememoró la escena y lo atrapó un vahído de nostalgia por Óscar y por Sara, a esas horas dormidos en su cuarto. Tan lejos. Y tan cerca.
Esa noche descansó mal. A ratos. Extrañaba su casa, sus zapatillas, su cama. El olor a moqueta viciada de la habitación le repugnaba. A las tres, desvelado, encendió la luz y se puso a releer la ponencia. A las cuatro, harto de dar vueltas en la cama, se levantó a orinar. A las cinco, insomne decidido, atacó el mueble bar y se agenció la botellita de ginebra Gordon y la del Caminante etiqueta roja. Las mezcló en un vaso bajo de cristal que encontró en el lavamanos y se las bebió a tragos secos y cortos. Sabía a demonios, claro. Como el Ibuprofeno. Pero Miguel esperaba que le hiciera efecto y lo noqueara hasta tarde. Sin embargo, a las siete se levantó a vomitar y ya no pudo volverse a dormir.
Y a las nueve, hora en que había dejado dicho en recepción que lo despertaran, sonó el teléfono. Una voz de mujer le recordó la cita en perfecto alemán o le pareció a él que era alemán y la cita lo que le gritaba la voz porque, bien pensado, podría haber sido un dialecto y podría estar diciéndole que saliera corriendo de la habitación porque el hotel ardía en llamas. Se duchó con agua tibia. Bajó al restaurante que daba a la calle. Eligió una mesa al lado de la ventana, desde donde podía ver el principio de una plaza. Desayunó algo de fruta, pan negro con mantequilla y miel y un café con leche que le supo a purgante. Cuando acabó, regresó a la habitación para lavarse los dientes y coger los bártulos. Y se tiró a la calle a caminar. Su intervención era a las cinco y cuarto, de modo que tenía casi todo el día para ver Bremen: visitó su molino; se tomó una cerveza en la terraza del Café del teatro; compró para sus hijos, en una librería antigua, la versión castellana del cuento de los músicos; y se hizo con el último periódico en español, un ABC, que quedaba en el kiosco de la estación de tren. Lo leyó mientras almorzaba en una tasca de la travesera de la iglesia. Llamó a Ana Belén para contarle lo linda que era la ciudad, el frío seco pero soportable que tenían allí, y también las ganas de volver que ya le estaban entrando. Su mujer lo mandó a la porra. Intentó animarlo, aprovecha que estás ahí y descansa, seguro que les llevan a una fiesta y, quién sabe, a lo mejor conoces a una alemana y te me vuelves loco.
Premonitoria Ana Belén.
Se equivocó en la nacionalidad pero, por lo demás, iba a arrepentirse el resto de sus días de la broma. En la convención se dieron cita un centenar de agentes de seguros como él. Tal vez igual de desabridos, quizás con una existencia igual de triste, seguro igual de somnolientos. Durante su ponencia comprendió la abulia y el desánimo que regía la vida de sus colegas. Él intentaba hablar de las nuevas posibilidades que se le abría al negocio con la expectativa de vida tan larga de los clientes. Porque cuando la gente se moría a los cincuenta o los sesenta, los seguros estaban limitados pero ahora, con la perspectiva de vivir hasta los noventa, la cosa tenía que cambiar por fuerza. De vez en cuando, miraba a su auditorio tan solo para corroborar que les importaba lo que se dice un huevo lo que les estaba contando. En un momento de la intervención estuvo a punto de soltar alguna burrada, Por eso es que las putas nunca besan, sin ir más lejos, a ver si se desperezaban. Pero se contuvo. Cuando acabó, hubo de repetir dos veces muchas gracias y carraspear fuerte para que le aplaudieran. El caso es que se le quedó tal sensación de desencanto que decidió marcharse de la sala sin escuchar a nadie más: le pareció más honesto esperar en el bar a que acabaran las sesiones que soportar las ponencias a golpe de bostezo.
En la radio sonaba Rod Stewart, The very thought of you, y a Miguel le agarró la melancolía. Pidió un café con doble de azúcar a ver si espabilaba. Y se puso a leer el programa de mano por si había algo interesante al día siguiente, el caso era hacer tiempo hasta la cena de bienvenida con baile flamenco al fondo que les había organizado. Lo del baile tenía que ver con que la delegación española en la convención era la más numerosa. Lejos estaba Miguel Palmero de intuir que la quedaban unas horas si no de vida, sí al menos de la vida que había conocido hasta entonces [...]

Saludos,
JL

Elena -

Hola a mis compañeros y compañeras...

Vaya, hasta se emplea la palabra "morriña" que es del norte de la península.

Pues yo voy a emplear la palabra "magua"...que es canaria...

Un abrazo,
Elena



José Luis -

Es cierto que andamos todos algo apagados (debe ser este frío que no acaba de irse). Resulta que he estado leyendo nuestro blog y me entró una morriña de mejores tiempos en los que nos queríamos, así que me he propuesto volver a compartir fragmentos de la novela que me ocupa ahora. A partir del domingo será. A ver si vuelven, con ellos, las golondrinas de Bécquer.

Aprovecho para un anuncio parroquial: vénganse los(as) que puedan a la Semana Negra de Arucas. Pueden informarse en la página web del Ayto. y en la de la Biblioteca Municipal. Será el 26, 27 y 28 de mayo y allí nos encontraremos con buenos amigos negrocriminales. Sobre todo la última noche que aprovecharemos para tomarnos una sola copa (o dos, si son pequeñas).

Lo dicho: a ver si regresamos a los buenos tiempos.

Saludos,
JL

Elena -

Hola a todos y a todas. Están dormidos, nadie escribe. No señor, estamos en primavera, los días son lás cálidos y las tardes invitan a leer y a escribir.

Les voy a dejar una pincelada de lo que acabo de terminar. Me pueden criticar...



...."El resto de la mañana transcurría sin contratiempo hasta que, a eso de las doce, entró en el bufete un caballero vestido de traje chaqueta. Venía acompañado de dos hombres muy altos y de complexión fuerte. El enigmático caballero se dirigió a Olga y le preguntó por D. Ignacio Blázquez. Ella le indicó que su jefe no se encontraba. Pero Olga, como siempre muy resolutiva, desvió la visita a Victoria. La Fernández salió de su despacho al encuentro del misterioso señor. Cuando lo vio se quedó prendada de él. Era un hombre envidiablemente guapo. Alto, pelo castaño claro, salpicado de canas, su piel lucía un ligero bronceado, lo que lo hacía más atractivo en aquellos cuarenta y tantos años. Lo hizo pasar a su despacho y sus guardaespaldas les siguieron. Sentados ya uno delante del otro, la abogada comprobó el suave color cálido de sus ojos. Eran verdes como a ella le gustaban. Se rompió el silencio con una invitación por parte de Victoria a un café, al que el apuesto hombre accedió.

—Y, ¿en qué puedo ayudarlo? —preguntó la letrada.

—Pues verá, yo con quien quiero hablar es con don Ignacio Blázquez. Un amigo mío me lo recomendó. Tengo un asunto entre manos que resolver…

—Perdone que le interrumpa pero mi colega no se encuentra ahora en el bufete. Si me lo permite, puedo yo atenderle —dijo ella muy amablemente.

—Perfecto, será un placer —dijo el desconocido.

Victoria comprobó que tenía acento extranjero. Quizás inglés, quizás americano, ya que el castellano no lo hablaba muy fluido. El sonido de la erre se le confundía con el de la g.

—Primeramente me presentaré —prosiguió el extranjero—. Me llamo Steven Mason y vivo en el sur de la isla, concretamente en Maspalomas. Soy empresario, viajo mucho y me encanta vivir aquí en Gran Canaria. Mi residencia la tengo ubicada en el Hotel Costa Meloneras. Pero, mire señora, me ha surgido un problema…

Ella lo escuchaba muy atentamente, tomaba notas de todo lo que el caballero le indicaba.

—Y, como le iba diciendo, tengo un tema que resolver. Por eso necesito un abogado…

Steven sacó de su chaqueta una vista y se la dio a la abogada. Victoria la leyó. Sus ojos se asombraron. Según decía aquella citación, la persona que tenía sentada, al otro lado de su mesa, estaba acusada de “trata de blancas”. Una fecha aparecía señalada: 23 de septiembre. En ese día don Steven Mason tendría que personarse ante el Juzgado de Instrucción en el Partido Judicial de San Bartolomé de Tirajana, para contestar a unas preguntas que le formulará el Juez Instructor. El extranjero interrumpió.

—Por esta razón, señora letrada, me gustaría contratar al bufete para que me indicaran cómo hacer frente a esa comparecencia.

—Señor Steven, no se preocupe, hablaré con mi colega y le diremos algo al respecto. Déjeme un teléfono de contacto donde se le pueda localizar.

Cuando el extranjero se marchó, Victoria otra vez pensó en que no podía ser cierto. Seguro que se trataba de un error. “¡Qué va! Un hombre tan educado, con prestancia y tremendamente apuesto, era impensable que fuera un proxeneta”.


Hoy es un día especial, 10 de mayo, aniversario del nacimiento de un grande de nuestras letras: Benito Pérez Galdós.

Felices lecturas, queridos amigos...

Un abrazo,
Elena

José Luis -

Feliz día del libro, amigos(as). No podía dejar pasar la oportunidad para desearles a todos(as) una feliz lectura, tertulia, velada literia o lo que quiera que hayan decidido elegir par celebrar el 23 de abril.

De paso los(as) invito a la Feria de San Telmo, donde la ACE tiene su caseta y cada tarde habrá reunión de amigos con ganas de hablar de libros.

Saludos,
JL

Elena -

Hola a todos y todas.
Parece que la gente está disfrutando de la primavera. Eso está bien.

Me gustaría recomendarles un libro, que empecé hace poco a leerlo: La llave de Sarah, es histórico.
Y por lo poco que llevo leyendo, me encanta.

Películas, puedo recomendarles dos, que últimamente he visto: La Duquesa y The Visitor.

Las dos me gustaron. Ambas en el Monopol. La primera es histórica y la segunda habla de la emigración en Nueva York.

Un abrazo y feliz fin de semana santa.

Elena

José Luis -

Acabo de "resolver" (como diría un habanero) con la editorial Alba, Andrés. Se publicará a principios de 2010 porque ya tienen cerradas la ediciones de este año. Les mantendré informados si hay algún cambio.

Aprovecho para mandarles una información interesante sobre editoriales y autores jóvenes:

LA PÁGINA EDICIONES CONVOCA A JÓVENES AUTORES PARA SU NUEVA COLECCIÓN
La Página Ediciones ha creado un nuevo apartado dentro de su sello denominado “La Página Joven” (dirigido por Javier Rivero Grandoso y Daniel Hernández María), con el objetivo de aunar en ella a los nuevos escritores de la literatura canaria. Para ello, ha diseñado una colección exclusiva en la que tendrán cabida aquellas obras que se adecúen a las siguientes bases:
1. Podrán presentarse autores naturales o residentes en Canarias con edades comprendidas entre los 18 y 30 años (ambos inclusive).
2. Se presentarán obras originales e inéditas o que hayan sido premiadas, pero publicadas en ediciones colectivas.
3. Las obras presentadas pueden abarcar los siguientes géneros literarios: poesía, relato, cuento infantil, novela, teatro, ensayo y guión literario (cortometraje o largometraje).
4. No se establece límite de extensión.
5. En el caso de relato, cuento infantil y guión literario de cortometraje puede presentarse un conjunto de textos bajo un título genérico y aglutinador.
6. El tema de la obra es de libre elección del autor.
7. Las obras deberán estar escritas en español, en Times New Roman 12, a doble espacio por una sola cara.
8. Cada autor sólo podrá presentar una única obra.
9. Las obras pueden remitirse por los siguientes medios:
a) Por correo certificado a LA PÁGINA JOVEN Calle Ramón y Cajal nº 56, 1º CP: 38006 Santa Cruz de Tenerife. En ese caso se presentarán dos ejemplares en perfectas condiciones de legibilidad, cosidos o encuadernados. En cada uno de los ejemplares deberá constar el título del trabajo y el nombre y apellidos del autor. En sobre aparte, en cuyo exterior aparecerán estos mismos datos, se incluirán los datos personales del autor: nombre y apellidos, domicilio, teléfono, correo electrónico, fotocopia del D.N.I y currículo.
b) Por correo electrónico: En ese caso se enviarán obra y documento con datos personales del autor (nombre y apellidos, domicilio, teléfono, correo electrónico y currículo) al siguiente correo electrónico, lapaginajoven@gmail.com
10. El plazo máximo para presentar originales concluye el día 31 de mayo de 2009.
11. La Página Ediciones tendrá de plazo hasta el 31 de diciembre de 2009 para comunicar a los autores seleccionados la publicación de su obra. El resto de obras no seleccionadas podrán ser retiradas hasta el 31 de enero de 2010, de lo contrario serán destruidas.
12. Cada autor recibirá el 10% de la recaudación obtenida por la venta de su obra.
13. La tirada de la primera edición será, como mínimo, de 500 ejemplares.
14. El autor se compromete a asistir a las presentaciones y eventos que La Página Ediciones celebre para la difusión y promoción del libro.
15. La presentación a la Convocatoria de La Página Ediciones supone la aceptación de todos los apartados de las Bases.




Saludos y feliz primavera,

JL

andres -

hola a todos. me gustaría saber,jose luis, cuando se publicara el ultimo caso de ricardo blanco. como decia por aqui hace unos meses, las tres novelas anteriores me han gustado mucho. un saludo.

José Luis -

Queridos(as) todos(as):

Siento la ausencia tan larga pero entre un viaje a la Barcelona Negra y una gripe que no me deja ni a sol ni a sombra (me da que es de tanto sol y sombra que la tengo) no he estado con tiempo ni ganas. Gracias, en cualquier caso, a quienes han mantenido la llama viva.

De la gripe no les hablo, de Barcelona sí. Nos invitó el Cabildo al colega Alexis Ravelo y a mí. Gracias a Luz Caballero y a Zoraida Rguez... Estuvimos en una mesa redonda sobre "Islas negras" y, aunque nos pasamos buena parte del tiempo rompiendo mitos, fue muy interesante. La presentación de José Luis Ibáñez ayudó mucho también. Y el calor de los amigos catalanes y canarios.

Le hemos propuesto (medio en broma medio en serio) al Cabildo lo de organizar un evento parecido. Imaginénse el título: "Isla Negra". Y compartir emociones con Neruda. Eso de todas maneras es más un sueño que otra cosa.

En cuanto a lecturas, ahora ando metido en faena negrocriminal: Jim Thompson, Fred Vargas... Acabo de leer al maestro Mankell, "El regreso del profesor de baile". Se la recomiendo: aunque algo larga, sigue siendo Mankell.

Saludos,
JL

Elena -

Hola a todos y todas. Aunque mis libros de Derecho, no me dejan mucho tiempo libre, no puedo escapar de las garras de la LITERATURA.
Por eso, les facilito una información a quién le pueda interesar ( a los amantes de la escritura):

III Premio Ediciones Beta de Relato Corto
28 de febrero de 2009

1. El Premio es bianual y se convoca
en dos modalidades: castellano y euskera.

2. Los participantes deberán ser mayores de 18 años.

3. El tema será libre, y cada
participante podrá enviar, como máximo, un relato
para cada una de las modalidades con una
extensión máxima de cuatro folios (8.000
caracteres). El relato deberá ser inédito y no
estar seleccionado o premiado en otro certamen.

4. Plazo de admisión. Del 1 de enero al 28 de febrero de 2009.

5. Forma de entrega. Una copia del
relato, que llevará título y se acompañará de un
sobre cerrado o plica que contenga:
• un CD o disquete con el relato y
el currículum-biografía del autor (nombre, domicilio, teléfono, etc.).
• el currículum-biografía del autor impreso en papel.
• una fotocopia del DNI o pasaporte.

6. El jurado fallará un relato ganador
y cinco accésit en cada modalidad.
• Primer Premio: Publicación del
relato, 25 ejemplares de la obra editada y lote de libros.
• Accésit: Publicación del relato, 5
ejemplares de la obra editada y lote de libros.
Ediciones Beta publicará los relatos premiados en
un libro conjunto, que además incluirá una
selección de los mejores relatos participantes.
El libro estará disponible en librerías.

7. El fallo del jurado será
inapelable y se dará a conocer a través de la
página web de la editorial el 30 de marzo de 2009
(www.edicionesbeta. com). Los premiados serán informados personalmente.

8. Los relatos recibidos se
considerarán definitivos a todos los efectos. Los
derechos de los relatos incluidos en el libro
quedarán en poder de Ediciones Beta III Milenio,
S.L., sin devengo de derecho alguno a favor de
los autores. Los originales no publicados serán
destruidos, no admitiéndose peticiones de devolución.

9. La participación en el concurso
supone la aceptación de las Bases del mismo.

10. La recepción de los relatos se realizará por correo postal:
Ediciones Beta III Milenio, S.L.
Avda. Ramón y Cajal, 35. 48014 Bilbao. Bizkaia

(Indicar, en ambos casos, en el sobre:
PREMIO EDICIONES BETA DE RELATO CORTO 2009)

Mayor información: Telf.: 94 476 11 55 • Web:
www.edicionesbeta. com • E-mail: edicionesbeta@ edicionesbeta. com

XII Certamen Literario de Relatos Cortos “In vino veritas”
28 de febrero de 2009

La Asociación Literaria y Cultural Café Compás de
Valladolid convoca para el año 2009 su XII
CERTAMEN LITERARIO DE RELATOS CORTOS bajo el
título “In vino veritas” (En el vino está la verdad).

1. Los relatos, que se ajustarán al
título de la convocatoria, habrán de estar escritos en castellano.

2. Su extensión no podrá ser superior
a (3) tres folios escritos por una sola cara, a
espacio y medio, con letra de 11 puntos. No se admitirán textos manuscritos.

3. Podrán participar escritores (de
cualquier nacionalidad) , que hayan cumplido los 16 años.

4. Cada concursante no podrá participar con más de un relato.

5. Los textos habrán de ser inéditos
y no haber participado en otros certámenes. Se
presentará por DUPLICADO ejemplar, dentro de un
sobre sin remite identificativo y acompañado de
plica cerrada con los datos de identidad del
autor y una carta firmada en la que se cedan a la
Asociación Literaria y Cultural Café Compás de
Valladolid los derechos de publicación en caso de
resultar finalista o ganador. El incumplimiento
de cualquiera de las bases anteriores supondrá la exclusión del participante.

6. Los relatos se enviarán por correo
o se entregarán en mano en el Café Compás, calle
Pedro Barrueco, 4. 47002 Valladolid (España).

7. La admisión de textos comienza el
día 7 de enero de 2009 y finaliza el 28 de febrero de 2009.

8. PREMIOS:
• Primer Premio, dotado con 3.000 euros.
• Primer Accésit patrocinado por el
Ayuntamiento de Valladolid y dotado con 600 euros
y serigrafía con el motivo del cartel ilustrativo
del concurso de Daniel Carrascal Platero.
• Segundo Accésit dotado con una
serigrafía de Daniel Carrascal Platero, con el
motivo del cartel ilustrativo del concurso.

9. La Asociación Literaria y Cultural
Café Compás de Valladolid se reserva los derechos
de la publicación de los relatos finalistas y
ganador. Los relatos no se devuelven. La
participación supone la aceptación de las bases.

10. El fallo del jurado se dará a
conocer a principios del mes de mayo de 2009 y la
relación del ganador, primer y segundo accésit y
los siete finalistas, se publicará en la página
web de la Asociación: www.cafecompas. com, donde
pueden ser consultadas las presentes bases.

Mayor información: Web: www.cafecompas. com • E-mail: cafecompas@yahoo. es

VI Certamen Universitario de Relato Corto
“Jóvenes Talentos Booket - Ámbito Cultural” (España)
16 de febrero de 2009

1. Podrán participar en el VI
Certamen Universitario de Relato Corto todas
aquellas personas que estén matriculadas en
cualquier universidad española en el curso
2008-2009, con independencia de su edad o nacionalidad.

2. Las obras tendrán que ser
originales e inéditas, deberán estar escritas en
castellano y tener una extensión de 5 a 12
páginas, mecanografiadas a doble espacio y con
una media de 2.100 caracteres por página, lo que
equivale a un total por relato de entre 10.500 y
25.200 caracteres. [Para comprobar cuántos
caracteres tiene un escrito basta con ir al menú
Herramientas del programa Word, escoger la opción
“Contar palabras” y fijarse en la cifra indicada
tras “Caracteres (con espacios)”.]

3. Los participantes que lo deseen
pueden escribir o pegar su relato sobre la
plantilla oficial del certamen que encontrarán en
la página web www.booket.com . Sobre dicha
plantilla el relato debe ocupar entre 5 y 12 páginas.

4. Todos los relatos deben ir
claramente identificados en la cabecera de la
primera página con el título y el nombre del
autor. No se admitirán obras presentadas bajo pseudónimo ni sin autor.

5. Los originales podrán presentarse
por Internet (Modalidad A) o en papel (Modalidad
B), siguiendo en cada caso los requisitos
especificados más abajo. Para ambas modalidades
puede utilizarse la plantilla oficial del certamen.

6. Modalidad A (por Internet): los
originales deberán remitirse al minisite del
certamen ubicado en www.booket.com , siguiendo
las instrucciones en él detalladas. Los
concursantes deberán rellenar previamente el
formulario en el que le serán solicitados sus
datos personales y la aceptación expresa de las
bases. El archivo Word adjunto con el relato
deberá denominarse con las primeras palabras del
título del relato. Como confirmación de que el
relato ha sido admitido, el concursante recibirá un e-mail automático.

7. Modalidad B (papel): los
originales deberán enviarse por duplicado,
debidamente encuadernados y metidos en un sobre
tamaño folio, a Booket (Grupo Planeta), Avda.
Diagonal 662-664, 6.ª planta, 08034 Barcelona
(España), haciendo constar en la cara del sobre
que concurren al VI Certamen Universitario de
Relato Corto, y en el dorso, el remite completo.
Cada copia deberá ir identificada con el título
del relato y nombre y apellidos del autor en la
cabecera de la primera página. Además, cada copia
deberá incluir al final del relato una hoja
encuadernada con los datos personales (nombre y
apellidos, DNI, dirección, teléfonos de contacto
y facultad en la que está matriculado el autor) y
la frase siguiente: “He leído íntegramente las
bases de la convocatoria del VI Certamen
Universitario de Relato Corto y las acepto en su
totalidad”, seguida de la firma del autor. Como
confirmación de que el relato ha sido admitido, se remitirá un acuse de recibo.

8. Cada participante podrá presentar
cuantos relatos quiera en cualquiera de ambas
modalidades. Para hacerlo por Internet deberá
seguir las instrucciones de la web. Para hacerlo
por correo, deberá usar un sobre diferente para cada nuevo relato.

9. Booket no mantendrá correspondencia
ni comunicación alguna sobre los relatos, la
marcha del concurso, la clasificación ni la
recepción de originales más allá del mencionado acuse de recibo.

10. El plazo de presentación de las
obras finaliza a las 23.59 horas del 16 de
febrero de 2009. Se admitirán sobres que lleguen
más tarde siempre que el matasellos sea de fecha anterior.

11. La decisión del comité organizador
será inapelable y se hará pública durante la primavera de 2009.

12. El comité organizador otorgará un
premio de 6.000 € al autor del mejor relato.
Tanto la obra ganadora como las nueve finalistas
se publicarán en una edición no venal realizada por Booket y Ámbito Cultural.

13. Los organizadores se reservan la
facultad de organizar un acto de presentación de
la edición no venal en el momento de su
lanzamiento. Los autores de los relatos
seleccionados autorizan la utilización de su
nombre, imagen y obra en aquellos actos que la
organización considere adecuados.

14. La participación en el certamen
implica la aceptación por parte de los autores
del derecho exclusivo de Booket y Ámbito Cultural
de efectuar una edición de las obras
seleccionadas. Los autores ceden los derechos de
sus obras a la organización. Las condiciones de
esta cesión se establecerán en un contrato de edición.

15. Tras el fallo del jurado, los
originales que no vayan a ser publicados se
destruirán físicamente o se eliminarán de la web.

16. Los datos personales facilitados
con motivo de la participación en el concurso en
cualquiera de sus modalidades A o B serán
incorporados en un fichero de Editorial Planeta,
S. A. creado para gestionar el concurso
literario. Mediante el envío de sus datos, el
remitente da su consentimiento (que podrá ser
revocado en cualquier momento) a Editorial
Planeta, S. A. para el tratamiento de los datos
facilitados con motivo de la participación en el
concurso literario, así como para el envío de
publicidad de los productos, ofertas y/o
promociones que puedan ser de su interés.

17. El remitente podrá ejercer sus
derechos de acceso, rectificación y/o cancelación
enviando un escrito junto con una fotocopia de su
DNI a Editorial Planeta, S. A., Avenida Diagonal,
662-664, 08034, Barcelona, o a través del enlace
habilitado para ello en la web www.booket.com .

18. La participación en este certamen
implica de forma automática la plena y total
aceptación de las presentes bases. Para cualquier
diferencia que hubiere de ser dirimida por vía
judicial, las partes renuncian al propio fuero y
se someten expresamente a los juzgados y tribunales de Barcelona.

Mayor información: Web: www.booket.com • E-mail: info@booket. com



Espero que se anímen.

Un abrazo,

Elena

fanny para los amigos -

Hola genio.
¿Nos podrías enviar tus intonsos?
Muchas gracias y un abrazo,
Fanny

Elena -

Hola noctámbulos...

Solo decirles y recomendarles, a quién le guste el cine, una película que acabo de ver. Se trata de SIETE ALMAS...

No quiero decirles nada porque todavía estoy impresionada y además, no quiero quitarles la intriga.

A mí me ha cambiado...

Un abrazo y buenas noches,

Elena

José Luis -

Gracias, Mirna, por tus recomendaciones. Estoy de acuerdo en lo de "Firmin". A "Flint.." no he tenido el gusto de conocerlo...

Tres cositas quería contarles:

Anoche se presentó en el CAAM una obra muy sugerente y provocadora (en el sentido más amplio, también se provocan emociones): "Paiasje y esfera pública", una recopilación de 124 voces (escritores, poetas, politicos...) y ojos (fotógrafos, pintores) que se detienen un momento delante de los que nos rodea. La edición es primorosa...

¿Una recomendación? "El asombroso viaje de Pomponio Flato", la última gamberrada genial de Eduardo Mendoza. Para quienes quieran aparcar la crisis un ratillo.

Y, por último, el amigo Francisco Quevedo publicó hace unos meses "Recuerdo azul", una novela curiosa que recomiendo.

Saludos,
JL

Mirna Loy -

Ejem, repito.

Para los amantes de las referencias a esta geografía y todo lo que en ella se da ..."Flint, crónicas de Villa Palmera" de Armando Ojeda.
Mezcla referncias de cultura pop mamada en nuestras infancias -las de muchos que os nos paseamos por aquí- y ref. "isleñas" todo con un transfondo para mover las neuronas y las tripas/corazón o como llamen a esa parte humana irracional.

Muchos besos, feliz año, ponte tu mejor disfraz y preparate para el carnaval,...y si quieres seguir leyendo, también recomiendo " Firmin" de Sam savage...para lectores hambrientos...es una obra maestra. Parece corta, sencilla, ...pero eso es lo mágico. salvando las distancias, me transmite como el principito cierta melancolia,...y me parece mas genial a medida que lo releo/recuerdo.

Recomendadme algo, please...que estoy ávida

José Luis -

Feliz año a todos(as) y bienvenidos a 2009:

A Sebastián le diré que durante una época escribí de esa manera los años por una cuestión fonética: cuando hablamos, los decimos así, nací en el sesentaidós, murió en el cuarentayocho. Ahora, en las últimas novelas, uso la fórmula más tradicional.

A Sonia, le diré que en absoluto me molesta su apreciación. Uno escribe una novela y son los lectores los que le dan vida. Y si acepto con placer la opinión de alguien a quien le gusta la historia tengo que aceptar la de aquellos a los que no les gusta. En realidad, la novela de Carla nace de una pregunta: ¿Qué haría yo si me ocurriera esto? Así las cosas, la trama transcurre desdoblada porque el personaje (al igual que su autor) anda confundido con la respuesta. La aparición de Isabel Nsé lo que hace es aclararle a César lo que de verdad importa en la vida, a distinguir el grano de la paja. En cuanto a los viajes, digamos que son dos viajes necesarios para los personajes aunque en distinta medida. Al menos ésa era la intención pero, como te digo, son los lectores quienes tienen la última palabra y ellos(as) mandan.

Saludos,
JL

Sonia Vega -

Señor Correa:
Acabo de terminar de leer 'Échale un ojo a Carla' y me gustaría compartir con usted mis impresiones sobre el libro.
Lo cierto es que, en un principio, me conquistó con la forma de expresarse en la obra, puesto que emplea muchos términos y expresiones canarias, tales como "mi'jo" o "escapó loco". Esas cosas me gustan mucho porque son rasgos de canariedad que no había encontrado en otras novelas. Además, la trama de la historia, el hecho de que aparecieran de repente unas cartas dirigidas a Patricia... me tuvo pendiente durante un tiempo bastante largo.
Sin embargo, según fui avanzando en la lectura, ese interés cayó en picado. Y le explicó por qué:
Creo que Isabel Nsé no aporta nada y que tanto su historia como el hecho de describir lo que hacían Carlota y el cura en su viaje o César en Edimburgo era sólo para rellenar. Además, el final se veía venir. Creo que hay muy poco enredo. Se le podía haber sacado mucho más a la historia.
Bueno, esa es mi opinión. El principio está muy bien pero la mayor parte del libro es 'paja'.
Un saludo y espero que no le moleste mi apreciación.

Sebastián -

Tengo interés por saber por qué escribes "cincuentaisiete" en lugar de cincuenta y siete. ¿es un toque personal?

Elena -

Error!! No puedo, no puedo (como diría Chiquito de la Calzada)

Es: "Muchísimas felicidades" no "muchísimas felicitades"...

Es que el derecho civil, me tiene, más pa,ya...je...

Y se me olvidó: a escribir ¡cara..!(no termino la palabra porque las niñas buenas no dicen palabras feas! je..

Bueno, ahora me sale la vena maternal...

Otro abrazo,
Elena

Elena -

"Y llegaron los Reyes Magos desde Oriente, cargados de muchas cosas: paz, amor, amistad, salud, etc..."

A todos y todas, os deseo un nuevo año 2009 que comienza, cargado de alegrías...

Que nuestras ilusiones y buenos deseos se cumplan...

Que nuestro rostro siempre esté sonriente y resplandeciente...

Que tengamos buena literatura que leer...(algún nuevo libro de escritor o escritora novel, je,je)

Un abrazo,
Elena

PD: Me han recomendado la película AUSTRALIA. No la he visto, y quiero verla, ya diré si vale la pena...

Otra cosa, hoy uno de enero del año nuevo, siempre se habla del primer bebé que nació, del primer accidente que hubo, etc...

Pues, he sido el primer comentario de aquí, je...(me hacía ilusión)

Me repito: Muchísimas felicitades...

Felices Reyes!!

José Luis -

Bienvenido al blog, Sebastián. Gracias por intervenir y por la crítica.

Te cuento. La novela parte de un hecho real (la actuación de la Ph. de NY con ese mismo programa) para narrar uno ficticio: el asesinato del concertino. Entonces hay un juego de palabras:
"Una razón por la cual tampoco volverían a tocar jamás la sinfonía número siete en mi mayor de Bruckner. La sinfonía número siete en mi mayor, a partir de ese viernes, la inconclusa. Bruckner, a partir de ese enero, el proscrito." Fíjate que se habla de "inconclusa" y no de "incompleta" porque (en la novela), no la llegaron a acabar después de la muerte del concertino no porque (en la realidad) Brukner la titulara así.

Saludos,
JL

Sebastián -

Quise decir "andas equivocado"

Sebastián -

Me temo, Pepe, que nadas equivocado en tu libro "Muerte de un violinista" cuando dices que la Sinfonía número 7 de Bruckner es la incompleta. Creo que la inconclusa es la novena. Un saludo

Mirna Loy -

Era "Flint, crónicas de Villa Palmera"
Como siempre, escribo al final del día cuando ya estoy hecha una braga y las erratas salen de estas teclas como ruedas de churros.

Mirna Loy -

Gracias Jerónimo y Audrey por vuestras letras.
Yo aun a riesgo de repetirme , me sigo manifestando y me vuelvo a sumar, esta vez con una
C
(que creo se la saltaron)
Muchos besos y que les regalen y regalen muchos libros en estas fiestas, yo de momento me estoy releyendo "Flint, crónicas de Villapalmera" de Armando Ojeda, que da para mucho. Me lo regaló un amigo fiel a nuestra querida "Canaima" y que espero que en estas fiestas encuentre algún detallito para mí, que he sido muuuy buena este año
(es una directa por si lee esto)
Y ojo, que lo mío me ha costao´que ya se sabe que cuando una se porta un poquito mal se lo pasa un "muchito" mejor.


Muuuuxchos besos para tod@s

JL abrígate mucho pero no te pongas guantes para que sigas escribiendo...

José Luis -

Siento la tardanza en responder, Sofía. Entre las clases, los cursos y las gripes anduve algo perdido... Lo del Club de Lectura es, en resumen, un grupo de cómplices que se reúnen a leer un libro, que no es poco. Primero lo eligen, luego lo leen y, al final, lo comentan... El de Los jueves negros está yendo muy bien, cada uno con sus propios gustos...

Quiero aprovechar para desearles a todos(as) unas felices fiestas. Que sean felices. Que lean. Que vayan al cine y al teatro y a un buen concierto. Que disfruten de la buena mesa. Y que vuelvan enteros y con ganas después de la Navidad,¿vale?

Saludos

JL

Sofia -

Hola, he estado leyendo y hablan de un club de lectura, ¿qué es exactamente? Me gusta bastante leer, y me despierta curiosidad lo del club de lectura.

José Luis -

Gracias, Sofía por sumarte a nuestro blog y por tus palabras. Me alegro de que mis clases te hayan animado a escribir. Ahora se trata de que siga fluyendo. Bienvenida...


En cuanto a lo del Club de Lectura, no olviden que estamos en tiempos de crisis y que hay que aprovechar el mismo pañuelo para sonar dos narices. Se trataba, en principio, de crear un club de lectores de novela negra, pero el Cabildo consideró (y a mí me pareció buena idea) que podría tener una proyeccion futura interesante...
Ha ocurrido, sin embargo, que se han apuntado los(as) de siempre... Al grupo que tenemos no hace falta motivarlos porque son los que van a todos los eventos, los que leen como posesos, los locos por los libros... Yo esperaba encontrar nuevas caras (aunque fueran despistadas) que pudiéramos enganchar al vagón de los lectores. Habrá que esperar. No me desanimo.

Saludos,
JL

Sofia -

Vuelvo a ser yo,jeje la de la universidad, es que se me olvido aclarar que fui alumna el curso pasado no este, pero como comente,descubri la web hace muy poco.
Un saludo
Sofía

Sofia -

Hola José Luis, soy Sofía alumna de la asignatura de Lengua y Literatura y su didáctica de la universidad de Las Palmas, no se si me recordaras, aunque supongo que tienes tantos alumnos que es imposible acordarse de la cara de cada uno de ellos. He descubierto, por casualidad y hace apenas unos minutos, tu página web, y me parecio un buen medio de reconocerte, felicitarte y agradecerte tu labor docente.Pues he de ser sincera y confesarte que siempre me he sentido nula en la lengua y sobre todo en la literatura, nunca pense que aquello que escribia pudiera gustar alguien, sin embargo conseguiste que me animara a escribir que sin querer escribiera cuentos y tuviera ganas de escribir cada vez más.Y lo más sorpendente que en ocasiones pusieras "Me gusta" eso era todo un elogio...Es una pena que en tercero no haya lengua y literatura pues es una lastima no tener clase ni contacto pues me resulta interesante aquello que he leido de tus libros y también que me animaras a escribir.Sin más GRACIAS.

audrye -

Personalmente, estoy interesada en el club por la afición a la lectura, etc, etc, pero si además te forman como dinamizador pues mejor que mejor. Pero, principalmente por lo dicho.

Apoyo la iniciativa de Mirna+Jerónimo.

D (he ahí mi letra)

Jerónimo -

A ver, Mirna, al inscribirte en el club de lectura te decían que la función principal era la de preparar a la gente para ser "futuros dinamizadores", hay personas que se inscribieron con ese fin y otras que no. Así que no te quejes muy alto que por lo menos estas dentro. Aprovecha y disfruta del club aunque te deje ligeramente "desamparada".

Me sumo a tu inciativa de reivindicar más actividades para devoradores de textos y amantes de las letras.
B
Saludos

Mirna Loy -

A

Como lógicamente estoy a favor de la propuesta comienzo yo por poner una letra...

ay, ay. So sorry por las erratas de la nota anterior, es muy taaaaaarde y esta mañana me acosté después de ver el sol. Repito las disculpas.

Mirna Loy -

Interesante el club de lectura (comentario simplóñ, lo sé, es lo que han dicho tod@s)
Pero es una pena que solo sea un curso para "fututos dinamizadores" (me explico: que está genial para quien esté en esos menesteres) pero para el resto de mortales-lectores, nos deja desamparados.
¡Por más actividades para devoradores de textos!
Quien esté a favor que escriba una letra al menos

Elena -

Hola noctámbulos y amigos de la red!!

Acabo de llegar del cine y me ha encantado la peli que fui a ver.

Se trata de "Los niños de Huang Shi".

Los niños de Huang Shi narra la historia real del joven periodista inglés George Hogg, que llega a China en los años 30 cuando el país está siendo tomado por las tropas japonesas. Hogg se libra de la muerte gracias a un líder de la resistencia china, Jack Chen y, en su huida, acaba refugiándose [...]


Bueno ya no les cuento nada más.

Como les decía, la película me enamoró. Es un film cargado de sentimientos puros y limpios (de los que escasean hoy en día)...llega a lo más profundo del alma...y te hace pensar y recapacitar...

Se las recomiendo...

Nada más, les deseo buena semana y lean mucho, que enriquece...

Un abrazo,
Elena

José Luis -

A ver. La cosa es que se ha desmadrado el interés por el Club de Lectura. Me han propuesto repetirlo en primavera (de marzo a julio) y estoy mirando fechas. Así que no desesperen aquellos(as) que se han quedado fuera. En marzo los espero con las mismas ganas pero con nuevas lecturas...

Saludos,

JL

Jerónimo -

Hoy me han llamado desde la biblioteca.Que ya estan las 25 plazas ocupadas y que para la próxima vez será. Que disfruten de "Los jueves negros" los que vayana ir. Saludos.

Audrye -

Gracias Jerónimo por la info. Yo también estoy en esa lista...A ver si aumentan las plazas.

Jerónimo -

En la Biblioteca Insular,
928382672. Llamé y me pusieron en reserva porque no hay plazas. Lo imparte un tal Jose Luis Correa y se hará en Magisterio.

Audrey -

Chico, o la web se me resiste o soy yo pero, no encuentro lo que anuncias (lo del club de lectura, claro está). ¿Sabes dónde tendría que apuntarme, quiénes lo impartirán y demás?

Gracias.

Elena -

Hola a todos.
Y a tí Jerónimo, los libros los puedes conseguir, por ejemplo en La Casa del Libro o En El Corte Inglés o en Canaima. Son de la editorial IDEA.

"Mosaico Ensangrentado" es novela negra. Interesante.

"Tarda tanto la muerte..." habla de la violencia de género.

Y hay otro libro, que estoy buscando porque quiero leerme, que me han recomendado. Se trata "Matar y guardar la ropa" de Carlos Salem. Según la crítica de Jorge Eduardo Benavides, es una novela que vale la pena leer. Es de la editorial Salto de página y no la encuentro. ¿Alquien sabe dónde?

Un abrazo,
Elena

Jerónimo -

Hola Elena, ¿Los puedo conseguir en cualquier librería o en alguna en concreto?
Saludos.

Elena -

Buenas noches a todos los noctámbulos.

Acabo de llegar de una presentación de las dos últimas novelas de Marisol Llano, que resultó estupenda.

Fue en La sede social de La Casa de Galicia. Los libros en cuestión: "Mosaico Ensangrentado" y "Tarda tanto la muerte..."

Y terminamos todos brindando con un ribeiro que estaba de escándalo.

Jerónimo, te los recomiendo...por supuesto son de una escritora de la tierra...y además, amiga mia...

Y para los romanticones, en el cine están poniendo la película "Noches de Tormenta", basada en el libro de Nicholas Sparks...
Si quereis llorar, véanla. Yo salí de la sala limpiándome las lágrimas..ja,

¡Ah! se me olvidada, el WOMAD...

Un abrazo,
Elena

José Luis -

Me cogiste en un renuncio, Jerónimo. Yo recuerdo haber leído "Ciudad Salvaje" hace algunos años en una edición de Alianza (creo, espero no equivocarme mucho). Y luego algo de "Jackie Brown" después de ver la peli de Tarantino. Me pareció un buen autor pero ahora me has despertado la curiosidad y prometo meterle mano a alguna novela más reciente.

Gracias por ilustrarnos y crearnos dudas.

Un abrazo,
JL


PD.: Anímense los(as) que puedan al Club de Lectura "Los jueves negros". Leeremos a Ellroy, D. Leon, Lorenzo Silva y al amigo Alexis Ravelo...

Jerónimo -

He leido Cómo conquistar Hollywood, Jakie Browm y acabo de terminar Out of Sight (no me gusta como suena lo Un romance muy peligroso)de Elmore Leonard. Me gustan sobre todo sus personajes reales y vulgares, y sobre todo por sus diálogos. ¿Que te parece este escritor del que poco a poco voy consiguiendo sus libros ya que aquí son difíciles de encontrar?

José Luis -

A partir de mañana lunes estará en la página web del Cabildo de Gran Canaria. Será un jueves al mes (de noviembre a marzo) de 17 a 20 hs. y lo haremos en la Facultad de Formación del Profesorado (Magisterio)

Saludos,

JL

Jerónimo -

Hola Jose Luis. Me gustaría saber o pedir información de donde se impartira el Club de lectura de novela negra.

José Luis -

Queridos(as) todos(as):

Ya tengo más información sobre el Club de Lectura de novela negra. Se trata, como les comenté, de un curso de formación de coordinadores. La idea es que los cursillistas, luego, puedan colaborar con las bibliotecas.

Se llamará "Los jueves negros", tendremos 5 lecturas (de noviembre a marzo) y la inscripción se abrirá el próximo lunes, 3.

Espero que alguno(a) se apunte. Va a estar interesante.

Saludos,
JL


Pd.: Acabo de llegar de Alemania, de un festival de novela criminal ("Crimen y castigo" es la traducción libre del nombre). Ha sido una experiencia genial. Me trataron como al rey del mambo. tuvimos una velada simpática con Leonardo Padura, el colega negrocriminal cubano. Y participamos de una noche española llena de tópicos pero con gracia. Nos amenizó un trío de guitarra llamdo "Don Mendo", el cantaor era brasileño de Sao Paulo y la bailaora turca. Ya tengo el título de mi próxima novela: "La gitanilla de Ankara", ja.

José Luis -

Bienvenido al foro, Andrés, y gracias por tus palabras. Me alegra y me enorgullece que disfrutes con Ricardo.

Aprovecho para darte y dar a los(as) amigos(as) que nos leen (¿o sólo nos leían?, que ya hace tiempo que andan "letribajos") una primicia: acabo de terminar la cuarta entrega. Se titula por ahora (luego viene el tío editor con sus rebajas) "Un rastro de sirena" y en ella Ricardo se las ve y se las desea nada menos que con la mafia rusa. Sólo espero que ni un nombre ni un dato ni un detalle sea parecido a la realidad porque no me apetece tener que exiliarme a otra isla para que no me rompan las piernas.

Saludos,
JL

andres garcia sosa -

sere breve. siento una gran admiracion por jose luis correa. es uno de mis escritores favoritos. es sumamente ingenioso, con una prosa muy fluida. sus historias me encantan. he leido las tres novelas protagonizadas por ricardo blanco y me han gustado muchisimo. a mis amigos siempre les recomiendo su lectura. sencillamente, es un autor fantastico. un saludo.

Elena -

Muy buenas noches, noctámbulos...

A quién le interese y le guste el teatro, como a mí, les recomiendo CYRANO, basado en CYRANO de Bergerac.

Se está interpretando en la SALA INSULAR DE TEATRO, hasta el próximo domingo día 12.(Hora: 21)
¿Y dónde está dicha sala?
Muy fácil.
Para quienes no la conocen, es el nuevo espacio de teatro del Cabildo de Gran Canaria, sito en la avenida Primero de Mayo.

La productora de referencia en Canarias es Producciones del Mar.

Todo queda en casa...

La sinopsis: la lucha de la belleza interior y la exterior...

Al que se atreva asomarse por esos lares y verla, espero que disfrute.

Un cordial saludo,
Elena

Elena -

Hola a todos y a todas.

Espero que esas vacaciones las disfrutaran al máximo. Y ahora toca los quehaceres del otoño.

Me gustaría recomendarles una película de intriga. (Para quienes les guste)

Ayer por la tarde, cuando salí de casa con intención de ir al cine, tenía en mente ver "El niño con el pijama a rayas", pero cuando llegué al Centro Comercial, me llamó la atención un título: Reflejos.

En ese momento, decidí ver esa película. Personalmente me gustó (aunque creo que las hay mejores) pero tiene un final, que me sorprendió. Tranquilos que no lo voy a desvelar.

Un cordial saludo,
Elena



José Luis -

Feliz otoño a todos(as):

El próximo miércoles, 24, a las 19.00 en Ámbito Cultural de "El Corte Inglés" vamos a presentar "La ladrona de libros" en el Club de Lectura. Haremos un debate que, espero, nos sea grato. Así que espero verlos(as) por allí. A ver si volvemos con las actividades.

Saludos,
JL

Audrey -

Me interesa ese club y más aún lo de los dinamizadores. ¿Sabe quiénes participarán?¿Se necesita tarjeta VIP? jeje.

No deje de informarnos, please...

Audrey -

Pero... qué ha hecho el verano con todos los que estábamos aquí? Estén donde estén, atención: ya estamos en septiembre (aunque nos cueste arrancar del calendario la hojita del mes de agosto).

Apoyo los tres punto de Mirna.

José Luis -

Parece que el calor nos ha aplatanado, Audrey. Pero seguro que nos ponemos en marcha enseguidita.

Aprovecho para contarles que el Cabildo de nuestra isla va a organizar un Club de Lectura de Novela Negra con la idea, además de que disfrutemos de los autores de este género, de formar dinamizadores de clubes de lectura oara bibliotecas. Tuve una reunión con ellas (la Consejera y la Jefa de Cultura) y me pareció una idea muy linda. Ya les informaré cuando se confirme para que estén atentos(as).

Saludos y a ver si vuelven ya,
JL

José Luis -

Gracias Mirna, por mantener la llama viva en el verano. Sé que no estamos solos porque siguen entrando en la página (el chivato del contador me lo dice). A lo mejor es que no les apetece escribir. O que desde las tumbonas del hotel les molesta el sol, je.
En cualquier caso, es cierto que se les añora.

Y me voy unos días, pero volveré con fuerza y les contaré lo que hago (lo literario, me refiero).
Saludos a todos(as)
JL

Mirna Loy -

Les recuerdo, que aunque ha llegado el verano y con la mayoría estemos de vacaciones:
1.- el ordenador de casa y la conexión a internet que tenemos durante el resto del año...también funciona en esta época.
2.- que en la mayoría de los hoteles ya hay zona wi-fi y ordenador/es...
3.- y que se les añora..."si hay alguien hay...manifiéstate" (estoy por hacer una güija)

José Luis -

Rectifico. El libro se llama "La ladrona de libros" y es de una carga emotiva que les recomiendo.
Saludos,
JL

José Luis -

Bienvenida, Nikoleta. Me alegra leer lo de tu reencuentro con la literatura. De eso se trata en un blog como éste, de compartir y re-crear la ficción. Ahora ya no tienes excusa para seguir leyendo sólo por trabajo.

Y ya que estamos, les recomiendo una lectura (dura pero emotiva): "La ladrona de sueños" de Markus Zusak.

Saludos,
JL

Nikoleta -

Hola, José Luis! Anoche descubrí este blog y la verdad es que estuve varias horas leyendo y releyendo las partes de tus novelas y los comentarios. Qué idea más linda! Tener la oportunidad de estar "presente" en el acto de la creación! Soy amante de la literatura, pero en los últimos años no he leido por placer, sino más bien por trabajo. Aquí, en este blog, se produjo mi reencuentro con la literatura, tal y como me ha gustado desde simpre. Gracias!

Sergio -

Buen artículo de Manuel Vicent sobre Fernando Pessoa, publicado el sábado en Babelia. Aquí va la dirección:
http://www.elpais.com/articulo/semana/Fernando/Pessoa/tesoro/arca/elpepuculbab/20080614elpbabese_10/Tes/

Sergio -

Les invito a visitar la página www.pagina2.es. Aquí pueden ver todos los programas de actualidad literaria, así como entrevistas con los escritores con publicaciones puntuales.
Un saludo

José Luis -

Por supuesto que puede, Chela. Aquí tienen cabida todos(as) los que quieran. Y serán sus comentarios bienvenidos.

De hecho, este blog se inició con los comentarios de estudiantes de instituto.

Saludos,
JL

Chela -

Hola José Luis,
quería decirte que los alumnos y almunas del IES Hernández Monzón quieren escribirte algo. Les he dicho que lo pongan aquí ¿te parece bien? Bueno, no sé si me harán caso. Si puedo iré al curso del bolero.
Saludos

José Luis -

Gracias, Gardahia. Y bienvenida al blog. Ahora andamos a final de curso y eso se nota en que los(as) blogueros(as) andan a lo suyo, pero ya regresarán. En cuanto a lo de la presentación, espero que en otoño salga una reedición de "Échale un ojo a Carla" que publicará Almuzara. Ya les contaré.

Lo más inmediato es un berenjenal en el que me he metido. Mi amigo José Ramón Calvo, organizador y director del CAMPUS DE EXCELENCIA, me ha embarcado para dar un taller de boleros (lo que oyen) en el Club de Prensa Canaria. No sé si mi prestigio (si alguna vez lo tuve) quedará irremediablemente en entredicho, pero ahí estaremos aguantando el palo a la bandera de la amistad, ja.

Será el próximo jueves, 26 de junio, a las 18.30. Y que Dios nos coja confesados.

Saludos,
JL

Ghardaia -

Felicidades por tu blog. No sabía que fuera tan animado. ¿Cuándo presentarás tu próximo libro?
Saludos

Elena -

Queridos amigos os emplazo a la presentación del libro de poesías bilingüe castellano-portugués "El Tren del Infinito". La cita será el próximo día 5 de junio a las 20.30 horas en la Casa de Galicia. El autor es mi querido amigo, JUAN CARLOS DE SANCHO RAVELO. Espero verlos a todos porque él se lo merece.

Un abrazo,

Elena

José Luis -

Con las prisas (es tarde ya) olvidé darle las gracias también a mi buen amigo Sergio por su recomendación. Es cierto que resulta un placer leer a Donna Leon, otra de las plumas negras europeas. Gracias, Sergio. Y a los(as) demás los echo de menos.

Saludos,
JL

José Luis -

Bienvenida a nuetros blog, Sara. Y gracias por tus palabras. Yo también lo pasé muy bien con ustedes charlando sobre Helena.

Aprovecho la ocasión para invitarlos a todos(as) los(as) que puedan a la cita del jueves, 22. Será en Arucas, desde las 18.00 horas. Un encuentro con escritores(as) de novela negra. Estaremos Juan Carlos de Sancho, Alexis Ravelo, Antonio Lozano, Marisol LLano y quien les escribe. Y será divertido, eso seguro, porque Juanqui de Sancho suele montar buenos espectáculos.

Saludos,
JL

Sara -

Hola me llamo Sara y soy una de las alumnas del instituto Santiago Santana Díaz, que recientemente visitó, y en el que le hicimos una pequeña entrevista sobre el libro "La verdadera historia de Helena-con-hache" sólo quería decirle que me gusto mucho, me enganché desde las primeras páginas, y espero poder leer algunas de sus obras, que usted mencionó, por último,le agradezco de todo corazón que haya visitado nuestro centro, y haber tenido la oportunidad de leer su libro.

Sergio -

Les recomiendo la lectura de la última novela de Donna Leon, La chica de sus sueños, en Seix Barral. Los amantes de Brunetti y Paola disfrutarán muchísimo de esta última entrega, en la que se aprecia un avance en la humanización de los personajes. ¡Una delicia!
Un saludo

Elena -

Hola a todos/as, espero que estén bien…

Próximo evento:

Presentación de su última novela titulada Tarda tanto la muerte..., su autora, mi entrañable Marisol Llano Azcárate. La cita es el jueves 1 de mayo a las 13.00 horas en la Carpa de la Feria del Libro del Parque de San Telmo. En el acto intervendrá el director de Ediciones Idea, D. Enrique Jiménez Fuentes.


Desde aquí le deseo a mi querida amiga todos los éxitos que ella se merece.

De paso, los amantes de la literatura, como yo, podemos visitar los diferentes puestos de librerías. Siempre es un reclamo.


Un abrazo,

Elena

José Luis -

Gracias a todos(as) por regresar. Me encanta volver a tenerlos(as) por aquí. Es verdad que lo pasamos bien en la lectura y también que deberíamos encontrarnos más y no sólo en el Día del Libro. De hecho, se lo he propuesto al Vicerrectorado de la Universidad y parece que están por la labor de darle continuidad a eventos como éste. Incluso van a publicar los cuentos que leímos. Ya les diré si cuaja la cosa.

Saludos,
JL

Audrye -

Lástima que lo de los cuentos sólo se celebre y sólo nos reuna los 23 de abril.

Pero muy bonito, oiga.

Besos.

Cristina -

En primer lugar felicitar a José Luis, el escritor (genial de novela negra, fantástico, tierno y entrañable de relatos) y también al profe, en virtud de los comentarios aquí publicados y contados en vivo y en directo por sus alumnas y alumnos viajeros a Granada.

Este año, como siempre, estaremos leyendo en nuestra asignatura "La maestra de cocina".

Leemos también otros de sus relatos en el curso Narrativas y construcción de la identidad femenina. Me apetecía aquí mandar el enlace a nuestro foro:

http://www.joseclaudio.com/cristina/

pero, sobre todo, a mi blog:
http://april.blogspot.es/

en el que encontraran la versión literaria de una hermosísima imagen de este blog.

Un beso a todas y a todos, especialmente al escritor y su memoria

Alumnas de la ulpgc -

Queremos darle nuestra enhorabuena por lo bien que lo hizo el dia del libro, nos gustó mucho sus cuentos, se agradece escuchar historias tan frescas y llenas de vida que hace que nos veamos en cierto modo reflejadas en ellas.
También agradecerle su labor como profesor en la ulpgc, hace que sus clases sean divertidas y sobre todo cuando nos manda a escribir cosas, nos ayuda a sacar sentimientos e historias que llevamos dentro.Muchas gracias.

¡Un saludo!

José Luis -

Se trata de un club de lectura. Y de un encuentro con los lectores. Más que una charla es un coloquio.

Estaría bien si pudieran ir.

Saludos,
JL

Mirna Loy -

No hay de qué.
¿Sobre qué tema trata tu charla? No sé de que va el curso de Marisol...a lo mejor puedo hacer doblete yo también...

José Luis -

Gracias por la información, Mirna. Yo tengo una charla en Ámbito Cultural de El Corte Inglés dentro del curso que está llevando Marisol Llano. Es a las 7 así que nos dará tiempo de tirar para Cuasquías después.

Saludos,
JL

Mirna Loy -

Eventos:
Próximo lunes 31 de marzo 20:30 en Cuasquías, presentación
El tren del infinito (O comboio do infinito)por Juan Carlos de Sancho


Cuento en edición bilingüe (en español y portugués)

Incluye 20 ilustraciones realizadas por el propio autor, que en el acto de presentación serán proyectadas en Powerpoint.

SOBRE LA OBRA
Los trenes carecen de libertad. Su vida es predecible sobre unos raíles que los dirigen. La isla es el espacio finito, limitado sobre las aguas y bajo el cielo. El tren que circula por los raíles desde la orilla del mar hacia el cielo necesita del Infinito para sobrevivir. Si lo físico orime, la imaginación permite la dosis necesaria de libertad. Juan Carlos de Sancho realiza en El Tren del Infinito un magistral tributo a la ruptura de cadenas que necesitan los isleños. El tren se convierte en el símbolo de ese camino imaginario que nos lleva más allá de donde somos capaces físicamente. Madeira alberga la locomotora de este texto que en el paisaje imaginario de la literatura tiene su estación de salida en Canarias y como destino el Infinito que todos albergamos.



Espero veros por allí....besos

¿Porqué harán estas cosas un lunes...?

José Luis -

Ojo, que cuando digo que nuestras blogueras son críticas lo hago como un cumplido, ¿estamos?

No vayamos a tener una bulla por una cuestión de matices, ja.

JL

José Luis -

Bienvenida a nuestro blog, Maribel. Estás en buenas manos con Cristina, Raúl y Juan Ramón, no lo dudes.

Espero que disfruten con los cuentos y, de paso, que se animen a volcar aquí sus impresiones. Invita de mi parte a tus colegas, que nuestras blogueras (y los dos o tres blogueros que, a veces, se nos suman) son muy críticas.

Saludos,
JL

Maribel -

Maribel, desde Granada. Qué pequeño es el mundo. Hablamos de ti. Recordamos tu guitarra, tus boleros... José Luis. He sido alumna tuya y ahora de Cristina, Raúl y Juan Ramón. Hablamos sobre Las Palmas y nos aparece una sonrisa melancólica. Trabajaremos tus relatos, esos en que tus personajes gozan la brisa marina de Las Canteras. Echar de menos el mar...

Un fuerte abrazo desde Granada

Mirna Loy -

Yujuuuu,JL!


Como Mirna/femme fatale siempre preciso de un clásico detective a mano...


Por cierto, fuí a la presentación de "Flint" y de veras que pinta bien.

Habrá que ir también a la de Santiago y a ver si así termino mi hambrita de buenas novedades por una temporadita...que por ahí andan las vacaciones de semana santa (las ateas lo escribimos en minúsculas..¿o se escribe así?) y amenazan con nuevos tejemanejes o berenjenales y las únicas hojas que podré tocar serán las de las facturas que no dejan de visitar mi buzón.
"Dime cuando tienes breves vacaciones...y te diré cuando no descansas"

José Luis -

Gracias, Mirna, por tu recomendación. El viernes será un buen momento para desperezarnos de este carnaval (y de esta navidad, que parece que no salimos de la una para meternos en el otro). Tiene buena pinta ese "Flint..."


Aprovecho para otra noticia: el día de los enamorados presenta Santiago Gil su nueva obra. Dice el hombre que no tienen nada que ver libro y fecha, pero él sabrá. Es en el Ámbito Cultural del Corte Inglés.

Yo ando ya metido en otra cosa. La cuarta de Ricardo Blanco. Qué promiscuidad, ¿verdad?´: aún no se me ha enfriado el recuerdo de Fabio y ya me paso las noches buscando a un asesino.

Saludos,
JL

Mirna Loy -

Saludos a todos los blogeros y especialmente a JL (enhorabuena por llegar hasta el final...de tu novela, se entiende, eh!).

Espero que sobrevivan a los carnavales...y me atrevo a darles lo que para mi es una buena noticia, o por lo menos una recomendación:

¡Nuevo libro en el mercado de autor canario!

Se llama Armando Ojeda y presenta su primera novela:

"FLINT. Crónicas de Villa Palmera"

Será este viernes 8 de febrero, en el Club Prensa Canaria, a las 7 de la tarde.

He podido golisniarla y :¡Recomendada!
Los animo a seguir los consejos de JL y comprarla ahora porque (de eso yo también tengo experiencia) luego no la encuentran ni en la reventa. ( que ando yo todavía buscando algunos títulos, tambien tuyos JL, que pareciera que busco incunables)

Espero ver los por allí, porque yo no me lo pierdo, que ya tenía hambrita de novedades (y ver si entre blogeros somos capaces de reconocernos)

José Luis -

Querida Stefanía:

Y tanto que esa obra difiere de mi sintaxis... como que no es mía. Yo sería incapaz de escribir una novela de más de 250 páginas (Dios no me llamó por los caminos del best seller ni del premio Planeta).

De todas maneras me tomo como un cumplido que consideres un bache artístico lo de la "Orchilla" (con todos mis respetos por Joaquín Peña, su autor).


Bienvenida a nuestra casa- blog.


Saludos,
JL

Stefania -

Estimado D. José Luis. Soy estudiante de quinto de arquitectura y sigo con mucho interés su obra. Me encanta. Con motivo de la Navidad me regalaron su última novela "Orchilla el Faro del fin del mundo", tras verlas en unas octavillas que me regalaron en Triana. Sinceramente se me ha hecho algo densa y su sintaxis poco tiene que ver con la habitual de tus obras que goza buena calidad. ¿A qué se debe?. ¿Un bache artístico?. Saludos. Espero seguir leyéndote.

José Luis -

Quiero darle la bienvenida a los nuevos y jóvenes "blogueros" de Agaete. Me alegra que les haya gustado la novela aunque el final (al menos llegaron al final) no les haya convencido.

El problema de los finales es arduo. La resolución de una historia no siempre convence a los lectores. Y explicarlo es más arduo aún. Les diré que no podía acabar de otra manera, que la trama nos llevaba a ese final y que los detectives nunca se quedan con las chicas.

Por cierto, les han jeringado el final a los que aún no la leyeron.

Saludos,
JL

ALUMNOS DE CUARTO DE IES AGAETE -

HEMOS LEIDO SU NOVELA "MUERTE DE UN VIOLINISTA". NOS HA GUSTADO LA INTRIGA Y LA EMOCIONATE HISTORIA DE AMOR, AUNQUE NOS HUBIESE GUSTADO UN FINAL DISTINTO... COMO POR EJEMPLO QUE ACABARAN JUNTOS RICARDO BLANCO Y LA VIOLA O QUE LA VIOLA FUESE LA ASESINA.
SALUDOS DE LOS ALUMNOS DE 4º A.

José Luis -

Quiero celebrar el 300 comentario de este blog con una noticia. Acabo de ponerle el punto final a la novela de Fabio. Ahora habrá que esperar que aparezca un editor. Se lo pedí a los Reyes pero no sé si me oyeron bien.

Sólo puedo desvelarles dos cosas: al final la que fue primero Diana y luego Laura se ha quedado en Adriana; y, para los y las amantes de los finales felices, acaba bien.

Saludos,
JL

Mirna Loy -

Felz año huevo.....pero, hip!¿onde cogho er tarsi?...ups, me sa cayó er hips colliar del hips, cotillion.....
hips...tarrrrrrrrrsi

Paloma -

Pensando, pensé y no dije el salto en el tiempo, tampoco yo voy a decirlo todo. ¿No? La literatura está llena de ellos.

José Luis -

Creo que sí, Paloma. Pero no tengo dos o tres años, sino dos o tres capítulos para cerrar la historia. Ése es el problema de una novela de 100 páginas.

De todas maneras, mañana volveré sobre ello a ver qué ocurre.

Saludos,
JL

Paloma -

Hombre, yo creo que le vendría bien que se cuestionara de corazón y con la verdad por delante sus errores y sus fallos, tanto con él, sobre todo, como con ella. Yo creo que en el fondo necesita un año o dos, antes de encontrar a otra para que no le de la responsabilidad de su vida a la próxima que se le acerque.De otra forma andará tuntuniando en ese sentido toda su vida. En resumidad cuentas, una oportunidad para cambiar. ¿Tu que crees? Al final estamos de acuerdo ¿No?

José Luis -

Pues el bueno de Fabio anda ahora haciendo cábalas con qué será de su vida. También me he cuestionado eso de ser generoso con él, pero no sé no sé, la cosa pinta mal. ¿La mancha de una mora con otra verde se quita?

Saludos a quienes sobrevivieron a la Navidad.
JL

Paloma -

Por cierto José Luis, y que es de Fabio, en que situación emocional está su vida ahora. ¿Los reyes serán generosos con él y tendrá nueva acompañante en su vida? ¿Al pobre aún le espera aguardar?. Sé generoso, mira que eso depende de ti y no seas malo.
Felices Reyes.

Elena -

Buenos días a todos y a todas.

Primeramente quiero desearles un feliz año nuevo 2008 y que todos los sueños más ansiados, sean su mejor realidad.


Gracias José Luis por nombrar La Casa de Galicia.Llevamos meses sumergidos en esta labor, y ahora estamos en los más fuerte ya que mañana es la gran entrega. Y es verdad, he hecho un paréntesis en mi labor como voluntaria, para indicarles a los que buenamente quieran colaborar, que pueden venir por nuestras oficinas o ingresar en las cuentas abiertas Pro-Cabalgata en la Caja Rural y en La Caja de Canarias.

Si optan por venir estamos ubicados cerca del Hotel Meliá, exactamente en la calle Salvador Cuyás, encima del famoso Restaurante Casa de Galicia y así podrán comprobar, de primera mano, toda la maquinaria en pleno rendimiento.

Sin más, ya que tengo muchos papeles que me esperan, nuevamente les deseo lo MEJOR.

Besos
Elena

José Luis -

Tienes razón, Paloma: soy un trasto. Estaba esperando a ver si se animaba el cuento pero me da que andamos todos de vacaciones. Por cierto, espero que hayan sobrevivido a la navidad, que no es poco.

En estos días, amén de otras cuestiones culturales, creo que toca animarse a colaborar con la Casa de Galicia en su linda labor de recoger juguetes y alimentos para los más necesitados. De eso me barrunto que Elena sabe algo, a ver si nos indica qué cosas podemos hacer o a dónde podemos dirigirnos para "retratarnos".

Por último, acabo de leer a un colega escritor y, sin embargo, amigo en su última novela. Se llama Francisco Quevedo, la novela "El dulzor de la tierra" y fue Premio "Benito Pérez Armas" del año antepasado. Está muy bien trenzada y su lectura es muy amena. Los animo a comprarla ahora porque (de eso tengo experiencia) luego no la encuentran ni en la reventa.

Saludos a todos(as) y que tengan muchos Reyes.

JL

Paloma -

Míralos a todos, tanto ímpetu escribiendo,escribiendo y al final desde el 23 nadie, escribe una sola letra. Y de nuestro querido escritor que decir, que desde el 15 de diciembre nada de nada. Y eso que el blog se iba a quedar retrasadito eh,eh,eh. Para aplicarme el cuento sigo yo y menos crítica, que para empezar el año ya he dado bastante a todo el mundo eh.

.... pero sin embargo, también es verdad que tenemos el sol de justicia que hace que en invierno bañarnos en nuestro trozo de Atlàntico,sea la mar de cálido, y si no que se lo pregunten a esas marujas que primavera, verano, otoño e invierno, están ellas ahí erre que erre sin faltar a la cita puntual.

Paloma -

A los amigos del blog de Jose Luis un beso a todos y feliz año.

Audrye -

Continuo a ver qué pasa:

“Qué poco me gusta estas fechas”, pensó en voz alta mientra se recogía el pelo. A dos mesas a su izquierda una pareja se burlaba de la anunciada alerta naranja. “A como caiga la que se espera, nos iremos a casa en canoa”, escuchó antes del sonoro beso de aquellos pimpollos. Tomó su segundo sorbo de café mientras contemplaba aquella estampa navideña: el grupo de marujas haciendo gimnasia como cada tarde, niños falsificando un muñeco de nieve por arena, el tipo de la mirada perdida que se ha quedado parado y no se separa de la barandilla ni con agua caliente... Curiosamente, aquella silueta le resultaba familiar. Y sólo entonces mantuvo el sorbo de café más largo del mundo en sus labios mientras pensaba, esta vez para sí, que “lo malo de la navidad en esta ciudad es que no hay nieve ni abrigos ni paraguas abiertos...”

Un saludo y felices fiestas.

Mirna Loy -

...Julio le había dicho, despacito y con voz queda:
- Nadie olvida la primera ni la última vez. Pero muchos olvidan, y es lo que realmente deberían recordar, las "veces de enmedio". Muestran y hacen de tí lo que eres, no eres o querrías ser. Las primera y última vez solo son "grandes gestos" o de tus primeros "éxitos" o "fracasos" o de cómo querrías ser recordado.

Luz Vanessa -

... que más tarde se volvió a encontrar con él, hacía dos navidades y con el que había disfrutado su primera vez, en un entorno donde realmente lo único que veía era nieve. Julio, en esa última ocasión que se vieron, le dijo algo muy importante y en lo que Dani no paraba de pensar mientras caminaba sin sentido, hasta que llegó a la orilla de la playa...

Vanessa

Elena -

A quién le interese en especial a Paloma, "AULA DEL HUMOR -MARTES DE RISA- hoy 18 a las 20.30, lugar: Paraninfo de la ULPGC, entrada libre..."HUMOR DE JUSTICIA" es el título, por lo visto va de abogados...


Y si te gusta o les gusta los Conciertos de Navidad de Corales, Cuartetos de cuerda, etc... el día 20 a las 20.00, también en el Paraninfo.


Besos...
Elena

Elena -

Hola a todos. Paloma quieres cultura y diferente. Pues verás, en Ámbito Cultural de El Corte Inglés, mañana día 19 a las 20.00 horas, hay un concierto de Jazz Christmas a cargo de José Carlos Díaz ...

Pinta bien porque, según dice la información que me enviaron, interpretarán melodías clásicas de Navidad a ritmo de jazz, debe ser divertido...


Besos...

Menganita -

¡Yo tambien quiero participar!

...Dani no solía parase a observar a la gente de la playa, ni el paisaje ni nada de nada. Dani siempre salía de trabajar y caminaba dirección a casa, con paso ligero, mirando sin ver. Pero hoy, 24 de diciembre, sin saber porqué, se sorprendió parando a medio camino, acercándose a la barandilla de la playa y mirando melancólicamente a un grupo de niños que jugaba haciendo lo que parecía ser un muñeco de nieve, pero de arena. Recordó cuando el, cuando apenas tenía 6 años bajaba a la playa todos los días con su amigo Julio…

Un saludo.-

Audrye -

Para los interesados/as y le guste la música de autor, me han chivado que este viernes 21 a las 19:30 horas en la plaza de las ranas hay un pequeño concierto de distintos cantautores canarios (el lugar y la entrada es libre, cómo no). Estaría bien para escuchar algo más que villancicos, ¿no?

Besos y a seguir con el relato.

Paloma -

¡Hola a todos! me alegra que la idea haya calado. Si alguien conoce de algo interesante para ver o asistir a nivel cultural que lo diga ahora o en lo sucesivo que escriba alguna frase para ver si vamos a la presentacion de este cuento colectivo Made in Gran Canaria.

....a la derecha un grupo de marujas guiadas por la mayor de todas hace gimnasia y hablan de sus nietos. Al finalizar la sesión, cogen los churros y se encaminan hacia el agua cristalina que ya en diciembre está fría y casi helada...

Besos.

Elena -

Hola a todas y todos. Me gusta la idea. Así que yo continúo...


...pero podemos disfrutar de una navidad diferente.

Sentarnos en las terrazas de la Playa de Las Canteras y contemplar, en el esperado mes de diciembre, un Belén hecho con arena o una puesta de sol, al mismo tiempo que te acaricia la cara una suave brisa. Y de cómplice la imagen al fondo muy difuminada del Teide...


Saludos
Elena

José Luis -

Gracias, Paloma, por animar el cotarro. Me parece una idea estupenda lo del cuento de navidad. Yo me atrevo a lanzarles una frase a ver qué pasa...

Lo malo de la navidad en esta ciudad es que no hay nieve ni abrigos ni paraguas abiertos...

Saludos,
JL

Paloma -

Yo creo que el buen amigo de José Luis ya está desde hace tiempo más que presentado, me refería a su libro.Haber si va a parecer que al final fui yo y bebí un par de copas de más y aún sigo de resaca. Se me acaba de ocurrir escribiendo, para que la cosa siga animada, podríamos entre todos hacer un cuento de navidad escribiendo 3 ó 4 líneas cada uno y así nos animamos a seguir escribiendo aquí. Sobre todo para divertirnos.
Besos.

Paloma -

¡Hola a mis queridos dormilones! lo digo porque desde la semana pasada nadie se da por aludido y dan la callada por respuesta. Me pregunto que tal estuvo la presentación del buen amigo de José Luis, Juan Carlos de Sancho, y si al final invitó o no a las copitas que tanto interesaba el otro día a la plebe que se congregó en el susodicho Cuasquías. Espero despertar del letargo a la parroquia y que la borrachera no haya sido como para proseguir dormidos y sin escuchar nada ni ver a nadie, que no somos tan feos.
Besos.

José Luis -

Bienvenida al club, Ana. Nos alegra siempre encontrar voces nuevas en nuestras charlas. Y gracias por tu mensaje, no sé si todos(as) comparten esa opinión tan favorable, je.

Sí. Algo he oído con respecto a las oposiciones últimas, aunque por lo que cuentas sólo me he enterado de la nata. Creo que nacieron cambadas desde la misma convocatoria, pero de eso hablamos en otro foro.

La presentación de ayer fue muy bien. Estuvo animada con un vino y unas tapas en el Cuasquías, con lo que a partir de ahora a ver quién es el guapito que presenta nada sin rascarse el bolsillo. Por lo pronto, el miércoles que viene el amigo Juan Carlos de Sancho presenta un libro de poemas en el Club de Prensa. Y anoche ya decía (es cierto que llevaba tres vinos) que él también invitaba a la copa.

Saludos,
JL

ANA -

Querido Pepe. Soy una antigua alumna de magisterio que quiere saludarte y saber que tal va todo. No sabía que tenías página web, la verdad es que está muy bien. Me alegro por ti. Eres un buen profesor, el mejor de magisterio. Y EL MÁS GUAPO, por qué no decirlo y te lo mereces. Tus clases eran divertidas y además aprendias y eso es complicado. Yo me he presentado dos veces a las oposiciones y en esta última me han suspendido.No sé si te enterastes de lo que pasó, pero es como para hacer un libro de terror.Si quieres algún día te lo cuento, seguro que te inspira para uno de tus libros. Besos

José Luis -

Gala, Cortázar, Monterroso... Me gustan los Reyes Magos. Muy buenas lecturas para finales de otoño.

En cuanto a los eventos, aunque me da que es tarde, les invito a la presentación que haremos mañana de un libro curioso, "Sistema de contingencias", de un buen amigo, Paco Alemán. Será a las 19.00 en el Club de Prensa Canaria en León y Castillo.

Por lo demás, la semana que viene, creo que el viernes, hay un concierto de jazz en el Paraninfo de la Universidad. Y tiene buena pinta para los y las amantes de este estilo.

Saludos a todos(as),
JL

Audrye -

Por un lado, comentar que estoy de acuerdo con Jose Luis en la recomendación de Cortázar. Casualmente es uno de mis favoritos. Un maestro del cuento y de la narración corta, sin duda. Me gusta mucho "Rayuela" o "Historias de cronopios y de famas".

Y ya que estamos contando nuestras lecturas (nocturnas o no), ahí va la mía por si a alguien le interesa o por si ya la han leído. Estoy ahora mismo y no sé por cuánto tiempo más (pues se lee de un tirón) con las "Obras completas (y otros cuentos)" de Monterroso. No tiene desperdicio y muy recomendable.

Una lectura agradable para todas.

Paloma -

Ah, se me olvidaba, me dijeron que ayer estuviste dando una conferencia en el rectorado sobre personajes en la universidad. ¿Qué tal estuvo,hubo coloquio, la gente estuvo animada, o fue más bien el monólogo que estos temas imponen.
Besos

Paloma -

Muy buenas a todos, yo últimamente estoy leyendo a Gala en La pasión turca, la verdad,lo que más me está gustando es la forma tan clara de contar las escenas de pasión. Yo soy de las que opina que sin eso no se puede vivir y se nota que él, en la piel del narrador,hace vivir las cosas muy intensamente, como si la protagonista,Desideria, las estuvieran viviendo de verdad.
Jose Luis, por qué no nos recomiendas algún evento culturar interesante que vaya a tener lugar últimamente.
Besos.

José Luis -

Pertenece a una novela inédita ("Sin noticias del cielo") y venía a cuento de lo que estábamos hablando en aquellos días...

Sobre lo de la lectura, es que Borges es un autor de peso. hay que leerlo con calma y disfrutarlo aunque cueste un poco. Yo empezaría con Cortázar antes, que es un buen camino para llegar a Borges. Para mí es el mejor cuentista en lengua española. Seguro que te gusta.

A ver si los blogueros espabilan, que me están dejando la página retrasadita.

Saludos,
JL

Menganita -

Soy yo de nuevo...estaba leyendo mensajes pasados en el blog, y me gustaría saber a que pertenece el "trozo" del día 23/10/07 del Jose Luis. ¿En un relato?, ¿Pertenece a un libro? Gracias.

Buenas noches de nuevo.

Menganita -

¿Alguien se ha leído algún libro interesante últimamente? Yo después de terminar este (Échale un ojo a Carla) he intentado empezar a leer el Aleph de Jose L. Borges pero ahora mismo me resulta muy espesito. ¿Alguna recomendación?

¡Saludos!

José Luis -

Me alegra que hayas disfrutado, Menganita, con Carla (y de Carlota)...

Ahora te puedo contar la historia de los dos caminos de César. La cosa es que, después de escribir su primera reacción ante la famosa carta, me pareció que el persoaje se parecía demasiado a mí (es decir, yo hubiera hecho lo mismo) y no me gustó nada esa coincidencia. Quería una reacción diferente, quería ponerme en otro lugar. Así que retome la historia para darle otro prisma a la respuesta de César sin perder de vista al primero... Y poco a poco se fue creando ese doblez que no es otra cosa que dos formas de reaccionar ante una misma situación.

No sé si me expliqué o te lié más... Pero se trata de no jeringarle la lectura a quien no conozca a Carla, ¿no?

Saludos,
JL

Menganita -

Buenas noches,
Ya terminé el libro: “Échale un ojo a Carla”.Es genial la manera en la que está narrada la historia. Me reí mucho, y yo la verdad, pocas veces recuerdo haberme reido con un libro. Pero lo mejor sin duda alguna el... ¡no se como se le llama! Esa manera de escribir que en los diálogos, los diferentes protagonistas repiten las preguntas y se contestan. Que impotencia,de verdad,es que nunca lo había “visto” y no se como explicarlo.
Animo a que le echen un vistazo, que con uno ya es suficiente para empezar y quedarse enganchado. Es muy ameno de leer y en unos pocos trayectos de guagua te lo comes.
¡Ah! Se me olvidaba, dos cosas:
Una: No termino de encajar el tema de las repeticiones de las que se hablábamos el otro día aunque no dejen de estar curiosas (después de leer la explicación).Pero me hice la idea de que me aportarían alguna pista, algun mensaje, lectura entre líneas.
Dos: ¡Yo quiero una historia de amor como la de Carlota!

Espero no haberme ido mucho de la lengua, que si hay cosa que a mi me fastidia es que me adelanten acontecimientos ya sean en libros ya sean películas.
Un Saludo a todos.

Paloma -

Pobrecito,parece que todos los virus apuntan a una sola dirección.Sin embargo curioso es, una cosa lo que la intención pretende y otra muy distinta la percepción de quíen la recibe.
Saludos

José Luis -

Lo iba a hacer, de veras, pero ando con un virus extraño que me tiene baldado (otra vez).


Verás, Menganita, la cosa va a ir así durante buena parte de la novela. Porque mi preocupación estaba en cómo reaccionaría yo si me ocurriera lo que a César. Y uno puede reaccionar de dos formas, cuando menos... Y quise presentar esas dos maneras en la novela. Cuando la acabes la comentamos, si quieres. Si no, te quito el encanto.

Saludos,
JL

Paloma -

Haber si nuestro querido escritor deja caer alguna pista, no todas, para ayudarte a salir del atolladero. Besos

menganita -

Pues para no haberte leido el libro, ni conocer el contexto, ni la situación,ni saber lo que el escritor querrá decir con ello...¡menudo desarrollo! jajja. Muchas gracias de todas formas Paloma.
Y por ahí, ¿no hay alguien que se haya leido el libro? ¡No me lo creo! Pues si en este foro no me echan un cable, la cosa esta chunga.
Un saludo a todos.

Paloma -

Hola Menganita, yo no sé lo que José Luis habrá querido decir con eso teniendo en cuenta que no he leído el libro ni conozco ni el contexto ni la situación que describe. Pero puede querer decir muchas cosas. Entre ellas que la historia se repite igual y los personajes no cambian ninguna circunstancia para que eso no suceda. Puede ser que todo se repite igual y sin embargo no es lo mismo porque con el paso del tiempo las cosas no se ven de la misma manera aunque se repitan. Puede ser, seguro que lo ha hecho con intención, para que tú, el lector, te plantees o te cuestiones del por qué. Para ti seguro que es una cosa ahora y alomejor dentro de 10 páginas no es lo mismo porque otras cosas han cambiado dentro de la situación del texto y de la percepción que tu tienes de él al cabo de 10 páginas. No lo sé depende de ti y de tu lectura. Besos y feliz lectura sólo para ti.

menganita -

Hola a todos
Me estoy leyendo el libro de “Échale un ojo a carla”, lo empecé hace par de días y aún estoy por el principio. Hay una parte del libro en la que se describe una situación y a las 3 paginas se vuelve a repetir exactamente igual con las mismas palabras. No termino de entender muy bien el “porqué” de esa parte del libro. No quiero que me cuenten NADA, pero una pista si agradecería. ¿Lo entenderé más adelante?, ¿esa parte pertenece solo a la imaginación César? Una pista por favor…pero sin adelantar acontecimientos.
Muchas gracias.

Luz Vanessa -

Buenas a tod@s!! Cuánto tiempo! Hacía muchísimo que no pasaba por aquí y la verdad, ya lo echaba en falta. Me encuentro ahora mismo de vuelta a Valladolid y con las pilas puestas (voy a arrasar con todo, jejeje). Bueno, espero que ustedes esten tan bien como lo estoy yo. Muchos saludos a todos!!!

elena -

Hola a todas y a todos.


Gracias Audrye por tu recomencación de cine.


Intentaré darme un salto pero estoy muy saturada; entre el trabajo, las clases y el término de la novela, pues, de verdad, estoy a tope.


Pero, no obstante, siempre, siempre encuentro tiempo para ver una interesante película y a ser posible, con buena compañía.


Saludos cordiales

Audrye -

Durante el mes de noviembre, el Monopol pone unas pelis muy buenas de George Cukor (¿lo recuerdan en "My fair lady"?). Pues eso, es una muy buena recomendación para esta semana y para la próxima para los amantes (o simplemente amantes) del cine. "Luz que agoniza" o "La costilla de Adán" son maravillosas. Pasen por el Monopol y vean.

Un saludo y disfruten.

Un amigo -

Echar raíces. Arraigo y desarraigo. Todos tenemos la necesidad de sentirnos protegidos, primero, por la madre y el padre, luego, con los amigos, también, por la ciudad o el pueblo donde nos criamos y crecemos. Es una necesidad vital que da seguridad y vigila contra la locura y el dolor por la pérdida.
Los desarraigados, por el contrario, y de éstos hay pocos, han superado el dolor de la pérdida o la soportan estoicamente, o la entienden inevitable y la asumen consecuentemente.
Nos duele la pérdida de alguien querido -siempre es inesperada la muerte aunque se presienta; siempre sorprende la muerte aunque sea inminente-, pero pensemos que lo que vemos en los otros es el miedo a vernos como ellos, es el miedo a la propia muerte.
En una enfermedad, el cuerpo reacciona con un catarro, con una fiebre, con el dolor... El cuerpo es sabio, la mente es sabia. La muerte, por consiguiente, es la reacción definitiva y perfecta a un estado que agrava el cuerpo y el alma, la liberación del dolor, la pesadumbre, la angustia, el llanto... También de la risa, la alegría, el entusiamo, la pasión, el amor... ¿Las dos caras de una moneda? Yo creo que la mejor manera para ver una moneda es de canto.
Con todo el afecto, un saludo

José Luis -

Me parece una buena idea, Paloma. Pero me apetece más compartirlo con ustedes aquí en el blog que en la página. Así que ahí va. Por Lola. Y por ustedes


Mi querido Juanjo:

Me han propuesto unos amigos periodistas que narre, en apenas dos cuartillas, un verano de novela. Así. Tal cual suena. Parece que quieren invitar a los lectores de su diario a una lectura veraniega. Me gusta la idea. Tú bien sabes que no me sobra el tiempo. Que tengo algunas cosas a medias: un ensayo, un artículo, una nueva historia. Pero también sabes que escribir (y leer, el anverso de la moneda) es mi pasión, mi destino diría si no sonara tan cursi. Así que he decidido agarrar la pluma por los cuernos y en una terraza (no eches en saco roto lo de la terraza porque ya conoces mi devoción por ellas y, más temprano que tarde, volverá a salirnos en esta carta) he empezado a narrar mi verano de cuento. Sí. De cuento. He optado por trampear un poco a mis amigos y por cambiarle el género (no a ellos, que les va muy bien de hombres) al proyecto. Hace poco leía en algún sitio que la diferencia entre novela y cuento, amén de la estructura y los guiños de quien los escribe, está en la intensidad con que se leen. Uno (cito más o menos textualmente) puede dejar a medias y volver a retomar más tarde un noviazgo, pero jamás y nunca un coito. Por eso he decidido contarles este cuento a los lectores del periódico.
Pues mi verano ideal tiene que ver con todo lo que te digo. No con el coito, claro, que no conoce estaciones, sino con lectura y terrazas (te dije que volveríamos a ellas). Sí. Mi verano ideal, querido amigo, está más cerca de lo que puede pensarse. Dejo a otros más entusiastas y aventureros hablar de Jerusalén, Estambul o México DF. Yo me quedo en Las Palmas en agosto. A escribir. A leer. A descubrirle el alma a esta ciudad nuestra tan desconocida.
El verbo que más oirás en estas fechas es el de “desconectar”. Todo el mundo ansía ese paraíso: “necesito desconectar”, “lo importante es desconectar aunque sea unos días”, “quiero desconectar de tanto trabajo”. Yo, cuando lo escucho, miro de arriba abajo a mi interlocutor buscando un cable que le salga, por ejemplo, del talón de Aquiles o de la rabadilla. Pero no suelo hallarlo. La moda tendrá que ver, seguro, con los nuevos tiempos y el lenguaje de la tecnología al que me sabes tan desafecto. Yo prefiero gozar. Sí. Gozar. Por eso me quedo en Las Palmas, que en agosto amanece más sutil, que anda a otro ritmo, que huele mejor. Claro, Juanjo, todo Cristo está desconectando en Jerusalén, Estambul o México DF. Así que nuestra ciudad se queda libre para pasearla de una esquina a otra sin prisas, sin agobios. Para sentarse en una terraza, cualquier terraza, a ser posible que tenga buen café y buena vista, a leer un libro. No cualquier libro, claro. Esta ciudad se merece el mejor de los libros. Con menos ruido. Con más calma. Y con la panza de burro que nos alivia del calor sofocante y chinchoso de todas esas ciudades a las que nuestros paisanos van a desenchufarse de no sé qué rutinas. Y, entonces, sin moverme del sitio, con un café y un puro (doña Virtudes, la vieja que siempre anda quejándose del humo, también se ha ido este mes), estoy ahora en Israel con Amos Oz, en Turquía con Pamuk o en Ciudad de México con Carlos Fuentes. Y las tardes se ralentizan, dulces y melancólicas, con olor a verano y el leve sonido del viento entre los árboles. Sí, Juanjo, hay árboles en Las Palmas, sólo que nunca se oyen a no ser que sea agosto. Y las tardes son largas como un suspiro. ¿Aburrirse? Sólo se aburren los idiotas. Esto también se lo leí a alguien. Alguien, sin duda, menos tonto que yo.
Yo sé bien que mis amigos esperaban otro cuento. Pero qué quieres, chico, Las Palmas ha sido siempre mi obsesión, mi ciudad favorita. El día que nuestros paisanos la descubran, que nuestros artistas no consideren provinciano pintarla en sus lienzos y en sus novelas, que nuestros políticos comprendan la necesidad de cuidarla no sólo en vísperas de elecciones, verás cómo se pone de linda. Sí, Juanjo. Las Palmas, chico. He aquí mi verano de cuento. Y, si no, asómate un rato a verla y entenderás lo que te digo. Tiene malecón como La Habana. Y playa como Río. Y puerto como San Francisco. Y barrio viejo como cualquier ciudad del mundo. Y, sobre todo, terrazas, carajo. Terrazas como para una boda.

Paloma -

¡Hola! para intentar quitar este sabor amargo si es que se puede, Jose Luis,me gustaría si es que también puedes, que cuelgues en la página el artículo que escribiste en la prensa sobre las terrazas. Así de esta manera le haces un homenaje a tu compañera.
Besos.

Mirna loy -

Cuando una muerte hace una mella tan grande es porque antes hubo un amor inmenso.

Demos gracias por todas y cada una de nuestras cicatrices. Ni una sola queja por la mayor que tengamos.
Ni un solo lamento porque aunque pase el tiempo y parezca que, a veces, por momentos, lo olvidamos, vuelve a dolernos y a hacernos algún daño.

No olvidemos que luego, con el tiempo, incluso en esos momentos que vivimos sin fijarnos, sin reparar en ella, son los otros los que pueden ver esa huella, pues esa mella ya es parte de nosotros. SIEMPRE, en los momentos en que pasamos levemente los dedos sobre ella, en los momentos en los que luego hasta sonreimos, por ser ya no parte, sino nosotros mismos, con ella, gracias a ella.
Porque cuando una muerte hace una mella tan grande es porque antes hubo un amor inmenso.

Un amigo -

Quiero agradecer a José Luis esta página y a todos sus reflexiones sobre la vida. Con este poema hago una breve intervención a estas cuitas últimas sobre el amor. Pero el amor visto desde los años vividos y el recuerdo. Un saludo a todos.

Tras la olvidada sombra de las amapolas,
el amarillo de las flores embelesa los rostros
de los amantes,
que pasean por idílico arrabal de lóbregas luces,
que cogen y entrelazan las manos sarmientas de los muertos,
que avanzan sus pasos hacia la luz oscura de la perspectiva.

No quiero recordar aquellos dulces y tristes momentos
tan llenos de amor, ternura y desesperación.
Esperábamos el atardecer del día
en que desaparecieran todos nuestros muertos,
todos nuestros miedos, todos nuestros recuerdos,
tan tristes, tan tristes, tan tristes.

La tristeza nos ahogaba y rechazábamos el momento
donde la consumida manzana rezumaba su savia
por entre los escotes y vestigios de los cuerpos.
Olvídanos, amor, que ya vivimos lo vivido
y no deseamos retornar a la angustiosa y anhelada juventud.

En esta madurada vejez las uñas se secan, la piel de los dedos
se escama y tinta la cara de manchas que anuncian.
En esta madurada vejez, los viejos duermen despiertos
y esperan en los bancos de las ramblas el momento de las amapolas,
la zarza encendida de los atardeceres crepusculares,
la verdura otoñal de los olmos
y la plácida muerte de las mariposas.

Elena -

Hola a todos los que alguna vez se han paseado por este blog literario.


Hoy estoy triste y la tristeza me invade el alma. Sí, es verdad una amiga se nos acaba de ir. Dolores Campos, Lola para los que la conocíamos. (Me sumo al homenaje de José Luis)

Tuve la oportunidad de conocerla y nunca mejor dicho, la dicha de conocerla. (perdón por la repetición)


Lola era así, simplemente LOLA. Siempre me animaba a escribir. Haz esto, haz aquello. No, así no. Y aprendí, aprendí mucho con ella. Es verdad que todos los días se aprende, todos hasta que nuestra presencia física se va.


Todavía recuerdo aquel primer día cuando la conocí. Semblante tímido pero cálido, muy cálido.


"Lola, desde aquí, tu humilde amiga y compañera de escritura, quiero decirte que aunque tu cuerpo no esté con nosotros, en mi alma y en mi corazón, has abierto una brecha díficil de cerrar. Te has colado dentro y siempre guardaré el mejor recuerdo.
Y seguiré tus consejos que me enviarás a través de tus aliados angelitos.

Un beso muy cálido"


Perdonen a todos pero es que tenía que echar estos sentimientos hacía afuera.

Sin más, quiero enviarles a todos mi mejor deseo de felicidad.

Elena

blanca -

una sola puntualización (mejor un solo añadido) al bellísimo discurso del personaje: tienes que creer que es lo mejor del universo... para ti. Con todas sus imperfecciones.

José Luis -

Siento el abandono en que les tengo. De verás. Una gripe jeringada me ha maltratado durante una semana y, cuando me había recuperado de ella, nos ha llegado una noticia cruel por inesperada. Quiero dedicar este comentario a mi colega y amiga, Dolores Campos Herrero, que se nos ha ido con la noche del sábado. Lola, allá donde estés, guárdanos hueco para la tertulia; a ser posible desde donde se vea el mar.

Uy cómo se está poniendo nuestro blog. Yo no sé mucho de esto, pero encontré un pequeño fragmento en que uno de mis personajes intenta explicarlo. Es teoría suya, ¿vale? A ver si luego me van a salir con vainas, jeje.

[…]

En otras circunstancias hubieras tomado como un cumplido aquel tuteo y aquella insinuación, pero estabas roto. Ni tu cuerpo ni tu alma ni tu mente andaban para romerías. Fue la primera conversación seria que tuviste con ella. Lo del cuerpo, el alma y la mente. Le explicabas a Macarena, mientras la muchacha te guiaba con paso firme y una toalla azul doblada sobre el brazo a la famosa suite del Santa Catalina, tu teoría acerca del funambulismo y el amor. ¿El funambulismo? El equilibrio. Te referías al equilibrio. Era algo que llevabas rumiando algunos años cada vez que intentabas interpretar por qué era tan difícil hallar acomodo en un mundo tan lleno de contradicciones. Según esa teoría, así como la esencia de la naturaleza se componía de cuatro elementos (agua, tierra, aire y fuego), la esencia del hombre estaba compuesta por tres: cuerpo, alma y mente. ¿Y la de la mujer? Por supuesto, también la de la mujer, te referías al ser humano en general, no había que ser tan susceptible, Macarena, caramba. El caso es que, para que todo funcionara de un modo correcto, para que el ser humano mantuviese la armonía con la naturaleza, esos tres elementos debían estar equilibrados.
Incluso adornaste tu tesis con ejemplos.
A saber: los sabios se lamentan porque nunca saben lo suficiente, mira, si no, la duda cartesiana; los buenos porque nunca son demasiado virtuosos, de ahí que sigan mortificándose con el cilicio hasta despellejarse vivos; y los bellos, porque a cada poco se descubren una arruga o un pliegue con los que no contaban. De manera que para alcanzar la plena felicidad, si es que tal cosa existe, que tú jamás has creído tamaña estupidez, hay que mantener un equilibrio escrupuloso al treinta por ciento. ¿Al treinta por ciento?, eso suma noventa, ¿qué hay de los diez que faltan? Ah, amiga, ahí tenemos el residuo fluctuante. A lo largo de la existencia, ese diez por ciento va acomodándose a las circunstancias. Sí. Pendulea de un lado a otro. Lógico, ¿no? Cuando se es joven, el cuerpo pesa más que el resto. Cuando uno madura, es la mente la que ocupa su lugar. Y en la vejez, cuando al cuerpo y la mente les da por chochear, sólo te queda el alma; si no, que Dios te coja confesado.
Hasta ahí a Macarena le pareció una teoría linda. Algo disparatada, pero linda. Sin embargo, la Velasco no era de las que se conformaban con una simple explicación. Necesitaba más. ¿Cuánto más? En principio, hasta saber dónde encajaba en esa teoría lo del amor. Ah, claro, eso. Eso era más complejo. Mejor que Macarena se sentase. ¿No te importaba que estuviese allí mientras tú te lavabas? No. Tú no tenías nada que esconder. O nada que enseñar, que no es lo mismo pero es igual. Claro que, a lo peor, la directora sí se sentiría incómoda. Y en la antesala del aseo había una sillita que parecía cariñosa. Mejor. Así ella no podría verte pero sí escucharte. ¿Por dónde ibas? Ah, sí. Lo del amor.
Era una consecuencia, desde luego. Una vez que se estaba en armonía, que uno se comprendía a sí mismo, era el momento de entender al otro. Y si lo primero era difícil, ríete de los peces de colores, porque lo segundo era puritito encaje de bolillos, alta definición, suma ciencia. ¿Complicado? Muchísimo. Tú tenías experiencia. ¿Muchísima? No, escasamente tres. Sí, como lo estaba oyendo Macarena. Cuarenta y pico años y sólo tres amores. Tres. Como las Gracias de Rubens. Como las virtudes teologales. Como las hijas de Elena, sólo que allí todas eran buenas. Por supuesto que sí. Todas. Cada una en su elemento. La primera tenía el corazón más grande que el océano; la segunda discutía con la frialdad de un iceberg; y la tercera escondía un volcán bajo la falda. ¿Dicho así, con las tres juntas se hubiera creado la mujer ideal?
Desde luego que no. Eso era un truco rastrero. Una fullería de trilero barato. No. La vida no admitía ese tipo de componendas. No. No se trataba de crear a la mujer perfecta. Eso se lo dejarían a Dios, si es que Dios estaba por la labor. Qué va. Se trataba de encontrarla simplemente. Y Macarena no debía de llevarse a engaño, porque era más difícil encontrarla que crearla. Y que se fijase bien que no se trataba de que todas las piezas encajaran del todo. Eso era la luna y tú no pedías la luna. Tú acaso buscabas una mujer menos tierna, menos astuta y menos pasional con la que despertar cada mañana. ¿Te hubieras conformado con eso? No era cosa de conformarse, ése era un verbo que jamás te gustó. Uno puede conformarse con una casa más pequeña, un coche menos rápido, unas vacaciones más cortas. Uno se hace a todo. Pero cuando se trata de la persona que quieres no valen los apaños. Tienes que creer que es lo mejor del universo. Si no, mejor ni intentarlo.
[…]


Saludos,
JL

Paloma -

Lo siento señores el comentario de antes de Paloma y de Carlos lo escribì yo Paloma, lo que pasa que casi que lo hice pensando en masculino en Carlos por eso que me equivoqué. Espero que me perdones Carlos. Yo siempre hablo por mí no en lugar de nadie. ¡Ahi! el inconsciente. La verdad es que esto me resulta divertido. Besos.

Paloma -

Pobrecito/a, Cabrera mal me lo pones, hombre/mujer. Si uno pide es porque tiene y lo sabes.A estas alturas faltaría más. Quizás tu propia reflexión en voz alta, está bien para que te la digas a ti en tu propia voz baja. Lo otro de esperar, "fumando espero al hombre que más quiero" que diría Sarita Montiel. Pero hombre, éstos son otros tiempos, ya ha llovido. Quíen lo encontró será tan inteligente como para saber que no hay nadie perfecto y que lo que importa es el acercamiento en lo que no está tan cercano. Mi felicidad va por ahí.
Besos

Carlos -

Pobrecito/a, Cabrera mal me lo pones, hombre/mujer. Si uno pide es porque tiene y lo sabes.A estas alturas faltaría más. Quizás tu propia reflexión en voz alta, está bien para que te la digas a ti en tu propia voz baja. Lo otro de esperar, "fumando espero al hombre que más quiero" que diría Sarita Montiel. Pero hombre, éstos son otros tiempos, ya ha llovido. Quíen lo encontró será tan inteligente como para saber que no hay nadie perfecto y que lo que importa es el acercamiento en lo que no está tan cercano. Mi felicidad va por ahí.
Besos

Cabrera. -

¿los 5 secretos? a mi esto me esta empezando a sonar a libro de "seccion autoayuda", o peor aun..a esos mail que hay que mandar a mas de 10 personas porque si no cae sobre ti la maldición de verte solo el resto de tus dias.
El secreto puede que sea mirarse uno mismo y pensar que tenemos nosotros para aportar antes de pedir, podria rebatir cada uno de los 5 secretos.
A veces mas vale sentarse y esperar que buscar y no encontrar nada.Ah! y por favor , si alguna mujer encuentran a ese supuesto "hombre ideal" quiero que me presenten a la mujer que lo encontró y se cree digna de el.
Un saludo.

Paloma -

Gracias por tu opinión y dile a Jose Luis que entre,que se moje y que se enfangue si quiere. De todas formas lo de hombres y mujeres es genérico porque al final creo que se trata más de personas individuales y de diferentes maneras de reaccionar ante determinadas actitudes. Seguro que yo como mujer funciono diferente a otras mujeres y ellas a su vez conmigo en la misma circunstancia.La culpa de lo del hombre ideal y princesas y príncipes azules lo tiene la cultura, la iglesia (el hombre para siempre) y las creencias. En donde está escrito las experiencias y las vivencias que vivimos y las que nos quedan por vivir. Besos.

Carlos -

¿Una opinión masculina? Mmmmmm... Creo que Jose Luis ha salido y me ha dejado solo ante el peligro. No sé si valdrá la de un tipo que aún sigue torpe, con tiritas e inexperto en estas cosas.

Con respecto a los cinco secretos de una mujer feliz, creo que hay (y debería haber) algo más. De hecho, creo que hay más de cinco secretos y algún que otro as bajo la manga que aún desconocemos. Se acabaron las doncellas en apuros y los caballeros andantes. Y menos mal, ya iba siendo hora. El “ars amandi” se ha renovado. Ha llegado un soplo de aire fresco y con olor a perfume dulzón. Ahora sí que entramos en la vieja literatura: en la mujer. El recurso literario más hermoso y leído de todos.

Pero no sé. No me hagan mucho caso. Aquí sólo habla alguien que no está de vuelta en nada sino que sigue sorprendiéndose todos los días.

Estoy de acuerdo con Blanca en lo de “haberlos hay-los”, tanto para unos como para otras. Pero la desilusión o la decepción es el precio que pagas por encontrar, tarde o temprano, el/la que buscas.

Saludos.

Paloma -

No te preocupes Blanca, que con lo que me encontrado yo por ahí, las apariencias a primera vista fallan, y en cuanto empiezas a rascar un poco, lo mejor es darte la media vuelta y quedarte como estás. Tanto opinar nosotras y los hombres de por ahí arriba, "calladitos como tocinos" ¿no? Anímense, parece mentira que tengo que tirarles de la lengua. Con lo reducido que están en cuanto a integrantes de este blog y no se pronuncian. Vaya por Dios.
Besos

blanca -


Paloma, a lo ancho y amplio del mundo hay muchos hombres y, créeme, algunos cumplen todos los requisitos en un pack 5 en 1. Pero hay que salir, hatillo al hombro, a encontrarlos. No te conformes con menos. Aunque no me atrevo a dar consejos en esa línea, no soy lo que se dice muy experta en el tema. Es decir, que me he llevado batacazos. Pero haberlos hay-los.

Un saludo a todas y a todos

Paloma -

No te preocupes hombre, que el no entender es unisex,y a veces es muy saludable, sobre todo cuando nos pasan cosas catastróficas o algún trauma aunque la verdad esto son otro tipo de incomprensiones. Me pregunto si tienes opinión al respecto de los cinco secretos de una mujer feliz, o ya tu estás de vuelta de estas cosas y asumes lo que la realidad te va poniendo por delante.Ver otra visión y masculina no me vendría nada màs. Grancias

Carlos -

Por alusiones (nuevamente): ¿qué?

En mi "¿qué?" no hay enfado alguno. Todo lo contrario, mujer. Lo que hay es un no entender nada de nada. Se deberá a mis genes XY.

Saludos, nuevamente.

Paloma -

Hombre,no te enfades, que las pasiones y las intrigas están dentro de la literatura porque ambas tienen la misma raíz que es el ser humano y divertirse con ella no es nada malo. Al contrario, es una maravilla cuando me pongo a escribir y me divierto haciéndolo.Tampoco vamos a ponernos como en un cuartel,hombre, que por culpa de eso hay muchos Irak, Si quieres ir más lejos, absolutamente todo lo que se ha escrito hasta la fecha aquí es literatura en un sentido o en otro. El tema es que unos nos expresamos de una manera y otros de otra. De todas formas en Carnaval la gente lleva máscaras, nos divertimos y no pasa nada.
Un saludo Carlos y no te enfades que tampoco es para tanto. Yo en mi literatura y tu en la tuya. Saludos

Carlos -

Por alusiones: ¿qué?

Un saludo, Paloma.

P.D: un poco de literatura, por favor.

Paloma -

Y si eso lo digo yo por qué lo pones en boca de Audrey, me ignoras ¿es que yo te doy miedo? o es que ella te hace tilín tolón, tolón Carlos. Me parece que tú Carlos estás un poco enmascarado ¿no?, y muy evidente ¿no?

Carlos -

Pues sí Audrye. Qué razón tienes, chiquilla. En fin.
El amor llega (aparece), se va (desaparece) pero no se olvida por mucho que uno se lo proponga. Le das su espacio. Y lo dice un tipo bastante torpe y desentrenado en estas cosas.
Ya lo de las palomas... no sé. Soy de letras y con tendencia a la melancolía y a darle vueltas a todo. Así que lo de las palomas, no sé yo (¿?).

Saludos

Paloma -

Esto que sigue lo encontré en un archivo en un fondo de escritorio, ¿qué me dicen ustedes? yo ni afirmo ni niego.

LOS CINCO SECRETOS DE UNA
MUJER FELIZ


1. Es importante encontrar a un hombre inteligente
que comparta contigo las responsabilidades, los gustos, los sueños...

2. Es importante encontrar a un hombre alegre, que
disfrute de las
conversaciones, los bailes, las risas...


3. Es importante encontrar a un hombre tierno de
quien puedas depender afectivamente sin que por ello te subordine...

4. Es importante encontrar a un hombre que sea buen
amante y que siempre desee tener sexo contigo...

5. Es muy, pero que muy importante, que estos 4
hombres no se conozcan entre sí...

Enví¬a esto a 5 mujeres inteligentes que necesitan una sonrisa y a 5
hombres inteligentes que puedan soportar la realidad...

HOMBRE, yo en mi caso digo, claro que todo eso se puede encontrar en uno SÓLO. ¿NO?.
BESOS.

Paloma -

Que bien Audrye que bonito es el amor,¿no? Las palomas vuelan y el amor aparece, desaparece y se olvida, ¿qué me dicen queridos lectores?
Besos.

Audrye -

Está gracioso el enlace a Bremen. Qué lujo irse tan lejos y sentir que están tan cerca a tus historias, Jose Luis.

Vaya, el blog ha tomado una línea melancólica del carajo, cónchale. Y creativa, muy creativa. Me gusta.

Qué bonito, Carlos. Pero a los perfumes que dejas entrar son difíciles de olvidar.

Mirna loy -

...Relatillo....

ELLA, dió una larga calada a su cigarrillo.Al girar su cabeza para exhalar el humo, me vió y me saludó con un guiño y una sonrisa. Como un matón saluda a otro de su mismo bando. Y juro que en ese momento me llegó su humo, e inspiré hondo, para metérmelo en el cuerpo bien profundo,después de haber pasado por el suyo.

Me acerqué resuelto hacia ella, y como siempre, me sorprendí de lo cómodo que me sentía al hacerlo.
En los primeros 30 segundos de cada uno de nuestros encuentros (o más bien tropiezos) conseguía revirarme el cuerpo, como si llevara la cara -espejo del alma, dicen- oculta cual avestruz y el corazón al descubierto. Y luego, con tan solo confirmar que había captado mi presencia, me sentía como si me hubiese tropezado conmigo mismo. Vamos, por una parte encantado de haberme conocido y por otro totalmente acojonado porque no sabía por donde podría salirme.


- ¿Qué hace un sitio como este rodeando a una chica como tu?

Estaba claro que la frase no era mía,pero que le vamos a hacer, al menos ella pareció perdonarmelo. Porque tras cerrar mi bocaza, se levantó y desplegó sus alas, digo, abrió sus brazos y me susurró:

- A mis pechos, camarada.


Confirmado, acababan de abrirse las puertas del infierno y estaba de lava hasta el cuello, a la espera de que este ángel exterminador hiciera de mí lo que quisiera.
Olvidé pedir que me ataran a un mástil cual Ulises y deseé haber tenido una Penélope que me esperase en casa o un Telémaco que viniera a rescatarme.

José Luis -

Pues sí, Mirna. La verdad es que fue un honor, un placer y una emoción (todo en uno) lo de Bremen. Me trataron maravillosamente (de ahí mi cara) y conocí a unos cuantos lectores de la versión alemana de Ricardo Blanco, lo que no es poco.

¿Has visto el nivel que está adquiriendo nuestro blog? El personal se está animando a hacernos partícipes de sus creaciones. Me encanta, me encanta.

En cuanto a la última aparición de Fabio, no me culpen si me alegro haber despertado esas emociones. En el fondo es lo que uno busca. No se trata de contar cosas originales o que a nadie le ocurren. Es justo lo contrario: uno busca crear personajes creíbles (reales nunca son) con los que el lector pueda identificarse. Y me da a mí (aunque esté mal que lo diga yo) que todos tenemos un poquito de Fabio.

Saludos,
JL

Mirna loy -

¡Qué suerte Pepillo!
Te invitan a Bremmen, a un certamen "de lo tuyo" (o bueno, de una de tantas cosas que son "lo tuyo"), y hasta quedas bien en las fotos (hablo de tu cara de "privao" que denota una felicidad...)

Vamos, que no solo hablo con envidia por el pedazo de caxo de trozo de viaje y evento sino que debe de dejarle a uno un buen regusto que le reconozcan a su mérito/obra/esfuerzo...

¡Felicidades, enhorabuena y todas esas explosiones de júbilo y alegría por lo bueno que a los que apreciamos le sucedan!
Muaka, wapíssimo

Mirna loy -

Bueno Tracy, espero que el transito entre esa etapa de tu vida que acabas de terminar y la que le sigue sea lo más breve y menos triste que puedas. ¡Porque está en tu mano, eh!

¡Qué coño! Ya has comenzado otra de tantas etapas de tu vida, que gracias que podemos tener muchas. Y no querrás empezarla con mala cara.

Ya sé, ya sé, que es triste este momento, y de acurdo con los compañeros que te han escrito. Como consejo, pueh, cada uno es cada uno y se pueden decir muchas cosas, pero:

No entierres nada, forma parte de tu experiencia y tu bagaje, más que eso esa etapa eres tu, durante la misma y lo que eres hoy, y lo que serás mañana según lo que ahora hagas.

No entierres nada ni a nadie. Ya pasó es lo único cierto. Quédate con lo bueno, asume lo malo. Pero no desvirtues tu futuro recuerdo de esa historia con los malos sentimientos que puede que ahora dejes que te invadan. Tampoco te "deleites" o te demores en este momento. El "duelo" hay que pasarlo, está claro, sino nada se asimila. Pero carajo, tu y solo tu decides como pasarlo.

Así que ánimo. Abrazo virtual muy fuerte desde este otro ser humano.

Ingrid -

Hola a todos y a todas.

Estoy ausente unos días y me encuentro este panorama.


Pero bueno a qué tanta tristeza. Ya lo sé Tracy Lord que duele y mucho. Y qué cada día se te hace más pesado. Pero, como bien dice Arice, la vida continúa y ten por seguro que si esta puerta se cerró, se te abrirá una mejor. Nuestro camino está lleno de lecciones que tenemos que aprender y quedarnos con los mejores recuerdos. Esos recuerdos son los que nos alimentan aquellos rincones de nuestra alma. Tienes que vivir el momento que estás pasando. No lo escondas ni lo reprimas. Llora o grita si tienes que hacerlo. Eso te liberará y te dará impulso para seguir en la lucha diaria. Y cuando menos te des cuenta, la tormenta habrá pasado. Y con el paso del tiempo te reirás y recordarás con cariño los felices momentos vividos con él. Además te digo una cosa Tracy, yo prefiero aventurarme en una historia de amor, dejar los miedos a un lado, aunque termine en fracaso, con el consiguiente sufrimiento, que dejar pasar de largo ese tren; porque luego me arrepentiría de no haberlo vivido. Y si lo hago, significa que estoy viva. Además hasta que no se prueba no se sabe si va a funcionar y es muy chungo quedarte con esa duda.


Esto es igual para nosotras que para ustedes, Carlos. Pisciano. Romántico. Tranquilo. No te preocupes, un día me dijo precisamente un amigo pisciano, hace ya varios años, que “caminantes somos y en el camino nos encontraremos”.



Lo más importante es ser buena persona. Vivir lo más posible, ya que en cualquier momento nos toca el billete de vuelta (ayer estuve en un entierro y eso me abre más los ojos) y, para dar el toque de humor, ya que estoy exprimiendo mucho mi corazón, escribir mucho. Sí, hay que escribir mucho. Porque el papel en blanco es un buen amigo a la hora de abrir nuestra alma.



Sin más.

Cuídate Tracy Lord, vales mucho y la vida te compensará. Ya lo verás.


Saludos cariñosos
Ingrid


Pd: Atención chicas!!! Y cómo dice una amiga mía: Si los hombres no se dan cuenta de lo que valemos, es que tienen que ir al oculista a revisarse la vista y ponerse gafas. Lo malo es que para cuando se las pongan y lo vean claro, sea demasiado tarde.

Bueno este dicho vale también para los chicos pero a la inversa. ¡Qué yo los quiero mucho, sobre todo cuando se ponen como los ositos de peluche, qué tiernos!!

Un beso caluroso para los chicos (No se enfaden)

tracy lord -

Gracias Arice, Gracias Carlos. Sois un encanto. Tocar el tema del desencanto es como abrir la caja de los truenos. ¡¡¡Bummmmmmmmmmm!! ¡Jodido y bendito amor que tantas alegrías y tristezas nos dá!. Pero no importa. Como alguien me dijo un día: "a tí por lo menos te han querido" Y que quieren que les diga, yo me quedo con eso. Vale la pena ( Buaaaaaaaaaaaaaa).
Bromas aparte, gracias de nuevo chicos. Me ha encantado tu poema Arice. Acabo de "enterrar" a un amor en un lugar maravilloso en el que solo debería vivir y vivir y mas vivir ese sentimiento delicioso, pero así es la vida y como dicen en alguna peli........ "la vida se abre camino" y de ahora en adelante, sale de nuevo a batallar la fiera de mi niña.
Saludos cariñosos
P.D: Esto era una tertulia literaria, verdad? Lo siento, de ahora en adelante sólo le daré caña a Fabio, Laura (Diana), Dionisio, Fidel, Nadia y todos los que se vayan asomando a este desfile.

Carlos -

Creo que el episodio de Fabio lo hemos pasado todos/as. En un bando o en otro.
Tracy Loord, no voy a masacrarte ni a darte caña y sé que suena a topicazo publicitario o a mahoma de la conchinchina pero tu mejor aliado en estos casos es el tiempo. Hazte amiga del tiempo y deja que sea tu confidente y verás como todo pasa.
Es curioso que te lo diga un tipo como yo. Un tipo que se marchó a Tenerife con la esperanza de que el perfume de ella o su risa tan contagiosa no llegase a mí. Y qué quieres que te diga, llegaba quisiera o no.
Vaya, ha salido mi vena melancólica típica de pisciano, cónchale (o eso diría ella).
Un beso grande, Tracy. No dejes que el desencanto te tape los ojos. Hay mucho que ver ahí afuera.

C.K Dexter Haven

Arice -

Un poema que escribí referente al desamor.

"Muerte simbólica"


Hoy decidí enterrarte…
Y dentro de tu ataúd cada recuerdo
Tu ropa, tus cartas, tu perfume...
Y ese amor gratuito que me regaste
Todo lo que me recordara a ti….

Hoy decidí enterrarte
Y mi pena no quiso salir
Mis ojos estaban como un desierto
mi cuerpo rígido, crujiente
Mi semblante frío como el hielo…

- Toda esa mentira que creaste
Tanta maldad e hipocresía
Que mi mente aún no comprende
Y mi corazón sangrante por dentro -

¡Hoy decidí enterrarte!
Y esta muerte simbólica
La grabaré como fuego
Para que siempre recuerde mi piel
¡Que tú para mi, has muerto para siempre¡

26-05-2007

Arice -

Tracy Lord:
… Pero la vida continúa, todo a nuestro alrededor sigue su marcha tal como siempre y sin embargo, se nos hace un nudo en la garganta, una opresión que no nos abandona en ningún momento. Todo parece detenerse en el tiempo. Experimentamos la triste conversación con nosotros mismos.

¡Que difícil, Dios mío! decimos, ¿qué hacer para recuperar su atención, su amor? Y se nos ocurren tantas cosas... pero, ¿vale la pena realmente? Solo si contestamos a unas simples preguntas, objetivamente, sin compasión, ni miramientos de ninguna clase, entonces podemos estar cerca de sacar la mejor conclusión, aunque nos duela, pero al razonar, meditar y reflexionar, podremos decirle adiós desde el interior con menos sufrimiento y mayor fortaleza.

A menudo somos más hábiles manejando los conflictos de este turbulento mundo que manejando los conflictos interpersonales. Cuando nuestras vidas se llenan de contradicciones y frustraciones, con frecuencia estamos mal preparados para encontrar soluciones. Queremos guiarnos por la razón, pero dejándonos llevar por las pasiones, libramos una batalla contra nosotros mismos, una batalla que nunca acaba en victoria definitiva.
Sólo somos esclavos de nuestros sentimientos hasta que aprendemos a comprenderlos y controlarlos. Los sentimientos irracionales sólo conducen a confusiones y desorden.
No es necesario disculparnos constantemente por lo que sentimos. El amor nace de los sentimientos, pero se nutre del intelecto. Cuando los equilibramos, estos dos ingredientes esenciales aseguran tanto nuestro desarrollo en el amor como en su supervivencia.

Besitos y abrazos a todos/as

tracy lord -

Buenas noches a todas y todos. A Jose Luis decirle que el último episodio de Fabio parece sacado del libro de mi vida. No es Laura, es Alberto, que más dá. Igualmente doloroso, igualmente absurdo. No hay manchas, ni quitamanchas. Ahora hay algo peor y es el desencanto. Más triste aún si cabe. Perdonar que haya personalizado un poco, pero como diría Rafael (.......... que tengo el corazón en carne viva, que yo no sé olvidar como él olvida.) ¡Fuerte cursilada! pero ahí queda. Masacrarme un poco, necesito que me den caña. Saludos cariñosos

Arice -

Hola gente... espero que este largo finde lo disfruten plenamente.
Aquí les dejo un poema...

Saludos y abrazos a todos/as.

\Sentimientos//

Solo sé que desde lo más profundo de mi alma,
sentía lo más maravilloso y celestial que un ser pudiera sentir,
sentir que te amaba, te adoraba cada minuto, cada segundo de mi vida,
celosa de todo aquello que pudiera dañarte...

Hasta en lo más mínimo, protectora como una esfinge
y guardián de tus sueños... así te tuve dentro de mí,
te alimente con cada pensamiento,
arrancado de mis más remotas sensaciones y deseos...

Te tuve hasta ayer, encerrado cual genio en un cofre de cristal...
que de repente se rompió y todo aquello que guardaba
se escapó súbitamente y casi sin darme cuenta,
te tuve frente a mis ojos, es desde entonces que comprendí
que lo irreal, puede ser real, tan real...
Como tú... que un día te tuve en mis sueños
y hoy te tengo en mis brazos...

Ingrid -

Gracias Mirna por tu opinión es tan aceptable cómo la de cualquier persona.

Y gracias también a Arice. Eres cuarentona, perfecto, igual que yo. Debe ser que las entraditas en años somos un peligro para las más jóvenes porque vivimos nuestra segunda adolescencia pero con más experiencia.



Y qué va a pasar con la historia. Aquí sigue:




"Así transcurrieron varios días hasta que la tarde del tercero, Raquel decidió dar una vuelta por Playa del Inglés. A eso de las seis se acicaló. Se vistió con una falda larga, blusa de tiros y sandalias. Quería lucir el ligero tono dorado de su piel. Se montó en su coche y condujo hasta el Centro Comercial Centrum. Aquí está ubicado el Jumbo, el paraíso de los gays y lesbianas. Le parecía estupendo que los homosexuales tuvieran su espacio de encuentro. Cómo dice el refrán: “Dios los crea y ellos se juntan”. Ella se refería a todos los seres humanos. Todas las personas, indistintamente a su inclinación sexual, tenían derecho a tener su espacio, a codearse con su gente y dar rienda suelta a sus gustos. Pero éste no era su destino. Ella se dirigía a un restaurante que estaba al lado de éste Centro Comercial. Al llegar, aparcó. Salió de su automóvil y entró en el Hard Rock Café de Gran Canaria. Fue directamente al sótano. Por todo su camino observó con detenimiento la decoración del local. Todas las paredes estaban adornadas de fotos, dibujos, ropas e incluso instrumentos de cantantes. Todos de rock. Se paró en seco delante de una de ellas porque le atrajo muy especialmente. Era una foto de Los Beatles. Y curiosamente estaba firmada por los míticos cantantes. En otro lado vio una guitarra solista que perteneció al cantante argentino Ariel Rot. Se sentía como una niña. Siempre le gustó el rock. Recordó cuando de jovencita veía con sumo placer, las películas protagonizadas por el Rey del Rock and Roll, Elvis Presley. ¡Qué guapo era! Con esa sonrisa tan coqueta que la había cautivado. También recordó sus años de adolescencia. Cuando contaba diecisiete años, formaba parte de una pandilla en su barrio. Varios componentes, los más atrevidos y apasionados, habían formado un grupo de rock. Se hicieron llamar “Brown Sugar”. Ella y todas las chicas de la panda se chiflaban por los músicos. Bueno, músicos, músicos, no. Más bien aprendices. Había uno muy especial. Se llamaba Miguel. Tocaba el bajo y en varias ocasiones habían salido juntos. Nada serio. Al final, él se fue a hacer a mili a Gando al Ejército de Aire y ella siguió sus estudios.

Buscó una mesa. Le apetecía disfrutar de una tarde diferente. Se sentó. Enseguida una muchacha se acercó. Por el acento se dio cuenta de que era extranjera. Americana. Lo supo porque su curiosidad le hizo preguntarle. Pidió una ensalada y una coca cola grande y fresquita. Estaba harta de tanta comida. Mientras esperaba, mataba el tiempo viendo los vídeos musicales de tantos grupos de rock. Vio a un Elthon John mucho más joven. Sentado delante de un piano. Se sonrió. Le hizo gracia la vestimenta propia de aquellos benditos años setenta y ochenta.
De repente, notó dos ligeros toques en su espalda. Se giró y lo vio. Era el misterioso caballero del hotel. En un castellano limpio se dirigió a ella:
-¿Puedo sentarme contigo?
Aunque no era su costumbre de que un desconocido compartiera mesa con ella, le contestó que sí. Su intuición así se lo recomendó. A todas estas, llegó la ensalada y su coca cola grande. La camarera entonces al ver que había otro comensal, se adelantó y trajo otro juego de cubiertos.
-Perdona mi intromisión pero es que a veces odio comer solo. Al verte pensé que ya que nos habíamos visto en el hotel, que no te importaría.
Atractivo e inteligente. Una mezcla poco común, pensó.
-No te preocupes. A mí también me pasa. Comer sola está bien de vez en cuando. Pero siempre es mejor hacerlo con buena compañía. Me permites una pregunta. ¿Tú no eres de aquí, verdad?
-No, no soy español. Soy alemán.
-Alemán, curioso, no me lo había imaginado. Hablas muy bien mi idioma…."



Un beso y feliz finde.


Saludos
Ingrid

Arice -

Crónicas de Un amigo viajero
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En un mundo en el que hasta hace muy poco, la inmensa mayoría de la gente vivía y moría en el mismo lugar donde había nacido, el viajero se convierte con facilidad en un personaje extraordinario y misterioso, y sus narraciones traspasan la frontera del prodigio para adentrarse sin reparo en la especulación de lo fantástico. Hay dudas serias acerca de la veracidad del viaje de Marco Polo a china. ¡Que raro que no viera la Gran Muralla! Pero su libro tuvo una inmensa influencia en la Europa de la Edad Media. La lectura del mismo animo a Cristóbal Colon en el insensato proyecto de alcanzar las indias orientales, navegando hacia ¿el? oeste.

En el siglo XIV, el erudito marroquí Ibn Battuta emprendió un viaje hacia Meca y después hacia las fronteras mas lejanas de los territorios del Islam, ¿qué le ocupó? más de media vida, y lo contó en libro tan copioso como el de Marco Polo. En él sus observaciones sobre botánica y costumbres se cuentan con la misma naturalidad que las mayores fantasías, hasta había visto el ave Roc, que levanto entre sus garras a Simbad el Marino.

Aun más excitante que el relato del viaje terrestre es el de la aventura en el mar. El mar seduce y da pánico al que habita en tierra, como un abismo siempre a punto de abrirse y tragarlo, poblado de monstruos, no limitado por nada en absoluto.

El indio Lacota " alce negro" , que había participado en la batalla de Little Big Horn y que dictó sus memorias a principios de los años treinta del siglo pasado, vio por primera vez el mar cuando se embarco hacia Inglaterra en un vapor de pasajeros. En cuanto las olas del atlántico empezaron a sacudir el buque, Alce Negro y sus compañeros de tripu pensaron que se estaban acercándose al borde donde terminaba el mundo plano de su cosmología y antes de hundirse en el vacío se pusieron sus vestidos de morir y golpearon los tambores entonando cantos funerarios.

En un viaje largo era posible que se acabara descendiendo a los infiernos, como Ulises, y al viajero se le atribuye en el fondo una condición monstruosa, la condena a no encontrar descanso nunca. El viajero eterno por tierra es el judío errante, castigado a vagar hasta el Juicio Final por no haber tenido compasión de Cristo. El navegante sin reposo es el holandés errante, que desafió al diablo en medio de la tormenta que parecía a punto de hundir su barco en el Cabo de Hornos y que cada siete años vuelve a tierra con la esperanza, siempre frustrada, de encontrar a una mujer cuyo amor lo libere de su maldición.
Otros marinos que existieron de verdad y que vivieron y en muchas ocasiones contaron ellos mismos las aventuras mas desaforadas que las de cualquier leyenda, si bien con una intención no literaria, sino estrictamente comercial o científica.

Para marino errante, el capitán Cook, que en sus tres viajes recorrió distancias más largas que ningún ser humano antes que él. Atravesó varias veces el pacifico en todas direcciones, subió hacia los hielos polares en las costas de Alaska y bajo hasta una latitud en la que eran visibles las costas heladas de la Antártica. Como el Holandés, Cook regresaba a tierra después de haber sobrevivido a espantosos peligros, pero al poco tiempo se hacia de nuevo a la mar, y poco a poco fue trastornándose y convirtiéndose en un Capitán tiránico y en un misántropo que murió despedazado por los nativos en una playa de Hawaii.

¿Influyeron los viajes del capitán Cook en Wagner, igual que habían inspirado a Edgar Allan Poe? Habría leído el diario del capitán John Franklin, que volvió de los hielos del Circulo Polar después de que murieran de frío y de hambre la mayor parte de sus marineros, y que casi en los mismos años que se estrenaba el Holandés Errante partió hacia el norte con una nueva expedición, ¿en busca del Paso Noroeste de la que ya no se salvó nadie?

En ninguna ópera, en ninguna novela hay más romanticismo que en las crónicas de los viajes verdaderos. Y por eso quizás esa condición monstruosa, de la condena de vagar y no encontrar descanso nunca….
(…)

Vivian Sternwood -

Llevo leyendo casi todos los comentarios desde el primer día que este espacio se abrió. Se podría decir que he intervenido y mucho. Sólo que me apresuré con el nombre.
Incondicional del cine negro y a los detectives... ahora hago justicia con mi pseudónimo.

Arice -

Ingrid, yo como “cuarentona y nada amargada”, he leído tu texto y sinceramente me he quedado intrigada…. ¿qué pasará con ese hombre también cuarentón, y esos años tan bien llevado?... ¿Quizás al dedicarle esa mirada cómplice y esa sonrisa, comienza un nuevo romance para la protagonista? Me ha gustado muchísimo lo que he leído, y me encantaría que me contaras como piensas seguir la historia…

Para mi opinión promete mucho… y lo más importante puedes llegar a transmitir muy bien los sentimientos, así que te animo a que sigas escribiendo amiga.

Un besote y saludos a todos en especial a José Luís.

Mirna loy -

Que conste que no opino sobre nimiedades porque sí. este es ante todo un blog literario y habrá que opinar sobre literatuta. Pero es que no me ha llegado mucho este texto, lo siento.

Una lectorcilla sin ánimo de crítica literaria.

Mirna Loy -

Y dale con lo de "bien llevados", carajo. se está bien, se está mal o regular a los 15, los 20, 30, 40 ... o 170 (y ¡ojo, sabemos de la subjetividad de los ojos que miran y las mentes que opinan, algunas "muy bien llevadas" a ciertas edades, no te jod...)

Por cierto, mi madre que aclare que no llego a los 30, que si no algun@s pensarían que soy una "cuarentona" amargadilla ( o que tengo 30 y quince que dice su amiga)

Ingrid -

Buenos días. Un saludo cordial a todos y todas pero muy especialmente a Audrye.



Un blog literario, qué bien, pensé. Porque es literario,
¿no? A pesar de lo que se lee...



Entonces me dije:
Así puedo "colgar" lo que me sale del alma. Porque, aunque no tengo nada publicado,de momento, no concibo estar un día sin escribir algo. Y espero publicar pronto.



Sin más, aquí les "cuelgo" algo mío:





Cuando el avión enfiló desde el sur de la isla para aterrizar en Gran Canaria, en el rostro de Raquel se dibujó una sonrisa. Volvía a casa. Volvía a su tierra. Cogió el coche en el aparcamiento del aeropuerto y puso rumbo hacia Pasito Blanco. Hacía calor. El cielo se mostraba libre de nubes. Durante el trayecto puso música. Sonó un bolero de Luis Miguel: “La historia de un amor”. La letra la hizo soñar en lo que dejó atrás: “Ya no estás más a mi lado, corazón, en el alma sólo tengo soledad”. Retornaba a su vida, a su trabajo, a su soledad. La soledad que siempre la acompañaba. Conducía despacio. Quería observar cada detalle del paisaje. Y así abstraída en sus pensamientos llegó a su destino. El Sheraton Salobre enclavado en un sitio singular, era el hotel que le habían recomendado: “Si quieres de verdad tranquilidad vete allí que la tendrás”. Y no la engañaron. Entró en recepción y se registró. “Señorita, ¿viene sola?” le preguntó muy cortésmente el recepcionista. “Sí, sola”. Subió a la habitación. La decoración moderna le gustó mucho. Dejó las maletas y abrió el balcón. Contempló la vista. Al fondo se divisaba el Campo de Golf cubierto por un gran manto verde. Todavía brillaba el sol y decidió darse un chapuzón en las piscinas. Bajó a una de ellas, la que estaba en la cara norte del hotel. Extendió la toalla y se tumbó. Se dejó acariciar por los rayos solares. ¡Cómo los echaba de menos! Y cuando quiso darse cuenta había pasado el tiempo. Estaba cansada del largo viaje de regreso desde Galicia. Volvió a su habitación. Se dio un reconfortable baño y cenó. ¡Mañana será otro día!

El sol salió pronto de su escondite. Poco a poco la luz comenzó a cobrar más intensidad. Aquellos brillantes rayos se colaron muy sutilmente entre las finas cortinas. La claridad la despertó. Se desperezó. Se estiró y se levantó con mucha parsimonia. Echó un vistazo hacia el horizonte. La fresca brisa de la mañana acariciaba su cara. Cerró los ojos y pensó. Sí, pensó y vio claro el comienzo a una nueva vida. Atrás en Santiago de Compostela había dejado el pasado Y se prometió no sufrir más. No, no merece la pena. Antón pertenecía a otro mundo. Y ella no tenía hueco en él. Se preparó. Bikini, vestido informal y sandalias. Metió en el bolso la toalla, los bronceadores y el libro. Eso no podía faltar. Siempre hay que tener a mano una buena lectura. Bajó a desayunar. Un zumo de naranjas, tostadas con mantequilla y mermelada y por supuesto el cafecito. Su cafecito mañanero para terminarla de despertar. Cuando terminó fue a la piscina. A esa hora tan temprana, las diez y media, se encontraban pocas personas. Estaba leyendo muy entretenida el capítulo en el que sus protagonistas, Tomás y Marta se conocían, de la novela “Hoy Júpiter”, cuando de repente se percató de él. No lo vio llegar. Sólo dos hamacas lo separaban de ella. Rubio o quizás trigueño. Se estaba untando el bronceador. Lucía un ligero bronceado de pocos días. El misterioso hombre se recostó y entonces pudo verle por todo su pecho una gran cicatriz. Su carne retorcida, con formas desiguales, se podía comparar a un trozo de plastilina sin pulir. Pero a Raquel este detalle no le afectó. Le resultó incluso mucho más atractivo. Ideó qué contratiempo pudo haberle hecho semejante estropicio. Quizás una quemadura. Quizás un accidente. Entonces él como atraído por una fuerte mirada, se encontró con los ojos de ella. Esta torpeza la hizo sonrojar y cambiar de rumbo sus pupilas. “Tenía que haber tenido las gafas de sol puestas. Siempre me delata lo fijona y mirona que soy”. Y se las puso. “No me volverá a pasar” se dijo. Pasó un tiempo prudente. Media hora tal vez y Raquel volvió a las andadas. Escondida detrás de sus gafas y su cómplice libro, lo siguió observando. “Estoy hecha una detective”, ja, se rió para sí. De repente el atractivo rubio se levantó y de un salto se zambulló de cabeza. “¡Qué bien nada! Y que espalda, exclamó levemente. Después de unos cuantos largos a estilo libre, braza e incluso mariposa, salió del agua. Y al cruzarse con ella le dedicó una sutil mirada y una suave sonrisa. Nerviosa pensó en que la tragase la tierra. Y tuvo la certeza de observarlo con detenimiento. Era alto y lucía un cuerpo estupendo. Sacó conjeturas “Estará rondando los cuarenta. Pero qué cuarentas tan bien llevados” pensó....


Saludos
Ingrid

José Luis -

Qué profundos hemos vuelto de las vacaciones, ¿no? Me encanta leerlos así de poéticos. Este blog está alcanzando cotas inimaginables cuando lo abrimos, ja.

Tengo que prevenirles (antes de dejarles un rato a Fabio) que se ha producido un cambio en el libreto. Diana ha pasado a llamarse Laura. Es una cosa tonta, lo sé... No tiene nada que ver con que me haya cabreado con alguien llamado Laura y me de por vengarme. No. La cosa es que ya tenía varias Dianas en las últimas novelas y no acababa de verla con ese nombre. Hecha esta aclaración que espero no los perturbe demasiado, aquí les dejo un pequeño retazo de cómo va la cosa.

[..]

A mí me encantaría que ocurriera algo también. Cualquier cosa que se lleve esta puñetera nostalgia de lluvia que se instaló en mi vida y en mi terraza desde que Laura se fue. Miento. Cualquier cosa no. Yo no muevo un dedo para cambiar mi estado por cualquier cosa. De nada me sirve cualquier cosa. Quiero algo único. Algo que me conmueva de verdad. Que me devuelva la emoción perdida. No espero demasiado de mi trabajo (paga mi hipoteca, me viste y me alimenta: una rutina machadiana pero sin bohemia que le de encanto) así que por ahí no vendrán a rescatarme. Tampoco valdrá una mujer, eso de que la mancha de una mora con otra verde se quita es una pamema que sólo sirve para aliviarle los lamparones a las camisas. La mancha (marcha) de Laura no hay quien la quite. No tengo tanta capacidad ni tanta agenda como Casanova. No sé leer a las mujeres con esa facilidad. Estoy en eso tan desvalido como el pájaro cojo que acaba de posarse en la silla de al lado. Penacho ocre y plumón canelo, danza con una sola pata un extraño baile alrededor del plato de frutos secos que Nadia dejó en mi mesa con el café y el agua y que aún no he tocado. El pájaro se acerca con cautela. Me mira. Mira al plato. Se espanta, pero no demasiado. Regresa al respaldar de la silla. Y comprende que no tengo intención de hacerle daño, que estoy tan cojo como él, que no pienso ni pestañear para defender mis frutos secos. Así que vuelve al ataque, esta vez decidido a llevarse un maní. Mantiene el equilibrio graciosamente con una pata. Coge su botín con el pico y, por si acaso lo mío sea una estrategia como las de Casanova, se lo lleva a la segunda rama de un álamo que está junto al buzón de correos. Repetimos el duelo tres veces. Hasta que Nadia viene a llamarnos la atención porque si le doy de comer a los pajarillos luego vienen las palomas que son mucho más pesadas, puras ratas con alas, qué asco, y molestan a los clientes. Le pido disculpas a la uruguayita, lo siento, Nadia, no volverá a ocurrir; ah, y llévate el plato para que no vuelva el jilguero. Nadia no ha pasado por alto que la acabo de llamar por su nombre. Lo noto en la comisura de sus labios, un atisbo de sonrisa complacida mientras me corrige, con una ternura que antes nunca había mostrado, no es un jilguero, es un petirrojo. Y se vuelve a su cubil. Y a mí se me va un poco la melancolía a golpe de sus caderas. Y me siento un poco viajero de tren que ve moverse la vida tras los cristales. Porque es la vida la que se mueve, no yo. Son los instantes árboles que echaron raíces sobre mi paisaje. Una infancia felizmente extraña o extrañamente feliz de hijo único, de amigos invisibles, de puzzles, escalectrix y un burrito de madera recubierto con piel sobre el que miro a una cámara. Una adolescencia solitaria y desconcertante (más para los otros que para mí) en la que todo parecía imaginario: los compañeros de colegio de curas despertaban al sexo mientras yo, con el pie cambiado, andaba descubriendo a Nietzche y calibrando las acepciones del término suicidio. La nada y la náusea (también Sastre se interpuso en mi adolescencia) se hicieron fuertes en una edad confusa en la que lo único real, lo único cierto parecía ser el fútbol. Mi padre había levantado las cuatro pilastras de luz del viejo Estadio Insular y le regalaron un pase sin nombre para ver a la Unión Deportiva, un pase sin nombre que yo disfruté casi tres temporadas hasta que el viejo murió y al club se le acabó la memoria o el presupuesto. Luego llegaron la carrera, la asesoría, la independencia y Laura, el árbol más enraizado de mi vida, el que más sangre hizo al menos. Recuerdo un poema que trataba precisamente sobre eso, un poema cursi que decía algo como “Laura bajo un laurel, la vida sigue…” Creo que ya presentía que iba a dejarme. Incluso antes de haber sido mía. No sabía cuándo, ni cómo ni por qué. Aún no habían inventado Internet así que era imposible que yo aventurase algo como lo de Piterpan81, la causa (¿o tal vez la excusa?) de mi infortunio. En aquella época pensaba que no iba a afectarme. Si tu novia te deja, te jodes. En un mundo lleno de miserias y ruinas, en el que un huracán, una guerra o la hambruna pueden diezmar a un pueblo, que tu novia te deje botado (aunque sea por un fantasma como Piterpan81) es una bagatela, una mezquindad. Y derrumbarse por eso es tan injusto como inútil. Pero, claro, una cosa es presentir y otra sentir. En el presentimiento hay, como mucho, un asomo de miedo y desconcierto. En el sentimiento, dolor, rabia, impotencia. No es lo mismo. Por eso esta terraza tiene el magnetismo de los lugares comunes, uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida, y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas. Aquí venía con Laura antes del naufragio, antes de Nadia y de Virtudes y de Fidel y Cuba. Era una época de risas y alborotos, de chiquillos chicos peleándose por un refresco, de tertulia futbolera gritona y desmadejada. Había alguna que otra pareja de enamorados como Elizabeth y Aday que mostraban su amor a borbotones. Es lo único que se mantiene igual. El amor tiene eso. Permanece. Cambias los nombres y las caras y las conversaciones. Pero los gestos y la pasión se han fijado en el tiempo. Si Homero pudiera verlos estaría de acuerdo conmigo en que el amor es la mejor publicidad para esta terraza. Sea usted feliz por unas horas; venga a probar nuestro té de azahar y nuestros anacardos. Eso sí, habría que eliminar a las palomas. Fidel, harto de que despierten a Cuba, lo ha propuesto varias veces a Nadia, reboza los manises con veneno y verás qué pronto se acaba el problema. Y Nadia, con ojos asombrados, ¿cómo voy a hacer eso?, ¿estamos locos o qué?, ¿y si a un niño le da por cogerlos del suelo y echárselos a la boca? Fidel la mira, incrédulo, ¿niños?, ¿tú ves niños por aquí?, que no te engañe el cochito de tu amiga, m’ija, porque es una excepción; en esta terraza sólo caben los que han perdido la esperanza o, ya puestos, el alma. Dionisio ha escuchado el comentario del viejo. Lo noto porque sus ojos vidriosos, antes inmóviles en un punto de su taza de café con leche, se han removido desde sus cimientos. Parece escudriñar cuánto de cierto hay en esas palabras. O, más bien, si lo que él, Dionisio, ha perdido es la esperanza o el alma. Es difícil para un tipo con su pasado mantener ambas cosas. Ha vivido tanto. Ha visto, llorado, vomitado tanta bilis que esperanza y alma son la misma sustancia. Creyó haberlas recuperado cuando conoció a Nélida en su plaza de palomas (por eso le ha dolido la proposición de Fidel de envenenarlas), pero fue una ilusión sentimental. A Dionisio le ocurre como a mí: todo le suena y le huele y le sabe a su amor perdido para siempre. Nélida se llevó con ella su alma y su esperanza. Así que el café con leche tiene que comprender que su pesimismo no es congénito ni hereditario ni contagioso. Bueno, contagioso quizás porque en esta terraza corre un tufo a fatalidad que tira de culo. A lo mejor si se levanta y se marcha la cosa cambie, pero no parece probable. Me mira con la misma desconfianza que el petirrojo cojo (perdón por la rima): me sabe igual de huérfano que él. Herido por la misma navaja. El abandono es una suerte de muerte (perdón otra vez) y Laura está tan muerta a día de hoy como Nélida.

[...]


Saludos,
JL

tracy lord -

Hola Carlos, que tal? Creo que yo me acercaré hasta tu oído, me taparé la boca para que nadie adivine lo que estoy diciéndote y te susurraré ¿qué te parece C.K Dexter Haven? Ja ja. Creo que te iría bien, parece que por estos lares hay mucho aficionado al clásico.


Ummmmmmm, seguimos sin noticias de Fabio. Debe estar sentado en una terraza viendo la vida pasar.

Se me ocurre que podríamos intentar ponernos en la piel de Fabio ¿cómo lo veís vosotros? qué personaje de los esbozados os ha parecido mas interesante? y Diana? Mucho Peterpan en la red. Peterpan solo ha sido una anecdota. Una excusa. Diana hacía mucho tiempo que quería dejar a Fabio.

Saludos cariñosos

Mirna Loy -

ssssss (con mi dedo índice sobre mis labios y captan restos de la miel que generosamente ofrecen a quien sabe ganárselos, toma ya)
Tu secreto está a salvo conmigo y con un par de amigos que leemos por aquí.
Hola jl, a ver si es verdad eso de Fabio. (y aparte, que aparte de este vendrán otros más)

Carlos -

Mmmmm (un "mmmmm" pensativo acompañado por mi dedo índice y pulgar dando tres golpitos a mi barbilla y a mi barba de dos días), puntos suspensivos, puntos y finales, ¿y qué me dices de los puntos y a parte? Es una otra opción, Audrye.
Vaya, vaya, ahora caigo. Todos (bueno, en realidad todas) han pillado pseudónimos exquisitos en todos los casos: Audrye, Mirna Loy, Tracy Lord...A ver si pillo uno para mí,jeje.
Oye Mirna Loy, tengo que confesar que, al menos yo, adoro las pelis en blanco y negro y si están subtituladas, mejor que mejor. Pero shhhhh, no se lo digas a nadie.

José Luis -

Qué bueno que volvimos. Me alegra encontrarme de nuevo con ustedes por aquí. Con las (es que son más chicas) de siempre y las (idem)recién llegadas. Bienvenida a Arice y a Graciela (anda que no ha llovido desde que daba Literatura Canaria). Después de un par de viajes ya no me muevo de aquí en un par de meses, así que volveré con Fabio y su terraza un día de estos.
Saludos,
JL

Mirna Loy -

Gracias Tracy. Tambien es una de mis películas favoritas. se la pongo a todos mis amigos que me salen con eso de "una peli en blanco y negro...buf"

Sobre el título de la novela, es perfecto. Digo porque logra llamar la atención y eso. Con la de libros que se publican al año....

Es como el título de muchos cuadros o fotos que recrean o imitan - unos justifican lo segundo con lo primero- cuadros.

tracy lord -

Buenas noches Mirna, lógicamente (al menos para mí) se trata de Historias de Filadelfia. Adoro a Katharine Hepburn y el personaje de Tracy Lord, sencillamente me encanta. No tenía ni idea que había un grupo grunge con ese nombre y mucho menos una actriz porno, pero bueno, otra cosa que he aprendido hoy.
¿Que os parece el "presunto título" de la novela que está escribiendo el protagonista de esta página. "Escena de terraza con suicida" ¡manda.............! Lo siento José Luis, tú eres el autor y puedes llamarla como mejor te parezca, pero a mí me ha llamado poderosamente la atención. Saludos cariñosos para todos

Graciela -

Buenos días.
Aunque soy una fiel lectora desde que me dio clase en el Pérez Galdós, no fue hasta hace unos días, que descubrí esta pagina. Aun no he podido leer todos los comentarios, pero espero ponerme al día pronto y poder participar.
¿Recuerda la clase de Literatura Canaria?

Mirna Loy -

Ja,ja,ja...muy buena Carlos.
Seré breve porque se me cierran los ojillos de sueño pero no quería irme a dormir sin pasar a saludar. ¡Yo también tengo jefa!¡y como en el relato, lo peor es que me cae bien! Vamos, que no me puedo desahogar como otros y decir "¡me cag...en la jefa!"
Volveré, cual capitán piopio, -curioso cómic, fascimil...no distingo, recomiendo le echen un vistazo, aun no sé si me gusta, me parece bueno o no, pero siempre es bueno que algo nos sorprenda y conservemos esa capacidad, que no nos llegue algo y en microsegundos lo analizamos, clasificamos, catalogamos, bla, bla, bla...
A la camita, así sin neglillé ni ná ¿dónde la habré puesto?

Carlos -

Buenaaaas!!! Sí Mirna. Aquí está ella. Ha vuelto. Y con ella, yo también. No hay duda. Es ella. Es imposible confundirla con otra (perdona que use tus propias o casi palabras, pero no lo puedo evitar).
Mi viaje de verano se me alargó demasiado gracias a una mujer. Sólo por ella se puede alargar el trabajo. Mi jefa, claro está.
Estamos de vuelta.

Audrye -

Qué buen camino ha cogido el blog. Mirna Loy (¿podemos dejarlo en Mirna?), una lástima que te descubrieras tan pronto. La cosa estaba interesante así, con puntos suspensivos. He de confesar que entraba en el blog para saciar mi curiosidad con tu relato. También he de confesar que ya le había buscado una chica al asunto (siempre está "la chica"). Discúlpame Jose Luis, (¿podemos dejarlo en JL?) pero ya no nos dejas pedazos de Fabio y me enganché irremediablemente a los puntos suspensivos. Los puntos y finales me dan un no sé qué...

Mirna Loy -

A Tracy Lord ¿el pseudónimo va por la prota de "Historias de Philadelphia", la actríz porno o el grupo de grunge?

Siempre seré curiosa.

Besos y buenas noches a todos y a todas.

Mirna Loy -

Hola JL. Deseosa de volver por donde solíamos (aunque mi neurona no me ayuda a entender si es por este blog y temas literarios o un lugar físico.

Como regalito por la vuelta a la vida de las letras en este blog, CONFIESO: escribo también como "..." y como autora de "..." (claro)
Y este relato de verano - con sus lapsus temporales por fritango de neuronas- se me está alrgando.
Le estoy cogiendo el gustillo a los detalles de la historia, espero que no les aburra y poder darle un final que al menos, si no satisfce a nadie, les compense por el suspense.
Como siempre disculpen mis erratas y mis faltillas, prometo intentar enmendarme.

... -

Nada más entrar en "Ca´Meló" se me quitó la borrachera de golpe. Por un momento dudé y pensé en dar un paso atrás y comprobar si había un letrero que dijera :"Cruce usted a otra dimensión"

Allí estaba ella. ¡E-LL-A! Porque si de algo no había duda es de que era ella.

A ella no hacía falta más que echarle un vistazo para no confundirla JAMAS con otra.Ha habido casos en que bastó con cruzársela y verla de soslayo. Aunque viéndola ahora aquí empiezo a dudar - como siempre que nos hemos encontrado- de esas historias, pues basta con verla, u olerla o intuirla para quedar hipnotizado y no dejar de observarla durante horas, días, quizás años.

Incluso aquí, rodeada de toda esta chusma y buenas piezas vestidas de chusma, irradiaba ese halo de "no se qué" que tiene. además de su belleza. Ese "no se qué, que qué se yo, que déjame entrar". Porque esa era otra, que solo con un guiño tan habitual en sus ojos, y una de sus sonrisas que rara vez no acabara en carcajada te hacía creer que TU le podías entrar. Y lo malo no era que algunas veces -más de lo que uno pudiera creer en ese ser casi divino -, te dejaba entrar.
Lo peor es que luego era imposible salir. ¡ay, que escalofrío y sudores más ricos!¿y quién querría salir?

José Luis -

Gracias, Mirna, por regresar y a las nuevas voces por aparecer. A ver si volvemos por donde solíamos...

Sí. Es cierto. Me invitaron a Bremen y fue una cosa increíble. Me trataron de cine y me sentí como en casa gracias al Instituto Cervantes y a los organizadores del Crime Time Prime Time (¿o era al revés?). Mi amigo Jürgen Alberts es único organizando conciertos literarios. Estoy esperando que me manden el reportaje para colgarlo en la página y que lo compartan conmigo.

Saludos,
JL

Mirna Loy -

¿Te vas a Alemania, Pepe?....Sin comentarios, que esto se me presta a mucha tontería.

¡Qué emoción! Muchas palabritas y gente pululando por aquí.

¡Mierda!, no consulté la página en estos días -en que parecía más de vacaciones que una- y me perdí la presentación del martes. ¿Cuándo hay otra, cuándo, cuándo? Preciso alimento intelectual que no sea individual: Amo la lectura, placer onanista allá dónde los haya. Pero también a las personas de carne y hueso. Y tras un verano de vida bulliciosa y parrandera, con muchas risas y algunas fiestas, me gustaría algo más ¿me explico o me enredo?. ¡Compartamos un evento!
Podríamos reconocernos como en esas dudosas historias por un libro, una flor, una prenda de un determinado color....
O soy una genio o estoy en las últimas. ¿Algún especialista en la sala que me aclare?
¿O que me enjabone primero y luego me aclare?
(Este pseudónimo mío me lleva por cada derrotero que, ya,ya...)

Arice -

Hola Samantha.Maria, quería decirte que he entrado en “microrrelatos en cadena”.
“Primero por curiosidad” y después me enganché, pese a que es complicadísimo y un gran desafío poder escribir en menos de cien palabras una historia, tener esa creatividad es más que un gran reto. Pero me encantan los retos!!

Así que gracias por tu información, y ya podríamos practicar un poco y exprimirnos el cerebro, ja ja

Arice -

Antes que nada saludar a todos/as. He estado leyendo cada mensaje y concretamente quería responder a Félix referente a este texto que escribió:


“Autor: Félix
Parece mentira que estés con el rollo del género. No soy machista, pero fuerte tontería la lengua española es clara se utiliza morfema de género o tanto para masculino como para femenino. Que estupidez es estar con las precisiones o/a lo que hacen es enrrollar(Félix te sobra una r) y complicar lo que ya antes era sencillo rápido y entendible. No porque la gente lo repita hasta la saciedad escribiéndolo,la academia lo aceptará. El machismo es otra cosa y los problemas domésticos de los maltratos también está mal llamados no es violencia de género sino de sexo.”


Félix; comentas que para ti es un rollo eso de matizar hombre/mujer y señalas “no soy machista”. Por tanto opino que esa idea tuya impuesta por los estereotipos de género, que consideras una “estupidez” es totalmente errónea.


Y no es una perreta ni pataleo que ahora “se haya puesto de moda” en nombrar “hombres y mujeres, escritor, escritoras, etc.” De lo que se trata es de empezar a establecer la igualdad.
Nuestro lenguaje transmiten pensamientos, transmiten ideas, si cuando hablamos o escribimos, somos capaces de “nombrar la realidad completa”, es decir la realidad en femenino y masculino; solo entonces estamos empezando a trabajar para que esa realidad sea posible, por que estamos ahí: “ellos y ellas” “estamos todos”. Es bien sencillo, se trata de transmitir un lenguajes no sexista.


Dices: el Machismo es otra cosa (francamente ya deduzco lo que es para ti el machismo,…) Y peor aún minimizas la violencia denominándola “problemas domésticos”. Es indignante que definas la violencia como un problema”.
La Violencia hacia la mujer es alarmante, +de 70 mujeres asesinadas en lo que va de año, es un tema muy serio, y la ignorancia…mata, y es relevante que deberías contrastar mas las informaciones dije ¿informaciones?...ups disculpe” entender eso que has escrito… es como diseccionar un mosquito: tarea inútil y difícil.


Y terminas diciendo…para rematar: “No es violencia de género sino de sexo” Y te matizo: Esa confusión es la que se produce entre género y sexo. El sexo viene determinado por la naturaleza, una persona nace con sexo masculino o femenino. En cambio, el género, varón o mujer, se aprende, puede ser educado, cambiado y manipulado. Se entiende por género la construcción social y cultural que define las diferentes características emocionales, afectivas, intelectuales, así como los comportamientos que cada sociedad asigna como propios y naturales de hombres o de mujeres



– Perdón no entendí bien… no eres machista- (…)


Y dicho esto, pues espero que el blog se anime y aprovecho para felicitar a José Luis, que su viaje hacia Alemania sea fructífero y que en su regreso nos siga deleitando con sus escritos.



Saluditos a todos/as



P.D. José Luis, disculpa este post, que nada tiene que ver con lo que trata este blog, pero si no matizo ese comentario de Félix, que para mi opinión está fuera de lugar y contexto.

TRACY LORD -

Hola a todos. Pasaba por aquí y me ha parecido bastante interesante la página. De momento me incorporo como espectadora. La obra de Jose Luis la conozco vaga y recientemente, pero ha llamado mi atención y he comenzado a leerlo. Ahora estoy trabajando y un tanto espesa, espero ir cogiendo tono y quien sabe, lo mismo me animo y puedo aportaros algo. Saludos cariñosos

José Luis -

Es cierto, Mirna. Andamos todos aún con las legañas de las vacaciones. Pero ya verás que en nada vuelven los comentarios a nuestro blog.

A ver si alguien continúa con el relato que se quedó a medias porque prometía.

Aprovecho para invitar a los que estén por Las Palmas la semana que viene a la presentación que haremos de una nueva novela de nuestra colega y amiga Marisol Llano, "Mosaico ensangrentado". Será en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés el próximo martes, 25 de septiembre. La hora aún no la sé pero imagino que sobre las 20.00 hs. Luego nos iremos a tomar una caña para brindar por el éxito de la obra.

Saludos a todo el mundo.
JL

Mirna Loy -

¿Dónde están Todos?
¿Qué pasa con el relato de verano? Porque, que yo sepa, el verano dura hasta el veintipico de septiembre...
MMmmmmmmmmmmmmm Si hay alguien ahí.....¡manifiéstate!
Nada, ni con la güija aparece nadie

Samantha.Maria -

Hola a tod@s. Sigue el silencio. Eso indica que lo estais pasando bien. Me alegra.

A quien le pueda interesar les indico un concurso de relatos que tiene buena pinta:

Concursos de la Escuela: Relatos en cadena

"Una historia, un personaje, un escenario y una acción en cien palabras. El desafío de escribir un microrrelato te obliga a dar más por menos, más con menos. La Cadena SER y Escuela de Escritores recompensan tu ingenio y tu creatividad con un premio a la altura del reto: 6.000 euros para el mejor microcuento. ¿El concurso literario en lengua castellana con mayor dotación... por palabra? Compruébalo cada martes a las 10:30 en el programa Hoy por hoy. Estamos esperando el primer eslabón de nuestros "Relatos en cadena".


Mas informacion:
www.escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser


Asi que todo el mundo a escribir. Suerte.

Besos y hasta pronto.

Pd: Perdonen si no he puesto "la tilde" en algunas palabras, este teclado del ordenador anda loco.






dueñ@ de ... -

Lo de paginilla no va con segundas, eh. Es un diminutivo afectuoso, que le tengo ya un cariño...
¡Félix, te hecho de menos!

dueñ@ de ... -

Invitación fin de verano:
Os invito a terminar el relato de verano con el final que se os ocurra. Aunque yo ya tengo mi propio final para este cuentillo (con sorpresa), me gustaría escuchar los vuestros y así contribuir a hacer esta paginilla más participativa aun.

Samantha-María -

Hola. Otra vez aquí después de una larga separación. Pronto empezarán las clases. El ritmo frenético. El otoño. La ropa de abrigo. Las tardes más cortas. Y lo más importante conocer nuevas amistades. Como aquí. Veo que hay nuevos compañeros, sobre todo masculinos, eso anima más. Espero seguir leyendo cosas interesantes.
Hasta tanto, un dulce beso a todos y a todas, que luego se celan.

José Luis -

Queridos(as) todos(as):
No sólo estaba de vacaciones, es que tampoco quería interrumpir el discurso del verano. Gracias a quienes nos han animado las últimas noches y espero que septiembre no se lleve a los que están y nos devuelva a los que estuvieron.
Un abrazo de regreso o un regrazo, que suena igual de bien.
JL

Kike -

Hola

dueñ@ de ... -

¿Capto cinismo o ironía?
Esperaba poder dialogar odiscutir - en el buen sentido- el tema, pero, nada, me quedo con una sensación más que de disgusto de tristeza.
No esperaba esto. primero que si voy a lo mío y luego me dejan hablando con un muro.
Yo he hecho lo que he podido.
Mójate hombre, y aclárame mis dudas, que son sinceras.

Félix -

Como tu eres tan resuelto/a y con muchas entenderedas te lo dejo a ti sólo/a para que lo averigües
Saludos

dueñ@ de ... -

Lastima que me dejara las huellas en el teclado escribiendo un montón de letras unas tras otras y solo me hables de lo del género a lo que apenas les dedico unas líneas.


Estoy de acuerdo en que a veces un discurso se alarga y pierde el tino con contínuas aclaraciones del tipo: hombres y mujeres, alumnos y alumnas, padres y madres, etc.

Pero en otras ocasiones al usar el genérico limitamos. Me explico. Hace poco chateaba cuando una persona se identificó en el chat como militar. Ni una sola de las 53 personas del chat pensamos que fuese mujer -y tal era el caso- y todos nos dirijimos a ella como si fuese un hombre. Lo cual desvela un prejuicio -idea preconcebida-, supongo que fruto de una larga tradición militar masculina. Imagino que por ejemplo en otros paises no sucede así por su historia.

Otro caso. Una maestra decidió usar siempre en su clase "chicos y chicas". Un día dijo "chicos, recoged el aula" y solo los chicos lo hicieron.

Cuando en un aula se habla de los matemáticos y científicos que a lo largo de la historia...bla, bla, bla. Quizás muchos adultos pensemos en hombres y mujeres. Pero lo cierto es que al alumnado, ajeno a otras referencias, se nos iba metiendo en la cabeza, olvidando el genérico, que solo habían hombres científicos y matemáticos dignos de mención histórica.

A mi me gusta escuchar en un aula "hombres y mujeres en la historia de la ciencia, bla, bla, bla.." A veces hay que acentuar, recordar que ese genérico incluye ambos géneros no tan obviamente en todas las ocasiones.


Me enredo, y no quería darle importancia.


Aclárame una cosa, por favor. ¿por qué has escrito que no eres machista? es que no entendí que viniera a cuento decirlo.


Otra cosa que tampoco entiendo. Lo de violencia de género y de sexo. No entiendo que venga a cuento, explícame por favor. No me gusta no entender las cosas.
¿cómo de género y sexo? se puede tener un género masculino y sexo femenino, las personas transexuales defienden que no hacen cambio de sexo sino reasignación de género, creo que ultimamente confundo bastante ambos términos.

Muchas gracias de antemano por si te molestas en resolverme estas cuestiones, Félix.

Félix -

Parece mentira que estés con el rollo del género. No soy machista, pero fuerte tontería la lengua española es clara se utiliza morfema de género o tanto para masculino como para femenino. Que estupidez es estar con las precisiones o/a lo que hacen es enrrollar y complicar lo que ya antes era sencillo rápido y entendible. No porque la gente lo repita hasta la saciedad escribiéndolo,la academia lo aceptará. El machismo es otra cosa y los problemas domésticos de los maltratos también está mal llamados no es violencia de género sino de sexo. Saludos

... -

Bien mirado, tengo que descartar lo del asesin@ no-noctámbul@. Al fin y al cabo, en estas fechas tampoco quedaba casi nadie en el edificio, ni de día ni de noche.
Voy haciendo memoria para ver si descubro algo.



El sábado antes de mi muerte tuve un trabajito en la casa del coño. Para no iniciados, es una casa del carajo en su día, por lo alto digo, y de ahí su nombre, porque todo el que la veía exclamaba con tan linda y canaria palabra.



En principio iba a ser una cosa rapidita. Un tipo que se dejó las llaves dentro. Nada de puerta de seguridad ni llaves puestas al otro lado. Sacar el tambor y poco más. Pero resultó que el tipo era un profesor de matemáticas, dedicado en cuerpo y alma a la investigación. Y estaba tan agradecido que me invitó a pasar y tomar algo. Al principio pensé si no le irían los tíos. La verdad, yo un sábado por la noche y con mi mono doy el pego de actor de reparto de una peli porno. Pero solo era que estaba agradecido. Como me explicó luego, no solo agradecía mi ayuda, sino también mi mera presencia.



Por lo visto, sus investigaciones le llevaban a pasar casi todo el día encerrado sin ver un alma. Así que dada mi falta de trabajo y sus ganas de hablar nos dispusimos a hablar y beber un rato.


Debo confesar que me quedé no solo por beber gratis, costumbre esta adquirida al comprobar que el sueldo de cerrajero no era el que esperaba y que el beber era el único vicio de mi hígado y no era plan negárselo. Con todo lo que hace por mí, para una cosa que me pide no tenía valor para decirle que no.




´También me quedé por hablar con alguien un poco más cultivado que mis compañeros del "Ca´Melo". Los otros clientes que demuestran algún atisbo de inteligencia académica (que de la popular hay mucha "Ca´Melo") presentan muchos menos atisbos de educación y tras apenas mirarme de soslayo, se despiden tras abonarme el servicio con poco más de un buenas y un gracias -con suerte- entre dientes.



Me estaba gustando mucho la charla con aquel tipo. Se quedó de lo más sorprendido cuando supo que yo también fui matemático. Había que verle la cara. Todo el mundo piensa que si trabajas de azul y una cremallera une tu entrepierna con tu gaznate es un milagro que te sepas las tablas. ¡Cómo está el mundo!

Me gustaban las matemáticas, las estudié, las impartí y luego me harté de ellas. Me alimentó tripa y mente durante algún tiempo, pero no más o menos satisfactoriamente que cualquier otro de mis oficiosa o profesiones.




Vaya, ahora si que parezco misterioso y sexy. Una pena que el rigor mortis haya estropeado mi carrera. De no ser así Ricardo estaría temblando y yo de terrazas, dándole consejillos a JL para incrementarle el "sexapil".



Después de la sorpresa del mi cliente, ahora casi colega, seguimos tomando muchas copas.

Entre unas y otras, fue entusiamándose. Estaba tan eufórico. No solo por su trabajo que había dado frutos. Y unos frutos que como pude comprobar más tarde, más bien parecían transgénitos. ¡La madre que lo parió!



El genio, pues eso era, llevaba trabajando apenas un año y varios meses en uno de los problemas sin resolver que aun quedan. Y no uno cualquiera, aunque cualquiera que resuelva uno de estos gana el prestigio por el que más de uno daría medio cerebro, aunque luego no volviera a sumar más de dos y dos.



Además del prestigio y ver el nombre de uno escrito en las páginas de la Historia para toda la eternidad (o hasta que llegen otros vencedores y escriban la propia), hay una recompensa en plata.


El Instituto de Matemáticas Clay, de Cambridge, Massachussets, premia la resolución de uno de siete problemas matemáticos fundamentales con un millón de dólares.



Uno de esos problemas (La Conjetura de Poincaré) había sido resuelto por Perelman, otro tipo amante de los numeritos (arábigos, como el café, que de su vida sexual aun no se sabe nada)




Si transcurridos dos años desde que lo publicó nadie encontraba un error en su demostración, pues lo dicho, se llavaba la plata, el montante, los pavos que dirían los pésimos traductores de cine negro de nuestro país (debo decir que los yankies no llaman pavos a sus dólares, a saber que bebían nuestros traductores o dónde estudiaron inglés)




Pues lo dicho, que el tipo que tenía enfrente era un genio. Encontró un error en la demostración de Perelman. En realidad no solo hizo esto, pues al fin al cabo encontrarle un fallo a alguien es de lo más sencillo, al menos para la mayoría de los españoles. Lo rematadamente ingenioso es que encontró una demostración a la conjetura de Poincaré. Y parecía que en esta si que no había errores.




Me contó todo esto como si fuesemos amigos de toda la vida. Estaba encantado de encontrar por fin a alguien que no solo pudiera entenderle medianamente su entusiasmo, sino que no aparenteba ser una amenaza que pudiera robarle su idea. Supongo que pensó esto último por mi desencanto por las ciencias exactas. Pero no se percató que no había perdido ni un ápice de interés por el dinero.



El hombre, en su alegría, me llevó hasta otro cuarto, lleno de folios y desorden y allí mismo, como si yo fuese un crío, comenzó a explicarme su demostración, haciendo anotaciones aquí y allá. Salió un momento para volver con más bebida. En cuanto finiquitamos lo que quedaba dí por terminada mi visita. También porque mientras miraba sus últimas anotaciones, mi querido profesor había empezado a roncar en su silla y su cabeza descolgada se había convertido en una fuente de babas.




Cuando salí a la calle el aire fresco de la noche me despejó mi embotada cabeza. Ya bien dicen que cuando bebas no mezcles y yo mezclé números entero y grados y me había espesado un poco.



Así que marché hacia casa, esperando que "Ca´Melo" siguiera abierto y comprar un par de botellas de agua que me aliviasen lo que quedaba de noche y lo que quedara de mañana cuando me levantase el domingo. Tenía que haberle pedido al padre Juan José, asiduo de esta otra parroquia, que me la bendijera.

... -

Disculpen que haya tardado tanto en volver, pero con esto de que la Iglesia haya cerrado el Limbo y reabierto el Infierno, me han tenido dando una de vueltas ¡maldita burocracia! Y para colmo, no se dan nada de prisa, como tenemos toda la eternidad.

¿Por dónde iba?

Me mataron por la mañana. Primera curiosidad. En las novelas se suelen cometer crímenes a altas horas de la noche, lo cual me indica que mi asesino o asesina no era noctámbul@. Pero bien mirado, me parece más normal un crimen matutino. Por las noches, la mayoría de mis vecinos están en sus casas y pueden oir algo extraño. Por las mañanas, solo está en el edificio el músico retirado y bastante sordo,que pone la música tal alta que es imposible oir cualquier cosa que no sean sus cd´s de MPB.


Segunda curiosidad. Mi cuerpo apareció boca abajo y con el mono de trabajo a la altura de las rodillas. Exponiendo a la vista de quien me encontrase una roñosa camisetilla del abuelo y unos expléndidos boxers estampados con mil y una huellas de carmín burdeos. Las huellas de carmín eran cortesía del fabricante de boxers, no se hagan ilusiones.


Tercera curiosidad. A mi lado se encontró un ejemplar de "El juego de Ender", libro que llevaba en la mano cuando me "suicidaron". La sorpresa consistía en que a dicho ejemplar le faltaban la contraportada y las tres últimas páginas.

Mirna Loy -

Pues a mí no me importa jugar a polis y cacos. Así se anima el veranito. Me pido poli que caco en femenino suena fatal.

dueñ@ de ... -

Ja,ja,ja...ay, reconocido dicen...¿Porqué escritor, en masculino? No digo que no lo sea, ni que lo sea tampoco, pero ¿qué te hace pensar que conoces mi género?
Por lo de la profesión, nada más lejos de la realidad. La generosidad es característica no solo humana,creo, pero todos tenemos "de eso" en mayor o menor medida.
Sobre lo de las espaldas bien guardadas, no tengo ni casa propia, y tal y como va el euribor, ni me puedo plantear tenerla ¿Algún/a donante altruista de vivienda que quiera hacerme un regalito? Mi cumpleaños es en diciembre, vamos, a la vuelta de la esquina...

Félix -

No es que quiera jugar a policías y ladrones pero éste que no es teclado piensa que tu eres un escritor reconocido y puede ser que no quieres dar tu nombre para que no te reconozcamos. Porque tanta generosidad ¿no? yo eso no me lo creo. Seguro que tienes tus espaldas bien guardadas. La sangre sí importa.

... -

Soy el teclado mediante el cual se comunica ...
... ahora solo puede escribir su relato.
Cuando éste acabe, creador/a de...estará encantad@ de intercambio comunicativo
Teclado poco locuaz, solo ser simple teclado.
Sobre lucrarse con el anonimato ajeno, dueñ@ de teclado tener infinitos relatos para sí y el resto. Sírvanse ustedes mismos y si con eso se pagan hipotecas, pues, adelante.

Félix -

Es legítimo que no pongas tu nombre. Ahora, mañana mismo puedo seguir yo tu relato y decir que eres tú. Cualquiera puede apuntarse a tu bombardeo, pero si eso a ti no te importa. Pueden saltar chispas. Mañana puedo escribir lo que tu has puesto darlo a un editor y me lo publican, no te fastidiaría. Que conste que a mí eso no me preocupa, a mí "ni chicha ni limoná". En todo caso me estoy poniendo en tu piel. Por lo que parece, vas a tu bola y no te gusta compartir ni dialogar,¿me equivoco?. El tiempo lo dirá. Lo digo sin acritud que diría Felipe González.
Pasando a otra cosa, te diré José Luis que lo de placer onanista, no sólo con la lectura sino con cualquier otra cosa que solamente debe ser experimentado en soledad como por ejemplo el placer de comer de dormir o de sentir. Sin los tres no se puede vivir. Aunque hay otros muchos aplicables No?.
Saludos a todos.

Audrye -

Curioso texto. Curioso personaje. Curioso caso. Espero que sigas dejando huellas, (don/doña) puntos suspensivos. Esto empieza a ponerse interesante.

Saludos a todos/as.

... -

(Siento las erratas, pero esto de estar muerto dificulta un poco la tarea)

... -

Tampoco descarto que sean sospechosos el 90% de las personas que conozco o algún dís conocí. El 10% restante se justifica con mis padres, unos pocos amigos que no me ocupan una mano y... bueno...pensándolo bien, tampoco debería descartarla a ellla.

... -

Bueno, en realidad no estaban tan encantados con mis ausencias, porque siempre acabo (acababa, perdón)volviendo. Lo malo de mis idas y venidas era mi último trabajo: cerrajero 24 horas. Lo sé, no es muy sexy, misterioso, ni nada de eso. Qué se le va a hacer, no soy ningún Ricardo Blanco.
Nunca fui un tipo sigiloso y eso de oirme subir y bajar escaleras a cualquier hora del día y de la noche con mis herramientas...vamos, que ni a mí me hacía gracia.
Porque siempre antes de subir hacía una paradita "Ca´Melo", bareto puesto por la mano del diablo al ladito justo del portal de mi casa. Y claro, volver todos los días con tremenda melopea...vamos que montaba unas subiendo a trompicones los 4 tramos de escaleras, tropezando con la verbena de mis útiles y luego el solo de llaves, llavines y ganzúas hasta dar con lo que fuera que habría mi casa...No descarto que cualquiera de mis vecinos sea sospechoso de mi muerte.

José Luis -

Me encantan los misterios, ¿qué quieren? Gracias mil al anónimo por acompañarnos en verano e iniciar un relato. Y a Félix por recoger el guante. En cuanto a lo de las terrazas, me temo que salió el domingo pasado, por si alguien guardó el periódico. Si no, cuando regrese a casa les dejo aquí el artículo y podrán leerlo.

No soy un tipo especialmente solitario pero si la terraza equivale a lectura, la lectura es un placer casi onanista, incompartible. Y sé que está mal que lo diga un profesor de literatura. De todas maneras, jamás desprecio una buena conversación...

Saludos,
JL

Mirna Loy -

Vaya, hay misterios también en verano. Espero impaciente como sigue la cosa.
El artículo da las terrazas lo leí en estos días, pero no recuerdo exactamente cuál,¡cosas de ser un pseudónimo, qué se le va a hacer!

Félix. -

Espero que por allá arriba estés mejor que por aquí.Cuando vuelvas avisa y cuéntanos algo. Me pregunto: ¿Es que tú te disgustaste al ver que nadie notaba tu ausencia? ¿Estás mejor ahora ahí que antes aquí abajo? ¿Cómo te sientes, cómo es el lugar? ¿Es recomendable?. ¿Vives otra vida y te acuerdas de cuando te asesinaron? ¿Te quedaron secuelas y por eso te hicieron una regresión?. Estoy ansioso por saber. Quizás alomejor te estoy dando ideas para que sigas en tu relato.Puede ser que antes eras mala persona o un vecino que mejor no tener y por eso tenías a poca gente que se ocupara de ti. Posiblemente fueras un solitario o un incomprendido. De todas formas yo no entiendo mucho de autopsias pero me da que con un par de días el olor llega igual.Deja de molestar tanto a los vecinos y prométenos un final de reconciliación contigo y con el mundo. Lo bueno de escribir es que puedes hacer lo que quieras sin que nadie venga a molestarte.Aunque con lo que se diga se puede herir al vecino ¿no?.Vivir y dejar vivir. Feliz cuento de verano. Aunque no tengas nombre, no te preocupes la idea está guapa. Tanto que a mí me ha dado otras. Ánimo.A José Luis le preguntaría que cuando sale el artìculo que está escribiendo sobre las terrazas. Pero sinceramente debe de ser aburrido sentarse solo en una terraza a escuchar lo que dicen o hacen los demás. Mejor es compartir con alguien, y no me salga con el rollo de solitarios, o de no saber que hacer con el tiempo libre.

Félix. -

Espero que por allá arriba estés mejor que por aquí.Cuando vuelvas avisa y cuéntanos algo. Me pregunto: ¿Es que tú te disgustaste al ver que nadie notaba tu ausencia? ¿Estás mejor ahora ahí que antes aquí abajo? ¿Cómo te sientes, cómo es el lugar? ¿Es recomendable?. ¿Vives otra vida y te acuerdas de cuando te asesinaron? ¿Te quedaron secuelas y por eso te hicieron una regresión?. Estoy ansioso por saber. Quizás alomejor te estoy dando ideas para que sigas en tu relato.Puede ser que antes eras mala persona o un vecino que mejor no tener y por eso tenías a poca gente que se ocupara de ti. Posiblemente fueras un solitario o un incomprendido. De todas formas yo no entiendo mucho de autopsias pero me da que con un par de días el olor llega igual.Deja de molestar tanto a los vecinos y prométenos un final de reconciliación contigo y con el mundo. Lo bueno de escribir es que puedes hacer lo que quieras sin que nadie venga a molestarte.Aunque con lo que se diga se puede herir al vecino ¿no?.Vivir y dejar vivir. Feliz cuento de verano. Aunque no tengas nombre, no te preocupes la idea está guapa. Tanto que a mí me ha dado otras. Ánimo.A José Luis le preguntaría que cuando sale el artìculo que está escribiendo sobre las terrazas. Pero sinceramente debe de ser aburrido sentarse solo en una terraza a escuchar lo que dicen o hacen los demás. Mejor es compartir con alguien, y no me salga con el rollo de solitarios, o de no saber que hacer con el tiempo libre. Feliz Verano.

... -

Relatos de verano:
Fui asesinado una mañana de agosto. Un domingo por la mañana. Mi cuerpo no fue encontrado hasta 3 semanas más tarde. Reconozco que durante ese mes nadie me echó de menos. Todos aquellos (pocos, por cierto) a los que les hubiese podido extrañar mi ausencia, estaban de vacaciones. Así que el disgusto primero, se lo tuvieron que llevar los vecinos. Por el olor que desprendía mi cuerpo, claro, con estos calores. Porque, por otro lado, ellos siempre están encantados con mis ausencias.

Mirna Loy -

Me alegro de leerte. Sigo el consejo de las terrazas como si fuera el 11º mandamiento (aunque confieso que suelo saltarme unos 9)
Seguro que cuando vuelvas a escribir, desembuchas todo lo captado en esas terracitas de verano. Yo ya llevo absorvido mucho. No me piensen mal, que mucho Mirna Loy y luego soy como la Bassinger en "cita a ciegas", con un bomboncito de licor ya me desmando (me pasa menos con el vino, que no me pone mala, sino mimosa, pero esa es otra historia, supongo que todos tenemos talones de Aquiles, y algunos o algunas hasta rodillas de Baco)
Hasta pronto pues, se despide Mirna en su clásica (pero limpia, eh) neglillé.

José Luis -

Es cierto. Anda todo el mundo de vacaciones. Yo no les he dado la tabarra porque respeto mucho el descanso de mis amigos. Estoy con Mirna: ojito con el sol que perjudica. Aprovechen los viajes y las terrazas que ahora están animadas.

Por cierto, un día de éstos (no tengo ni idea cuándo) saldrá algo que me pidieron para La Provincia. Y tiene que ver con las terrazas. Espero que lo disfrute el que logre leerlo tras las gafas de sol y el gintonic. Un abrazo a todos.

PD.: Aún no sé si supere la crisis. Simplemente no me he sentado a escribir ni una línea. Un día de éstos lo haré, lo prometo.

Saludos,
JL

Mirna Loy -

¡Ay, madre! El vacío, la nada,.....Pero, ¿Dónde están todos? Espero que disfrutando de merecidas vacaciones... Tranquilidad, que ¡Ya tengo internet en casa! acabo de entrar en el siglo XXI. Un poco tarde, pero si la "chicha es buena", ya se sabe."Más vale carne que nunca". Vaya, el veranito también me afecta.
Espero, José Luis, que vuelvas con las pilas recargaditas y acabes con la "crisis creativa".
Volveré en un rato que son las 12:30 y, ejem, tengo que desayunar.
Besitos para todos y "No se pasen de morenos que tostados están más buenos"

Audrye -

Bajo las “siete cosas para no perderte” de la prensa local, a esta parte de la terraza y sin tocarme la puerta ha venido perdido un recuerdo entrometido. En la misma página de “el nobel da el sí quiero”, autor de las “intermitencias de la muerte”, (Saramago, por supuesto y muy recomendable, por cierto), encuentro la recomendación literaria de “Ácido Sulfúrico”. Y así fue cómo el fantasma de “Biografía del hambre” volvió a pasar por mi lado. Recuerdo el día, la hora y el lugar del robo. Me faltaba el quién, el por qué y el cómo.
Lo dicho. Se busca ladrón con exquisito gusto literario.

José Luis -

Sí, ya sé que a buenas horas mangas verdes, pero lo olvidé. Olvidé decirles que esta noche (miércoles, 4) hay una actuación magnífica en el parque Sta. Catalina. Actúa la Canarias Big Band (o como se diga) y suenan genial. Es a las 21.30 por si alguno(a) que se cuele esta tarde por aquí se anima.
Siento el retraso. Este fin de curso me tiene loco.
Saludos,
JL

José Luis -

Estoy ahora en plena crisis creativa (qué cursi suena eso) por culpa del fin de curso y de la revisión de una novela anterior. Pero no los olvido. Ánimo a los que andan de exámenes y cerrando cuentas: ya queda poco. Y el sol espera siempre por los rezagados. Esta noche hay una charla en Cuasquías sobre poetas malditos o la maldición de ser poeta, que ahora no recuerdo. Se la recomiendo. El amigo Alexis Ravelo andará anfitrionando como siempre.
Saludos,
JL

Samantha-maria -

Hola a tod@s. Estoy aquí Carlos y no me pierdo. Lo del nombre es para no confundirme con la otra María. Espero no volver a cambiarlo. Y María no estoy enfadada contigo.

El finde, para mí se presenta tranquilo. Anoche estuve en Las Brujas, seguro que muchos conocen este sitio. Totalmente recomendado y el que no lo conozca que vaya y haga la visita por toda la casa. Llena de habitaciones, pasillos, recobecos, laberintos, ambientadas con velas, decoradas con muebles antiguos,impresiona. Me hace recordar a esas Mansiones llenas de encanto y misterio. Y cuidado a las chicas, por si se topan con un vampiro.

Y ahora me voy a leer. Estoy enganchada a un libro muuuuy interesante. Cuando termine les digo cuál.

Felices sueños!!

Saludos
Samantha

Carlos -

Estoy, Samantha-María. A veces me ausento. Últimamente ando algo despistado pero ya me pierdo menos.
¿El finde? Uf. A ver qué pasa. ¿Alguna propuesta interesante? Al final no me pude pasar a ver "La soledad". Qué lástima, carajo.
Oye, Samantha-María, no me cambies mucho de nombre que para las caras soy muy bueno pero para los nombres no tanto. Y por aquí solo hay nombres (aunque mi idealismo ponga caras). No quiero que te me pierdas, eh?

Carlos.

Samantha -

Hola a tod@s. Y hola también a María la recién llegada. Soy la María primera pero para diferenciarnos he decidido llamarme Samantha. ¿Qué tal se presenta el fin de semana? Espero que muuuuuy bien a tod@s. Carlos, estás por ahí? No te pierdas.
Un saludo también para el profe.

María -

Hola, es la primera vez que participo en el blog, ya se me han acabado las clases y siento un poco de nostalgia. Pero conociéndome sé que se me ira pasando cuando me organice y empiece a ir a la playa todos los días, a leer mucho más y sobre todo cuando llegue Agosto y me vaya de vacaciones. Me imagino que ha sido un mal momento para empezar a participar en este blog porque estáis casi todos liados con exámenes, os deseo mucha suerte, un saludo.

José Luis -

Es lo que tienen estas fechas, Mirna. ¿No notas este silencio de nostalgia que ha invadido nuestra plaza virtual? Andamos todos cerrando cosas (balances, cursos, cuentas..) y no tenemos tiempo ni para rascarnos, que dicen por aquí.

No importa. La cosa es que de vez en cuando alguien entra a saludar y nos alegra la tarde. Y los días son más largos. Y la luz más intensa.

¿Ya tienen planes para el verano? ¿A dónde se van? ¿Qué piensan llevarse para leer? Una recomendación: la última de Luis Landero.

Saludos,
JL

Mirna Loy -

aaaaaaaaaaaaagggggggggggghhhhhhhhhhhhh!
trabajo que me alimentas y me esclavizas. Menos mal que me apasiona el mío, debo ser masoquista, si lo sé me hago aristocrática y a vivir de las rentas.

apenas tengo tiempo de leeros y me queda un come-come por no tener tiempo de plasmar las ideas que se me ocurren leyendo las vuestras....
por cierto ¿"Ande" queda el Matasombra? por si me dan la condicional en estos días y puedo pasar a "golisniar".
besos virtuales para todas y todos....¿no habeis notado como os llegaban?

Carlos -

En realidad, me refería a idealizar en el sentido de soñar con alguien o algo. No en el sentido de cambiar a alguien porque sí y punto. Porque eso no es sano ni recomendable. Me refiero, por ejemplo a idealizar un momento que ansías. El cómo olerá su pelo o de qué color serán sus ojos en la noche... Ese tipo de cosas que hoy se consideran tan cursi y tan olvidadas. Pero nunca hacer a nadie a mi imagen y semejanza (válgame Dios). Penélope, sólo decirte que no dejes de soñar, pues será lo único que nos quede. O al menos así lo veo yo.
María, y yo me alegro de que cada vez participes más y nos recomiendes de todo un poco. Intentaré quedarme todo lo que pueda.

Carlos.

Penélope -

Pués sí Carlos el mayor error que cometemos es cuando idealizamos a la persona con la que estamos, cuando proyectamos en ella lo que queremos que sea y no lo que realmente es. A mí no me gustaría seguir haciendo eso, quiero dejar de cometer ese error.
He visto "El buen nombre", trata de la dificultad de convivir con dos culturas, es una película que no deja indiferente.

María -

Buenas noches a tod@s. La ví, sí, ví la peli.La que recomendé.Termina el jueves 28 y pensé, me voy a verla. Me fundé unos vaqueros y me acerqué al Monopol. Sencillamente genial. Título sugerente "La Soledad". Mucho sentimiento, como la vida misma.Definitivamente recomendada, "para mi gusto".
Vete Carlos, te va a gustar mucho, ya me dirás, ah! por cierto, me alegro que estés otra vez con nosotros.

Lo dicho buenas noches y felices sueños.

Saludos
María

Carlos -

Las relaciones personales, espejos que nos escupen a la cara que ya no somos lo que éramos, sentimientos no correspondidos... "Son tantas, tantas cosas..." como diría mi buen amigo Ismael Serrano. Ojalá y tuviera los ingredientes de una relación ideal. He ahí el error: "idealizar". Pero yo nunca he dejado de cometerlo (me lo busco yo solito) y admito que es el error que más me gusta y el que nunca dejaría de cometer (así como el más doloroso). Y la calle Triana es testigo de ello...

Carlos.

José Luis -

Bienvenida, Penélope, a nuestro blog artístico sentimental. Nos alegra tenerte con nosotros. Y bien por la corrección, has estado ágil. Y en cuanto a lo que dices, es un signo de los tiempos que vivimos. Ya le iremos cogiendo el tranquillo a esto de las relaciones

Y gracias a carlos por regresar siempre con sus comentarios atinados. A los demás los echo de menos.

Saludos,
JL

Penélope -

Perdón por lo de apasiona con c, gran fallo.

Penélope -

Es la primera vez que participo en el blog, aunque ya había entrado en varias ocasiones. Me gusta mucho lo que nos estas mostrando de tu nueva novela, el tema me apaciona. Las relaciones de pareja nunca han sido fáciles, pero hoy lo son menos todavía. Lo que he notado es la gran soledad que existe, el ser humano ha avanzado en muchos aspectos, tecnológicos, científicos,etc, pero en las relaciones personales nos hemos quedado atrás,pienso que lo que está fallando en las relaciones de pareja es la idea que tenemos de ella. Para mi la relación ideal es aquella en la que los dos puedan crecer juntos en la que cada uno tenga su espacio, y como leí en una ocasión el la que se tenga la libertad de sentir lo que se siente y no lo que se debería sentir, la libertad de pedir lo que se quiere y de arriesgarse por cuenta propia. Sin embargo lo que normalmente ocurre es que dejamos de ser nosotros mismos cuando estamos con otra persona y como dice José Luis cuando nos miramos en un espejo no nos conocemos, y que triste es cuando eso ocurre, porque a mí me ha pasado y no es nada agradable, es muy duro. Puede que esté pasando por un momento de despertar y que ahora vea las cosas de una manera totalmente diferente a como hace apenas unos meses las veía, o tal vez puede que simplemente este siendo pesimista, pero de lo que no cabe duda es de algo está ocurriendo y siento que todos nos estamos volviendo un poco locos.

Carlos -

Este fin de semana me ha dado para todo o para casi nada, según se mire.
Me ha dado tiempo de ir al cine. Precisamente al Monopol y curiosamente he visto "Borrachera de poder". Pero shhhhh, no diré nada María. Aún no. Y sí, "La soledad", también tiene muy buena pinta. Habrá que verla.

Carlos.

maria -

Atención, atención información a quién le interese ver la película "La Soledad", es española. Está del 22 al 28 de junio. Su director: Jaime Rosales. Muy buena crítica. No se la pierdan.

Saludos
María

maría -

Un inciso: me equivoqué en el título de "Borracha de poder", es "Borrachera de poder". Debe ser las copas que me han confundido.... pero siempre sabiendo lo que hago.

Buena recomendación José Luis, intentaré ir y escuchar la buena música, que siempre amansa a las fieras.
Me gusta esto del blog, parece como en aquella película "Tienes un e-mail", no se si la conocen. Los protagonistas se enganchan a través del correo electrónico. Sencillamente genial con un toque de "sensibilidad".

Saludos otra vez María.

José Luis -

Gracias, María, por tu recomendación y tus deseos. Intentaremos ir a ver la película.

Parece que el personal anda en plena vorágine de fin de curso. Demasiado silencio. No importa. Volverán las golondrinas...

La buena noticia es que el festival de jazz está ya aquí. No se pierdan algunas de las actuaciones porque valen la pena. En el parque Sta. Catalina (donde Elder) hay un local curioso para escuchar música de la buena. No sólo de libros y cine vive el hombre (y la mujer).

Mucha suerte a los opositores y examinandos en general.

Saludos, JL

maria -

Hola a tod@s, aquí de nuevo. Anoche fui a ver "Borracha de poder" película francesa, está en el Monopol. Personalmente me gustó. Mujeres al poder, fuerte, jueza. No os digo más. Hay una, que no le visto, pero el título me llamó la atención "La Soledad", pinta bien e iré el fin de semana a verla. Y como dice el profe: si alguien la ha visto que no diga nada.

Mucha suerte a tod@as de nuevo y que tengan un buen término de fin de San Juan.

Saludos
María

Audrye -

Cierto. El Matasombra es un lugar de encuentro muy interesante. Tiene mucha razón. Buen ambiente. Un lugar para llevarte sorpresas, para abrir bien los ojos y pensar que lo que ves no se trata de un espejismo. Sin ir más lejos, ayer mismo. Menuda sorpresa. Y nada de espejismos, no señor. La vista no me engañaba: "hipótesis telar de una noche de verano elegido al azar".

Ya nos (me) queda menos. Dichosos exámenes. Mucha suerte, again.

José Luis -

Unos que vienen y otros que se van, como cantaba Julio Iglesias el siglo pasado. Espero que Vanessa regrese pronto y que Mari Carmen se quede mucho.

Entiendo (ya dijo algo de eso Audrye) que el personal anda de exámenes porque los noto apagados. Si es así, mucha suerte a todo el mundo y ánimo. Anoche estuvimos un rato en el Matasombras de "Cuasquías". Aquello se está convirtiendo en un lugar de encuentro muy interesante gracias al amigo Alexis Ravelo, un escritor con muy buena proyección.

Y los dejo ya, que luego se me desconcentran y me culpan a mí de lo que pase. De nuevo, mucha suerte. Y cuando pase el chaparrón volvemos a hablar de cosas importantes.
Saludos,
JL

Mari Carmen -

Hola, José Luis. Encontré tu página casi por casualidad y debo decir que estoy sorprendida, me gusta mucho tu estilo literiario.
Fue un placer tenerte como profesor, espero volver a tener de nuevo esa oportunidad.

Luz Vanessa -

Buenas a tod@s, si me permiten estaré ausente mucho tiempo, quizás hasta después de verano, primero por exámenes y luego porque motivos personales me obligan a estar en el hospital, jejeje. No se preocupen que no es nada serio! Bueno, a otra cosa, yo también he ido al cine a ver esa peli, preciosa, unas ganas de llorar... Si vieron Quiero ser como Beckham y les gustó, esta también va más o menos por el mismo camino, pero creo que en esta, da ocasión a pensar en nuestra vida... Bueno, muchos besitos a todo el blog y ya me veréis por aquí pronto ;)



Vanessa

José Luis -

"El buen nombre". Por fin fui a verla. Me pareció una pelicula espléndida. Muy contenida en las emociones (es india no americana), pero muy emotiva. Se las recomiendo vivamente.

Gracias, Audrye por tus deseos.


Saludos,

JL

Audrye -

La historia de Ruth y Sara no me parece triste. Hugo, ese personaje, sí que es triste. Pero Ruth y Sara no. Me parece que, de momento, ellas son los personajes con más luz de la terraza. Las que más brillan. Personajes que dan ternura y fuerza (mucha fuerza) pero no tristeza.

Para todos/as aquello/as que estén en exámenes, mucha suerte. Yo, al menos, estoy en ello. Y en busca de la suerte, también.

P.D: Lindo domingo de terraza, Fabio. Aprovéchalo.

Luz Vanessa -

Jejejeje, de competencia desleal ninguna, eso es una cursilada comparado con lo que escribes, yo no tengo ni la mitad de la maestría que tú. Eso es... una carta. Yo no soy capaz de escribir nada tan largo como los libros, tan mágicos, de los escritores. Gracias Malena, por tus palabras tan bonitas. Un beso a tod@s!!!


Vanessa

José Luis -

Mira a Vanessa, haciendo competencia desleal. Me gusta leer cosas así en el blog... Paqui, Audrye, ahora Vanessa. Me encanta que se animen.

Gracias por venir, Diana y bienvenida. Una letra nueva se agradece.


Y no lo tomen por un pique, ya les había prometido que les mandaría otro fragmento. Les presento a Ruth y a Sara, dos personajes de mi terraza. Lo siento, también es una historia triste pero, qué quieren, la novela va (al menos por ahora) de perdedores.



[...]
Sara ha terminado de mamar. Se ha dormido seducida por el pezón de su madre que, por no despertarla, le ha echado una sabanilla por encima y la ha dejado dormitar allí. A Ruth le reconforta la sensación tibia del cuerpito de su niña acurrucado contra el suyo. A Hugo, como si lo oyera, la escena le hubiera parecido una cursilada, una sensiblería de niña chica. Por eso se rajó. Como un puta. A las primeras de cambio. Nada que objetar mientras estuvieron los dos solos, una historia de sexo rebajado con gotas de cariño, un entretenimiento. Pero cuando Ruth se quedó embarazada la cosa dejó de ser entretenida. Ella lo notó en sus ojos, maldita la hora en que se lo contó. Estaba en una nube de contenta, tengo una noticia que darte, una noticia maravillosa, no, por teléfono no, esta noche en la cena; quiero verte la cara cuando te lo cuente. Y vaya si se la vio, la cara de un hombre condenado a perpetuidad, ¿que estás qué?, ¿cómo es eso? Y ella ensayó una broma, ¿cómo?, anoche que me caí de la cama y me di un golpe, Hugo. Y él no le vio la gracia, ¿y cuándo fue? Y ella, vete tú a saber, llevamos seis meses acostándonos y tú le tienes alergia a los condones, ¿qué querías? Y él, sin cambiar ni un músculo en su cara de condena, ¿no iras a tenerlo, verdad?, viene en un momento pésimo. Ella dejó la cena aparcada en el plato, miró casi con asco las hojas de parra rellenas, ¿un momento pésimo?; los niños vienen cuando vienen, joder, no llaman a la puerta. Y él, apurando su caña de cerveza, pues creo que esta vez debería haber llamado porque a lo mejor se va a encontrar una casa vacía. Y ella, poniendo las dos manos en la mesa, no, Hugo, no: en esta casa estoy yo y lo voy a tener, porque mi madre no me enseñó que se pudiera dejar a un hijo tirado en la cuneta, porque voy a cumplir los treinta y no sé si más tarde me va a apetecer tanto, porque me sale del coño, y nunca mejor dicho. Aquella fue la última ordinariez, imposible olvidarla, hace ahora un año, en aquel restaurante libanés de la playa que no ha vuelto a pisar. Hugo (camisa azul océano, gafas de metal y un resto de perejil entre las paletas) le reveló, con un cinismo igual de verde que la mancha de sus dientes, que no podía dejar a Teresa, que las cosas eran más complicadas de lo que parecían, que llevaban casados ocho años y las dos familias se conocían desde la República, ¿cómo iba a hacerle él una putada de ese calibre a tanta gente?, ¿sabía ella, además, cuánto debían aún de la hipoteca del chalet de San Lorenzo?, la intemerata, estaba cogido por los huevos y ese niño era el remate de la puñeta. Ruth mira ahora a su hija dormida y le sonríe orgullosa y le canta una nana tranquilizadora, una nana en la que le repite una y otra vez (por si es cierto que los niños oyen desde el útero de su mamá) que Sara no es el remate de la puñeta ni de nada, mi niña linda, que es la luz de su vida, su esperanza y su cielo, y que la va a querer hasta que se le descoyunten los huesos de pura vejez. Dios le da pan al que no tiene dientes. Miro alrededor, a esta terraza donde me he venido a echar de menos por última vez a Diana, y no puedo creerlo. Si excluyo a Casanova (ya se borró él solito desde que decidió dedicarse al coleccionismo de amoríos), el resto de nosotros hubiera dado un brazo por tener la oportunidad de elegir que tuvo Hugo. Aunque, ¿quién sabe? A lo mejor la historia hubiera sido la misma y nos hubiéramos rajado como él, los toros desde la barrera parecen poca cosa. Pero me sospecho que no. Porque, a Dionisio, un hijo le hubiera devuelto la cordura. A doña Virtudes, la fe. Y a mí, las ganas de vivir. Fidel y Homero, al menos, tienen perro. Nosotros ni siquiera eso. Menos mal que están Nadia y los amantes de Teruel para poner las cosas en su sitio. Ellos son nuestra única esperanza. La uruguaya ha venido, mesa por mesa, a sustituir el menú de los sándwiches y los bocadillos por el de los cócteles. Se acabó la merienda. Y se detiene sobre todo en el rincón de Ruth y Sara. Estoy seguro, no hace falta más que ver su forma de mirarlas, de que nos va a redimir de tanta tristeza apelmazada como se huele en esta plaza. Porque la tristeza y el miedo se huelen como la mierda.
[...[




Saludos,
JL

Malena -

Cuánto lo siento. No pude pasarme al acontecimiento. No me dio tiempo fabricarme el cartelito, jajaja.
Luz Vanessa, que sentimiento tan bonito chiquilla. Si estás enamorada y de esa manera, mi más sincera enhorabuena.
Carlos, ya llegará alguien así. Alguien que te haga temblar las piernas y te haga sentir en una constante euforia. Espero que tus piernas dejen el plomo a un lado.

Malena.

Luz Vanessa -

"Te miro a los ojos, empieza el amor, tú me sonríes y yo, con cara de enamorada. Me pones tu mano en mi cabeza, tus dedos comienzan a moverse entre mis cabellos. Te acercas poco a poco, cada vez más serio. Tu mejilla, tan cálida roza la mía y continúas por mi oreja. Es el tiempo de tus labios, húmedos me van acariciando primero el cabello, para pasar luego a mi cuello.
Comienzan los besos, esos maravillosos besos lentos, que hacen que me entren cosquilleos por todo el cuerpo. Paras y me miras fijamente a los ojos de nuevo, pero esta vez más serio, y me dices en voz baja: Te quiero. Te acercas poco a poco a mi boca, como si se tratase del sabor más rico del mundo y no quisieras que acabara jamás.
A partir de aquí, mis piernas no pueden más, no paran de temblar. Y tú, como si lo sintieras, me pasas la mano por el cuello y con la otra me apretas contra tu cuerpo agarrándome por la cintura. No quieres soltarme, yo tampoco quiero que me sueltes porque, ¿qué sería de mi si lo hicieras? Mis piernas no pueden más, lo sabes, y por eso no me sueltas.
En un momento de pasión se ve dónde encuentras la química, cuando el momento de pasión se encuentra y pasa durante toda la vida, como me pasa a mi contigo, mi Feje, eso... Eso es amor. Te amo vida mía".


Vanessa

Diana -

Hola Jose Luis, soy una de sus alumnas de magisterio y hace poco me enteré de esta página tan interesante. He mirado más o menos por encima los comentarios y la verdad que me ha sorprendido lo que he leído, ya que me parece muy interesante que nos brinde la oportunidad de opinar desde nuestro humilde punto de vista sobre lo que escribe, ya que quizás esto te de otros puntos de vista o quizás otros enfoques sobre tus novelas. Si le digo la verdad no he leído ninguna de sus novelas porque tampoco sabía que las tenía, pero por lo que he podido leer en este bloc parecen ser muy interesantes y creo que me voy a animar a leer alguna. Un saludo a usted y todos los que leen y participan en este bloc.

Carlos -

Al menos yo sí me pasé. Algo tarde (después del trabajo) pero tuve ocasión de escuchar la buena música. No podía dejar de mover los pies!!! Fue genial.
Yo tampoco conozco a ningún bloguero en persona(en serio, tenemos que cambiar esta palabra) y tampoco vi a Malena con ningún cartelito (jajaja). Intenté ponerle cara a todos los que participamos en el blog, pero seguro que no acerté con ninguno de los asistentes. Eso sí. No me quedé todo lo quisiera. En mitad de la noche, entre aplausos y una exquisita música (la banda es fantástica) me llevé una grata sorpresa. La que tanto esperaba. Pero no tenía elección. Me marché entre la euforia y con pies de plomo.

Saludos.

José Luis -

Sí que estuvo divertido, sí. Me hubiera encantado agradecerles a los que asistieron pero, claro, no conozco personalmente a los "blogueros" (búsquenme una palabra mejor que ésta es odiosa). Esta mañana andamos algo perjudicados pero al pie del cañón para que no se diga. Creo que nos grabaron casi todo el espectáculo los pibes de "Fusión arte" (o como se escriba). Lo digo por aquellos(as) que no asistieron.

Cuando me recobre de la resaca les traigo otra cosita. Carlos, Fabio te manda saludos de ánimo.

Un abrazo,
JL

Luz Vanessa -

Buenas noches a tod@s, o casi buenos días... Será que soy ciega o algo, pero no vi a nadie de ustedes por ahí... de todas formas no os conozco, pero me hubiera gustado... A ver si en otro momento coincidimos y nos tomamos una copita a la salud de alguien, jeje. El evento, genial. La música jazz de fondo super buena, la charlita con gente super agradable también. La verdad es que no tuvo desperdicio la noche y me quedo con ganas de repetir. Un beso!!!

Vanessa

Carlos -

Me pasaré por el acontecimiento a ver qué tal pinta. Me da a mí que me llevaré alguna sorpresa. Además, será divertido ver a Malena con el cartelito de "Mrs. Indignante". Menos mal que pones humor al asunto porque ya empieza a estar pasado de tuerca.
Saludos.

Malena -

Ah, Indignante. Lo olvidaba. Si te vienes, lleva esas pruebas que tienes. Será una velada muy divertida, jajaja.

Malena.

Malena -

Vaya, vaya. La india o yegua loca se ha descubierto solita, jajajja. Las flechas ya están listas y la diana tocará esta noche. Tal día como hoy promete.

Indignante, anímate y vente esta noche. Te tomas unas copas y cuentas tu historia. Serías genial como monologuista, porque no escuchas a nadie. Y no te preocupes. Si te pasas, tengo claro quién serías. Llevarías la palabra "indigante" escrita en la frente. Y si te pierdes yo llevaré un cartelito como cuando te esperan en aeropuertos extranjeros "Mrs. Indignante, please".

Ojo con las flechas esta noche, diana.

Malena.

Mirna Loy -

Yo es que con 21 años no considero que se sea una niñita, y eso que ahorita me quedan tan lejos. Sobre la diferencia de edad y ser el padre de alguien,creo que casi todo el mundo sabe cual es el suyo.

Ya he dicho que conozco "al tipo" y te aseguro que no aprovecha su status para su vida amorosa.


Nunca nos pondremos de acuerdo.



Como único consejo: No te hagas mala sangre. Estoy segura de que en este caso te equivocas, pero si de verdad te preocupa alguna "jovencita" de 21 años, mejor dile a ella que espabile que por ahí sí que hay muchos "cocos".
Ah, y por cierto, no olvides que con 21 añitos no se es muy inocente (una cosa es inexperta o con poco bagaje, que según) y a lo mejor tu "presa" tiene aspiraciones de "cazadora" y si la has pillado en un renuncio, hasta ha adornado su historia para que no la embroncaras.
Y aquí se me acabó tu tema.



Lo bueno viene con la presentación de hoy...jur, jur,jur (lo del lunes ¿es por hacer los fines de semana más largos?)

Luz Vanessa -

Jejeje, si supieras que no he podido ir a ver esa peli por quedarme todo el finde encerrada bajo llave, a causa de los trabajos... Pinto todo muy cruel, vale bajo llave no, pero si encerrada. Al menos he podido descansar un poquillo para meterme en el libro "Rojo sobre Negro. 17 o 16? relatos criminales" y terminar con él :D Genial, menudas historias.

Muchos Saludos!!

Vanessa

José Luis -

Creo que vine a recomendarles ir al cine el peor fin de semana con tanto fútbol y tantos nervios sueltos. Daremos unos días más por si alguien se rezagó.

También quería recordarles a los que quieran, la presentación de mañana "Rojo sobre negro" en Cuasquías. Me dicen que les diga que se retrasa un poco. Empezará sobre las 21.30.
Saludos,
JL

maría -

Carlos, una cosa quiero decirte "todo pasa y todo llega" pero en su momento justo. No te preocupes, seguramente que esa persona no te merecía. Aunque sé que cuesta tienes que pasar la página y no quedarte en el pasado porque eso hace que te estanques y se trata de "vivir"; de aprender de nuestros errores pero seguir adelante. En fin me dejo ya de filosofear que se hace uno muuuuy viejo.

Saludos

Carlos -

Gracias, Audrye, por tu comentario y por tu forma de ver las cosas. No sé qué será peor: si sentirse abandonado a solas o estar con alguien y sentirse abandonado, tal y como dices. Es abandono, al fin y al cabo.
Lo que importa no es su bolso de rayas, sino todo lo que ella se llevó dentro.
¿Cómo estás compadre Fabio desde que Diana se fue con Peterpan81? Yo, con perdón, sigo jodido.

Saludos.

Audrye -

“El abandono no es propiedad de nadie”. Es cierto JL. Puestos a decir, ningún sentimiento. Es sentido y vivido de muy distinta manera. ¿Y puede haber algo aún peor que el abandono? Quizás el estar con alguien y sentirse abandonado/a... Alguien me dijo una vez que si la vida te trae limones, pide tequila, sal y llama a alguien.

¿Remedios para un corazón roto? Malena, si conoces el remedio te harías rica, carajo. No existen tales remedios. Aunque el título quedaría curioso junto al stand de autoayuda y sería un éxito de ventas (jaja).
Y no importa la edad que tengas sino cómo hayas vivido. Que hay mucha gente de 24 años a la que le queda poco por descubrir y gente de 65 a la que le queda mucho por conocer. Y viceversa, por supuesto. Hay de todo, como en botica.

No soy nadie para decirte nada, ni para aconsejarte y mucho menos para aliviarte. Pero tu comentario me movió algo por dentro. Quizás el sentimiento de abandono que hemos sentido todos alguna vez. Solo te digo una cosa: deja correr esa etapa, a esa chica de bolso a rayas. Por ahí, en alguna parte, habrá una buena estelera que te coloque el corazón en su sitio. Date tiempo. Y una última cosa compañero de blog, “la vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer tus planes”. No te dejes pasar nada.

Esto si que suena a autoayuda, cónchale pero espero que te sirva de algo.

Judith -

Hola¡¡¡ Bueno, ya había entrado algunas veces pero no me atrevía a escribir nada. Soy Judith, también alumna de José Luis.
He leído algunos de sus libros, me parece una obra encomiable que haya gente que aún se siente delante de un papel a decir lo que pasa por su cabeza, lo que imagina, y lo que ,en cierto mod siente. "le hablé de los nuevos tiempos, (...) la gente cada vez tiene menos tiempo para los demás, es tan triste como suena, el poco rato en que se libera de sus horarios, de sus preocupaciones, de sus compromisos, los ocupa para ir al cine, escuchar música, viajar por Internet, cualquier faena que no requiera pensar mucho; porque si piensa, llega a la conclusión de que vaya mierda de vida que lleva (...)"
¿Le suena?
Gracias por su labor y a todos (o a casi todos) por la inspiración, la creatividad y la pasión por los libros que en los tiempos que corren poco se respira.
Un saludo, encantada y buenas noches a todos
Judith :)

José Luis -

Y lo olvidaba: si la han visto esperen al lunes para comentarla, no vayan a jodernos el invento a los demás, ja.

Buen fin de semana.
JL

José Luis -

Este fin de semana tengo intención de ir a ver una película que me parece que puede estar bien. Vi el adelanto hace unos días y suena sugerente. Se llama "El buen nombre" y va de la relación que establece una familia india (hindú, no arapahoe, claro) con la sociedad occidental a cuenta de que su hijo quiere cambiar su nombre original por otro más acorde con su nueva posición social. Me resultó curioso lo que vi. Y me apeteció recomendársela. Si luego no les gusta, no maten al mensajero.

Saludos,
JL

Malena -

Bastaaaaaa. Esto empieza a ser cansino y creo que mucho más para ese "santón libidinoso" (con toda la gracia, JL). Déjenlo yaaaaaaa.
Más arriba aparece una P.D clarita: "Ésta es la última vez que salgo aquí a hablar de lo que no toca, lo juro", literalmente escrita por JL. Que esto pare yaaaaaaaaa. Ya se ha dicho de todo. Y como Carlos dice, "a ver si este blog toma el rumbo y a toda máquina".
Bastaaaaaaaaaaaaa.
Malena.

Mirna Loy -

Indignante:
Creo que ni tiene en cuenta las opiniones de los aquí presentes, que siempre es bueno tener en cuenta otros puntos de vista.

Vamos, que la libertad de expresión está muy bien, pero aproveche la nuestra y con nuestros comentarios amplie miras, como yo las amplio con las suyas. Aunque después de hacerlo mis conclusiones sean opuestas a las suyas (después de reflexionar, no a priori, eh).

Esto no es un sitio para largar sin más puñaladas.
Más parece que está resentida y quiere venganza por algo.
Parece que quiera hacer mofa, befa y escarnio público de J.L. Correa por alguna conducta inmoral o impropia.

Al decir que sabe bien de quien habla, parece que sea de una hija, sobrina o hija de buena amiga víctima de " éste , para usted más que presunto crápula". Y que quiera usted vengar o enmendar lo que sea sobre ella (no atino a entender qué puede ser)
Puedo incluso comprender que exista alguna chica de 21 años que se haya sentido fascinada o enamoradiza de J.l., como la mayoría de las que hemos sido alumnas a esas edades, que nos encaprichábamos de alguno de nuestros profesores. Pero nada más. Tenga en cuenta que esto ha pasado siempre, sin llegar a más. Y que los profesores ni se dan cuenta, sobre todo porque no hacen nada para provocar estas situaciones.
Pero lo que no comprendo es que no tenga en cuenta que por activa y por pasiva le comunicamos que J.L. no es "culpable de sus acusaciones" y no se de por enterada ni le afecten estas opiniones ni para pararse a pensar que pudiera estar equivocada.

Usted ya ha juzgado (creo que de forma parcial) y lo que es peor, ya ha condenado, e intenta llevar a cabo un castigo público.

Por favor, ruego conteste a estas, mis modestas reflexiones sobre sus actos y no opine solo de los ajenos.
Muchísimas gracias, de antemano.

José Luis -


¿Han visto “Con faldas y a lo loco”, la magnífica película de Billy Wilder protagonizada por Tony Curtis, Jack Lemmon y una inmensa (en todos los sentidos) Marilyn Monroe? La última escena es ya un clásico en la historia del cine. En una lancha rápida, un viejo millonario (no recuerdo si Pat O'Brien o Joe Brown) le propone matrimonio a una jovencita que no es otro que Lemmon disfrazado. Éste lucha con argumentos de lo más absurdos contra la loca proposición: estoy gorda, ronco, ronco mucho, etc. El viejo verde insiste hasta el hastío lo que obliga a Lemmon a quitarse la peluca y a cambiar la aflautada voz que hasta ese momento fingía para decirle es que verá usted, yo soy un hombre. El otro sin perder la compostura y la sonrisa boba le responde: y qué, nadie es perfecto.
No hay mayor sordo que el que no quiere escuchar y me da la sensación de que a Indignante, por más que uno intente convencerla de lo contrario (este no es el lugar adecuado, hay otros foros para tu denuncia, ¿por qué te importa tanto la vida privada de los demás?), nadie la bajará del burro de que esto es una secta, yo el santón libidinoso y degenerado y ustedes las vírgenes vestales (lo siento, Carlos, pero eso te deja en una postura incómoda, je). Ya lo ha dicho: no habla del escritor ni del profesor ni del blog; habla de la persona. A Indignante le caigo fatal como persona, algo tremendamente higiénico amén de democrático. Sobre eso, nadie (y menos que nadie yo) puede objetar nada.
A mí lo que me da dentera de verdad es el tono de superioridad moral desde el que nos habla. Una mujer intachable en su conducta que viene a salvar a jóvenes inocentes del diablo cabrón. Una mujer sin mácula que odia las injusticias y a los injustos. Una mujer, en fin, por encima del bien y del mal. Eso es lo que me produce acidez. Demasiada perfección en un mundo en el que, como dijo Pat O'Brien o Joe Brown (cuando tenga tiempo lo miro), “nadie es perfecto”.

Saludos,
JL


Pd.: Ésta es la última vez que salgo aquí a hablar de lo que no toca, lo juro.

Carlos -

Gracias, J.L. Tienes razón. No llego a los 30, me queda algo lejos. Dicen que antes de saber lo que quieres, sabes lo que no quieres. Y eso, ella, lo tenía muy claro.

Indignante. Ya está bien. ¿Qué parte no entiendes de todos los comentarios de Audrye, de Mirna Loy, de Malena, de Luz Vanessa, de una alumna, de María y de todos aquellos/as que leen esto y se revuelven desde sus casas? Ya te vale. Porque:
1.Pareces ridícula. Una niñita de 18 añitos. Venga por favor, no seas sinvergüenza, madura y respeta a las personas. (Tu propio comentario se vuelve en tu contra, "cielo").
2.Tus comentarios sobran, caldean el ambiente, no vienen a cuento y a mi también me dan acidez.
3.El rollo ese que cuentas es un coñazo. Deja de marear ya la perdiz "cielo". Y además, no se lo cree nadie.
4.No nos importa la vida personal de nadie. Ni la tuya. Ni tus desengaños.
5.Que aquí, ninguna de las tertulianas necesitan ser salvadas de nada. (Muy gracioso lo del coco, Audrye).
6.Creo que de quién hay que salvarse es de ti porque utilizas la vida personal como arma arrojadiza y en el medio menos apropiado.
7.Cuánta razón tienes Luz Vanessa. Ojalá la indignante sea un personaje de papel de alguna novela para pasar página, cerrar el libro y dejarlo en el fondo de la biblioteca.
8.Que esto es un blog de literatura muy bien definido por una tertuliana más arriba.
9.En definitiva, déjalo ya.

P.D: El orden de los puntos no está ligado a ninguna prioridad. Tengo más puntos que destacar, pero tampoco me quiro poner pesado.

Saludos, Carlos.

Luz Vanessa -

Pero vamos a ver, ¿se supone que esa persona es alguien? Porque por lo que se ve, no dice quién es, ni es capaz de hablar a la cara. A lo mejor es un espectro que viene a vengarse porque un profesor no le hacía caso... O quizás realmente es un personaje de uno de los libros de José Luis que murió y ahora quiere que le resucite, jejeje. Bueno de todas formas creo sinceramente "cielo" que eres un persona muy pobre por dentro que necesita soltar temas personales, por un lugar muy poco adecuado, para sentirse realizado o realizada. Si una persona es cariñosa y divertida, ¿por qué hay que tratar de que parezca un acosador o un engatuzador de niñas indefensas? No es por nada, pero las alumnas y alumnos que estamos con él en clase somos muy mayorcitos y tenemos dos dedos de frente. Por eso, te propongo indignante que en vez de salvarnos a nosotras, te salves a ti mism@ de tu soledad y tristeza interior porque realmente creo que estás vacío. Un saludo a tod@s


Vanessa



P.D.: Y a ver si dejamos el tema ya porque cada vez me estoy calentando más y no quiero ser grosera con nadie.

Audrye -

A ver. Si no se trata de su blog. Ni de su trabajo. Ni de su obra. Dime indignante, ¿qué motivo te lleva a hacerlo por aquí? ¿Qué es lo que te empuja a decir todas esas cosas en un blog como este, en el que lo que importa es su trabajo y su obra? El resto de su vida ni nos va ni nos viene. No lo entiendo. Pon cara a tu molestia y exprésate libremente en el lugar adecuado. Ya has comprobado que por aquí, a ninguna nos hace falta que nos adviertas de nada ni que nos metas miedo con el coco.
Y según tú, no hablas por hablar. Pero ese “hablar por hablar”, me produce acidez.

María -

Chapó por Malena. Así se habla, karamba. Ya es hora que le tapen la boca a esa bocaza. Hay que dar la cara no esconderse tras un blog.
He dicho, caso cerrado cómo los abogados.

Saludos
María

Malena -

Vaya, vaya. Empieza a caldearse el ambiente. Un corazón roto (no te preocupes, Carlos, ya te dedicaré algunas palabras y un buen remedio para corazones rotos), una legión de blogueras apoyando a la causa, una india o yegua loca (prima hermana de caballo loco) lanzándo flechas y una chica muy pero que muy indgnada.
A ver indignante. Vemos que tienes decidio desemascarar al tipo que nos engatusa, ja-ja-ja-ja-ja-ja- (se trata de una risa irónica). Pues si sabes muy bien de lo que hablas y no te importa decirlo en donde sea... ¡venga! quítanos las vendas de los ojos y sálvanos de las garras de ese malvado, ja-ja-ja-ja-ja (risa irónica).

Malena.

José Luis -

Bienvenido de nuevo, Carlos. Como ves te echábamos de menos. Necesitábamos ese punto de vista masculino tan propio.

Siento, eso sí, lo que nos cuentas. Fabio te entiende perfectamente. y el resto de este blog también porque lo del abandono no es propiedad de nadie. A todos nos ha ocurrido alguna vez. No te conozco pero por lo que dices no llegas a los 30. Aún te queda mucho por ver y por vivir, así que ánimo. Y, carajo, para lo poco que le gusta a Fabio los libros de Coelho y Bucay, este comentario me está saliendo de lo más "autoayuda", ja.

Saludos,

JL

Carlos -

Menudo rumbo ha tomado el blog. En primer lugar, Audrye, magnífica declaración de principios. Algo que reduzco a la palabra "respeto".
Fabio, compañero de terraza. Ahora sé lo que es que alguien coja su mochila verde de acampada y se marche de casa. Solo que con la diferencia de que ella cogió su bolso de rayas rojo y negro lleno de ideas frescas y alocadas, de libros y de apuntes y se marchó. No sé si con un peterpan81. Ni idea. Por no poder, no puedo ni empaquetar la mitad de nada porque nunca dejó nada para empaquetar. En fin.
La peli, la veré, el libro, lo leeré y por el evento me pasaré.
A ver si este blog coge el rumbo y a toda máquina.
Saludos.

Mirna Loy -

Audrey, gracias por expresar tan bien un sentir común.
Indignante, olvida tus temores, no son ciertos. Olvida tus prejuicios, no son ciertos. Olvida que te has equivocado al usar este apartado, en lugar de mandar un e-mail. Incluso olvida que lo indignante ha sido no solo el medio sino también las formas (mentar el trabajo de uno -con las lentejas del prójimo no se juega- y a la familia,... )hombre, no.

Indignada y revuelta quedo.
Olvide todo esto. Es muy fácil juzgar. Lo ha hecho usted y los que aquí contestamos.

Vaya, Jose L., quien no te conoce se ha quedado con el mito: profe-escritor-bohemio seduce con sus superpoderes a inocentes alumnas , despojándolas de su voluntad y sentido crítico, como mujeres cabezas-huecas e indefensas que son por naturaleza.

¡Al carajo!

Gracias por las recomendaciones. Ahí van otras: como libro "La noche le es propicia" de Jose Agustín Goytisolo, como grupo "el lagarto amarillo" y como evento....con tal de salir de casa, donde sea.

Malena -

Vaya. Y yo que apago la tele cuando sale el "aquí hay tomate"... Y cuando enciendo el ordenador me encuentro con algo tan desagradable como ese comentario y esas acusaciones. Sinceramente, qué indignante, "indignante". Sobre todo hacerlo por aqui. Pero no quiero entrar en nada.
Yo no lo hubiera explicado ni escrito mejor que Audrye.
Aqui nadie salva a nadie, pues todos y todas somos granditos. Pero la falta de respeto... eso si que no.

Carlos, ¿qué ha sido de ti?

Malena.

Luz Vanessa -

Buenas a tod@s, llevo días sin aparecer por aquí y cuando vuelvo me encuentro con que alguien se está metiendo con una gran persona, y seguramente por celos de que no le hagan caso o vete tú a saber. Mira, no pretendo seguir con la historia porque no hay que dar importancia a palabras que no tienen ni pies ni cabeza. Indignante, si te has sentido dañad@ por alguna cosa, estoy muy segura de que no ha sido por culpa de José Luis, sino porque tu mente te ha jugado una mala pasada. No pretendo meterme contigo (aunque solo con tus comentarios quisiera decirte de todo) y tampoco pretendo, como ya han dicho, defender ni ser salvadora de nadie. José Luis, eres una gran persona y no tienes por qué cambiar ni cortarte con nadie, tú eres como eres y no puedes evitar ser así. Es más, si cambiaras tu personalidad lo harías por una mala crítica que no tiene nada que ver con lo que hablamos normalmente aquí. No te cortes porque creo que tus alumnos si se enteraran de cómo te han hablado aquí saltarían a tu favor, porque mucha gente sabe que no vas con segundas intenciones nunca, sino que vas con la verdad por delante. Que no te quiten la libertad de ser quién eres nunca, porque si deseas ser de una manera pero te paran por un comentario que sobra, no podrás ser feliz ni sentirte realizado como cuando escribes o das clases. No dejes nunca de transmitir la pasión que te llena hablar de lo que quieres. Un saludo muy grande para tod@s y mucho ánimo J.L.


Vanessa

José Luis -

Como diría un locutor de radio de esos programas nocturnos, tengo que darles las gracias por estar ahí y dar sus opiniones libremente.

Entenderás, Indignante, que tu mensaje ha caído como una bomba en el blog no porque me criticaras a mí sino porque nos hemos quedado todos(as) sin saber a qué venía esa crítica en un foro literario. Y he de decir que, igual que agradezco a las "blogueras" (qué mal suena) que me han defendido, quiero disculparme por si en algún momento alguien ha tenido la sensación de que utilizo este blog para sacar provecho con mis alumnas o mis lectoras. De hecho, el blog lleva abierto casi 4 meses y son pocos los estudiantes de mis clases que saben que existe. Por lo demás, suelo ser muy cauto y muy respetuoso en lo que digo (es cierto que la distancia no la guardo mucho pero eso tiene que ver con mi carácter no por una intención torticera de seducir a nadie). En cualquier caso, prometo medir mis palabras en adelante por lo que pueda suceder.

Por mi parte, no sé qué más puedo hacer que continuar con la línea sobre la cual se sustentan estas páginas. Quiero recomendarles unas cuantas cosas: una película, "Ciudad en celo", que me ha parecido una cinta muy fresca y en la que se tratan temas muy humanos; un autor, el reciente Nobel Orhan Pamuk, un escritor de una gran plasticidad; y un evento, la re-presentación (ya se había presentado en el Corte Inglés) del libro "Rojo sobre negro. 17 relatos criminales". Será el próximo lunes, 11 de junio en la sala Cuasquías y, además de la obra, habrá una sesión de jazz que promete ser divertida (muy buenos músicos y un cantante aficionado pero voluntarioso, ja).

Saludos y gracias de nuevo por estar al otro lado de la pantalla.
JL


Audrye -

Si no se trata de su trabajo, de su obra o de su talento, creo, “indignante” (y literalmente), con todos mis respetos, que te equivocas de medio. Porque como ya anuncié anteriormente, creo que este blog no está destinado a este tipo de asuntos que, al menos a mí, esos asuntos, me importan un carajo. Podrías haber esperado a terminar su clase o irte a su tutoría y dar la cara a tu molestia (o qué sé yo). Porque siempre resulta mucho más fácil soltar la bomba de Hiroshima y esconder la mano en un medio insípido, incoloro e inodoro como internet. Y lo que es peor: utilizar este medio para airear la vida privada de nadie. Eso, es mucho peor que criticar el trabajo, que no te guste la obra o que cuestiones el talento de alguien, sin lugar a dudas. Ya lo dijo Paulo Coelho, “el sentir no da derecho a nadie”.

Fin del asunto por mi parte. No vengo a defender a nadie. Solo defiendo el respeto, las formas y los medios por encima de todo.

Audrye -

Sin entrar en polémicas ni al trapo. Pero con algo que decir, sin duda.

Pensé, pienso y seguiré pensando que el fin de este blog es el de compartir ideas. Comentar deliciosos fragmentos de novelas (suyas o no). De conocer escritos de otras personas (suyos o no). De recomendar libros que les haya hecho soñar, desvelar y disfrutar (suyos o no). Y todo ello con la mejor de las intenciones. Con el respeto que se merece cada uno y cada una. Sin reproches. Sin malentendidos. Sin malintenciones. Es así de simple. Es así de sano.

Si ya cuesta que nuestros autores canarios publiquen (que por las islas hay muchos y muy buenos); si ya están, al menos, sacando la cabeza y promocionando sus maravillosas historias y si, además, crean una página web para que lectores y lectoras como nosotras (que sin ninguna otra intención, admiramos su trabajo) podamos opinar sobre ello, eso es un orgullo y un curro del carajo. Y que esos autores canarios (repito, que hay muchísimos/as con sus propios blogs y muy buenos) dediquen y lean cada uno de los comentarios sin intención de nada, sin abusar de su posición y sin aprovecharse de nadie, eso es cojonudo. Y merece todos los respetos.

Pero utilizar o airear la vida privada de alguien, ya sea un camionero de Cuenca, una aspirante a actriz de Tarrasa, un maestro de escuela, un escritor o un lector, eso no tiene nombre. Y en un blog como este, no tiene sentido. Por no tener no tiene ni pies ni cabeza. Y, además, creo que a todas nos importa lo que se dice “un huevo”.

P.D: Yo no necesito que ningún caballero andante o alguna Juana de Arco (con flechas o sin ellas) venga a salvarme de nada. Porque no hay nada de qué salvarse. Porque las damiselas en apuro ya no existen.

Saludos a todas.

maría -

Simplemente felicitar a "una alumna" porque con su comentario ha puesto las cosas en su sitio. Igualmente felicitar a José Luis y animarlo a que siga deleitándonos con sus novelas.
Saludos
M.

Una alumna -

Indignante, no te preocupes por gente de 21 años en adelante porque creo que de inocente tenemos poco, (conocemos a los hombres). No he visto en ninguno de los comentarios de Jose Luis nada que pueda manifestarse como un abuso de su posición. En todo caso lo contrario y aún así él ha seguido ofreciéndonos su trabajo. Nadie habla aquí por obligación y al que no le gusta puede apagar con la misma. En definitiva, que no te preocupes por nosotras...

Un saludo a todos y anímense a leer las obras de este hombre son increibles. Carlos, cuando te animes a leer algo de él vuelve (jeje)podemos comentarlo, en serio no creo que te defrauden sus historias.

José Luis -

Estimada indignante:
Hasta la fecha no creo haberle faltado al respeto ni, por supuesto, haberme aprovechado ni en este blog ni en ninguna otro lugar de nadie... Mis escasas apariciones aquí se han limitado a enviar algunos fragmentos de novela y poco más... El resto de las intervenciones han sido de los asistentes al blog a quienes (por lo leído) pretendes salvar de mis abusos.

En lo que se refiere a mi vida privada (mi puesto de trabajo y mi hijo) no debes preocuparte que no peligran. Me siento muy orgulloso de ambos y me esfuerzo cada día por que ambos se sientan orgullosos de mí...

Por último, a esto de los blogs les pasa como a las televisiones. Tú puedes pensar que son una porquería pero con apagarla tienes.

Saludos,
JL

Malena -

El Casanova de Venecia y el Casanova de la terraza tienen un objetivo común: la mujer. Perdón, quise decir las mujeres (en plural). Ya las formas de cada uno es otra historia porque eso depende de los tiempos que corren.

Creo que me he perdido algo. Chiquillas, ¿alguien se ha picado por aquí? Quizás haya sido alguna flecha muy real y nada ficticia...

Malena.

mirna loy -

Muy bueno Jose, y no creo que ni tu te olvides de escribir ni algunos de leerte.

josé luis -

No nos olvidemos que hablamos de ficción.

No se trata de hacer paralelismos. Y no, no me he picado con ninguna de ustedes. Les cuento: la novela gira alrededor de Fabio y su abandono. Él (y, claro, Diana) es el eje central. Lo que ocurre es que (suele suceder) todo le recuerda y todo lo relaciona con ella. Así, están Elizabeth y Aday (¿se los presenté?) una pareja de enamorados; y una viejilla, doña Virtudes, con un pasado curioso; y un masajista ciego, Homero; y un depresivo, Dionisio; y Fidel y su perro Cuba (ja); y Casanova. La idea es, en cierto modo, el contraste entre los distintos puntos de vista frente a las relaciones personales. No les puedo adelantar mucho, porque si no no la leen si alguna vez la publico, pero el final de la novela desvela todos esos referentes (salvo que yo me haya olvidado de escribir, que todo puede ser).
Saludos
JL

Audrye -

Malena, tenemos los mismos síntomas. Pero parece que mi sarpullido ha cesado. Casanova... Estoy de acuerdo en que su vida gira en torno a una constante insatisfacción. Si no ¿por qué estar con tres, paralelamente? La que se liará si esas paralelas se encuentran en algún punto... si existiese.

Ay, de nosotras. La historia está escrita irremediablemente por hombres con altas dosis de testosterona y con ganas de reafirmarse continuamente. A lo mejor la tiene pequeña (sin ofender) y por eso se dedica a la conquista, a la caza de una y de otra, a colgar las piezas (o que las piezas se cuelguen perdidamente de él), a lucirse y a lucirlas, y todo, para reafirmarse. No lo digo yo, lo diría Freud. ¿Qué diría Bucay...?

No creo que sea un personaje que incomoda. Para nada. Pero apuesto a que todas queremos saber cómo terminará ese triángulo amoroso... O cuál de las tres acabará mandando al carajo a Casanova. He ahí el enganche a la terraza. Te entiendo, Fabio. Una terraza da mucho juego a los cinco sentidos. O a los seis, en el caso femenino. Jugamos con ventaja (o eso dicen por ahí). Todo es muy novelero. De todas formas, no está de más un personaje como ese. A mi me parece curioso. Su aparición en la terraza nos dará pistas por si alguien, alguna vez, nos invita al ballet, a París o si se lo curra con alguna que juegue al golf. Porque ojito. No es oro todo lo que reluce.

Mirna Loy -

Casanova, Casanova....Gracias, pero, no, gracias. Yo ya tuve uno de esos.
Es cierto que puede provocar sarpullido. Pero tampoco hay que echar a correr.
Me resulta curioso que la mayoría de las veces se piense de "personajes" como él que..bueno...es un pobre insatisfecho...anda ya. Envidias o jodidas por no pillar más.
No me pondré extremista. Supongo que habrá muchos casos de mecanica repetición de conquistas,...que en algún momento se sienta uno "vacío"....vamos, no me detendré a explicar lo que le suponemos a estos "personajes".
Pero no todos van de frustraciones freudianas. Creo que a veces, es un modus operandi inherente a un/a indivíduo/a (sorry, pero si no añadía esta barbaridad, me temo se otorgaría irremediablemente un género masculino exclusivamente. A lo mejor tengo más prejuicios que el/la que me lea)
Que se puede vivir así, aunque parece que a la mayoría nos descuadre. Que no tenemos que buscar un fondo patético a un personaje/persona odiado/odiosa.
Vamos, que no sé que le depará el futuro a Casanova (de papel y hermanos de carne, carne y hueso) pero no le juzguemos o ignoremos. Aunque a mi también me sorprende esta aparición ( la gracia de la novela es también sorprender/se). Me sorprende por su nombre; no por anacrónico, sino por lo evidente que resulta. Me imagino que el tipo molesta tanto, por ir haciendo ostentación de su conducta con "tremendo nombre". Ni que lo hubiese elegido él.
Me hace gracia por ser tan provocadora su aparición. Anda que no está "puesto" para provocar en cierto punto, para incomodar. Es tan políticamente incorrecto...y la provocación tan obvia, que hasta resulta molesto haber picado el anzuelo. Vaya, las técnicas de los casanovas siguen funcionando, pensaba que estaba vacunada.
Me recojo ya, que me estoy explayando y no estoy aun muy despierta para explicarme como me gustaría.

Malena -

Luz Vanessa, entre tú y yo. Ahora que nadie nos lee. La india o yegua loca tiene arco, flechas y una diana bien clarita. No te diré más, jeje. Fíjate un poco más y verás. Desde aquí veo las señales de humo.

Y en cuanto a Casanova, espera a que se me pase el sarpullido. Que tengo mucho que decir.

Malena.

P.D: Luz Vanessa, ¿y ese interés por la de las flechas?

Luz Vanessa -

Malena, por favor, ahora en serio, dime quién es la de las flechas aunque sea por secreto XDD que me estoy poniendo de los nervios. Sobre Casanova se puede decir mucho, tienes razón, ¿por qué no te lanzas tú? Besitos

Vanessa

Malena -

Parece que aquí nadie se atreve con el Casanova. Y eso que da mucho de qué hablar. Y, sobre todo, sarpullido.

Cada una va a su bola. Recoge el personaje que más le gusta y se monta su propia historia. Excepto la de las flechas, que conoce perfectamente a su diana.

Y hablo en femenino, porque parece que el único chico (además de usted) ha salido por patas o lo han echado a patadas, jajajaja.

Malena.

Paqui. -

[…]


“Sho si no quiero que nadie me meta en una locura no me meto” Así con estos pensamientos Nadia se aleja de la mesa donde estaba Homero y se dirige a la barra donde a pocos metros de ésta, la espera el baboso de su jefe. Y es que a pesar de haberle servido las galletas de canela y la infusión de azahar al ciego, ella, Nadia, segue con el retintín de ese jefe que no la deja ni respirar y que allí, en la cocina y a pocos metros de la barra, la espera con los brazos abiertos para que se fuera con él y dejar así a su mujer. Mientras el jefe prepara unos bocadillos de vuelta con todo, de un encargo anterior. Ella junto a sus pensamientos contempla la terraza y mira a Homero y a su perro.

¡Qué asco me da el tío! Y todo porque tengo unas tetas firmes, como lo que me da la gana y no engordo ni un gramo. Si al final, todos son iguales. Este se piensa que si me caso con él, y le saco todo el dinero que tiene, a cambio, me meto en la cama con él, y con eso el puede hacer de mí lo que quiera. ¡Ni loca! Primero se la arranco, la saco a pasear y se la doy a comer al perro labrador de Homero. ¡Ay mi niño! Vos si que sabés.
Pa’ lo que hay que ver mejor estás así ciego. A veces cuando miro tus manos me acuerdo de las de un novio que yo tuve cuando tenía 17 años. ¡Me volvía loca! Cierro los ojos, y al hacerlo me acuerdo de la sensación de sus dedos que tocaban mi pubis, de su boca que besaba, chupaba y comía mis tetas y de su olor. Ese olor,que premonitorio de nuestro juego amoroso, parecido al azahar, acercaba y alejaba a la vez cuando la cumbre queríamos alcanzar. Sin embargo, la realidad siempre superaba esta ficción. Sí, porque a pesar de que lo vivido con él, Jesús, mi novio, era real, sin embargo su post sexo no era su fuerte. El muy basto me decía: “que pena que tus tetas no tengan agujeros, haría una fuente con ellas. ¡Basto, Basto, Basto! A mí en aquel momento se me quitaba toda la ternura del mundo y su rabo me conducía a su realidad y a la mía con él. Foshá, Foshà , Foshá ese era todo su contenido y su necesidad. No creo Homero mío que tu azahar cotidiano me lleve a esa misma locura si sho no quiero que nadie me meta.


P.D.
Me parece a mí que mi Nadia uruguayita se está volviendo un poco canariona. Menos mal que ya se me pasó el enfado. Lo que más me gusta de esto de la creación,es que por mucho que tenga unas ideas claras de lo que has escrito antes nunca vuelves a escribir el mismo texto.El otro se perdió en internet y con él la intención de aquel momento, este momento tiene otra. No hay dos textos iguales con las mismas ideas y con la misma persona. Son dos entidades diferentes. Por qué la gente se empeña en copiar si se puede hacer otra cosa.
A José Luis, a nivel de texto tú que opinas. Soy una atrevida, a nivel de texto nunca había escrito nada así. Sé objetivo. Yo conmigo lo soy hasta la muerte.
Besos.

Paqui -

La verdad que a mí esos tipos no me interesan, cero patatero, ni tan siquiera leerlos, no tienen nada que decirme. Lo mejor es si te topas con alguno ni mirar, salir corriendo. La verdad , lo que me da rabia, es que esto de internet es un rollo que te cagas,que diría mi NADIA. Ayer, hice un texto para enviarlo, estuve 2 horas mirándolo y revisando. Justo cuando lo iba a enviar me sale el ordenador que hubo un fallo grave.SE PERDIó.Pues que internet se vaya a freir huevos a la marea. Hasta que no se me pase no pienso volver a reescribirlo aunque lo tenga en la cabeza. Es como cuando alguien te hace daño o recibes sin merecerlo un golpe inesperado, sin avisar. Mi texto era precioso, guapísimo. ¡Qué modesta, que es mi niña!.
Son dos horas de mi vida y de trabajo intelectual y a la porra.Hasta que no se me pase me lo guardo para mí. Donde está más seguro y bajo llave.

Malena -

Luz Vanessa, tú y yo haríamos un buen equipo. Yo, por ser muy fijona y tú, por ser cotilla.

No diré quién es la india o la yegua loca (prima hermana de “caballo loco”). Pero las flechas andan abundantes y muy claritas. Y no digamos de la diana...

Casanova. Un personaje interesante. Da mucho de qué hablar, sin duda. Estoy de acuerdo contigo, Luz Vanessa, a pesar de todo, la vida de Casanova está llena de una constante insatisfacción.

Malena.

Luz Vanessa -

Malena, cuando puedas me dices quién es esa india que lanza flechas y a quién, que soy muy cotilla. Sobre lo que has escrito,José Luis, pensé que no estabas hablando de la actualidad, sino de hace más tiempo, porque el nombre de Casanova... no quiero romper nada de tu personaje, pero cuando le añades a ese nombre un móvil o internet, me quedo bloqueada. Si hubiera un hombre que se llamara Casanova y que fuera por la vida dando honor a su nombre, la verdad que poniéndome en su lugar, tendría una vida triste, aunque lo negara, una vida insatisfecha. ¡Por Dios!, hazlo como sea, pero hazlo, ponle una Musa a Casanova en su vida. Saludos!

Vanessa

José Luis -

Al final me van a enredar en esta locura, ya verán. Por lo pronto, la historia de Fabio, como diría mi abuela, se está gobernando sola. Casi que ha dejado de hacerme caso.

La cosa es que acaba de aparecer en la terraza un personaje, levemente tópico, que merece un estudio. Como no sé si acaba de gustarme lo someto a su consideración. No me lo despellejen demasiado y, sobre todo, no maten al mensajero. El tipo se apellida Casanova, cómo si no.

[...]
Es lo malo que tiene amar demasiado: que te conviertes en otro, en cualquier cosa con tal de aferrarte a la persona amada. Y acabas por no reconocerte en los espejos, por no gustarte, por desear no haber existido nunca. Eso a Casanova jamás le pasaría. Él, se nota en la manera en que agarra el teléfono con dos dedos tan solo como si temiera mancharse, es incapaz de amar a nadie de esa forma tan animal. No sabe lo que se pierde. Igual que Homero, igual que Virtudes (al menos a los ojos de su madre), Casanova es otro de los que honran su nombre hasta el pomo. Él colecciona amantes. Siempre anda detrás de alguna mujer, le da lo mismo que lo mismo le da que sea soltera, casada, recién separada o viuda reciente. En tiempo de guerra cualquier agujero es una trinchera. Ahora le baila el agua a tres a un tiempo. Raquel, la que trabaja de relaciones públicas en la empresa de enfrente, buenas tetas y cabello rojizo, acaba de romper con su novio de siempre. Y Gladis, la muchacha de los ojos azules que sale a correr tempranito por el Parque Romano, se va de viaje sola dos semanas. Y luego está Noemí, a quien acaba de descubrir por casualidad a pesar de que lleva jugando al golf más de cinco años con su hermano Braulio, ¿dónde la tenía escondida el cabrón de él? El caso es que Casanova no deja títere con cabeza. Aprovecha cualquier resquicio para dejar su olor, para hacerse notar como quien no quiere la cosa, por si suena la flauta de que a Raquel le apetezca ir al cine una tarde de éstas o Gladis necesite quien la acompañe a conocer París o Noemí quiera practicar el swing. El hombre, a qué negarlo, tiene estilo. Un estilo sacado de la misma naturaleza. Sigue el mismo proceder del dragón de Komodo: nada de arrebatos, nada de atosigar ni de lanzarse al cuello de la víctima como un poseso. No. Eso no funcionaría jamás con las mujeres que a él le gustan. Porque a todas estas Casanova no soporta a las lanzadas, a las muy modernas, a las demasiado independientes. Huye de ellas como de la peste: ¿dónde está el mérito, qué honor hay en acostarse con alguien que está desesperada por hacerlo contigo? No. Casanova presume de tener honor sin mácula. Se le nota en manera de doblar una pierna sobre la rodilla de la otra sin que se le arrugue la línea del pantalón. Es un tipo seguro de sí mismo. Igual que el dragón de Komodo. Se acerca a la pieza elegida sin prisa, sin sobresalto, y le da una leve mordida que inocula un veneno lento pero letal. La presa escapa dando gracias al cielo por haber sobrevivido a tan espantoso trance, pero no sabe que ya no hay marcha atrás, que lleva dentro la semilla del diablo. Depende de su resistencia, de su aguante, de su peso que tarde unas horas o unos días en derrumbarse. Y el dragón sólo tiene que seguir el olor de la ponzoña. Así actúa Casanova. Se acerca por detrás (aquí lo del honor tiene sus grietas pero, qué coño, nadie dijo que fuera perfecto) y lanza su mordida, así, de paso, como quien oye llover. Luego a esperar. La chica acaba siempre por volver, por coger el teléfono y llamarlo. Por eso es que él tiene a mano el móvil a todas horas. Ocurre que a veces se le juntan los cadáveres y tiene que enterrar alguno para los días en que el hambre apriete. No desperdicia nada el cabrón. Y se conoce todos los atajos. ¿Que a Raquel no le gusta el cine sino el ballet? Aquí que llega mi hombre con dos entradas para la Compañía Nacional de Danza. A él, de más está decirlo, le importa un huevo el baile pero adora sentarse a cinco centímetros de la oreja de ella, qué velada tan linda, Raquel, hacía siglos que no disfrutaba tanto. ¿Que Gladis ya conoce París? Ya, pero seguro que jamás ha visitado Portugal y eso que su novio estuvo allí de Erasmus. Una muchacha con esos ojos no debería tener novio pero lo tiene. La pieza vale el doble. Y Casanova se deja caer con la posibilidad de un fin de semana en Oporto, una lugar tan lleno de saudade y misterio, malo será que no acaben cogiéndose una tajada de luna y vino viejo. Lo de Noemí es más complicado, precisará más tiempo. Tiene quien la defienda. Pero la tradición juega en su favor. Braulio, por supuesto, intentará prevenirla sobre él. Le dirá, no te fíes de Casanova, que lo conozco bien, es un conquistador. Y, sin saberlo, le estará sirviendo el amor en bandeja porque no hay nada más seductor que una prohibición. Para una chica como Noemí, veintitrés años en todo su apogeo, que su hermano mayor le prohíba salir con alguien es una invitación. Porque Braulio de golf sabe la tira pero de adolescentes no. Si hubiera leído algún cuento sabría que están llenos de prohibiciones rotas. De puertas cerradas que necesitan abrirse. De desconocidos con quienes apetece hablar. De bosques que uno se muere por cruzar de noche. Así que sólo habrá de tener paciencia. Y es que Casanova es más que un conquistador. Es un coleccionista y, como todo coleccionista, nunca está satisfecho. Siempre busca un ejemplar más raro. Se le nota en la manera en que observa a las chicas que pasan frente a la terraza. Quiere disimular pero no puede. Usa el truco más viejo del mundo que es fijar la mirada en un punto (por ejemplo, el buzón amarillo) por donde la muchacha tiene que pasar y allí la espera. Y la escruta de arriba abajo, de izquierda a derecha, como Homero sus videos, para memorizarlas. Nunca está satisfecho. Cuando cree que ha topado con la mujer del siglo de repente cruza otra que la supera. Otra que tiene más tetas que Raquel o unos ojos más hermosos que Gladis o la rebeldía más encabritada que Noemí. Y vuelta a empezar. No puedo menos que pensar en Piterpan81. Tiene la pinta de ser primo hermano de Casanova. Imagino su anuncio en Internet, soy el último romántico y busco a la mujer de mi vida en este mundo tan lleno de mentiras. Un bolero, vamos. A las mujeres, incluso a una tan distante como Diana, les encanta un bolero. ¿Por qué será que no los envidio? Porque soy un idiota. Porque prefiero mil veces el dolor que ahora siento que el placer que ellos consiguen en sus conquistas. Al final están tan solos como yo. Pero a ellos les huele el aliento. El dragón de Komodo, no hay que olvidar este detalle, se alimenta de carne corrompida. Mientras que el idiota se alimenta de recuerdos frescos. De la voz, del olor, del tacto del recuerdo, Diana sentada frente a mí en una terraza del puerto de Lisboa. Detrás de ella una luna redonda como un camafeo. Y delante una copa de vino blanco que ya quisiera Homero para sus cenas. Fue la única vez que la vi emborracharse. Después de cenar descubrimos un coñac portugués, Carvalho Ferreira no se cuánto, que dejaba un regusto de madera en la boca. Nos enamoramos de aquel licor dorado. Tanto que sobornamos al camarero para que nos vendiera una botella que nos ventilamos de dos sentadas en el hotel Dom Pedro.

Malena -

Y yo por no fiarme, no me fío de las épocas. Que la historia nos ha tenido muy abandonadas y me huelo que la testosterona ha tenido algo que ver... Pero eso es largo de contar.

Lo que sí veo (soy una fijona de mucho cuidado) es en las maneras, en el ars amandi o seducción, o como quieran llamarlo. Y en las maneras entran las flechas. Y por aquí hay mucha india o yegua loca (prima hermana de “caballo loco”) sin tapujos y directa al grano. Aunque eso no quita que me parezca tremendamente divertido y un tanto surrealista.

Este blog con intenciones “literarias” (o no) empieza a gustarme.

Malena.

Mirna -

Ay, Malena. Un enigma somos todos. Siento cierta suspicacia por las renovaciones en el "arte amatorio". Si acaso en el arte de la seducción. Y ni tanto. Que hoy parece que no hay tapujos, y se va directa al grano...No se yo. Aunque una actúe con esa sensación de libertad fruto de revoluciones femeninas, anticonceptivas y mayosesentayochanas...y nos creamos más liberadas que las señoritas de palco y abanico de otro siglo...pensemos que igual de abiertas y descaradas eran cuando todos entendían que darse un aire de esta u otra manera significaba poco menos que arremangarse hasta la cintura.
En resumen, que creo que el mundo gira y gira, el rango de sentimientos y preocupaciones del ser humano serán siempre muy parecidas (hasta que mutemos) y que más que lineales, somos espirales en esto de los avances. Que no me fío un pelo de los progresos...

Malena -

"Las mujeres no son tan diferentes a las antiguas". No sé qué decirle a esto. Depende de cada una, supongo. Lo que está claro es que se han renovado en el arte amatorio (ars amandi, o algo así). O si no, solo hay que fijarse un poco. Ya no hace falta ni leer entre líneas. Pocas somos ya un enigma. Muchas se han espabilado. Agáchense chiquillas que por aquí se tira mucha flecha a una única diana.

Malena.

Mirna -

Menos nervios guapetón,que algo sospecharías...
Ni las mujeres de hoy distamos tanto de las de antes...ni los hombres tampoco. Por suerte o por desgracia. La vida no ha cambiado tanto para disgusto de optimistas y pesimistas (porque tampoco creo que estemos mucho peor)
Sobre tu blog literario... ¡ya me gustaría a mí! Lo digo porque aparte de tu trilogía detectivesca y muy poquito más llegado a mis manos desde las tuyas propias, (no revelaré el cómo ni el cuándo para darle más misterio a la cosa) ¡Muy difícil me lo pones! no hay manera de que encuentre en las librerías otra de tus muchas cosas (literarias,no espero encontrar ni un meñique tuyo ni un trozo de corbata, que serás un santo solo por ser profesor, pero aun no te ha llegado la hora de ser una reliquia)

Luz Vanessa -

Mmm, la verdad es que leyendo este trocito varias veces, veo en mi a una Elizabeth bastante insegura... Será cosa de siempre, pero cuando dices "las mujeres modernas no son tan diferentes de las antiguas" recuerdo todas aquellas ocasiones en las que mi yo interior a dejado escapar lo que hay dentro de mi, y que se ha quedado grabado de aquella época antigua.

Vanessa

José Luis -

Bueno, bueno... Esto se está poniendo al rojo vivo. ¿Qué van a decir los escritores serios si alguna vez se acercan a este blog? Y lo que es más duro, ¿qué pensará Bisbal de este usurpador? ¿No se suponía que íbamos a tocar diversos temas literarios?

¿Ves Mirna? Al final me has puesto nervioso y se me ha ido el baifo. Yo había entrado para dejarles un pedazo de la historia de Fabio que hace tiempo qie no les cuento nada. Está sonando un cd de Oscar Peterson "The Good Life" (¿les he hablado de mi loca pasión por el jazz?) y me apetecía dejarles esto. Espero que lo gocen. Es una escena de la terraza donde todo transcurre.


[...]

Porque Diana nunca quiso oír hablar de niños. La sola mención de ese tema la irritaba. Desde el primer día, en el paseo del malecón, cuando nos cruzamos con una pareja que llevaba un carrito parecido al de Sara, sin que nadie le preguntara por el asunto, dejó claro que no estaba dispuesta a repetir la escena de cocina y bronca a la que sus padres la habituaron de pequeña. Ni hablar. Los niños están bien para un ratito. Para un parque y una tarde. Para un cine y unas roscas. Con la puesta del sol mejor devolvérselos a sus padres. Yo pensé entonces que no era más que pose. Que se estaba haciendo la dura con el desconocido que le prestó el pañuelo en la calle Mayor. Pensé que marcaba el territorio de su privacidad. Incluso que jugaba a mujer moderna. Creí que, tal vez, cambiaría con el tiempo, las mujeres modernas no son tan diferentes de las antiguas: más temprano que tarde las vence, si no el instinto maternal, sí al menos la curiosidad. Sin embargo, Diana se hizo fuerte en su determinación. Cierta vez, luego de uno de aquellos días en que se hacía invisible y se daba a la lectura de Coelho, Marina y Bucay, mal rayo los parta a los tres, dejé caer que a nuestra casa le estaba haciendo falta algo de vida. Ella levantó la vista de la pantalla de su ordenador (¿andaría ya haciendo planes con piterpan81?) y me miró como si no me conociera de nada, si te refieres a lo que yo creo, olvídalo; un hijo, Fabio, no soluciona nada. Y yo, intentado reconocer a la mujer que me hablaba, no se trata de que solucione nada, sino de que acompañe al que se queda solo. No sé por qué dije eso. Fue lo primero que me vino a la boca, lo primero que me salió del alma. Diana no respondió, qué iba a decir. Una sombra sobrevoló su frente como un cuervo y regresó a un mutismo del que ya no saldría hasta que agarró las maletas y la mochila verde de las acampadas y se marchó de casa. De modo que he pasado de tenerle lástima a la mamá de Sara a tenerle una envidia pavorosa que hasta a mí me asusta. Doña Virtudes, lo intuyo por la forma de observarla, comparte mi sentimiento: ella también se cambiaría por Ruth con los ojos vendados y una mano a la espalda. Sin embargo, la envidia es algo contagioso y la mamá de Sara se ha infectado de nuestra envidia para mirar a Nadia y sus tobillos de porcelana, Nadia y sus tetas firmes, Nadia y su vientre liso, qué suerte, chica, creo que jamás volveré a tener cintura: engordé veinte kilos con Sara y no hay manera de volver a bajarlos. Elizabeth se ha erguido. Aunque sólo tiene ojos para su amor eterno, el resto de sus sentidos andan libres y ahora están revoloteando alrededor de la conversación de la mesa cinco. Ha escuchado el lamento de Ruth y se ha puesto alerta. Acaba de surgirle una duda chinchosa y necesita con urgencia que Aday se la despeje antes de seguir adelante. Y entonces recompone sus sentidos y los ordena despacio, como quien coloca los cubiertos, sobre su mesa siete para preguntar, cari, ¿tú me seguirás queriendo cuando engorde? Se trata de una de esas preguntas trampa, una pregunta bomba a la que las muchachas de ahora (a las de antes jamás se les habría ocurrido preguntar semejante dislate) son tan aficionadas: cariño, ¿tú me quieres?; ¿me has engañado alguna vez?; ¿si me engañaras, me lo contarías? A Aday le ha nacido una sonrisa de póquer, claro que te quiero, por supuesto que jamás he estado con otra, desde luego que te lo contaría. Ha sido ágil el pibe, bien por él. Ése es uno de los momentos, en apariencia triviales, en los que un amante se juega la vida. Si Aday llega a mostrar la más leve indecisión, le hubiera clavado toda su duda a Elizabeth en mitad del pecho y eso, amigo, es una herida de la que ningún amor se recupera. Y es que el amor tiene algo de problema matemático: como te equivoques en una simple resta se te va la ecuación a hacer puñetas. Tú sigues adelante, incauto, confiado en que vas por buen camino, pero cada vez te alejas más de la solución. Y al final lo que debería resultarte 4,25 te da 1257 y eso es un puente que se desmorona, un tren que descarrila, un telescopio que te deja ciego. Tan ciego como el hombre que ahora llega a sentarse en la mesa dos, al lado del buzón de correos amarillo. Homero, claro, no tiene consciencia del color e ignora que es amarillo, pero su bastón y su perro labrador se conocen de memoria la forma redondeada del buzón y lo han sorteado sin ninguna dificultad. Homero se ha sentado de espaldas a la galería. Él mira con los oídos, con la nariz, con las manos. Sus ojos muertos no le sirven de nada. Pide un té de azahar y unas galletas de canela para acompañarlo. Nadia se lo sirve con cuidado, advirtiéndole de la posición de la taza y el plato con un mapa horario, tiene usted el té a sus seis y las galletas a sus nueve. Intuyo, por ese juego cartográfico, que no es la primera vez que Homero viene a la terraza.
[...]

Luz Vanessa -

Empezaré comentando que aunque todavía está empezando el día, yo me encuentro ahora mismo en una situación un tanto caótica. Primero, me citan a una hora en un sitio y al final no se hace nada, luego me entero de que es totalmente imposible que esté en dos lugares a la misma hora(aunque no lo creáis, todavía tenía la esperanza de que si se podía), y por último, le hago un comentario a un gran profesor de su llegada tardía a clase (lo siento mucho por ese comentario). En mitad de la clase casi me da un mareo o un "yuyu" como dirían los adolescentes, y no pude atender casi a la clase. LLegando a casa me agobio con todo lo que tengo que hacer, exámenes, trabajos... y no paro de llorar. Sé que hoy no es un buen día y a él le dedico esto: "Quisiera no haber despertado jamás de este día tan perverso, que con sus brazos fríos esperaba a que avanzara hacia él, no dudes que hoy has ganado la batalla, me has derrotado, lo admito, pero mañana te aseguro que sacaré las fuerzas de donde sea para no volver a caer. Mañana no volverá a pasar lo de hoy, mañana será otro día y estaré más preparada. Hoy te dejaré con el consuelo de mis lágrimas".


Vanessa

P.D.: Jose Luis, aunque no lo creas tus alumnos no te vemos como tu comentas arriba... Y no es sólo mi opinión.

Mirna -

Por si te sirve y le quieres dar más cuerpo (interprétese al gusto) a tus muchachas, prueba a introducir a alguna de las de Ricardo en tu nuevo libro. Le darías una historia, un pasado, o un futuro...no sé...Al menos yo, tengo curiosidad por saber algo más de algunas de ellas.

José Luis -

Pues fíjate, Mirna, que donde más me dan es precisamente en lo de los personajes femeninos. Dicen (algunos, tampoco me leen tantos) que son algo tópicos y en ocasiones poco creíbles. La verdad es que uno escribe para ordenar el mundo y al final acaba ordenándolo a su manera y, quién sabe, quizás mis mujeres de papel son como las que a mí me gustarían y no como las de verdad. No sé. Es una cuestión que, si no me obsesiona, al menos me tiene entretenido.

Por otra parte, no creas todo lo que oyes. El "efecto tarima" (que es término de Javier Marías y no mío) está ahí. Es más viejo que el mundo. Y no te diré que no me hizo gracia en un tiempo. Pero ya me coge mayor: mis estudiantes nacieron cuando yo ya daba clases y, para ellos y ellas, soy "un señor de mediana edad" (sic), jaja.

Paqui -

La verdad es que lo del incidente, no fue que yo lo elegí a él sino que él me eligió a mí, o alomejor fue que ambos nos elegimos mutuamente, nunca se sabe.Lo cierto es que pasó y no hay que darle más vueltas ni buscar los 3 pies al gato o marear la perdiz.Que conste que cada día intento divertirme un poco más con el personaje de mi propia persona que ¿Quíen no dijo que eso es también creación nuestra, de lo que nos gusta o disgusta? o puede ser que venimos predeterminados.Besos, aunque ponerse en la piel de otra persona es también divertido, sirve para lo que sirve, momentáneo, aunque al final la verdad siempre sale, es una y uno no puede ser otra cosa que uno mismo. De todas formas al personaje de Paqui en su realidad es un secreto como lo que Busca Modiano en su personaje de Narrador, va a la búsqueda de lo que a nadie le interesa o preocupa y eso es precioso. Lo conoce poca gente.

Mirna Loy -

...o Mirna Myrna Adele Williams. Ella también usó una doble identidad, aunque fuera por necesidades del márketing(¿se acentuaba?). Como muchas de sus compañeras, tenía que ofrecer una imagen confundida con la de sus personajes. Puedes echar un vistazo en www.geocities.com/Area51/Vault/7564/glamour.htm Ninguna tiene que envidiar nada a tus mujeres de papel.
La doble identidad o realidad es juego viejo. Desde papisas a guerreras. Me he apuntado al juego.
Ahora puedo ser Mirna en neglille, apurando un trago de wiskei mientras me arropa la voz de Carmen McRae. O María Pestano, fumando a escondida en su despacho y que escribe desde su bufete en Barcelona, hastiada de su perfecta carrera, su perfecto marido, sus perfectos hijos y sus perfectas y jodidas amistades. O Elena, sin hache, que comparte terrazas contigo o con Fabio, según se tercie.
Lo mejor de este juego es que trae sorpresa, pues tu y yo ya nos conocemos. Pero tranquilo, que no va por la línea de fan psicótica. Aunque hay rumores de que las vuelves locas. Será el atractivo del escritor (el gremio es bohemio, dicen)o tu faceta de profesor, el "efecto tarima" usando tus propias palabras. Nota: odio parafrasear, prometo no volver a hacerlo.
Quedo a la espera...por si te pica la curiosidad y el gusanillo del misterio. Si no te sirve para tu novela...quizás sí a la mía ;)

José Luis -

Es una buena elección la del "Curioso incidente...". Espero que acabes tú con él antes. Estaba buscando un hueco para meter baza aquí pero, me disculparán, llevo una semana loca. Se acerca el fin de curso y en la Universidad andamos todos dislocados.

Quería aprovechar mi regreso para arrimar el ascua a mi sardina y recomendarles una lectura amena. Se trata de un libro que se presentó en la pasada feria del libro y que se llama "Rojo sobre negro. 17 relatos criminales" (Anroart, 2007). Qué manía la mía de matar gente, ¿verdad? Pues esta vez no es sólo mía sino de otros 16 escritores canarios (de origen o de adopción o de querencia) que nos hemos unido para la ocasión.

Alguien dijo en la presentación que 17 cuentos a 16 euros el libro, no llega ni a un euro por cuento, así que es muy barato, ja. Pero lo que más me interesa es lo que de simbólico tiene esta reunión. Hay autores y autoras de varios estilos, edades y creencias, pero me quiero barruntar que esta obra puede ser un punto de referencia para una nueva generación de escritores de las islas. desde la famosa narraguanche de los 70 no teníamos tanto y tan bueno. Así que ojito al parche porque vienen buenas curvas.

Saludos,
JL

Luz Vanessa -

Hola a tod@s! Apenas puedo entrar y por ello, solo puedo pararme a leer los comentarios, o algunos de ellos, entre clase y clase o entre trabajo y trabajo, y este es uno de esos momentos. Sobre las novelas policíacas yo me estoy leyendo una, que en realidad no sé si es de este tipo o no, pero que parece que sí, que se titula: "El curioso incidente del perro a medianoche" de Mark Haddon. La verdad que para lo poco que he leído en mi vida, este libro me está interesando mucho y cada vez tengo más ganas de saber el final, pero como me dijo un buen profesor es mejor ir con calma y limitarse a página por día, para saborearlo muy bien, que leértelo a gran velocidad y no enterarte de pequeños detalles que hacen que el libro sea más especial. Bueno, de todas maneras dentro de poco creo que acabaré el libro... o acabará él conmigo...jejeje, un saludo a tod@s


Vanessa

Carlos -

Vaya. Sí que se ha roto ese "espacio en blanco". Aunque "nada en él" había. Como decía alguien por allá arriba "por aquí hay que hilar bien fino". Sin más comentarios de "esa nada que nunca ha habido" y sin más diálogos ni apariciones,

Saludos.

Paqui -

¡Hola! lo que pasó fue que lo escrito en medio, es algo que tenía que haber borrado,pero que no visioné antes. Seguro que el cursor estaba donde termina el espacio en blanco, por eso salió. Una vez publicado no se puede hacer nada. Y si volvía a escribir no sabía cuando iba a terminar.Alomejor el espacio en blanco se produjo de forma inconsciente en mí para romper el diálogo entre tú y yo. Haber si alguien se anima y dice algo más.De todas formas cuando no tengo nada que decir me callo.
Besos.

Carlos -

¿Qué le pasó al blog? Tiene un gran hueco en blanco. ¿Habrá pasado un ángel entre tu comentario, Paqui?
Menuda eres. Escribes y lo pones todo patas arriba, jeje.

Anoté las reseñas que dejaste de Dora Bruder. Me interesó mucho. Quería contagiarme de tu fervor por Modiano pero no he pasado por la librería por motivos de estudio.
¿Aún lo buscas?

Saludos.

Paqui -

¡Hola! veo que con tanto tiroteo,policías,sospechas y asesinos haber si de aquí mismo sale una novela policiaca con argumento sólido.Lo que seguro es que yo no la escribiré, mi olfato no es de ese plato, pero nunca se puede decir de este agua no beberé ya que todavía ando buscando cual será el traje que vaya mejor a mi cuerpo literario.Que anda esperando en un cajón junto a unos folios con unas ideas que quieren echarse a bailar pero que yo no las quiero oir.Haber si acierto con esa música.
Pero como dice Modiano el escritor auténtico es ese que nace con sus procedimientos pero que no los encuentra del todo.Lo dice refiriéndose a sus formas de hacer literatura. Me encantó, lo leí, estudiando crítica literaria. Otra cosa que me gustó leer es su tiempo de dedicación a escribir. Dice que si se pasa más de 4 horas escribiendo tiene la sensación de que resbala. Él no es como Simenon o Balzac,los típicos estajanovistas de la pluma.El aspiraría serlo y hacerlo.Sin ir más lejos, Jean Paul Sartre según leí en un libro precioso de Françoise Sagan,escribía 1O horas al día. El pobrecito, se quedó ciego al final de sus días.
De todas formas yo sigo aspirando a seguir leyendo de momento los otros libros de ese escritor francés que me tiene bien ocupada con la ocupación nazi.Adivinen quíen es.El libro de la escritora francesa lo leí en español,se llama "Con mi mejor recuerdo", que seguro que se encontrará por ahí.Esta autora es famosa por el libro "Bonjour tristesse".¡Fuerte fiasco!No dice nada de nada. Famoso por el estilo de ella a los 18 años. Lo que más me gustó del otro libro fue su forma tan cariñosa de ver y reconocer la excelencia en su igual. Lo digo también por la gran admiración y respeto que sentía o siente (no se si está muerto o acabo de verlo así.Sus familiares que me perdonen)por Tennesse Williams, el de "La gata sobre el tejado de cinc".
Después de esta parrafada franchute, me gustaría saber si han encontrado a Dora Bruder en español, el padre de la criatura, lo dejó todo escrito en la lengua de Baudelaire haber quíen
en la de Cervantes.
Bonsoir et a la prochaine.
Bonnuit.
Besos.
PD. Algún día les explicaré por qué me gusta tanto la lengua de la Galia. Les adelanto,tiene que ver con las maravillas y la fuerza que LA COMUNICACIóN puede ejercer sobre el resto. Tenerla y ponerla al servicio de los demàs. Es un milagro. Besos. ¡Fuerte P.D! ésto parece un testamento. Adióoooooooooooooooooooooos.







español, así que se encontrará por ahì. Esta autora es famosa por el libro bonjour tristesse. Fuerte fiasco de libro.No dice nada de nada. Famoso por el estilo de ella a los 18 años. Lo que más me gustó del otro libro fue su











































































































































































Carlos -

Curiosas apreciaciones, Anónimo/a. Pero al entrar en el blog de esa manera, así, sin anestesia pues me impactó. Ha sido como un “ajá, manos arriba” y sin tener nada que ver en el asunto. Así sin más, buscando un sospechoso de un no sé qué, pero que invita a curiosear.

¿Decepcionado? Qué va. No creo que busques nada, Anónimo/a. Quizás algún sospechoso escurridizo, pero quién no lo es. En toda novela policíaca pasa. Además, rara vez, un detective acierta a la primera. Y menos aún el lector. No hasta el final. Sigue intentándolo. Sigo esperándolo. No te calles.

¿Que si con las novelas policíacas se aprende algo de injundia? Ni idea. Tendrás que definirme injundia. ¿O se dice enjundia? Jeje.
¿Pasar el tiempo? Yo no diría "pasar por pasar". Es fantástico tener un buen caso en las manos. Y podría seguir, pero ya eso depende de cada uno porque cada uno percibe con lo suyo, según “tu Descartes”. Y sin lugar a dudas, agudiza tu ingenio de una forma u otra. El lector puede ser el detective si quiere. A hacer sus propias pesquisas. Más o menos como tú, Anónimo/a, has hecho conmigo.
Saludos.

P.D: Vaya, a lo mejor esas preguntas no estaban dirigidas hacia mí. Pero me gustó lo de Holmes. Que entrometido soy.

Anónimo -

Como Descartes sé que existo.Pero la diferencia entre él y yo es que me valgo para llegar a esa certeza por que percibo mi cuerpo con la vista y porque lo siento,no como él que con tanto pensar y pensar, se le fue la cabeza y hasta diría yo su vida con tanto estrés.Pobre Carlos, siento decepcionarte no busco nada . Sólo eran apreciaciones mías. De todas formas gracias ya sé donde está mi error pero me lo callo. Yo pensaba que con tanto leer novelas policíaca iba a tener una contrarrespuesta de la misma naturaleza, pero por lo visto sin el cuerpo del delito, ya veo que eso es imposible.Y Ahora me lanzo a hacer una pregunta mi querido Holmes. ¿Con las novelas policíacas se aprende algo de injundia? o es simplemente un pasar el tiempo, o llanamente sirve para agudizar el ingenio? Como usted conoce todos los vericuetos del caso espero ansioso/a su veredicto. Y recuerde, me gustaría una respuesta al alcance de su calibre y prestigio internacional.
Su querido Watson le emplaza a una próxima convocatoria. Ardo en deseos por conocer sus deducciones. Saludos.

Carlos -

Siento decepcionarte, Anónimo/a pero, al menos yo, no juego a ningún papel. Sólo doy opiniones personales para compartir. Que para eso es un blog. Prueba con otro terturliante, a ver si tienes suerte.

Yo sí que le he cogido gustillo a la novela policíaca. Y por eso pienso que quizás tú sí que juegas a ese doble papel del que hablas. ¿Por qué si no te esconderías bajo el nombre de "anónimo"? Seguramente porque ya has dejado tus huellas por aquí.

"Elemental, mi querido Watson".

De todas formas, me ha parecido muy divertido tu mensaje. Anímate a leer algo policíaco. Verás como te gusta.
Saludos.

P.D: Esperaré noticias tuyas, Anónimo/a. A ver si encuentras lo que buscas.

Anonimo -

No es que me apasione la novela policiaca,la verdad, pero es que tengo veladas sospechas. Creo que aquí hay más de uno que juega a dos papeles. La pista me la diste tú, Carlos. Puede que sí, puede que no.Uno no está obligado a desenmascararse,
y menos a hacerlo con otro sin permiso.Yo sólo sé que soy yo ¿?, que ya es bastante.Lo digo por si viene la policía y se comete algún crimen
inesperado.¡Arriba las manos! y ¡socorro! ¡socorro! yo no fui. ¡Mamaaaaaaaá!

Carlos -

Gracias, Paqui. Parece interesante. Lo pillaré e intentaré no perderlo. Y así, intercambiar impresiones. Me pasaré por la Casa del Libro, que me queda a dos pasos de casa.
Nuevamente, gracias y un beso.

Paqui -

¡hola! yo tanto hablar de Modiano,que al final lo van a detestar,yo me he emocionado incluso leyendo crítica literaria sobre él,y
no les he dicho el título del libro que tanto me apasiona. Se llama Dora Bruder y es la niña que el narrador poniéndose en la piel de investigador intenta buscar tras haber encontrado en la página de "
Paris Soir" un anuncio de búsqueda que data de 1941(perído de ocupación nazi). Hay otro libro que se llama "Un Pedigree", seguro que lo mando a pedir.En el libro el habla de las personas que más le han marcado en su vida.El padre, la madre y el hermano. En casi todos sus libros aparecen pero como telón de fondo y en un segundo plano.En este caso al parecer de ellos habla más en profundidad. Lo bueno de él es que de su vida lo que se conoce es a través de sus libros lo que se llama "la novelización de su propia vida".No le gustan las entrevistas y de su vida personal habla poco.Eso es lo que me encanta de él. Que los lectores tenemos que adivinar o intuir dentro de su propia autoficción, pero también nos podemos equivocar. "Esto sí, seguro que le pasó, el padre seguro que fue un colaboracionista y no lo quiere reconocer". Por otra parte, esto sí es verdad, cuando ya estaba en el tren para mandarlo a Auswith(el padre) un alto mandatario de la gestapo lo salvó de la quema. Finalmente murió en 1978 en condiciones nada claras. Si quieres Carlos en WWW.casadellibro.com lo puedes comprar, está en español. Un Beso.
DORA BRUDER
de MODIANO, PATRICK
EDITORIAL SEIX BARRAL, S.A.
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Rustica
ISBN: 8432219266
128 pgs (13.0x23.0 cm) más datos técnicos
9.02€

Carlos -

En el enlace "Obra" de su página web, sus novelas aparecen bajo el título de “novelas policíacas”. Y por eso me surgió la duda. Supongo que sus casos van por esa línea, el "no más que resolver ese enigma o rompecabezas" como usted dice.

Gracias por su aclaración.
Saludos.

José Luis -

La diferencia, Carlos, está en el planteamiento y en la intención. Una novela policíaca se sustenta simplemente (y no es poco) en un crimen. Hay uno o varios cadáveres, uno o varios investigadores, uno o varios asesinos. Y un móvil y una coartada falsa y mucha mentira. Se trata no más de resolver ese rompecabezas, ese enigma. Por contra en la novela negra hay más que eso. Hay, además, una ciudad paupérrima, una clase política corrupta, un grupo social marginado, una crítica despiadada al mundo en el que viven los personajes (y posiblemente el autor). La novela negra tiene mucho de novela social, mientras que la policíaca no.

Espero haberte resuelto la duda. Otro día, con más calma (me esperan mis alumnos en clase), prometo hablarles algo de por qué me gusta este género.

Saludos,
JL

Carlos -

Una tarde de cine hizo que me hiciera una pregunta muy curiosa. Una duda que, entre tanto Montalbán, los casos de Blanco y Maigret, me dejó colgado. Me gustaría que me respondiese usted, Jose Luis, o todo aquél/aquella que lo sepa.

Ahí va. ¿Qué diferencia existe entre la novela negra y la policíaca? ¿Es lo mismo? ¿Dentro de la negra está la policíaca? ¿O viceversa?

La culpable de que me metiera en este mundo de detectives (una chica con la boca de fresa, quién si no) me prometió averiguar la diferencia. Aún la espero.
Saludos.

Fabio, fuiste a por lana y saliste trasquilado.

Paqui, recomiéndame algo de Modiano porque no tengo ni idea.

Gracias.

Paqui. -

¡Hola! ¡qué guapo! me da un subidón que te cagas, que diría Nadia pero en versión uruguayita, ver que mis comentarios sobre Modiano han calado hondo. Por otro lado también me da respeto porque sentiría que se decepcionaran. A mi me encanta en concreto este libro porque estás todo el tiempo pensando si realmente al autor en boca del personaje narrador le pasó lo que cuenta de sus situaciones familiares con el padre. Aparte él es super enigmático porque de su vida personal no habla nunca en sus entrevistas. Y lo que se conoce de él es gracias a su autoficción en los libros.Sin embargo escribe desde los 18 años y tiene una vida literaria bastante extensa. Las paradojas de la vida, comencé a leerlo porque me habían dicho que hablaba de las calles de París. De la biblioteca cogí un libro que no me llegó mucho. Lo devolví. Luego, al azar tecleé ocupación nazi, me salió crítica literaria: "Las figuras de la ocupación nazi en la obra de Modiano". Y era él. ¡Quíen me lo iba a decir!. Para exponer el trabajo de la ficha de lectura del libro, con la información que tengo estoy creando dos historias inventadas. Una para presentar al escritor y otra para hablar del libro. La primera desde la pespectiva del escritor."Me llamo...." y la segunda desde la mía."Se busca carpeta naranja perdida en la biblioteca de humanidades"... La segunda historia tiene que ver con mi historia personal con el libro.Se me perdió de veras en la biblioteca y lo tuve que comprar a la universidad.Lo mío es masoquismo.No apareció nunca.Y la chica ¿apareció?.No lo voy a desvelar por si lo leen.Besos.

Audrye -

Para Fabio, a un par de mesas hacia el sureste.

Hace días que te observo...
y he contado con los dedos
cuántas veces has reído
y una mano me ha valido.

Hace días que me fijo...
no sé qué guardas ahí dentro
y a juzgar por lo que veo,
nada bueno, nada bueno.

¿De qué tienes miedo?
¿A reír y a llorar luego?
¿A romper el hielo que recubre tu silencio?

Suéltate ya y cuéntame,
que aquí estamos para eso,
llora ahora y ríe luego.

Si sales corriendo,
yo te agarro tu cuaderno
y si no te escucho,
silba.

Te tiendo la mano,
tú agarra todo el brazo
y si quieres más, pues, silba.

Hace tiempo alguien me dijo
cuál era el mejor remedio
cuando sin motivo alguno
se te iba el mundo al suelo.

Y si quieres yo te explico
en qué consiste el misterio:
que no hay cielo, mar ni tierra
que la vida es un sueño.

Yo también espero noticias de Nadia, de Diana, de peterpan81 (aunque duela) y de algún personaje más.

Carlos -

Siguiendo la línea de Paqui (me sentí en París, Paqui, pillaré algo de Modiano) y de Vanessa (muy bonito e isleño, Vanessa), quisiera yo, ahora, cerrar los ojos. Y no veo paisajes de alguna isla ni calles de París. Pero igual me vale.

Yo veo a una chica perdida, quizás como Fabio (pero sin café solo ni agua con gas con limón; con algún chocolate suizo, quizás), y yo dando vueltas a su alrededor, quizás como Nadia y con la misma torpeza. Y queda la tercera persona en discordia, Diana (que por cierto, Jose Luis, aún tenemos pocos datos sobre ella) que aún desconozco.

Pues sí. La veo a ella con ojos tristes, risa pequeña y arrastrando el alma. No sé si como Fabio, pero tengo los mismos ojos observadores de Nadia y la misma torpeza con los vasos cuando ella se me acerca. Pero ¿que andará pensando? En alguien al que se le ha ido para siempre. Aunque esa chica no quiere utilizar el “para siempre”. Es demasiado tiempo.
Saludos, Carlos.

Luz Vanessa -

Buenas noches a tod@s, sobre lo último que dijo Paqui, yo cuando cierro los ojos me vienen paisajes de La Palma, alguno de ellos indescriptibles y que nadie debería pasar por alto, por su gran belleza. Sé que la mayoría piensa como Paqui que la emoción de recordar una imagen es la creada por el hombre. No estoy, para nada, en contra de las creaciones del hombre porque hay unas cuantas muy bien diseñadas de manera que hacen llegar el sentimiento del autor a los demás. Sin embargo, cuando recuerdo mis veranos en La Palma, mis caminatas en plena montaña, entre árboles o entre rocas, no puedo evitar pensar que lo que he visto es algo único. Invito a todo el que quiera a darse una vuelta por la isla y si quieren una guía, aquí estoy yo para lo que quieran.
La belleza de lo natural supera con creces a la del hombre, aunque algunas de las creaciones del hombre superan a más de una creación de la naturaleza.

Vanessa

José Luis -

No conozco a Modiano pero me intriga por lo que dices. ¿Estará traducido? Tengo que mirar eso.

Les prometí la semana pasada otro fragmento de la historia de Fabio para mostrarlo a su buen juicio. Aquí les va. Espero que lo disfruten.

[...]
Quiero entender qué hago en mitad de ninguna parte con el agua por el cuello. Entender cómo he llegado aquí. Por eso fue que le seguí la pista a Diana a través de un laberinto de nombres fingidos y anuncios desquiciados, un alboroto de mujeres reales o inventadas, de todas la edades, estaturas y pesos, con ansias de encontrar al otro lado de la pantalla gente con quien charlar, nada más, nada menos, aunque luego quien sabe lo que nos depare el destino. Ésa, destino, parece ser la palabra mágica que abre todas las puertas en este universo, un abracadabra ante el que todos se postran, la tabla de salvación a la que todos se aferran para que no se los lleve la marea. Aquí cada quien puede ser lo que quiera: abogada, secretaria o cajera de grandes almacenes. Incluso nada de eso o todo a la vez porque quién sabe lo que se esconde detrás de una frase como “lo más hermoso de ella no está a la vista”. El portal en el que Diana conoció a Piterpan81 dejó rastros impresos en el ordenador que compartíamos y yo no supe o no quise o no pude resistir la tentación de cruzarlo. Fue fácil. Sólo tuve que responder a unas cuantas preguntas que no comprometen a nada. Eso y pagar un tributo, si eres hombre. Me recordó a las galladas de chiquillo, anda, atrévete, cruza esta raya que he pintado en el suelo, atrévete si eres hombre. Anda, paga el tributo, afloja cuarenta y ocho euros al trimestre, oferta de lanzamiento, una bicoca, anda, paga si eres hombre. Porque las mujeres no pagan. Solyluna64, con un lenguaje lleno de abreviaturas y macas ortográficas, me explicó que ellas están exentas del tributo. Que ellas son el reclamo para que los incautos (o los desesperados que necesitan comprender) entren al paraíso de descubre tu media naranja. Solyluna64 sintió un flechazo por mí (así me despertó de mi letargo la pantalla, Solyluna64 ha sentido un flechazo por ti) la segunda noche y yo, claro, qué iba a hacer, quise conocer a alguien capaz de sentir algo así por un tipo con un perfil tan desabrido como el mío. El caso es que te piden un anuncio, unas cuantas líneas en las que tienes que apañarte como puedas para mostrar cómo eres. Yo no sabía ni por dónde empezar así que eché mano de los que sí saben y remedé al maestro Chesterton, soy un tipo con el corazón destrozado que no sabe qué hacer con los pedazos. Debí de resultar muy convincente o muy patético porque en seguida llegaron a socorrerme Linda70, Doñainesdelalmamía y Mujerfatal (no sé cual de los seudónimos me dio más miedo). Mujerfatal llegó con la sonrisa puesta, la única de mis rescatadoras que tenía foto. Era extrañamente guapa. Tenía los ojos expresivos de quien sabe bien lo que busca y un cabello rubio y lacio a la altura de los hombros. Pero no sonreía. Sólo miraba a la cámara como retándola a duelo. Cuando le respondí a su mensaje exigió conocerme, mándame una foto tú también, FabioMendez (no supe inventar otro nombre), en señal de amistad. Intenté defenderme con todo lo que pude, soy poco fotogénico, no hay cámara en el mundo que haga justicia a mi verdadero rostro, la belleza está en el interior. Pero Mujerfatal se plantó, si no envías una foto no tenemos nada más que decirnos. Al final, de perdidos al río, se la envié. Una que me robaron en la fiesta de cumpleaños de mi cuñado (bueno, de mi ex cuñado, no me acostumbro aún a hablar en pasado). Yo aparezco con los ojos brillantes y la sonrisa boba que sigue al tercer ron, con una mano en el pecho y otra en el aire. Mujerfatal no tardó en responderme al envío para darme la estocada, por imbécil, gracias, Fabio, por la foto pero no eres mi tipo. Adiós. Genial. La primera en la frente. ¿Y ahora qué hago, Bucay? Cuéntame un cuento, anda, y dime cómo sobrevivo a tremendo bochorno. Menos mal que, enseguida, Abusadora vino a sacarme del pozo. Como si presintiera que yo andaba en apuros, me mandó un correo lindo en el que me animaba a seguir intentándolo, la vida, Fabio, no se mide por cuántas veces uno se cae sino por cuántas se levanta. Otra que leía a Paulo Coelho. [...]

Paqui -

¡Hola! y gracias por ver a mi Nadia bien.Sho he visto errores de forma pero como tú eres muy bueno no dices nada y menos que sea voz populi.Sin embargo sho,una vez publicado, me preguntaba en la guagua si me faltaban expresiones de ese sistema dialectal,y si no había mezclado palabras de diferentes registros de lengua(el de Nadia y el mío de tapadillo).En este caso no me había equivocado sha que volviéndolo a revisar me di cuenta que había mezclado. Esto es el síndrome de intentar hacer las cosas bien, de mi perfeccionismo, del cual cada día intento curarme un poco y de mi teoría.Si sólo se escriben 6 líneas que esté bien hecho que los demás lo entiendan y que no tengan nada que decir.Ojo al dato y cuidadín cuidadín. Tendré que desempolvar los apuntes de 1º de carrera y buscar más por otro lado.Sobre todo para no seguir sufriendo y seguir riéndome cada vez que ella diga algo sin pensar.¡Quíen dijo que escribir es juntar una letra con otra!. Si fuera por eso yo no me emocionaría como lo estoy haciendo ahora con Patrick Modiano.Autor francés que trata del tema de la ocupación nazi en París. Período histórico que me apasiona.De una ciudad,que he visto dos veces y cada vez es más intensa la emoción que siento al reencontrame con ella.Y porque él(el escritor) tiene un estilo que va al detalle y a la constatación real de las calles de París a través de la documentación y el tiempo.En definitiva Patrick Modiano.Es preciso.No se si hay traducciones de sus libros, todos deberían conocerlo.Aunque sea por boca de un ajeno y cercano al escritor.¿No?.
El viene a enarbolar lo que se llama la autoficción en literatura francesa. Si te gusta la historia,la lengua francesa, leer y soñar con volver a emocionarte recorriendo las calles de una ciudad patrimonio de la humanidad, no te lo pierdas.Yo cierro los ojos y vuelvo a ver mi emoción en mi imaginación cada vez que la miro observando "Las bodas de Caná" en el Louvre o "La catedral de Notre Dame de París. Es impagable.Besos.

José Luis -

Gracias, Paqui, por darle vida a Nadia. Me gusta cómo queda en tu letra. No creas que no hay alguna cosa de la otra en la tu Nadia. Y no es que Fabio se quiera llevar todo el protagonismo, es que es él el que cuenta la historia y todo se observa bajo su óptica, posible y deliberadamente masculina. Esta semana ando algo liado pero la próxima intentaré presentarles a otros personajes para que veas que no es sólo Fabio el que sale en escena.
Gracias de nuevo y bienvenida al club de los noctámbulos.
JL

Paqui. -

[...]

- y sho,Nadia, todos los días en el mismo trabajo,y con la misma vida de todos los días. Aguanta que te aguanta al jefe, un don Nadie baboso, y todo por cuatro perras de mierda. Y ese que con cuatro hijos y otro en camino no respeta a su mujer ni a él mismo.Esto último la verdad es que no me interesa aunque sí me importa porque sho soy la que está ahí en el medio y agraviada. Estos hombres, que la mayoría son más simples que los programas rosa de acá. Se venden y echan su familia al traste por un polvo mal o bien echado.Claro, que si la mujer no se entera, allá voy a contar a mis amistades que foshé con la empleada. Y mira lo buena que está.Me merezco una premio o una cerveza. Y sho aquí aguantando estoicamente, haber si se presenta alguien en condiciones, que mire con dos dedos de frente.Aunque visto lo visto, no sé si empezar a acostumbrarme que esos escasean, porque con mi historial amoroso, más los que se me acercan no sé si arrojar la toalla y dejar que pase lo que tenga que pasar.¡Mira Nadia que sho te
lo decía! no dejes vos
Uruguay del alma. Ashá que sha sho tenía mi círculo de amigos, mis padres,que me dieron lo que pudieron y sho
hice el resto. A los 18 años trabaja en un local de copas y ashí
conocí a Jorge,un empresario español que ashí
me prometió el oro y el moro y sin embargo acá me quería para cuidar su casa y tener hijos. Que voy a hacer sho
con un tipo de 50 años, que me quiere para tenerme atada a los pies de la cama, de eso nada. Así que sho,
Nadia, sin tener nada que perder y sí mucho que ganar me lié la manta a la cabeza y lo dejé todo. Y lo hice sólo por mí. Y sho tan orgullosa que me siento. Lo malo es que ahora mi situación no es nada halagüeña, aquí aguantando a un viejo verde hasta que me salga algo mejor.Sin embargo desde hace un par de meses viene a esta terraza un tal Fabio. ¡El tío es un mirón que te cagas!no hace sino estarme pidiendo café sólo y una botella de agua con gas.Digo sho que será para alegrarse la tristeza que lleva en el cuerpo. Sho que despistada soy con los vasos,sin embargo soy bastante observadora con los ojos y el corazón aunque no lo parezca. Y este ¡es
más serio que la madre que lo parió. Ni una sonrisa ni nada.Aunque la verdad, para hacer lo que hace mucha gente, que a las primeras de cambio y para desembuchar te cuentan su vida obra y milagros.¡Qué Nadia mi niña que vos no estás para esas cosas¡. Pero sin embargo, de éste, tanto tiempo viniendo por acá y no suelta nada. El otro día hasta le tuve que prometer que no volvería a despistarme con los vasos, aunque la verdad no sé si lo conseguiré porque los despistes y sho
no sé si lograremos vivir separados.[...]

Soy Paqui,y gracias. Lo
único que sé es que al escribir a Mi Nadia, lo hice sin pensar según me iban viniendo las ideas.Lo peor como siempre tener que corregir errores de puntuación y acentuación.
La verdad es que me he divertido mucho. Lo cierto es que tanto Fabio, Fabio, y a vueltas con Fabio. Yo soy reivinvicativa y me gusta que la mujer tenga su plaza.No me gusta marear la perdiz, ni comerle la oreja a nadie aunque sea escritor o el que asó la manteca.
Lo shevo en la sangre.Si dijera otra cosa estaría mintiendo.Besos que Mi Nadia se impacienta por tener noticias de Fabio y de la otra Nadia. Haber si la empujamos entre todos para que saque la cabeza.Fabio lo hace sólo.
Besos a todos con sabor a terraza.

Carlos -

Ni idea de esos guionistas. Hitchcok me toca más. Y luego el cine clásico en general, no sólo el negro. Y ni qué decir de los actores y actrices de antes con los/las de ahora. En fin, cada uno/a tuvo su época y momento.

También he leído a Mendoza. De los primeros que cogí. En el instituto me enganché. Y de eso hace ya mucho tiempo. No les hicieron falta ponérmelo como “lectura obligatoria”. Una lástima el lector de hoy. Pero eso es otra historia. Y luego llegó Carvalho. Tiene razón. Ahora que lo dice, quizás me atrapara su honestidad. La verdad es que siempre me he inclinado por la literatura española y latinoamericana. Aún no me he atrevido con ninguno de fuera. Quizás lo intente con Maigret. Aunque si conoce alguno que esté bien y pueda recomendarme, le echaré un vistazo. Como hemos coincidido en varios aspectos, quizás acierte con la propuesta.

Entonces, amigo Blanco, creo que este es el comienzo de una gran amistad.

Un saludo.

José Luis -

Siempre he dicho que he mamado (como tú dices) más cine negro que novela negra, pero en el fondo es lo mismo porque el cine negro que me fascinó siempre es el clásico y los guionistas de aquel cine eran nada menos que Raimond Chandler o Dashiel Hammet. Sin embargo, Ricardo Blanco está más cerca de Carvalho o de los personajes de Eduardo Mendoza que de los detectives americanos.

Estoy contigo en esa cita de la novela policiaca. Uno exagera la realidad (a veces, jugando a la parodia, lo que me ha granjeado alguna crítica en la red) para interpretarla. Me gusta del género su "honestidad" (un término extraño cuando se habla de literatura que, por definición, es engaño y ficción) en tanto que el lector tiene delante todas las piezas del puzzle y está en él (o en ella) recomponerlo.
Saludos,
JL

Carlos -

Es curioso, José Luis, que a mis manos aún no llegase una novela suya. Como ya anuncié en mi llegada a este blog, esta página me la recomendaron. Y nada más entrar, me enganchó. Y es que el “posit” amarillo llamó mi atención. Verá, soy un fiel lector de los casos de Carvalho y sus “carvalhismos” (menudo es, je,je). Y supongo que usted habrá “mamado” mucho de ahí. Cómo no.

Y es que “las novelas policíacas no tienen nada que ver con la realidad criminal. Todo lo literario se basa en exagerar lo real. Las cosas que pasan tienen poco interés y los escritores las agrandan para ampliar artificialmente los límites de lo imaginado. Es como el que compra el doble de tela para hacerse un traje y luego la aprovecha toda. El traje siempre va grande.” De Historias de fantasmas.

Un saludo.

Carlos -

Entonces, si no es requisito leer algún libro suyo, creo que esto de participar en este “blog” será muy ameno porque disfruto mucho con la literatura y el cine (mucho cine). Aunque por lo que ha dejado caer por aquí sobre la novela que está escribiendo, creo que pillaré algún libro suyo. Eso de internet, el amor, el desamor, los emoticonos (simples machangos que expresan algún sentimiento insípido, incoloro, inodoro; nada que ver con la realidad)... Tiene buena pinta.

Tiene razón, a la mayoría de sitios culturales o literarios a los que voy la presencia suele ser femenina, una compañía infinitamente mejor que la masculina y que se agradece eternamente, sin duda.

Audrey, leí el poema de Jose Ángel Buesa. Un fiel reflejo de lo que le pasa a alguien (como a Fabio), me pasa a mí o nos pasa a todos en algún momento de la vida.

Gacela -

Llegué como por azar del destino a esta página y me gustaría comentar un par de cosas:

1) Los seres humanos somos demasiado pretenciosos al querer verbalizar el amor, o lo que me parece más grave aún, dar carácter científico al amor... Nunca aprenderemos que somos demasiado limitados para entender ciertos abatares del universo.

2) Felicitaciones a Blanca. No sé si eres mujer u hombre, poeta seguro. En ambos casos, has de ser muy sensible. Son bonitas tus palabras e inspiran en mí estos versos: "Cuando las palabras miran al sur, ni tan siquiera tu voz sería suficiente para detener el imposible olvido".

José Luis -

Bienvenidos (y gracias, Carlos y Vanessa) a nuestro "blog" que cada día anda más divertido y serio a la vez. Es cierto que no abundan los chicos en esta página, pero a eso es algo a lo que debemos acostumbrarnos: los asuntos culturales son cada vez más cosa de mujeres (y no me pregunten por qué, porque no tengo ni idea). El caso es que a cada foro que me invitan (tertulias, clubs de lecturas, presentaciones de libros, obras de teatro leídas...) constato que el 90% de los presentes son mujeres. Sin querer jugar a Casandra, me da que esto de la Ley de Paridad que acaba de aprobar el Gobierno nos va a hacer un favor a los hombres en unos años.


En cuanto a lo de leerme, no es requisito indispensable para participar en este "blog". Basta con que te guste la literatura o el cine o el jazz o el teatro o, simplemente polemizar sobre el amor y el odio. Por cierto estoy leyendo una novela muy linda que se titula "El mar" (de John Banville, en editorial Anagrama). Se la recomiendo a todos(as) por su sensibilidad y su belleza literaria. Es raro que yo lea obras en otro idioma que no sea el nuestro (porque la mayoría de las veces leo al traductor y no al escritor) pero ésta vale la pena.

Saludos,
JL

PD.: Estaré ausente unos días de este foro. Tengo un par de compromisos en Tenerife (una tesis, un curso y una conferencia sobre novela policiaca). Verán cómo asisten mayormente mujeres, ja. Ya les contaré

Luz Vanessa -

Hola Jose Luis, soy alumna tuya de la facultad de magisterio Vanessa o Luz como me dices de vez en cuando. Sólo quería comentar que cuando me dijo que era escritor no terminé de creérmelo. Pensé en un primer momento que era broma, pero luego, realmente entendí en sus clases que era así. Recordaba una y otra vez esa emoción por dar clases, la fuerza con la que nos hace llegar sus palabras. La verdad, me alegra mucho tener a un profesional de la escritura dándonos clase, si soy sincera no me lo creí porque no pensé que tuviera a un famoso tan cerca. Intentaré entre clase y clase o entre clase y trabajos que mandan los profesores, leer alguno que otro de sus libros. Sólo una cosa más, me gustaría darle las gracias por todo lo que está haciendo por nosotros, haciéndonos mostrar y expresar todo lo que tenemos dentro mediante ejercicios, tan entretenidos, en clase. Gracias de nuevo y espero que no tome a mal todas mis faltas (no sólo ortográficas) que he podido escribir. Un saludo Vanessa

Carlos -

Para los que quieran opinar, pero especialmente para Audrye. La tesis de tu acompañante es demasiado química para mi gusto. Creo que el verdadero amor debe ser totalmente desinteresado, generoso y no selectivo ni en exclusiva. El amor es amar todo, amar todo lo que nos rodea, poner conciencia en todo lo que se hace, ser generoso, dar lo mejor de si mismo a todos; algo que parece imposible pero que se puede practicar un poquito cada día. En definitiva, ¿alguien ha practicado ese amor alguna vez? ¿Y tú Audrye?

Audrye -

Gracias, Carlos. El mérito no es mío sino de mi acompañante. Bienvenido al blog.

Carlos -

¡Hola! Esta página me la han recomendado y me decidí a entrar. He estado leyendo los comentarios y me parecen muy interesante. No me he leído ningún libro suyo, Jose Luis, pero estar por aquí es un paso. Veo que tampoco hay mucha intervención masculina, sólo la suya y la mía. Sólo espero que se pueda opinar libremente sin que nadie se sienta aludido. Como he dicho, he leído TODOS los comentarios y TODOS me parecen reflexioxes y nada más. Esto es un blog para opinar y no para que alguien se ponga a buscar en el comentario de alguien si se dirige "de forma personal y directa" a él o no. No lo entiendo, la verdad. Creo que el único que se debe sentir aludido (pero con menos mala leche, je) es usted, Jose Luis.
Sin entrar en polémicas y sin que nadie se sienta aludido (que esto un blog, por Dios), saludos.
P.D: Audrye, me gustó mucho la tesis doctoral del amor.

José Luis -

Es cierto que lo que tienen estos "blogs" es que les falta algo de alma en tanto que no podemos (re)conocer del todo los matices en las palabras de quienes nos escriben. Eso no se soluciona ni con un emoticono ni con un jeje. Creo que sólo hace falta buena voluntad de leer entre líneas. Me parece (y no quiero entrar en el debate) que Libertad y Audrie están más cerca en sus planteamientos de lo que puede deducirse de sus textos.

Por otra parte, Libertad, en lo que me dices de "Belle de jour" creo que es una de las grande obras de Buñuel y lo digo como amante del cine no como experto. La historia de la Deneuve (creo recordar que se llamaba Severin en la película) me parece interesante en tanto que la doble vida que proyecta (creo que ya les hablé en alguna ocasión de esa "doblez" que me fascina en los personajes). Es una mujer aburrida de una vida de rutina y hastío que quiere vivir plenamente otra forma de amor (el sexo) y entra en un burdel. Ese contraste entre una vida fácil y vacía y otra al límite y complicada es lo que le da fuerza al personaje. Acaso sea el contraste entre realidad y ficción o que a veces nos creamos otra vida paralela cuando la nuestra no acaba de gustarnos. ¿El marido la perdona? No sé. Por lo menos la entiende, que no es poco.
Y repito: no hablo como experto sino como espectador.

Saludos,

JL

Audrey -

Perdona, Libertad si te sentiste aludida o herida. Simplemente me pareció interesante tu comentario. Nada más. E incluso si lo lees bien, las dos acabamos diciendo lo mismo o eso creo. No tengo la intención de nada. Quizás me haya explicado mal, cierto. Uno de los inconvenientes de estos escritos es que se suele dar malentendidos. Sólo eso, Libertad. Repito. Me parecía un comentario interesante.

Libertad -

Yo soy responsable de lo que hago y de lo que digo y mi intención no fue herirte, ni hacerte daño. Las decepciones están al cabo de la calle y no son ninguna novedad al frente.Somos todos humanos y susceptible de que nos pase, yo no soy la excepción.Lo único es que si en otra ocasión te sientes aludida,Augrey, rogaría que te dirijas a mí de forma personal y directa yo no tengo ningún problema.En mi intención de quitarle hierro al asunto se complicó. En mi vida cotidiana suelo ser bastante sensible para èsto, pero por lo que se ve aquí hay que hilar muy fino.Yo no quiero entrar en polémicas porque no me interesa, a la primera que hace daño es a mí. No quieras para los demás lo que no quieres para ti. De todas formas esto que acaba de pasar no termina sino por confirmar lo que ya sabía que esto puede ser un foco muy grande de malentendidos,sobre todo teniendo en cuenta que a la otra persona no la puede percibir por los sentidos.No sabemos nada de sus gestos
o las expresiones de su cara. En definitiva el cuerpo. Aquí lo único que cuenta es el texto, su intención y sobre todo la otra persona que tenemos al otro lado de la pantalla. Por mi parte este asunto está zanjado y no voy a entrar más.

¡Hola José Luis, hay un movimiento literario que me interesa mucho que es el surrealismo. No porque me apasione por sí mismo sino porque se extendió a otras artes como la pintura fotografía o el cine. Y ahí te quiero ver. El otro día vi la película "Belle de Jour" de Buñuel. Sinceramente lo que más me tiene intrigada de esa película es el juego de imágenes con las miradas del final que hacen la comprensión de la cinta. Tengo que confesar que no terminé de entenderlo. No sè si al final el marido la perdonó con el gesto de darse cuenta de Catherine Deneuve y así de esta manera el aceptaba su nueva situación frente a ella. Me acuerdo que hace tiempo en el programa de Garci que hablaba de cine, justo estas escenas finales las estaban comentando frente al surrealismo y la cámara,pero en aquel momento yo no había visto la película asì que estaba fuera de contexto y de situación.
Otra cosa que me interesa de esta película es el personaje de Deveuve aparentemente en una situación cómoda y sin complicaciones sin embargo, no se atreve a meterse en la cama con su marido por primera vez en su vida, aunque lo quiera.Y sí se va a trabajar de prostituta.Quizás porque tenía miedo de no resultar o ser tan aparentemente perfecta para èl. O puede ser que tuviera miedo de expresarse sexualmente por culpa de los juicios debido a su educación religiosa. La verdad es que esta película me parece que se presta a debate, sobre todo a partir del juego de las imágenes y las miradas. Lo implícito y lo explícito. Si sabes algo me gustaría que me allanaras el horizonte con tus comentarios. Ya intentaré de leer el libro. Existe. Seguro que el libro es todavía màs implícito que la cinta que se ha hecho de èl.

Audrey -

El desamor es un sentimiento igual de válido que el propio amor. Es algo que todos deberíamos pasar. Algunos (no sé si por suerte o por desgracia) nunca llegan a conocerlo. Sería bueno e incluso (yo iría más allá) sano que todos pasáramos por ello. Porque es la mejor manera de crecer. De madurar. De seguir.

Libertad -

Uno puede darle todas las vueltas que quiera al desamor, pero tampoco hay que incidir tanto, ni darle tanta importancia. Si el amor existe el desamor también forma parte de la experiencia humana, son experiencias vitales. Si a veces nos decepcionamos con nosotros mismos como no vamos a hacerlo con el resto. Quizás es que puede ser que hemos puesto excesivas expectativas en donde no debíamos. Si pasa es porque estamos vivos. Me sirve en no regodearme tanto en lo negativo. Cada cual es libre de hacer lo que quiera.

Audrey -

Después de "destripar" el amor queda lo peor, querido Fabio: el desamor.
Lee algo de Jose Ángel Buesa. Por ejemplo, "Poema de la despedida".
No es cuestión de dar publicidad, José Luis. Merece muchísimo la pena.

Libertad -

El amor no está en otra persona. El amor está en ti. Conocerte en lo bueno y en lo mano y obrar acorde a eso.De esa manera uno se suaviza, entiende y comprende al resto. Tener en cuenta al otro de la misma manera que lo haces contigo y ser responsable con eso. A mí me da tranquilidad. Besos.

J L -

Entonces, ¿siempre acabará muriendo? porque todos creemos alguna vez que lo hemos encontrado. Y dejamos de buscar... y de luchar.

PD:"Territorio Comanche", un gran libro, ¿verdad?

José Luis -

Hemos entrado en territorio comanche, amigas mías: "El amor: causas y consecuencias". Menuda tesis, ¿verdad? Yo creo que no existe una historia (real o virtual, literaria o cinematográfica) que no parta de ese sentimiento. Incluso en las novelas menos románticas hay un intento de plasmar las relaciones humanas en cualesquiera de sus formas (pasión, deseo, celos, envidia, miedo a la soledad, amor, etc.) Uno escribe para explicar el mundo que lo rodea y para explicarse un poco más a sí mismo, de modo que esas relaciones están presentes en todo momento. ¿Definir el amor? A mí me da que, como la felicidad o la libertad, el amor es una búsqueda, un movimiento constante. Si te paras (si crees que ya has llegado) se te muere sin que te des cuenta. Yo, qué quieren que les diga, sólo sé lo que no es el amor. Ya es un paso, ¿no?

Audrey -

Llevo una par de semanas con un desconcierto bárbaro. Y lo que mejor me sienta para despejar algunas dudas (luego supe que seguía con las mismas) es salir, que me de el aire y la buena compañía.

Así fue como un amigo que intentaba desenredar mi ovillo de lana mental expuso con todas las ganas, como si de una tesis doctoral se tratara, lo siguiente. A ver qué es lo que le parece.

“Si una idea es el resultado de un impulso eléctrico neuronal, ¿por qué el amor, que es igual de etéreo que un pensamiento, va a ser algo diferente? Dejando a un lado el papel de las feromonas, el amor como tal se debe a un "coktail" bioquímico que se produce en nuestro cerebro. Por tanto, esto que a todos nos pasa o nos ha pasado alguna vez, es una mera experiencia bioquímica o como diría Descartes “una falacia de los sentidos”.

(He de decir que pese a ello reconozco que, con diferencia, esa experiencia bioquímica de la que me hablaba es lo más bonito que a una persona le puede ocurrir en la vida, pensé).

Mi acompañante continuó tras el segundo sorbo de café. “Ese coktail desgraciadamente sólo se combina al principio cuando se está en la fase de conquista o enamoramiento. Esa sensación inicial tiene fecha de caducidad y se va desvaneciendo poco a poco, pero entonces es cuando, (a su juicio, al de mi acompañante), surge el verdadero amor, el que no está ligado a ninguna hormona, pasando a convertirse en una mezcla de cariño, de respeto y de mutua necesidad de estar junto al ser querido, simplemente, porque sí y no por costumbre o por desidia. Es en ese momento cuando estamos en condiciones de afirmar que se ama de verdad ya que nuestro cerebro no nos está mandando ninguna señal que pueda confundirnos de la verdadera realidad”.

Curiosa forma de entender el ovillo de lana del amor.
Saludos!

J L -

Que extraño que centre su próxima historia en el amor o en el desamor, que al final es lo mismo, porque donde hay amor siempre habrá desamor o donde hay desamor siempre hubo amor. Y si no es lo mismo van unidos, a la par. Porque si lo de la manía de la gente por acumular dinero (y poder), es más viejo que el hambre, el amor (desamor) existe desde que existe el hombre...
Es extraño, pero me gusta, para que esconderlo ¿a quién no le gusta que le hablen de algo con lo que se siente identificado? Todos hemos pasado por ello y entendemos tanto al “pobre” Fabio que pronto le apreciamos.
Es extraño pero se entiende, porque el amor es la fuerza que mueve el mundo... Porque hay algo más en esta vida... Porque sin amor el mar es H2O + Na + Cl ...

José Luis -

Gracias y bienvendida, Libertad. Aún no la he visto pero, si tengo ocasión la semana próxima, lo haré. Suena muy bien la sinopsis que has hecho. Porque, si lo de Internet es nuevo, lo de la manía de la gente por acumular dinero (y poder), es más viejo que el hambre. Lo bueno es que siempre nos quedará la literatura y el cine que, aunque no son gratis, son lugares comunes que no tienen precio. Saludos, JL

Libertad -

¡Hola! me ha encantado encontrar esta página de casualidad y sobre todo hoy un día harto difícil ya que me da la impresión que todo el mundo está conectado a Internet mientras el sonido de las procesiones de semana santa suenan detrás, a mis espaldas. Quiero decir que estoy contenta ya que al menos aquí puedo hablar de cosas que me interesan y que puedo comentar sobre todo teniendo en cuenta los libros y lo que rodea a ellos. Sin más paso a comentar que esta tarde fuí al cine y vi la película "La caja". Ciertamente diré que yo soy un peligro ahí,(el cine) no porque vaya a atentar en contra de la salud física de los allí presentes sino porque, justo en el momento de ver lo que veo sobre la pantalla, siento una necesidad imperiosa de comentar y no puedo reprimirme. Para colmo de males tengo un tono de voz un tanto alto y eso hace que mi acompañante se pase todo el tiempo velando por los oídos de los que allí se encuentran y repitiéndome sin cesar:"baja la voz" "baja la voz. Al final siempre me queda ese rescoldo de insatisfacción porque siempre hay algo que quisiera decir o seguir compartiendo pero que mi acompañante, no puede hacerlo porque no sabe más. Así que después de tanta introducción y tanto monólogo,quisiera decir que la película es estupenda y que me gustaría que si usted(José Luis) tiene intención de verla me gustaría que hiciera sus propios comentarios para contrastar su opinión con la mía. Al final mi amiga se fue del cine porque un cliente la llamó por teléfono y no pudo ver el final que a mí me encantó y que en definitiva no es sino el sueño dorado de alguien que teniendo mucho dinero en la vida no quería ni compartirlo ni dejarlo aquí, dejando a su paso, en la tierra, liberación por su propia muerte. Espero que a partir de ahora
esto sea un foro para liberar ideas y conocimientos que siempre son necesarios para llenar y vaciar nuestras inquietudes culturales que si nos la han regalado, lo menos que podemos hacer es darla y recibirla para poder seguir nutriéndonos. Sólo doy una pista. Sentada en mi butaca me vino la idea original del libro "5 horas con Mario". Por otro lado la película es un homenaje en forma de liberación para todas esas personas que viviendo en cualquier pueblo de las islas o de la península han sufrido la opresión de alguien con cierto poder sobre ellos. Seguro que muchos de ellos si la ven la vivirán con emoción y hasta si se lo pueden permitir yo les doy el permiso, vivir in situ la catarsis colectiva. Besos, gracias y espero sus comentarios, si quiere verla. Yo le doy el permiso también para que no lo haga si no quiere.

Audrey -

Me interesa mucho la historia de Fabio. Sólo un breve comentario y añadir algo a la mitad de Fabio sin Diana.

Ahí va el comentario. Alguien dijo alguna vez, que la mejor terapia para el olvido es el odio. Que si él/ella se va, se tiene que cuidar de nosotros porque le declararemos el odio y la guerra. ¿Pero sabes?, al final suele pasar que el odio es bastante aburrido porque, además, no se lo cree nadie. Quiero decir que a él/ella no le afecta que el taladro de nuestra mirada le traspase porque no se siente culpable. Normal. Así que al final uno decide olvidar y tirar para adelante, seguir en el camino y en la búsqueda, hacer repaso de lo que hemos andado y quedarnos con lo bueno y tirar lo malo.

Y ahora, para la mitad de Fabio sin Diana.
"La ciudad seguirá imparable, frenética y nosotros perdidos en ella, buscando quién sabe qué. Yo que sé qué será de nosotros. Se unirán dos nuevas soledades, se dirán mentiras, seguiremos locos. Tú seguirás cerrando bares y recuerdos. Dormirás en la calle, besarás otros fuegos. La ciudad en su ausencia seguirá creciendo, devorando vidas, haciéndolas humo. Otros cumplirán los planes que trazaste, que no terminaste, haciéndolos suyos. Nacerán mil niños y nuevas canciones y quizás alguno, quizás lleve su nombre. Si ella se va, los árboles del parque seguirán muriendo y también tu fe. Y quizás en su piel haya quien esconda allí su cansancio, todos sus temores o quizás sus labios. Tú estarás cansado y quizás más viejo, maldiciendo estos días muertos. Tantas, tantas cosas seguirán pasando que, quizás, las cosas no nos cambien tanto".

Gracias por seguir compartiendo sus escritos.

J L -

Muchas gracias.

José Luis -

Gracias Blanca por sumarte a este blog. Ha sido una linda sorpresa. Y gracias, claro, por darle una salida a Fabio que anda el hombre buscando la esperanza desesperadamente.

Para celebrarlo les vamos (Fabio y yo) a relatar otro fragmento de nuestra historia: el día en que Diana nos abandonó. Espero que les guste.


[...]

La falta de espacio (o, mejor, la sensación agobiante de la falta de espacio) debe de ser también un signo de los tiempos. Nos quejamos de unos pisos pequeños y mal distribuidos en los que vivimos solos o, como mucho, en pareja de dos y ordenador puñetero, cuando no hace ni una generación vivían allí un señor y una señora con sus cinco hijos, el abuelo y el gato de angora y a nadie (y menos al gato) se le ocurría quejarse. Entonces, con tres habitaciones se apañaban: una para el matrimonio, otra para los hijos (las literas de cuartel obraban milagros en diez metros cuadrados) y el cuarto de la plancha para el abuelo y el gato. Ahora lo que más se valora es el espacio para respirar. Así me dijo Diana cuando se marchaba, necesito espacio, Fabio, un lugar donde poder pensar, un ropero donde poner mis cosas, un sofá donde tirarme en bragas a ver la tele, una mesa propia para mi ordenador y mis libros: necesito recuperar mi vida. Al menos tengo que agradecerle que no sea como Dionisio, que no se pase el día deseando que me muera para romper tabiques y hacerse su cuarto inmenso sobre las ruinas de nuestro cuarto chiquito. Ella no pudo esperar a que me cogiera un tren o se me cayera un piano sobre la cabeza. Prefirió arrancar con sus bártulos a otra parte y aquí paz y en el cielo gloria. Y ahora yo tengo toda la casa para mí solo pero no sé qué hacer con ella. La habito como un sonámbulo que no precisa ni encender las luces. Mi memoria ha sellado armarios y habitaciones sin necesidad de llaves ni ladrillos, simplemente decidió que no existen, que jamás existieron. A pesar de todo, de vez en cuando aparece algo de Diana (una foto, un pañuelo, un paquete de sus pastillas de regaliz) al abrir un cajón y entonces me sobreviene una acidez que ni una docena de almax logra calmar. Es por eso por lo que me vengo a esta terraza a beberme toda el agua del mar, a rumiar todo el limón de la temporada, a escribir sobre toda esta gente igual de mísera que yo. Todo con tal de no volver a casa y, a tientas por las alcobas, encontrar un paquete de compresas, una crema de manos con efecto hidratante o la pulsera de cuarzo rosa que le regalé el diez de junio. Por su santo. Ella ni siquiera sabía que tuviera un santo que celebrar. Sus padres andaban demasiado ocupados tirándose los trastos a la cabeza para preocuparse por encontrarle un día a la niña, con el cumpleaños y los reyes tenía más que suficiente. No sabía que tuviera un santo y se ruborizó cuando llegué con la pulsera de cuarzo rosa. Me habían prometido que era una piedra ideal para viejas heridas de guerra, para aprender a expresar el amor, así me dijo la chica de la joyería, menudo timo. Llegué con la pulsera y la sonrisa rosas y Diana no supo qué decir. Ya lo había dicho todo. Había decidido que me iba a abandonar y ahora supongo que su silencio de entonces no era más que remordimiento. El caso es que fue incapaz de llevarse la pulsera a su nuevo piso y la pobre joya se quedó ahí, abandonada como yo, en la última gaveta de la cómoda, junto a los contratos de venta de la casa y de separación de bienes, a ver qué hago con una casa y unos bienes que la echan de menos más que yo. En un primer momento, cuando se iba con una maleta en cada mano y su mochila verde de las acampadas a la espalda, no hubo tiempo de hablarlo. Ella se sentía demasiado culpable y yo demasiado desconcertado para pararse en barras. Pero ahora habrá que pensar en algo. Porque Diana renunció a todo, eso dijo, no quiero ni un simple cenicero, al fin y al cabo soy yo quien se raja y el que se raja no tiene derecho a reclamar ni un simple cenicero. Sin embargo, yo no siento que muchas de las cosas (incluidos los simples ceniceros) de este solar inmenso en que vivo sin ella sean mías. Lo comprendí nada más cerrarse la puerta detrás de Diana, nada más oírse el lamento asmático del ascensor, yo sí tengo ascensor, no como el deprimido que habla solo, pero ¿para subir adónde? Esa misma noche, tan seguro estaba de que jamás volvería, comencé la descorazonadora tarea de empaquetar la mitad (exactamente la mitad) de cada cosa en unas cajas de cartón que me prestaron (la mirada compasiva de la cajera me hizo más sangre que la marcha de Diana) en el supermercado de la esquina. Media vida se había ido con ella y yo, cuidando de que las lágrimas no me jodieran las cajas, me dediqué a embalar la otra media. Dividir tu vida en dos es relativamente fácil cuando ambas partes se ajustan a una simetría: adentro su lámpara de noche, su tazón de desayuno, su cafetera italiana (yo tenía una de las de colar el café); si por mí hubiese sido, hubiera arrancado uno de los grifos del baño (el del agua fría, claro, no era cuestión de regodearse en el sufrimiento) para empacarlo también. Pero, ¿qué pasa con un juego de tazas o de copas de coñac que, a fuerza de romper alguna pieza, han dejado de ser par? Podría enmendarle la plana a Salomón y tronchar la taza o la copa sobrantes, un pedazo para cada uno, pero Diana acabaría cortándose y yo pensando en algún disparate con los restos del naufragio. También podría echar mano de la memoria a ver quién de los dos rompió la pieza que falta en el aparador y descontársela, pero ahí saldría perdiendo yo, que soy infinitamente más patoso que ella. He optado por quedarme la impar, a fin de cuentas Diana, en su piso nuevo, tendrá una vajilla completa. No es fácil, ya digo, dividirte la vida en dos mitades. La pared del salón quedó tuerta al quitarle una de las dos acuarelas (el rectángulo nevado del tabique parece el parche de un pirata que me mira con sorna). Y la librería, coja, al desmantelar la parte donde descansaban sus revistas de decoración, sus tratados filosóficos, los libros en los que buscaba respuestas a quién sabe qué preguntas. Le encantaban Paulo Coelho, José Antonio Marina, Jorge Bucay. Me gustaría saber qué me dirían ellos ahora para curarme esta jodida soledad, este abandono, aquí los quiero ver, amigos míos. Ese es el problema de los putos libros de reafirmación de la personalidad: mientras se la reafirman a quien lee, se la joden a quien vive con quien lee. Porque quien lee esos libros siempre acaba por decidir que quien vive con él es un estorbo, una rémora que no lo deja realizarse como persona individual y libre, yo me cago en tus muertos, Bucay. [...]

Blanca -

Admirado escritor:

Me he llevado una grata sorpresa al encontrar colgado en tu página el comienzo de la próxima novela. Compartir con tus lectores el inicio de un nuevo proyecto y dialogar sobre el proceso creador… Me parece un acto muy generoso, una oportunidad que desde luego nunca antes había tenido. Gracias. Es propio de un autor como tú, ya se te adivina en tus escritos propicio a este tipo de cosas tan geniales. Al hilo de ese monólogo del recién estrenado personaje narrador, ha surgido por ahí una voz contestona, réplica, no sé, no hagas demasiado caso, ya sabes, cosas que se nos ocurren conforme vamos leyendo a los viciosos, las viciosas de las letras.



Admirado solitario:

No se me había ocurrido ni por asomo, mientras te observaba desde una mesa cercana a la tuya, que anduvieras afectado por la comezón del desamor. Se te ve tan absorto, tan tuyo, aunque eso sí, lo tengo que decir, algo mirón. Como si devoraras el mundo con tus ojos para reinterpretarlo luego. Normal, es tu oficio. Y normal que te hayas fijado en la chica, la camarera, digo, es simpatiquísima. No obstante, apuesto mi viejo volumen de A la sombra de las muchachas en flor a que no te has percatado de mi presencia, otra solitaria cafetera en apariencia ensimismada. Y ahora descubro la razón de tu mirada levemente nostálgica. Es por lo de tu novia. Ah, l’amour… cuantos desvelos y cuanta desazón. Pero lo que más me sorprende es tu sorpresa, tu extrañeza ante la huida de Diana, a la caza de peterpan. Y sobre todo 81. Verás, colega solitario, lo cierto es que a mí no me parece tan extraño, quizás sea porque soy mujer, porque puede ponerme en el pellejo de tu Diana. Imagina meses esperando un algo que no llega ya, las carcajadas compartidas que ya solo suenan en el recuerdo, la inseguridad, la soledad incluso de esa tarde en que no estás para nada y ella está para todo. Y entonces entra internet en juego. Un chat, un emoticono que no te ofrece la luna, ni siquiera un paseo a la luz de la luna, pero que de nuevo te hace reír, que te hace olvidar los malos rollos, y que viene con toda la fuerza y el optimismo, como un día de sol después de una eternidad de lluvia lánguida. Pues eso, que de repente y sin pensarlo te lanzas a vivir. ¿Después? En ocasiones las dianas vuelven a su rincón de lluvia tranquila, otras no hay ya camino de retorno. Acaso la tranquilidad de una mesa de terraza, desde donde contemplar con una mirada escéptica el mundo, incluido al escritor que observa. ¿Qué diablos escribirá?

¿Sabes, Fabio? (Permíteme que te llame ya así) Yo también solía pensar en la muerte. Por eso, cuando tengas esos pensamientos, vuelve la cabeza un poco, eso es, hacia la izquierda (esta vez has acertado por instinto), y déjame que te ofrezca algunas razones, un poco del antídoto que he destilado a fuego lento. Para ahuyentar la nostalgia. Para volver a sonreír. De veras.

Audrey -

Quizás la idea de su novela y su curiosidad acerca de qué hay detrás o dentro del mundo cibernético ayude a despejar alguna duda, a acabar con algún mito o a seguir con el mismo desconcierto que me produce que alguien pueda llevar ese tipo de vida virtual.
Sólo espero que haya algo más en ella (en su novela). Una historia en cada personaje que es, al fin y al cabo, lo que importa.

J L -

Se puede engañar mirando a los ojos pero es más difícil. En Internet hay mucha gente metida que viene de su generación, y mucha gente de la generación de hoy también adora las tardes en la calle. Lo que quiero decir que no es algo para los jóvenes sino que es algo que está presente para todos, que anda mucha gente metida, pero no todo el mundo y, cómo usted, no entiendo qué puede llamarles tanto la atención. Si logra descubrirlo no dude en contarmelo...

José Luis -

No, JL. No pretendía aprovecharme de casos personales. Yo vengo de una generación que adora las terrazas, la luz del sol, el café de la tarde y los ojos de frente. Por eso ando intrigado en saber qué hay detrás de todo este mundo. Yo tampoco lo entiendo pero soy muy curioso.

En cuanto a la hipocresía, me da la impresión de que no hay demasiada diferencia en la vida virtual que en la real: Hay quien vive en un sueño que se fabrica para ser más feliz y ese sueño se puede desarrollar en una terraza de Las Palmas o en un servidor de Internet. Eso sí... estoy de acuerdo en que es más difícil (y más meritorio) engañar a los demás mirándolos a los ojos.

J L -

Si lo que buscaba era un caso personal siento no servirle de mucha ayuda. Aunque no lo parezca soy de las que prefieren el más simple contacto físico (una mirada, una leve sonrisa, un roce casual...). Hay mucho que ver ahí fuera como para perder el tiempo en frente de una pantalla, aquí sólo percibimos a través de la vista “ahí fuera” sentimos con más fuerza, percibimos con todos nuestros sentidos, no entiendo cómo la gente se engancha a esto. No me fascina porque no lo entiendo, no entiendo que se puede buscar en un sitio donde cada uno es quien quiere ser. Si ya en la vida real es difícil saber lo que es verdad y lo que no ¿cómo podemos escapar de la hipocresía en un espacio cómo éste?
Es cierto que ahora nos comunicamos por Internet, quizás por aquello de “la facilidad”. Yo sólo quería felicitarle por su trabajo y hacerle una pregunta, una cosa llevo a otra y aquí estamos. Pero no es lo mismo, porque aquí da igual quien seamos en realidad, no importa que seamos “un camionero de Cuenca, una aspirante a actriz o una maestra de escuela de Agaete”. Simplemente reflexionamos sobre algo sin importar lo que hay más allá, sin importar quién es el que escribe.

José Luis -

A mí lo que me fascina de ese mundo del "ciberespacio" no es tanto las relaciones que puedas encontrar de un modo más o menos fácil (con apagar el ordenador, como decía alguien antes, tienes) sino la de convertirte en cualquier persona que desees. Detrás de tu teclado, puedes ser lo que quieras: un camionero de Cuenca, una aspirante a actriz de Tarrasa o un maestro de escuela de Agaete. Incluso puedes ser las tres cosas a la vez. Yo nunca sé cómo van a acabar las historias que escribo (lo juro, ignoro quién es el asesino hasta bien entrada la segunda parte) pero me da que esta de ahora (se titula, y no sé si aguantará hasta el final, "Escena de terraza con suicida") va a tirar por esa posibilidad de crearse diferentes personalidades.

Audrey -

El "chateo" quizás se trate de falta de tiempo, dirían algunos. De un contrarreloj constante, dirían otros. De un no parar.
O quizás no. Quizás se trate de un desinterés por todo y por todos. Quizás les resulte mucho más atractivo los dichosos emoticonos o un alias antes que tu verdadero nombre con tu verdadera vida. Quizás sea menos complicado. No tienes por qué implicarte y dedicarle tiempo. No tienes por qué dar explicaciones. Basta con tu alias, edad, lugar y poco más. Ni siquiera interesa tu "status sentimental" (¿o si? ¿acaso importa?). Al fin y al cabo si no le gusta tus medidas, tu altura, color de ojos o lo que sea pues con un "no admitir" basta.
De esta manera, no tienes por qué recordar, por ejemplo, su cumpleaños, comprarle el regalo perfecto o en qué lugar se hizo esa cicatriz en la rodilla porque, entre otros motivos, no tienes tiempo para conocerla o conocerlo.
Realmente, no lo sé. El (des) amor, sea como sea, me sigue desconcertando ahora y siempre. Sólo sé que aún creo en ello.

J L -

Nos movemos demasiado rápido en un mundo donde apenas nos queda tiempo para pensar en cómo está la persona que tenemos al lado, ese compañero que se sienta cada mañana a nuestro lado a trabajar o ese camarero que nos atiende cada día... No somos capaces de expresar lo que sentimos, o no queremos intentarlo, y la manera más fácil de acceder a otras personas es a través de una pantalla que cuando no te gusta lo que estas viendo la apagas. Vas directo a lo que quieres: nombre, edad, ciudad... un par de días hablando, si funciona quedas sino pues otro. Es muy fácil que entren y salgan de tu vida sin más; es muy fácil que te sientas comprendido con un emoticón, sonriendo o llorando, en el momento justo; es muy fácil encontrar tiempo para chatear en tu casa pero no para salir...
El ciberespacio no supera “la realidad” sólo es más fácil vivir en él.

José Luis -

No se trata de ningún caso de Ricardo Blanco. Pretende ser una historia de (des)amor en los tiempos que corren. Una novela colectiva (la terraza es el lugar donde se reúne un gupo de seres más o menos solitarios, cada uno con sus "cajunadas", que diría el abuelo Colacho). La idea es ir escribiéndola a tiempo real, porque los personajes están sacados de la realidad (yo escribo en las terrazas de Las Palmas) aunque las historias que hay detrás de ellos son pura ficción.

El caso es que me pareció que este "blog" es un buen sitio para compartir una duda: intento comprender qué hay detrás de este mundo cibernético, que es capaz de lograr que una mujer (o un hombre) lo abandone todo por un hombre (o una mujer) que se esconde tras un alias...

Audrey -

Me gusta mucho.
Se agradece que comparta sus escritos. En los tiempos que corren, la idea del "chateo" e internet resulta más real que nunca (sobre todo si te dejan por un ciber amante). O si no fíjese en qué medio nos comunicamos en este instante.
Me gusta el estilo que despunta.
Saludos.

J L -

(Como "lo prometido es deuda" aquí estoy, aunque sea un poco tarde.)

Bueno, decirle que ya me dejó con ganas de más, supongo que eso es un gran comienzo.

Puestos a suponer algo diría que "el cabrón del amigo del retrasado es el peterpan81". Pero como en sus historias nunca se sabe...

Y una pregunta, ¿se trata de un nuevo caso de Ricardo Blanco? Si se puede saber claro.
Espero que no tarde mucho en terminarlo, de veras que me apetece leerlo. Un saludo.

J L -

Muchas gracias Jose Luis, es todo un honor y, como no,un gran placer. Esta noche lo leo, y prometo darle mañana mi modesta opinión.

Un saludo.

Jose Luis -

No se trata de acercar el espacio al lector (yo no creo escribir sólo para un lector de Las Palmas), sino de vindicar una ciudad tan válida como cualquiera otra para contar historias. Es cierto que, al ser una novela policiaca, la cosa "suena" extraña, pero para un relato de este tipo en otros sitios ya están Hammet, Simenon o Vázquez
Montalbán, ¿verdad?





Como lo prometido es deuda, les dejó un par de páginas de la novela que ahora estoy escribiendo a ver qué les parece.
Saludos,

José Luis


[...]

Mi nombre es Fabio. Fabio Méndez. Y estoy pensando seriamente en la muerte. ¿Quién sabe? Tal vez sea esta ciudad triste de mirada lánguida, siempre encapotada. O esta lluvia incesante. O un trabajo aburrido de ocho a dos, mil veinte euros en catorce pagas, tres semanas de vacaciones (nunca cuando tú quieres, sino cuando te dejan tus cinco compañeros más lánguidos y encapotados que la ciudad). O la marcha de Diana, que se hartó de mi melancolía, que encontró una nueva ilusión por internet, un tal piterpan81 que la sedujo con piropos ausentes de vocales (¿de qué sirve querer a alguien si no puedes decírselo a la cara con todas las letras?) y ridículos emoticonos (sonrisitas, corazones rotos y diablitos color malva sobre el infierno de su pantalla). ¿Quién sabe? Acaso sea esta lluvia. Esta ciudad. Este mundo. En la mesa de al lado, la seis, unos marineros con acento andaluz discuten sobre quién es capaz de beber más sin caerse al suelo, capaz de comer más sin vomitar, capaz de follar más sin desmayarse. Andarán por los veinticinco años de modo que, si bien lo pienso, cualquiera de los tres puede ser piterpan81 (siempre que 81 signifique el año de nacimiento y no el número de cervezas, hamburguesas o novias que han podido jalarse en una semana con festivo en medio). Una ambulancia pasa a toda mecha dejando un rastro de sirena en la lluvia. ¿Quién sabe? Tal vez lleve en el vientre a alguien que conozco, algún viejo compañero de San Agustín o la señora que me vende la fruta en el Mercado, que lleva un par de meses con un color cerúleo y un tic nervioso en el ojo derecho. Me he pedido un café expreso, que no llegue ni a la mitad de la taza, que sepa de verdad a café y no a aguachirle. Y la chica uruguaya que me atiende siempre y que se llama Nadia y a la que se le caen con exótica frecuencia los vasos cuando zigzaguea entre las mesas, me ha prometido que se esmerará. Ha dejado por un momento de llover. Una nube se ha abierto de la barrera y se le ha colado un disparo de sol amarillo y picón por la mismísima escuadra del cielo. Esta imagen, lector, me la perdonas. Pero es que alguien se ha dejado el Marca abierto por la página seis y, claro, se me trabucaron las imágenes de un gol de Roberto Carlos con las de este sol que quiere renacer de su olvido. Le hago señas a Nadia para que aproveche el viaje y, de camino, me traiga una botella de agua con gas y una rodaja de limón. Con que me haya entendido lo del gas me vale, puedo pasar sin el limón. Los marineros se han puesto a cantar una canción obscena que habla de una mujer de tetas grandes y costumbres promiscuas. Nadia los mira y les sonríe. La uruguayita tiene sonrisa de primer amor, de niña de colegio, sí, sonrisa de coletas, de calcetines blancos hasta las rodillas, de falda plisada a cuadros. He de reconocer que siento envidia de los marineros. Llevo viniendo a esta terraza desde que la abrieron y Nadia jamás me ha sonreído así. Y eso no va a cambiar porque yo no sé, ni aunque lo intente, decir las groserías de los marineros andaluces. Nadia limpia las mesas vacías. Coloca con cuidado los ceniceros y unos atriles de madera donde encaja con mimo los menús. Y se detiene cerca de la esquina donde cantan los muchachos. Una señora pasa con su hijo retrasado. Ya la había visto otras veces pero hoy le he notado una mirada triste de presentimiento. Estará pensando que se muere y entonces que será del pobre retrasado, quién va a cuidar de él, quién lo sacará a que le de el aire y le limpiará la baba y le dirá mira qué estrella tan linda con forma de caimán. Su hijo debe de tener mi edad. Podía haber sido yo el tonto y, ahora que escribo, no sé si me hubiera convenido serlo porque, en su inocencia, en su ceguera mental, el pibe parece tan feliz. Se ríe de todo con una risa torpe como de primeros pasos de animalillo recién nacido. Creo recordar que doña Virtudes, la mujer de la mesa cuatro (pelo corto, carácter avinagrado, odio visceral a los niños y los fumadores), le contó a una vecina de mesa la historia del muchacho. Parece que no es tonto de nacimiento. Antes al contrario, fue un alumno brillante en el bachiller y en la universidad. Y estaba a punto de licenciarse en Medicina cuando se le cruzó una decepción. La vieja no supo descifrar esa parte del galimatías pero bien pudo ser un desengaño amoroso o la muerte de su padre (ahora que pienso en ello, nunca lo he visto con nadie que no sea la señora de la mirada pesarosa) o que vino a comprender, a buenas horas, que había perdido toda su vida estudiando algo que no lo hacía feliz. El caso es que el muchacho que tiene mi edad pero que anda y se comporta como un niño decidió mandarlo todo al carajo. Y, como quiera que conocía los entresijos del cuerpo y de la mente humanos, optó por una mezcla de barbitúricos y alcohol que le garantizaran una muerte indolora e inodora para acabar con una vida incolora e insípida. El problema fue que su compañero de piso (un tipo igual de ducho que él en cuestiones médicas) lo halló a tiempo de evitarle la muerte pero no de condenarlo, por el mismo precio, a una vida de idiocia vegetal, con amigos como ese para qué quiero enemigos. Seguro que el muchacho que tiene mi edad pero que habla babeando y mira al vacío de sus botitas acordonadas hubiera preferido que su compañero de piso (por cierto, ¿dónde estaba ahora el muy cabrón después de su heroica hazaña?) no hubiera desmantelado su costumbre. Que su compañero de piso (a todas estas, ¿por qué no viene alguna vez a pasear al pobre retrasado?) no hubiera vuelto a casa antes de tiempo porque llovía y se había dejado atrás el paraguas y lo dicho: será esta mierda de ciudad y esta mierda de clima que todo lo corrompe. Nadia se ha acercado al idiota y le ha dado un beso dulce en la mejilla y le ha dicho con su acento rehilante que shebaba tiempo sin verte, mi cielo lindo, ¿dónde estabas metido?, ¿sha me has cambiado por otra novia más joven? El muchacho que tiene mi edad pero, por lo visto, bastante más suerte que yo en cuestión de mujeres se ha puesto a reír a carcajadas y su risa ha resquebrajado la atonía de la plaza. Y yo me he puesto celoso por segunda vez en un cuarto de hora. Aún estoy aguardando mi botellín de agua. Necesito algo para bajar esta jodida píldora de terraza con tonto. [...]

Audrey -

"Creación literaria". Qué lindo suena. Yo no lo hubiese explicado mejor. Y comparto su género policiaco, sin duda. Una pregunta. ¿No le pareció arriesgado "dar a luz" a un detective en una ciudad como Las Palmas? No tengo nada en contra. Todo lo contrario. La ciudad de Las Palmas me parece muy literaria y (¿por qué no?) policíaca. Además, resulta mucho más cercana al lector. Es más. Cada uno de nosotros hemos escuchado, vivido y estado en cada escena del libro. E incluso voy más allá. Resulta mucho más fácil imaginarte en algún lugar de la capital o de la isla que en ningún otro sitio, ¿no?
Nuevamente, enhorabuena.
Saludos.
audrye_22@hotmail.com

José Luis -

En cierta manera, la creación literaria tiene que ver con la capacidad de observación. Yo, al menos, me considero un mirón (en toda la amplitud del término). Suelo fijarme mucho en los pequeños detalles. Por eso me encanta el género policíaco: porque, por una parte, en una novela o en una película de este tipo la descripción no es mera anécdota sino algo cardinal (cuando describes la escena de un crimen o el gesto de un personaje no estás "rellenando" o dándole ambiente a la historia sino ofreciéndole una pista al lector); y, por otro, siempre he creído que es el género más "honesto" (si puede hablarse de honestidad en algo como la literatura que es puro engaño, pura ficción) y lo es porque el lector va recibiendo la información al mismo tiempo que el investigador. Todo está a la luz, aunque velado por un maremagnum de acontecimientos, y depende de ellos (del investigador pero también del lector) que se resuelva el caso.
Estoy dándole vueltas a una idea mientras escribo... En los próximos días voy a colgar en el blog las primeras tres o cuatro páginas de la novela que escribo ahora, por si quieren comentarla ustedes... Tal vez el lector no sólo resuelva el caso sino que ayude a explicarlo, ¿no?

Audrey -

Es curioso. Si no fuera por todas y cada una de las chicas que aparecen en sus novelas, sus historias perderían cierto encanto. En el fondo, el detective Blanco es todo un sentimental.
Enhorabuena por cada caso.
audrye_22@hotmail.com

J L -

Puedo concluir entonces que todo le sirve a un escritor y que cuanto más vive más fácil le será escribir, sin olvidar que detrás de ello hay un gran trabajo y esfuerzo, y como no, un genio, un talento como el suyo.
Si se me permite hay otra pregunta que me surge al leer, prometo que será la última. Los escritores describen cosas que para mí (y creo que para muchas personas) pasan desapercibidas. Perciben situaciones que a la mayoría se nos escapan. ¿Es verdad qué son capaces de apreciar tantos detalles o se los inventa? No sé si me explico con claridad, por ejemplo en sus libros, describe conversaciones entre Ricardo Blanco y varias mujeres en la que él distingue lo que significan los simples gestos de la chicas. En cualquier detalle, movimiento encuentra un significado. ¿Es verdad? Esa es mi pregunta. ¿Verdaderamente tienen esa gran capacidad de percepción o sólo las utilizan como un recurso?
Me despido, esperando esa nueva novela que ya nos prometió...
juliette_legrand06m@hotmail.com

José Luis -

Gracias, Audrey y JL. Ya pensaba que nadie me quería. Prometo tomarme muy en serio sus comentarios. Además, ahora ando en mitad de una novela que tiene mucho que ver con realidad y ficción virtual, de modo que todo me sirve de inspiración... El trabajo lo pondré yo. Saludos

Audrey -

Para JL. Creo que no es de vital importancia la experiencia para escribir. ¿Que es necesaria?, pues sí. ¿Que te puede sacar de algún atasco literario?, pues también. Pero en una ocasión leí algo así como que "si no te gusta la realidad que vives pues te inventas otra". Pues eso. Si no tienes las experiencias suficientes, pues te las inventas. Además, la imaginación tiene la ventaja de no tener límites. Y si no, mira Woody Allen.
P.D: Siento ser tan novelera, pero estos comentarios da pie a ello. Un buen comentario, JL.

J L -

Es un genio. Tiene una capacidad para hacer bello lo que quizás no lo es.

Es verdad que cuando uno lee no piensa en el autor ni en lo que hay detrás de la obra porque simplemente se mete en ella y la vive, pero no sé si cuando uno escribe no refleja nada de su persona en la historia (sus deseos, emociones, formas de pensar...).

Bueno, sea como sea espero que siga escribiendo...

José Luis -

En alguna ocasión hablé de la maldición de no ser un artista maldito. De no haber vivido dos guerras, la hambruna, la muerte de mis padres siendo niño, una infancia infeliz cargada de miserias, la adicción a una droga más dura que el café... Suele pensarse que uno no puede escribir ni pintar bien ni hacer música buena si no has vivido eso. Yo (por la cuenta que me trae, claro) prefiero pensar en el genio (el motor) creador y, sobre todo, en el trabajo. ¿Es necesario haberla vivido para contar una historia? No. ¿Es más fácil? No sabría responder. En el fondo, como lector, siempre busco lo mismo, aunque siempre distinto: que me cuenten una historia que me emocione, que me haga llorar, reír, entender el mundo... Y que me la cuenten bien. Al fin y al cabo, cuando leo no me interesa lo que hay detrás del autor, sino lo que hay dentro de la obra.

J L -

En primer lugar, únicamente felicitarle por su trabajo. Quiero decirle, que he disfrutado muchísimo con sus libros, son fantásticos (creo que sobre todo para nosotros, canarios)y para mí eso es suficiente para darle las gracias por ellos.

Y en segundo lugar, hay una pregunta que siempre me he hecho y no se porque siento que es usted él más indicado para contestarme.
¿Para llegar a escribir es necesario haber tenido antes suficientes experiencias en la vida?Arturo Perez-Reverte, por ejemplo, fue reportero de guerra durante más de veinte años, supongo que esta experiencia le habrá servido a él. En su caso, ¿lo considera importante?
Espero su respuesta, al igual que su siguiente historia...

ISABEL -

hola, soy Isabel.
También pertenezco a el colegio Echeyde I donde nos hizo una visita hace un tiempo.
El motivo por el que me dirijo a usted es para felicitarle por su bellísimo y gracioso libro "Helena con hache " ,me ha llamado mucho la atención su forma de escribir, por la manera en como se hablan los personajes , los dialógos sin decir quienes son etc..
Me ha interesado tanto su obra que quería conocer otros aspectos de usted , y por eso estoy intentando encontrar el libro que nos recomendó " Échale un ojo a Carla",
bueno felicitarle de todo corazón y muchísimas gracias por su visita espero volver a verle pronto por aquí un beso y abrazo
Isabel Rodríguez
Espero poder hablar por
e-mail soy : isa_lisel@hotmail.com

Kyrenia -

Hola, soy Kyrenia :) otra de las alumnas del colegio Echeyde I el que usted visitó el otro día. Me gustaría decirle que el libro de "Helena-con-h" me ha impresionado montón por como se explica y demás...me gustaría que nos pusieramos en contacto por vía e-mail ahí arriba tienes mi mesenguer, pues eso que me gustaría contactar con tgio para que recomendases algunos libros para poder leermelos.Por últimos me gustaría que en vez de hablar por aquí lo hicieramos por correo ¿vale? Gracias :)
Te mando toda mi enhorabuena por todo tu trabajoo que me parece genial y agradecerte la visita al colegio Echeyde que cuando quieras venir contacta con los profesores. Chao ^^
Atte.
Kyrenia Pérez Torregrosa

kyrenia_xena@hotmail.com

Marta Carmona -

Don José Luis Correa:

Soy una de las alumnas del colegio Echeyde de esta tarde, Marta, para ser exactos. Tan solo quería felicitarle de nuevo por la estructura elegida para el libro, fue, sin duda, lo que más me impresionó.

Agradecería sobremanera si le dedicara unos pocos minutos a mis escritos (http://cuadriculas.blogspot.com/). Sería magnífico si pudiera darme una pequeña valoración.

Atte.
Marta Carmona Hernández

Lain_chan_lin@hotmail.com